Madrid volverá a ser el epicentro del debate jurídico con una nueva edición del Legal Management Forum, el evento de referencia para el sector legal en España, organizado por Aranzadi LA LEY e Inkietos, con el patrocinio de Banco Santander, que se celebrará los próximos 20 y 21 de octubre. Bajo el lema Think AI, Rethink Law, esta edición pone el foco en la inteligencia artificial y su impacto en la transformación del ejercicio profesional, además de otros temas como la sostenibilidad, las nuevas formas de financiación de los despachos y la evolución en la estructura de clientes. 

Cristina Retana, miembro del comité organizador, comparte con Noticias Jurídicas las claves del foro y las tendencias que marcarán el presente y el futuro del sector. 

Un año más vuelve el Legal Management Forum. ¿Por qué esta edición es especial?

Todas las ediciones del Legal Management Forum (LMF) son especiales para quienes formamos parte del comité organizador, pero esta destaca especialmente por el contexto de transformación que vivimos con la implantación de la inteligencia artificial. El LMF vuelve con una fuerza inspiradora para analizar y debatir, desde distintas perspectivas, el impacto de la IA en nuestro sector, junto con otras temáticas clave como la integración de nuevos perfiles y competencias, o la irrupción de fondos de inversión en los despachos de abogados. Pero, sobre todo, lo que hace realmente especial al LMF es su capacidad de convocatoria: es la cita anual imprescindible para todos los profesionales del sector, un espacio único para compartir ideas, debatir y conectar con grandes colegas sobre los retos y oportunidades que afronta la abogacía.

El lema de este año es 'Think AI, Rethink Law'. ¿Qué mensaje queréis transmitir con este eslogan?

Con este lema queremos invitar a todos los profesionales a reflexionar sobre cómo la inteligencia artificial puede —y debe— transformar nuestra manera de entender y ejercer la abogacía. No se trata solo de incorporar una tecnología, sino de repensar procesos, modelos de negocio y la propia relación con los clientes. Es una llamada a la innovación, a la adaptación y a mirar al futuro con una mentalidad abierta y transformadora.

En el último año, ChatGPT ha pasado de ser una tecnología disruptiva a una herramienta más en los bufetes. ¿Qué análisis le merece esta situación?

A priori, este hecho demuestra una gran capacidad de adaptación por parte del sector jurídico, pero el verdadero reto es aprovechar todo su potencial manteniendo altos estándares de calidad, diferenciación, ética y confidencialidad, y asegurando que los profesionales jurídicos se formen adecuadamente para utilizarla de forma estratégica y responsable. Sobre todo, que prevalezca el uso de IA junto al pensamiento crítico, y no en su sustitución.

En las sesiones paralelas de la primera jornada, los asistentes participarán en talleres prácticos donde estudiarán casos de LegalTech aplicados con éxito. ¿Podrías mencionar algún ejemplo de cómo la IA ya está reduciendo las horas de trabajo de los abogados?

Actualmente existen numerosos ejemplos en los que la inteligencia artificial ayuda a los profesionales del Derecho a optimizar su tiempo, especialmente como herramienta de apoyo para la generación, revisión y análisis de documentos legales, tareas que tradicionalmente requieren muchas horas de trabajo. Además, la IA agiliza significativamente actividades como la investigación jurídica, el Legal Analytics y el cumplimiento normativo (Compliance).

Habrá también un espacio dedicado al greenwashing, el marketing ‘de postín’. En la era de la sostenibilidad y la comunicación positiva, ¿los despachos corren el riesgo de emitir mensajes alejados de la realidad?

Ciertamente sí, sobre todo en temas de innovación, donde se quiere “salir en la foto” cuanto antes. En ocasiones, los despachos pueden verse tentados a emitir mensajes que proyectan una imagen concreta sin que exista realmente un cambio profundo detrás, lo que se conoce como marketing cosmético. Esto supone un riesgo importante: si la comunicación exagera o maquilla la realidad, puede generar desconfianza tanto en los clientes como en el mercado.

¿Cree que la irrupción de la IA puede suponer una reducción de la factura de los servicios legales expertos por parte de las empresas?

Los servicios legales expertos que requieren juicio profesional, estrategia y experiencia, así como la relación personal cliente-abogado, seguirán teniendo un alto valor añadido. La IA permitirá, sin duda, ofrecer servicios más eficientes y competitivos, pero el asesoramiento especializado y personalizado seguirá siendo fundamental y difícil de sustituir por la tecnología.

Los bufetes también han vivido grandes cambios que han sacudido sus estructuras de negocio, como la llegada de fondos de inversión. ¿Será una tendencia que continúe?

Sin duda, los despachos de abogados, como empresas que son, deben estar abiertos a fuentes de financiación diversas para adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y exigente. La entrada de fondos de inversión ha supuesto un cambio relevante en el sector, aportando capital, profesionalización y nuevas oportunidades de crecimiento. Es algo que continuará, especialmente entre firmas que buscan expandirse, diversificar sus servicios, cambiar su modelo de negocio o invertir en tecnología.

A muchos juristas les preocupa que la irrupción de la IA les obligue a ponerse al día con la tecnología, la programación, el prompting… ¿La única opción es convertirse en abogados tecnólogos? ¿Deben los abogados aprender a programar?

Más que convertirse en abogados tecnólogos, hoy los profesionales del Derecho deben aspirar a ser abogados “tecnificados”: conocer cómo funciona la IA, su alcance, ventajas y riesgos. Estas herramientas son muy accesibles y fáciles de usar, pero para obtener resultados realmente útiles y fiables es imprescindible tener una sólida base jurídica, capacidad analítica y juicio crítico. El ejemplo es sencillo: igual que no se encarga un asunto complejo a un junior sin darle instrucciones precisas y datos clave, tampoco la IA ofrecerá buenas respuestas sin un buen prompting legal. Al final, la diferencia la marcarán quienes sepan combinar el conocimiento jurídico con habilidades digitales adaptadas a su perfil profesional.

¿Por qué un abogado no debe perderse esta edición del LMF?

El LMF es mucho más que una cita anual; es un espacio único donde el conocimiento se combina con la pasión por la profesión, el networking y el impulso de causas solidarias. Un evento que inspira y conecta a quienes queremos transformar la abogacía.