El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco, instructor del conocido como “caso Lezo”, ha acordado, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, el sobreseimiento provisional y archivo de la investigación contra el director de La Razón, Francisco Marhuenda, y el presidente de este diario, Mauricio Casals, por coacciones a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.

El magistrado ha tomado esta decisión a solicitud del Ministerio Público y después de haber recibido declaración a los investigados y a los presuntos perjudicados: la presidenta de la Comunidad de Madrid, su jefa de prensa y en consejero de Presidencia madrileño.

En el Auto, de fecha 25 de abril de 2017, acuerda "desinvestigar, sobreseer provisionalmente y archivar las actuaciones respecto al director y presidente de La Razón.

Los argumentos en los que basa su decisión el magistrado se resumen en que, si bien del informe de la Guardia Civil se podía sospechar que intentaron evitar la incriminación del investigado en la pieza principal a través de supuestas presiones a la actual Presidenta de la Comunidad de Madrid, de las diligencias llevadas a cabo se desprende que no existen indicios en este sentido. Todo ello por tres razones:

Primero- la Presidenta ha declarado que no se sintió presionada, y que, en ningún caso lo habrían conseguido.

Segundo- la declaración y explicaciones de los investigados resultan verosímiles: lo escuchado en las intervenciones de las conversaciones telefónicas, tomadas aisladamente, parecía más grave. En realidad se trata de una conversación entre amigos que con "mentiras piadosas y paliativos" tratan de convencerle para que crea que están actuando a su favor. Además las publicaciones al respecto en el periódico no distan mucho de la línea editorial del mismo. Carecen de "sistematicidad y permanencia" en la presión para justificar una imputación por los delitos de coacciones del artículo 172 CP o de organización criminal del art. 570 bis del Código Penal.

Tercero.-por último, en su declaración, el propio investigado en la pieza principal reconoció que la actuación de los periodistas era para ayudarle emocionalmente

En conclusión, la actuación del director y presidente de La Razón no es delictiva, procediéndose al archivo de la investigación respecto de ambos.