Redacción - Wolters Kluwer Formación | TLB
La Asociación Extremeña de Cooperación Este-Oeste (Aeceo) y la Fundación Forempleo están siendo investigadas por subvenciones recibidas entre 2004 y 2011, cuya suma supera los 2,2 millones de euros. El Gobierno de Extremadura exigió hace unos días la “depuración de responsabilidades” en este caso y, Cristina Teniente, la vicepresidenta del Ejecutivo ha dicho que están estudiando todas las acciones legales que pudieran corresponder en este caso y los expedientes que puedan vincularse con dichas instituciones.
Según la vicepresidenta extremeña, las fundaciones alegaron, dos veces y por escrito, que no atenderían "a ese requerimiento financiero de auditoría sin contraprestación previa", a su juicio, algo insólito porque "el control financiero es una obligación".
Y es que la Ley 2/2014, de 18 de febrero, de medidas financieras y administrativas de la Comunidad Autónoma de Extremadura, establece en su artículo 152 que “El control financiero, que será ejercido con plena autonomía e independencia respecto de las autoridades y entidades cuya gestión se controle, se realizará por la Intervención General de la Junta de Extremadura a través de sus Servicios, Intervenciones Delegadas y los funcionarios que aquélla designe, de conformidad con lo previsto en esta ley y demás disposiciones legales o reglamentarias”.
En sus incisos siguientes añade que “tendrá por objeto verificar a posteriori, de forma planificada y mediante la aplicación de procedimientos de revisión selectivos, el funcionamiento de la actividad económico-financiera de un ente, a fin de pronunciarse sobre el cumplimiento de la normativa y directrices que le son aplicables, así como si la misma se ajusta a los principios de buena gestión financiera, estabilidad presupuestaria y equilibrio financiero”.
Con esta ley bajo el brazo, Teniente afirma que ambas entidades no pueden negarse al control financiero por parte de la Junta, que también establecía la Ley 5/2007, de 19 de abril, General de Hacienda Pública de Extremadura, que fue enmendada por la Ley 2/2014 antes mencionada.
Por su parte, el Partido Popular pidió a Caja de Extremadura y Caja Badajoz información sobre la financiación concedida a Aeceo –presidida por el socialista Miguel Bernal– y a la Fundación Forempleo –que dirigía su hermana, Inmaculada Bernal–, para que de esta forma se realice "un ejercicio de transparencia" para "dar luz y esclarecer" este asunto.
Situaciones como esta podrían evitarse en el futuro si es que la medida publicada en el BOE el pasado 30 de julio respecto a la auditoría de cuentas de organismos y empresas públicas y estatales, y también a otras entidades. A partir de este momento, la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) podrá contratar a oficinas y personas externas para controlar la gestión de subvenciones y ayudas con cargo a fondos comunitarios. La razón que se aduce en el BOE para esta decisión es que la IGAE no tiene personal suficiente para hacer frente en el plazo previsto a actuaciones de control y auditorías establecidas en el Plan Parcial de Auditorías y Control Financiero de Subvenciones y Ayudas Públicas para el próximo año.
¿QUÉ ES EL CONTROL FINANCIERO?
Pero no solo se recurre al control financiero en investigaciones o procesos judiciales para auditorías posteriores. El mercado ha ido evolucionando hacia una nueva posición y en vez de un proceso a posteriori, se ha situado al Controller como una acción estratégica permanente.
Es así como en el ámbito empresarial se define al control financiero como la fase de ejecución en la cual se implantan los planes de finanzas, donde se vigila su evolución, y se recopilan datos para garantizar que se sigan los planes establecidos y para modificarlos en caso de imprevistos. Es decir, es un proceso mediante el cual se vigila no solo la ejecución y consecución de los objetivos iniciales, sino también donde se toman las medidas necesarias para sortear los cambios que se puedan producir en el mercado.
En un entorno complejo e inestable como el actual, el Control de Gestión (Controller) está ayudando a mejorar y consolidar los resultados económicos y financieros, ya que ha pasado de tener una función meramente descriptiva, a ser promotores del cambio y de la mejora continua, con lo que su labor inicialmente consultiva se ha convertido en una vía para que las empresas sean capaces de buscar alternativas y entregar soluciones prácticas a los desafíos que impone el mundo actual de los negocios, y así crear valor en sus organizaciones.
Por esta razón, su perfil es altamente demandado en el mercado laboral actualmente, ya que han pasado de ocupar una posición periférica en el organigrama de una empresa a convertirse en parte del puntal estratégico de las organizaciones para garantizar no solo su supervivencia en un mercado complejo y global, sino también para alcanzar nuevos objetivos que les permitan mejorar su posición competitiva.
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