Limitar el impacto de catástrofes como la de Haití o recabar datos relacionados con el cambio climático, la contaminación o la seguridad serán algunas de las tareas a las que dará respuesta el Programa Europeo de Observación de la Tierra, como explica el ponente del tema en el parlamento Europeo, el socialista alemán Norbert Glante.
Señor Glante, ¿por qué es necesario un Programa Europeo de Observación de la Tierra?
Se trata de una iniciativa de seguimiento gestionada por la unión Europea en colaboración con los Estados miembros. En estos momentos recogen información los países, los centros de investigación, empresas privadas y observadores militares. Pero nos falta que sean informaciones compatibles. El Programa Europeo de Observación de la Tierra (GMES, por sus siglas en inglés) recoge y prepara datos fiables a través de satélites e instalaciones terrestres.
La Unión Europea está construyendo satélites con la Agencia Espacial Europea, mientras que los Estados miembros harán uso de los recursos aéreos, terrestres y marinos para registrar y procesar datos y ponerlos a disposición de los usuarios. Pronto, este proyecto entrará en su fase operativa.
¿De qué forma será útil para los ciudadanos?
El objetivo es garantizar una mejor gestión medioambiental gracias a la información sobre la corteza terrestre, la biodiversidad, el estado de los océanos y la composición de la atmósfera. Esto proporcionará un mayor grado de seguridad a la población, por ejemplo en casos de desastres naturales.
Para ser más concreto: si se produce un terremoto, podremos elaborar mapas muy precisos utilizando los satélites, con lo que se facilitará la gestión de los equipos de rescate. El GMES también podrá medir con fiabilidad el nivel del mar para observar las consecuencias del cambio climático, o identificar el alcance de un vertido de un petrolero y alertar a la población de la costa.
Si el GMES ya fuera plenamente operativo, ¿se hubiera facilitado la prevención de catástrofes como la de Haití?
Es evidente que sistemas como el GMES no pueden evitar las catástrofes naturales, pero sí pueden limitar sus consecuencias negativas.
Cuando haya ocurrido un desastre, GMES puede ayudar en la organización de los equipos de rescate. Se pueden identificar por imágenes las regiones más problemáticas, ver qué infraestructuras han resultado dañadas: calles, trenes, si el aeropuerto es operativo... para evacuar y atender a la gente con más eficacia.
¿Cómo justifica el proyecto ante los contribuyentes europeos, cuando el índice de paro es el más alto de los últimos diez años?
Aún no se han definido los costes totales. En cualquier caso, estamos hablando de unos pocos cientos de millones, lo que no es mucho para un proyecto de infraestructura. Nadie discutiría que se construya una autopista en un periodo de desempleo diciendo que es demasiado caro.
¿En qué se centra el debate en el Parlamento Europeo en estos momentos?
En tres problemas: en primer lugar, el presupuesto. El precio ha subido más de un setenta por ciento, así que debemos encontrar nuevos fondos para poner en marcha los satélites. En segundo lugar, en lo que se va a hacer con los datos, en el sentido de si serán de libre acceso o de pago. La tercera cuestión es cómo coexistir con empresas privadas que proporcionan servicios similares.