"¿Quién quiere compartir este año la lotería de navidad?". Se acerca el 22 de diciembre y, como cada año, en nuestros grupos de WhatsApp surge la misma conversación. Todo son esperanzas e ilusión, pero, ¿qué ocurre si te toca el décimo premiado y lo has compartido vía WhatsApp? ¿Cómo podemos evitar problemas legales? Si toca, y los términos no están definidos, lo que es una buena idea puede tornar en pesadilla.
En estos casos, los expertos recomiendan que para compartir un décimo de lotería en este famoso sistema de mensajería es aconsejable realizar una fotografía como garantía. Rosana Pérez Gurrea, abogada y profesora de la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) señala la importancia de hacer constar que el décimo es compartido. Asimismo, mantiene que hay que incluir una relación firmada y los datos de los participantes con las cantidades que juega cada uno.
"Uno de los peligros que existe en los décimos compartidos es que quien tenga el original cobre el premio y no lo reparta con los demás. Por tanto, para evitar este riesgo es recomendable que las personas participantes se repartan una copia firmada de ese boleto de lotería, con el nombre y el DNI del depositario, en la cual se indique que cada persona está jugando a ese número, serie, fracción y sorteo, por la cantidad que haya aportado", añade.
A pesar de que la plataforma no sea la más recomendable, sí es una forma válida de compartir lotería. En caso de que los participantes no puedan obtener una fotocopia impresa del boleto, hay que asegurarse de dejar constancia en otros medios documentales. La opción más adecuada es la creación de un grupo de WhatsApp específico para la lotería en el que se encuentren todos los miembros que participen. Asimismo, se debe enviar una fotografía clara y nítida donde se vean los datos del número, la serie y la fracción, así como la persona que va a custodiar el décimo y la cantidad que juega cada participante.
Un antecedente
Y, sobre todo, a la hora de compartir un boleto es vital dejar claro qué cantidad juega cada persona. No hacerlo puede llevarte a un pleito, tal y como ocurrió en un caso visto por el Tribunal Supremo en 2019. Una mujer fue absuelta por un delito de apropiación indebida porque no había pactado la asignación de cuotas sobre un premio especial de 1.170.000 euros, sino sobre un premio al número, ganador de 30.000 euros. La acusada adquirió un billete de la serie 4º del número NUM001 (ficticio) -diez décimos- para el sorteo. Con anterioridad al sorteo, la mujer entregó aleatoriamente dos décimos de dos fracciones diferentes. Después del sorteo, la acusada tenía en su poder el resto de fracciones, resultando premiados cada uno de los décimos con 30.000 euros, y en uno de ellos recayó un premio especial de 1.170.000 euros. La mujer repartió el resto de boletos, apropiándose del décimo premiado con mayor valor, ya que no habían acordado ningún fraccionamiento en caso ganador. Ante esto, la Sala sostuvo que si no existe una cuota de pertenencia al cobro ni una asignación especial respecto a ese premio, no hay obligación de entregar el importe del premio. En base a estos argumentos, el tribunal consideró la absolución del delito de apropiación indebida.
Hay que tener en cuenta que un décimo de lotería es un documento al portador y se considera propietaria aquella persona que lo custodia, por tanto, recibirá el premio quien lo guarde. Por todo ello, es esencial "crear un grupo de los décimos o participaciones para que cobre especial relevancia. Si se envía una foto del décimo por WhatsApp, para que tenga valor probatorio es necesario que consten los datos del depositario, los participantes y la participación de cada uno. Si no tenemos alguno de estos datos, la persona que posea el décimo puede alegar que la foto está manipulada, quedándose con el premio íntegro", señala la magistrada.
Otros contratos válidos. ¿Sirve como contrato una conversación?
Por otro lado, los expertos sostienen que las conversaciones mantenidas, independientemente de la forma en la que se produzcan, son acuerdos y contratos legales que tienen validez y pueden servir como prueba, siempre y cuando cumpla unos requisitos. El artículo 1254 del Código Civil no entra en demasiados detalles sobre las características que debería tener un contrato. Solamente indica que un "contrato existe desde que una o varias personas consienten en obligarse, respecto de otra u otras, a dar alguna cosa o prestar algún servicio". Por lo tanto, un contrato puede tener cualquier forma, sea en papel, verbal e incluso por WhatsApp y es válido siempre que pueda acreditarse que la comunicación que se ha producido es real.
En caso de conflicto, para verificar que la comunicación ha sido original y con el fin de poder aportarlo en un proceso judicial será necesario contar con un informe pericial informático que certifique la autentificación de la conversación. Si se aportan los mensajes de WhatApp impresos, probablemente la parte contraria pueda impugnarlos. Por ello, es importante contar con la ayuda de expertos que nos verifiquen la originalidad de la conversación.
Para no tener que mediar con ningún proceso judicial, Pérez Gurrea señala que es importante que conste la aceptación expresa de todas las partes que intervengan en la compra de lotería. El Tribunal Constitucional, en sentencia de 20 de septiembre de 2022 considera que, si existe un pacto verbal donde se defina el premio a repartir de un décimo adquirido conjuntamente, aquella persona que lo compra está obligada a cumplir con lo pactado. Ahora bien, es preciso que dicho pacto haya tenido lugar y se acredite.
Un mensaje de WhatsApp con la contestación "de acuerdo" es un contrato válido. Pero, para evitar riesgos innecesarios es recomendable que se haga constar en un documento que sirva como prueba. No hacerlo puede conllevar problemas.
Un ejemplo de boleto que acabó en pleito lo encontramos en la reciente sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid. Un hombre fue absuelto por un delito de apropiación indebida al mandar, por error, un décimo de lotería a otra persona. Esteban (nombre ficticio) compartió un boleto con un amigo a través de WhatsApp. A su vez, compartió lotería con otra conocida asidua a jugar, enviándoselo por la misma vía. Este último fue premiado en la lotería del niño, sin embargo, Esteban señaló que se había equivocado al enviarle ese décimo, ya que lo compartía con su amigo. En este caso, la Audiencia confirmó que el acusado remitió anteriormente el décimo premiado, y por error, se lo había enviado a su conocida. Por tanto, la Sala consideró la absolución de apropiación indebida al verificar los argumentos del acusado.
