Dos recientes sentencias de diferentes tribunales van estableciendo precedentes en materia de maltrato a animales.
Condena de cinco meses de prisión a un hombre por causar graves heridas a un perro con un palo
Un juzgado de Huelva ha condenado a un hombre por un delito de maltrato animal doméstico a cinco meses de prisión, una pena que finalmente ha sido sustituida por la realización de 150 jornadas de trabajos en beneficio de la comunidad, por golpear varias veces y "sin causa alguna" a un perro en la cabeza con un palo de madera, tras encontrarlo en una calle de Escacena del Campo.
Por conformidad se declaró probado que en noviembre de 2011 el acusado, mayor de edad y sin antecedentes penales, se encontró en una calle de la citada localidad con este perro que habría sido abandonado y, con el ánimo de atentar contra su integridad corporal, comenzó a golpearle con un palo.
Según reza en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el animal --de raza mestiza Yorkshire y Terrier, de pelaje negro y alrededor de ocho kilos de peso-- sufrió varias heridas de consideración como un traumatismo craneoencefálico y la pérdida del ojo izquierdo, entre otras.
Por estos motivos, el juez también le ha condenado, tras alcanzar una conformidad, a la inhabilitación especial para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales durante tres años y al pago de costas.
Condenado a tres meses de prisión un hombre por matar a su perra de una patada
Por su parte, el Juzgado de lo penal número 9 de Madrid ha condenado a tres meses de prisión a un hombre por matar en junio de 2008 a su perra de seis meses tras darle una patada por defecar en casa.
Se trata de la primera ocasión en la que en España se detuvo a alguien y se inició un procedimiento penal por un delito de maltrato animal, gracias al aviso de dos veterinarias.
Los hechos se produjeron el 5 de junio de 2008 cuando el dueño del animal vio que la perra se había defecado y orinado dentro de la vivienda. Tras ello, le propinó una patada de gran intensidad que le causó lesiones graves en el higado.
La novia del imputado llevó a la perra a un veterinario cercano para que la examinasen. Una vez en la clínica, las propias veterinarias preguntaron qué le ha pasado a la perra y la madre de la novia les comentó que las lesiones habían sido producidas por una paliza del acusado.
En esta clínica veterinaria estabilizaron al animal y lo derivaron a otra clínica con más medios para una intervención de urgencia, pero debido a la gravedad de las lesiones, la perra murió por una rotura hepática de origen traumático.
La protectora El Refugio se personó como acusación, demandando una condena de un año de cárcel para el presunto autor de los hechos, por un delito de maltrato animal. (EUROPA PRESS)