Los derechos de los pasajeros de aviones, trenes, barcos y autobuses han centrado la atención del Parlamento Europeo en varias ocasiones durante la última década. Ahora, la Eurocámara trabaja por aclarar y mejorar la aplicación de los derechos de los pasajeros aéreos, y garantizar que de ahora en adelante se aplican correctamente los derechos de los pasajeros europeos.
En una resolución aprobada el 29 de marzo, los eurodiputados pidieron que mejore la información y asistencia a los pasajeros a los que se les anule un vuelo. También exigieron reforzar las normas que regulan la compensación por cancelación de vuelos o retrasos, o pérdida de equipaje.
Además, está previsto que la Comisión Europea proponga próximamente una modificación de la normativa sobre pasajeros aéreos.
Otros medios de transporte
Pero no sólo se regulan los derechos de los pasajeros aéreos, sino también los viajeros que utilizan otros medios de transporte, como el ferrocarril, una regulación en vigor desde enero de 2009; los barcos, desde diciembre de 2012; o los autobuses, desde marzo 2013.
Asimismo, en diciembre 2011 la Comisión Europea adoptó una normativa que fija derechos para los pasajeros de todos los medios de transporte para garantizar la aplicación de las diferentes normativas. En estos momentos se prepara en la Eurocámara un informe al respecto.
Los eurodiputados también están valorando diversas propuestas que permitan aumentar la capacidad de los aeropuertos de Europa, reducir los retrasos y mejorar la calidad de los servicios que se ofrecen a los pasajeros. La votación de todas estas medidas por el pleno del Parlamento Europeo está prevista para el próximo otoño.
Datos de los viajeros aéreos
Pero facilitar la vida de los viajeros no es la única preocupación de los eurodiputados, también lo es la seguridad de los usuarios y el mantenimiento de su privacidad. El 19 de abril, el Parlamento Europeo aprobó la normativa que permite el traslado de datos de viajeros aéreos de la Unión Europea a las autoridades de los Estados Unidos.
Durante la jornada en la que se aprobaron estas medidas, la Eurocámara abordó también otro debate sobre seguridad: el de los pasaportes biométricos, que se cuestionó la fiabilidad de estos documentos.