"La situación es especialmente grave en algunos Estados miembros, como Grecia y España, donde el alto subempleo coincide con un elevado y creciente nivel de paro de larga duración", afirma el informe trimestral sobre empleo y situación social del Ejecutivo comunitario.
De hecho, Grecia y España fueron los países donde más aumentó el paro de larga duración en 2013. En España casi el 14% de la población activa llevaba más de un año sin encontrar trabajo, mientras que en Grecia la cifra se acercaba al 20%, frente al 5,3% de media comunitaria.
Por su parte, la tasa de subempleo en España se sitúa en torno al 12,5%, por encima del 9% en la UE o del 7% en Grecia. Además, los problemas financieros en los hogares de rentas más bajas han seguido aumentando y afectan ya a más del 40% en España, Italia, Rumanía y Eslovaquia, frente a menos del 10% en Alemania o Eslovaquia.
Una gran número de personas sigue teniendo grandes problemas para encontrar un puesto de trabajo, especialmente las que llevan mucho tiempo en paro", ha dicho el comisario de Empleo, László Andor, que ha reclamado a los Estados miembros "redoblar los esfuerzos por apoyar la creación de empleo y luchar contra la exclusión social, especialmente a través de las políticas activas del mercado de trabajo y de mayores inversiones en el terreno de lo social".
Entre las últimas señales positivas, el estudio destaca que se están creando empleos en el sector privado, principalmente en los servicios, y que el desempleo sigue bajando, aunque sea de forma moderada. Sin embargo, los niveles de empleo actuales (con cerca de 224 millones de personas ocupadas) están aún por debajo de su nivel anterior a la crisis (en torno a 230 millones de personas ocupadas a mediados de 2008) y las tasas de desempleo se mantienen próximas a niveles históricamente elevados (el 10,4 % en abril de 2014, tras un valor máximo del 10,9 % que se observó en todo el primer semestre de 2013).
Existen grandes diferencias en los niveles de desempleo entre los Estados miembros y sigue siendo preocupante la calidad de los puestos de trabajo, dado que el crecimiento del empleo se debe principalmente al aumento de empleos temporales y a tiempo parcial. Y lo más alarmante es que el desempleo de larga duración se sigue incrementando en los países con tasas de desempleo más elevadas.
La situación del mercado de trabajo sigue siendo muy difícil para los jóvenes menores de 25 años, con una tasa de desempleo del 22,5% en abril de 2014, mientras que la mejora del empleo ha beneficiado hasta ahora ante todo a los trabajadores de más edad (de 55 a 64 años).
Aunque se han reducido las diferencias entre mujeres y hombres en la UE en los últimos años, los datos disponibles más recientes muestran que la tasa de desempleo está disminuyendo menos en el caso de las mujeres que en el de los hombres. Además, las mujeres tienden mucho más al subempleo en todos los grupos de edad, es decir, al trabajo a tiempo parcial involuntario.
Flujos migratorios de trabajadores europeos
El estudio confirma que sobre todo los países más afectados por la crisis económica, como España, han registrado fuertes aumentos en los flujos de salida de trabajadores hacia otros Estados miembros y hacia países no pertenecientes a la UE.
En comparación con los años anteriores a la crisis (2004-2008), ha ascendido el número de trabajadores que se desplazan dentro de la UE desde los países del sur (+ 38%), mientras que ha descendido el flujo de trabajadores procedentes de Polonia (- 41 %) y Rumanía (- 33%), los dos principales países de origen.
Los trabajadores "móviles" procedentes de países del sur constituyen actualmente el 18 % del total de los flujos de migrantes dentro de la UE, frente al 11 % anterior, si bien la mayoría de los migrantes dentro de la UE en el periodo 2009-2013 procedían todavía de Estados miembros de Europa Central y Oriental (el 58 %).
Los trabajadores 'móviles' de la UE se dirigen más que nunca a Alemania, Austria, Bélgica y los países nórdicos y, menos a España e Irlanda, aunque, en conjunto, Alemania y el Reino Unido son los dos principales países de destino.
Por lo que se refiere a los grupos de edad, la movilidad dentro de la UE sigue siendo mayoritariamente joven, pero se ha reducido el porcentaje de población entre 15 y 29 años (del 48% al 41%). Por último, ha aumentado el porcentaje de los trabajadores de la UE desplazados a otros países con un nivel alto de formación: en los años 2009-2013, el 41 % tenía estudios universitarios, frente al 27% del periodo 2004-2008.
Los ciudadanos de la Unión desplazados a otros Estados miembros tienen tasas de empleo más altas que la población local y no recurren a las prestaciones de la seguridad social más que los nacionales, según el informe. (EUROPA PRESS)