Decreto 2/2011, de 28 de enero, por el que se declara Bien de Interés Cultural Inmaterial "Los Cantes Mineros y de Levante".
- Órgano: Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
- Publicado en BORM núm. 25 de 1 de febrero de 2011
- Vigencia desde 1 de febrero de 2011. Esta revisión vigente desde 1 de febrero de 2011.
El artículo 10.uno.14 de la Ley Orgánica 4/1982, de 9 de junio, del Estatuto de Autonomía para la Región de Murcia establece la competencia exclusiva de la Comunidad Autónoma en materia de patrimonio cultural, histórico, arqueológico, monumental, artístico, paisajístico y científico de interés para la Región.
La Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, por Resolución de 25 de marzo de 2010, incoó expediente de declaración como bien de interés cultural inmaterial a favor de Los Cantes Mineros y de Levante, publicada en el BORM número 82, de 12 de abril de 2010.
De conformidad con el artículo 16.1 de la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, se ha concedido trámite de audiencia a los ayuntamientos.
En la tramitación del expediente emitió informe favorable la Real Academia Alfonso X el Sabio, como institución consultiva de la Comunidad Autónoma, señalando el innegable valor musical, antropológico y artístico de esta faceta del cante flamenco, el valor de la tradición oral reflejada en sus letras y su pervivencia y vitalidad en la Región de Murcia.
En consecuencia, terminada la instrucción del expediente, la Consejería de Cultura y Turismo considera que procede declarar bien de interés cultural inmaterial Los Cantes Mineros y de Levante de acuerdo con lo previsto en los artículos 2 y 3.1 de la Ley 4/2007, de 16 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Durante la tramitación del procedimiento de declaración como bien de interés cultural de los Cantes Mineros y de Levante se presentó ante la UNESCO la candidatura del flamenco para su inscripción en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, la cual fue definitivamente aprobada en la reunión de 16 de noviembre de 2010 del Comité intergubernamental para la salvagurada del patrimonio inmaterial celebrada en Nairobi (Kenia).
En virtud de lo expuesto en el artículo 13.1 de la Ley 4/2007, de Patrimonio Cultural de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, a propuesta del Consejero de Cultura y Turismo y previa deliberación del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia del día 28 de enero de 2011, Dispongo:
Se declara bien de interés cultural inmaterial los Cantes Mineros y de Levante con arreglo a la descripción y la justificación que constan en el anexo y documentación que figura en su expediente.
Contra el presente Decreto, que pone fin a la vía administrativa, podrá interponerse, con carácter potestativo, recurso de reposición ante el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, dentro del plazo de un mes a contar desde el día siguiente a su notificación o publicación, conforme a los artículos 116 y 117 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (modificada por la Ley 4/1999, de 13 de enero), o directamente recurso contencioso-administrativo en el plazo de dos meses, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, de acuerdo con lo previsto en los artículos 10 y 46 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa.
Dado en Murcia, a 28 de enero de 2011.
La Presidenta en funciones,
María Pedro Reverte García.
El Consejero de Cultura y Turismo en funciones,
Constantino Sotoca Carrascosa.
ANEXO.
Identificación y descripción.
Las bases musicales, la expresividad y la gestualidad del flamenco vienen de muy lejos en el tiempo y de muy hondo en el espacio. El flamenco, como género propio, nació en los cafés cantantes del último cuarto del siglo XIX. De este género forma parte específica un grupo de cantes desarrollados entre Andalucía oriental y Murcia denominados Mineros y de Levante y que se han desarrollado en nuestra Comunidad fundamentalmente en la sierra minera de los términos municipales de Cartagena y La Unión.
Los Cantes Mineros y de Levante, vecinos de fandangos y malagueñas, se estructuran entre los ritmos para bailar la voz ad libitum, creativa e individual. Lo que no quiere decir que la melodía insertada al parar el cante se inventara entonces, dado que si bien estos cantes se desarrollan a partir de ritmos abandolaos, que se tocaban y cantaban en festejos y reuniones populares, no es menos cierto que la voz que se les incorpora era tradicional y antiquísima, mantenida en el folclore musical y lanzada desde siglos a su libre arbitrio por rezadores y pregoneros de toda naturaleza.
El desarrollo del cante minero o cantes de Levante, en general, se diferencia del resto por varias razones: por haberse forjado la mayor parte de ellos en torno a una melodía atarantada; por la peculiaridad el tono de fa sostenido de la guitarra de acompañamiento; y porque sus contenidos, asociados al mundo temático de la minería, los han individualizado dentro del flamenco.
Advirtiendo de entrada que las denominaciones de los cantes están sujetas a cierta variabilidad, resultado de la transmisión oral, podemos decir que tiempo, discografía y concursos son los que han decantado el repertorio tal y como hoy lo reconocemos.
La discografía antigua prefería las denominaciones generales, sobre todo la de cantes por tarantas. Los nombres de minera y murciana, incluso cantes de madrugá, podían también ser usados con carácter abarcador.
Los Cantes de Levante incluyen la granaína, media granaína y fandangos de Granada; malagueñas, rondeñas, jaberas, verdiales y fandangos de Málaga. Con todas las variantes que las creaciones personales incorporan al repertorio genérico.
En los Cantes Mineros distinguimos las tarantas, tarantos y levanticas y taranta de La Gabriela; las formas más conocidas de cartageneras son la grande, por malagueñas, afín a la de La Peñaranda, y que es amplia, extrovertida y dinámica; la cartagenera por tarantas es sobria, solemne, introvertida y profunda; mineras en todas sus variantes; fandangos mineros y murcianas.
La guitarra acompaña a los cantes Mineros y de Levante para dar la salida, apuntar los tonos cumbres del cante e intercalar sus propias fantasías. Pero, al no ser cantes a compás, la guitarra los secunda, marca sus secuencias y los subraya, pero no los mide ni los limita. La guitarra de concierto por tarantas ha tenido un extraordinario desarrollo por el juego compositivo que permite el carácter dramático de su armonía disonante de este llamado por muchos tono brujo de la taranta, de una potencialidad creativa, paralela a la del toque por bulerías.
Producto de la expansión de la minería y de las migraciones resultantes, las coplas del cante minero se convierten en la crónica popular de su época, de un modo inédito y radicalmente diferencial dentro del flamenco por su carácter narrativo, histórico, anecdótico y circunstancial. Por ello, en los contenidos, músicas y actitudes del mundo del flamenco se manifiestan tres ámbitos etnosociológicos: el andaluz, tradicional y popular; el gitano, literario y profesional; y el minero, trovero y laboral. El minero es un cante que nace ligado a la vida laboral, al trabajo, al salario, a la vida diaria; a parajes y a pueblos; al movimiento de gentes, a la inmigración y al éxodo... Por eso, a estos cantes se les llama así: cantes de las minas.
El sentido social es lo más diferenciador del cante minero en el cante flamenco. Porque se da la circunstancia, económica, social y cultural a un tiempo, de que el minero, protagonista del cante, es también el sujeto de la producción económica. Y la aventura minera fue tan poderosa que globalmente atrajo la atención del nuevo género flamenco, lo tematizó y lo protagonizó. Por ello, la mina y el minero absorben hacia sí todos los contenidos de este cante, si bien dejando importantes espacios temáticos a los arrieros, carreteros o tartaneros. Porque, en realidad, en el cante de las minas, los mineros son los protagonistas de derecho, aunque no sean los cantaores, actividad esta que, en su fase popular, era más propia de los arrieros, tradicionales aficionados a la reunión animada con músicas y cantos.
Todo el contexto histórico, social, moral, vital en suma, está contenido en las letras de sus cantes, en su valor narrativo, rasgo definitorio y diferenciador dentro del flamenco. Y no solamente en las coplas tradicionales, en las cantadas contemporáneamente al hecho histórico, sino que también en las que se crean con posterioridad persisten sus peculiaridades, como si una memoria permanente de un modo de vida ya pasado actualizara aquellos momentos para vivificarlos de nuevo.
Justificación
Los cantes mineros y de levante, que forman parte del patrimonio inmaterial de la Región de Murcia, se desarrollan y perduran hasta la actualidad, teniendo la sociedad contemporánea murciana distintos cauces para su pervivencia y disfrute, como los festivales de La Unión y Lo Ferro.
Los cantes mineros y de levante han sido y siguen siendo en la actualidad crónicas populares de una época concreta. En sus letras se contiene todo el contexto histórico, social, moral y vital, cuyo valor narrativo es el rasgo definitorio y diferenciador dentro del flamenco. Su valor musical, antropológico, artístico y escénico considerados como parte muy importante de las artes del espectáculo que engloba música y arte, así como la tradición oral que se refleja en sus letras son razones más que suficientes para su declaración como bien de interés cultural inmaterial.