Acuerdo GOV/257/2010, de 14 de diciembre, por el que se reclasifican como fiesta patrimonial de interés nacional las Fiestas Decenales de la Virgen de la Candela de Valls.
- rgano: Comunidad Autnoma de Catalua.
- Publicado en DOGC nm. 5781 de 23 de diciembre de 2010
- Vigencia desde 23 de diciembre de 2010. Esta revisin vigente desde 23 de diciembre de 2010.
Vista la disposición adicional del Decreto 389/2006, de 17 de octubre, del patrimonio festivo de Cataluña, que dispone que el Departamento de Cultura y Medios de Comunicación ha de revisar las declaraciones de fiestas tradicionales de interés nacional anteriores a la entrada en vigor del Decreto y, si procede, tramitar su reclasificación en alguna de las categorías previstas en el artículo 3.1 mediante el procedimiento establecido en los artículos 14 y 15 de dicho Decreto;
Vista la Resolución del consejero de Cultura y Medios de Comunicación de 2 de noviembre de 2010, por la que se incoa expediente para la reclasificación como fiesta patrimonial de interés nacional de las Fiestas Decenales de la Virgen de la Candela de Valls;
Visto que el Consejo de la Cultura Popular y Tradicional el día 3 de noviembre de 2010 emitió un informe favorable sobre el expediente de reclasificación;
Vistas las alegaciones presentadas por los interesados, las cuales han sido favorables a la reclasificación;
De acuerdo con el artículo 6 de la Ley 2/1993, de 5 de marzo, de fomento y protección de la cultura popular y tradicional catalana y del asociacionismo cultural, y el artículo 15 del Decreto 389/2006, de 17 de octubre, del patrimonio festivo de Cataluña;
A propuesta del consejero de Cultura y Medios de Comunicación, el Gobierno acuerda:
1. Reclasificar como fiesta patrimonial de interés nacional las Fiestas Decenales de la Virgen de la Candela de Valls y definir sus características, que son las que constan en el anexo.
2. Inscribir la reclasificación de la fiesta en el Catálogo del Patrimonio Festivo de Cataluña.
3. Publicar íntegramente en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya este Acuerdo, de conformidad con lo que prevé el artículo 15.2 del Decreto 389/2006, de 17 de octubre, del patrimonio festivo de Cataluña, y notificarlo a las personas o entidades responsables de la organización de la fiesta o de los elementos, al ayuntamiento y al consejo comarcal correspondientes.
Contra este Acuerdo, que agota la vía administrativa, se puede interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno de la Generalidad de Cataluña en el plazo de un mes, o bien recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en el plazo de dos meses, a contar en los dos casos desde el día siguiente al de su publicación en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya o desde el día siguiente al de la correspondiente notificación.
Barcelona, 14 de diciembre de 2010,
Laia Bonet Rull,
Secretaria del Gobierno.
ANEXO.
Características de la fiesta.
En el año 1791 se inician las Fiestas Decenales, con la fundación de una procesión en honor de la Virgen de la Candela, que debía celebrarse cada año en el día de la Candela, y cada diez años con una mayor solemnidad. El documento que avala esta fundación se firmó el 28 de enero del año 1791, pocos días antes de la festividad de la Virgen de la Candela, ante el notario de la población Sr. Ignasi Cases, y se estipulaban aspectos concretos de cómo debía ser la procesión anual y la de las Decenales. Se reunió una representación de la comunidad de sacerdotes presidida por el Dr. Jaume Cesta, el Dr. Pau Baldrich y los concejales del Ayuntamiento de Valls que firmaron el documento fundacional, por las tres partes.
La celebración de las Fiestas Decenales de la Virgen de la Candela tiene lugar cada diez años desde el año 1791, todos los años acabados en uno. No se tiene constancia de que la fiesta haya dejado de celebrarse nunca, sólo hay dudas en la del año 1821, de la que no hay documentación al respecto.
Las Decenales se fueron expandiendo a lo largo del siglo XIX, y pasaron de ser unas fiestas eminentemente religiosas a tener más actos civiles, y creció su parte más lúdica y festiva. A partir del 1871 se incorporan y participan sociedades recreativas, y ya en el 1881 se van introduciendo elementos profanos, además de los tradicionales actos religiosos. También este año se crea por primera vez una comisión organizadora nombrada por el Ayuntamiento con representantes del propio Ayuntamiento, parroquias, sociedades recreativas y vecinos en nombre de la ciudadanía.
La fecha central de las fiestas Decenales es el día 2 de febrero, festividad de la Virgen de la Candela, y es el día en que por la mañana se realiza la bendición de las candelas y el oficio solemne, y por la tarde se celebra la solemnísima procesión votiva. La procesión en honor a la Virgen de la Candela es el origen de la celebración y, aún actualmente, juega un papel muy destacado. En esta participan todos los entremeses, bailes y danzas del séquito popular, y representaciones de todas las asociaciones y entidades de la población con su pendón correspondiente, acompañando el tabernáculo de la Virgen de la Candela. De esta procesión cabe destacar, también, los bailes del águila en el Patio ante la Virgen, y la bandera de la ciudad transportada por la autoridad de mayor rango que se encuentre en Valls.
Durante diez días aproximadamente, se realizan actos festivos de todo tipo, que transforman la ciudad de Valls y la hacen vivir en un estado de excepción festiva, sólo repetible en periodos lo suficientemente largos, como en este caso. También han llegado a ser relevantes los Juegos Florales, últimamente reconvertidos en Certamen Literario de las Decenales, y las celebraciones académicas de proclamación de ciudadanos ilustres de Valls que, desde el año 1891, acontecen durante las fiestas.
Cada fiesta decenal ha sido recordada por hechos y acontecimientos destacados que han marcado la diferencia con las demás. Son unas fiestas que marcan cronológicamente la vida de los ciudadanos y de la propia ciudad, un acontecimiento que ha ido evolucionando y transformándose en función del contexto histórico-social. Cada decenal constituye un hecho excepcional único en la ciudad, la comarca y en El Camp de Tarragona, una celebración que es tan religiosa como ciudadana, con grandes aportaciones de devoción, artísticas, culturales y también de dinamización ciudadana.