Zambullirse en el mar, respirar el aire fresco del monte o conocer nuevas culturas. En verano queremos desconectar, vivir nuevas experiencias y olvidar las preocupaciones del año. Disfrutar del lugar de destino con tranquilidad, sin tener que pensar en nada más. Cada vez es más común elegir apartamentos o casas de particulares para alquilar en nuestros días libres, ya que a menudo resultan más económicos,y además, ofrecen más espacio e intimidad.
Aunque, por desgracia, no todo es de color rosa cuando alquilamos un alojamiento: “Me hicieron pagar 20€ de más por una tasa que ya había pagado”, “Alquilé un apartamento a pie de playa y al llegar descubrí que estaba a 1km de distancia”,“El arrendador nos acusó de haber roto una lámpara, cuando no era cierto”…
Estas anécdotas y muchas otras nos resultan familiares, ya sea porque las hemos vivido nosotros o nosotras mismas o alguien de nuestro entorno cercano.
Pero… ¡se acabaron las sorpresas! Con estos 5 consejos,este verano podrás alquilar una vivienda con totalseguridad en cualquier rincón de España.
Para empezar, no puedes quedarte con dudas a la hora de alquilar una vivienda, ni sobre el contrato ni sobre el apartamento o la casa en sí. Contacta con el arrendador personalmente o por skype y, de paso, podrás confirmar su identidad.
Es básico conocer quién es el dueño real de la vivienda que estás a punto de alquilar. Muchas veces y sobre todo en lugares turísticos, los alojamientos se realquilan de forma ilegal. Para comprobarlo, puedes acudir al registro de la propiedad o consultar la web oficial registradores.org. Allí podrás solicitar una nota simple y, por solo 9,02€, obtener la información real de si la persona que alquila es, o no, la propietaria.
Uno de los aspectos que tenemos más en cuenta a la hora de alquilar, es la ubicación de la vivienda, sobre todo en destinos costeros. Para evitarte disgustos a tu llegada, verifica con anterioridad que la localización de la casa que has reservado se corresponde con la realidad.
Los gastos no incluidos suponen otro dolor de cabeza. Por ello es aconsejable que no pagues la totalidad del importe del alquiler hasta que no te encuentres en el alojamiento, ya que puede ser distinto a lo que te esperabas. Además, en el momento de la contratación, debe quedar claro que el precio comprende todos los gastos. De no ser así, debes pedir al arrendador que especifique con claridad a qué corresponde ese importe.
En cuanto llegues al alojamiento, fotografía detalladamente todas las estancias para dejar constancia del estado de la vivienda, y así no tener problemas con los desperfectos. Y, si puedes, envíaselas en ese mismo momento al arrendador vía móvil, de modo que tendrás una prueba clara de en qué momento hiciste las fotos.
En definitiva, infórmate de tus derechos (que no son pocos) y obligaciones como huésped, mediante tu asociación de consumidores o tu abogado, especialmente sobre las cláusulas abusivas de contrato.
Todo sea para garantizar lo más importante: ¡disfrutar de tus bien merecidas vacaciones y cargar las pilas!