La nueva base de datos recoge de forma unificada y de acuerdo a criterios científicos internacionales las tablas de composición de alimentos, que son una herramienta de gran utilidad para realizar la evaluación del estado nutricional de una población a lo largo de la vida, tanto en situaciones de salud como de enfermedad. Esta aplicación permitirá contribuir a la mejora de la formación de los ciudadanos y al trabajo de los especialistas relacionados con la nutrición.
La Ministra aseguró durante la rueda de prensa de presentación de la base de datos, que "las Tablas de Composición de Alimentos, que hoy presentamos, son una herramienta de gran utilidad tanto para la industria alimentaria como para la comunidad científica y los profesionales sanitarios y, por supuesto, para las distintas Administraciones Públicas ya que permite realizar la evaluación del estado nutricional de una población a lo largo de la vida, tanto en situaciones de salud como de enfermedad, a partir de los alimentos que consume".
Trinidad Jiménez incidió en que "los datos que suministran estas tablas son útiles, por ejemplo, para diseñar políticas nutricionales, investigar en nutrición, realizar estudios de dieta total, diseñar nuevos productos. Pero, también, quisiera subrayar su utilidad para los ciudadanos, cada vez más preocupados por conocer las características de los alimentos que consumen".
Acceso ciudadano
Cualquier ciudadano podrá consultar la base de datos y acceder a la información nutricional de cualquier alimento a través de un enlace que aparece en la página web de la AESAN (www.aesan.msps.es) o directamente a través de la dirección www.bedca.net. Se puede consultar, asimismo, el contenido calórico de un alimento o la fuente de obtención de los datos, hasta 39 datos por alimento.
Los investigadores han reunido las referencias que aparecían en cada una de las tablas anteriores que se usaban en España y con esta información confeccionaron la base definitiva, que otorga a cada alimento un código, que lo identifica de forma inequívoca. De esta manera, se evita que, como ocurría antes, se produzcan confusiones entre varios productos.
Ahora, los usuarios podrán, gracias a esta red, identificar fuentes de nutrientes específicos, analizar dietas individuales, diseñar dietas especiales para pacientes, dar información a pacientes, realizar análisis de datos de encuestas dietéticas, evaluar el impacto de la dieta en la salud y la enfermedad, diseñar dietas especiales para investigaciones epidemiológicas, realizar vigilancia de disponibilidad de alimentos y nutrientes, desarrollar guías alimentarias, ofrecer formación y educación del consumidor y preparación de material educacional (por ejemplo para centros docentes), entre otras utilidades.
También podrán diseñarse dietas para personas sanas con necesidades especiales, como los deportistas o desarrollar y analizar recetas y menús.
La base de datos, que tiene como objetivo llegar hasta el millar de alimentos distintos durante el próximo año, está construida con los estándares europeos desarrollados por la Red de Excelencia Europea EuroFIR y se incorporará a otras bases de datos europeas dentro de la Asociación EuroFIR AISBL, que se encarga de elaborar una plataforma unificada y con estándares de calidad de las bases de datos de composición de alimentos europeas y su interconexión a través de servicios web.