El 1 y 2 de octubre se celebrará en Bogotá la III Cumbre Mundial de Mediación Empresarial. El encuentro tiene como primer objetivo promocionar la mediación entre los círculos empresariales como una solución para resolver conflictos y evitar así la temida vía judicial. La cita, cuyas ediciones anteriores tuvieron lugar en Valladolid y Santiago de Chile, con una notable repercusión en la comunidad jurídica, reúne anualmente a empresarios, mediadores, juristas, legisladores y abogados para compartir conocimientos y buenas prácticas para la prevención y resolución eficaz de conflictos.
La Cámara de Comercio de Valladolid y la Cámara de Comercio de Bogotá son las coorganizadoras de este encuentro. En una visita relámpago a Madrid, Ovidio Claros, presidente de la Cámara de Bogotá, hace un hueco en su agenda a Noticias Jurídicas para adelantar los puntos de discusión de la III Cumbre Mundial de Mediación (pueden consultar la agenda del evento aquí).
Me comentan que tiene la agenda apretada, que no ha parado de viajar…
Sí. Ahora vengo de Australia. Allí tuvimos la cumbre mundial de cámaras de comercio que hicimos en Melbourne. Hemos pasado por Sydney, Sudáfrica, Santiago de Chile, y en Bogotá, hace poco, inauguramos la cumbre de sostenibilidad, donde hemos buscado fórmulas para que nuestros empresarios sean rentables y también sostenibles. En Madrid hemos cerrado una alianza con el grupo PRISA y con el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF). En IFEMA hemos presentado una plataforma de moda de economía popular, donde hemos formado gente de sectores populares que participaron en la Bogotá Fashion Week. Las hemos traído a Madrid para que muestren todo su talento. Vienen de San Victorino, un sector popular de Bogotá pero muy productivo y con mucho talento. Traerlos, hacer que no sean tímidos, que presenten sus innovaciones y rompan la pasarela es algo muy significativo para nosotros. Queremos posicionar la economía de base, la economía popular. Siempre se ha dicho que la Cámara de Comercio ha tenido una mirada elitista. Pero ahora miramos arriba y abajo.
En España el ojo del huracán está la cuestión de la jornada de 37,5 horas.
He seguido el asunto. No ha salido adelante por una cuestión política, pero creo que es impositivo, que en el futuro lo van a hacer. Claramente esas tendencias son mundiales. Hoy la reducción de las horas es necesaria en todos los países. Los que producen, los que hacen empresa, lo necesitan.
¿Cuáles serán los temas que se abordarán en la III Cumbre de Mediación?
Hablaremos de sostenibilidad, innovación y desarrollo social. Hay una mesa sobre cómo la mediación puede ser un instrumento de competitividad, sostenibilidad e impacto económico positivo. En el Congreso participarán expertos como María Robles Gaitero, Gustavo Andrés, Enrique Gil Botero, Belén Viloria… El mensaje que queremos enviar es que la mediación existe. Porque hay gente que no sabe que la mediación es un mecanismo para evitar llegar a juicio. Hay más de 15 países invitados, 22 conferencistas internacionales y por ahora más de 400 inscritos.
El mensaje que queremos enviar es que la mediación existe
¿Cree que todavía hay empresas que desconocen los métodos de mediación?
El mundo se mueve en la ignorancia en torno a la mediación. Los pequeños empresarios no conocen la mediación, no saben que existe. Ven un conflicto y acuden a la jurisdicción competente.
Queremos que exista una mirada sobre la mediación como instrumento para evitar el pleito.
En Colombia, ¿cómo se promociona la mediación? ¿Intentar un acuerdo es requisito para acudir a juicio, como ya ocurre en España?
Estamos avanzando en materia legislativa para hacerlo obligatorio. Pero, lógicamente, siempre tiene que haber un sector que apoye la norma y un Congreso que sea receptivo. A veces tenemos dificultades. Yo intenté desde hace casi año y medio sacar adelante el arbitraje en materia diferentes a las que ya se gestionan en la Cámara de Comercio, como el arbitraje tributario. Pero el Congreso frenó el tema cuestiones políticos. Sí hemos impulsado el arbitraje en los procesos ejecutivos, que inundan los juzgados en Colombia [en España el equivalente de los concursos]. Esta sí es ya una ley de la República y está incorporado como materia de arbitraje y conciliación en nuestro centro. ¿Qué ocurrirá? Que los juzgados en materia civil, para estos casos, se van a desatascar. Ahí hay un gran avance.
Estamos avanzando en materia legislativa para hacer obligatoria la mediación
¿No hay miedo de que los juzgados reclamen su competencia?
La colisión a veces se presenta. Pero, hasta ahora, la Corte Constitucional no se ha pronunciado pues la materia es muy reciente. Yo he sido magistrado de la Alta Corte durante 10 años y me tocaban valorar algunos problemas de competencia. Éramos muy ágiles en su valoración. Son asuntos que no se puede dejar para mañana.
¿Puede dar un ejemplo donde la medicación empresarial haya sido especialmente exitosa? Un caso real.
El tema de la confidencialidad es fundamental e intentamos no romperlo. Pero hay casos. Recuerdo incluso algún escenario muy público. El año pasado, sin ir más lejos, hubo un arbitraje en Cartagena por un tema de puertos de Colombia.
En resumen, ¿por qué deberían ir los empresarios a Bogotá a la cumbre de mediación?
Lanzamos una llamada a la acción de los empresarios, pero también de los abogados, de los juristas… Todos están llamados a dialogar, a crear confianza y a negociar para fomentar la mediación y el diálogo como mecanismo de solución. Fundamentalmente, el objetivo es que los empresarios y las empresarias entiendan que la mediación es el camino más corto y óptimo. Es una gran herramienta.









