Hoy se ha hecho público el estudio titulado "Causas de la baja participación de las mujeres en los cargos de nombramiento discrecional de la judicatura", elaborado por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Su objetivo es identificar las principales dificultades que enfrentan las juezas y magistradas para participar en los procesos de selección que conducen a puestos de nombramiento discrecional en la Carrera Judicial.

Este informe, que ha sido desarrollado por la Comisión de Igualdad del CGPJ como parte de la medida 18 del Eje 2 del II Plan de Igualdad, se llevó a cabo entre diciembre de 2023 y septiembre de 2024 por la Asociación de Mujeres del Sector Público en tres etapas: una fase documental en la que se realizó un análisis estadístico del contexto; una fase cualitativa para detectar barreras al acceso de mujeres a estos cargos y recoger propuestas; y una fase en la que se realizó una encuesta a juezas y magistradas de todo el país. Los datos estadísticos analizados corresponden al año 2023.

Según los resultados, tres de cada cuatro encuestadas sienten que no reciben el mismo trato que sus compañeros hombres, y más de la mitad (55 %) percibe discriminación hacia las mujeres en la Carrera Judicial. Este porcentaje se eleva al 72,3% cuando se evalúa si el sistema de selección para cargos discrecionales es discriminatorio. Un 97% de las participantes sostiene que los factores decisivos para acceder a estos puestos no son el mérito y la capacidad, sino las relaciones informales que se tengan.

El 65% de las juezas y magistradas coinciden en que las principales dificultades para acceder a estos cargos son la carga de trabajo en su puesto actual y la que implicaría un nombramiento, así como las complicaciones para equilibrar la vida personal con la profesional.

Menos oportunidades para el desarrollo profesional

El informe indica que no se detectan barreras de género en el acceso a la Carrera Judicial, la cual es percibida por las encuestadas como justa y objetiva. Sin embargo, la desigualdad se hace evidente una vez dentro, con un 74 % de las participantes opinando que no reciben el mismo trato que sus compañeros ni disponen de las mismas oportunidades de desarrollo profesional.

Seis de cada diez encuestadas creen que ser mujer afecta negativamente sus posibilidades de acceder a puestos de poder, y siete de cada diez (64,68%) sienten que, una vez en esos cargos, las mujeres son objeto de más críticas que los hombres.

Acceso a los cargos discrecionales

Aunque se reconoce la existencia de barreras internas, la mayoría de las encuestadas considera que la principal razón para no presentarse a los procesos de selección es la estructura actual del sistema de acceso. La sobrecarga de trabajo en sus puestos y las responsabilidades familiares son citadas por más del 65% de las participantes como factores determinantes, mientras que más de la mitad también señala que la orientación de los órganos de poder y las tareas asociadas a esos cargos representan un obstáculo.

La falta de confianza en sí mismas, conocida como síndrome de la impostora, no resulta ser una barrera para la mayoría de las magistradas y juezas encuestadas, ya que el 72,89 % afirma tener la capacidad para asumir un cargo discrecional.

En el momento de realizar el estudio, el 64,36% de las encuestadas ocupaba un puesto unipersonal, que generalmente se considera que ofrece peores condiciones laborales y menos posibilidades de conciliación entre vida laboral y familiar.

El 74,3% de las encuestadas son madres, y de ellas, casi la mitad (49%) tiene hijos menores de 12 años. Un tercio también asume responsabilidades de cuidado de personas mayores. Solo el 14 % participa en actividades que podrían ser beneficiosas para su futura promoción en la Carrera Judicial.

Según seis de cada diez encuestadas, las dificultades para conciliar la vida laboral y familiar afectan de manera significativa (43,8%) o bastante (22,26%) sus posibilidades de alcanzar puestos de responsabilidad. Para el 19,71% tienen poco impacto y para el 14,23% restante, nada.

Sistema de selección

El 72,3% de las encuestadas considera que el sistema de selección para ocupar cargos discrecionales es discriminatorio hacia las mujeres. Creen que el mérito y la capacidad no son los factores más relevantes para acceder a estos puestos, y el 97% sostiene que esto depende en gran medida de las relaciones informales.

Además, el 92,51% afirma que pertenecer a una asociación influye en el acceso a estos cargos, mientras que el 75,6% considera que la ideología también juega un papel importante. La percepción de que los méritos son un factor determinante disminuye al 41,07%, y solo el 28,96% opina que la capacidad es el principal criterio, lo cual desincentiva la presentación de candidaturas.

Motivaciones para presentar candidaturas

El estudio revela que el principal motivo que impulsa a juezas y magistradas a postularse para cargos de nombramiento discrecional es su deseo de mejorar el sistema judicial (96,45%). El segundo factor más relevante es el aprendizaje (95%), considerado totalmente motivador por el 45 % de las encuestadas.

También son influyentes el apoyo de colegas (92%), el deseo de ser un referente para otras personas (89%) y las condiciones laborales junto a la retribución económica (86%). El factor menos motivador (41,67%) está relacionado con las tareas de representación vinculadas a estos puestos.

Cómo favorecer el acceso de mujeres a los cargos discrecionales

Casi el 80% de las juezas y magistradas encuestadas cree que es necesario implementar medidas para promover la igualdad dentro de la Carrera Judicial. Las iniciativas que cuentan con mayor aceptación están relacionadas con la transparencia en el proceso de selección y los criterios evaluables (98,82%). Nueve de cada diez opinan que deberían hacerse públicas las puntuaciones asignadas a los méritos (95%) y que es necesario establecer criterios más conectados con el desempeño del puesto (95,59%). También apoyan la ampliación de medidas que faciliten la conciliación (90,27%).

Un 55% de las encuestadas se manifiesta a favor de establecer un sistema de cuotas que garantice la paridad, aunque solo el 24 % apoyaría que, en igualdad de méritos, se nombrara a una mujer para lograrla.