Tras practicar las primeras diligencias, la juez de Barcelona señaló en su auto de inhibición que el objetivo de los querellados era obtener grandes cantidades de dinero a través de un complejo entramado de fundaciones y sociedades en España, Perú y Guatemala "para destinarlo al mundo empresarial, y más concretamente, a los sectores de la construcción, inmobiliario y bancario".
En el auto, tambien se indica que "no se ha hecho ningún seguimiento ni control para ver si el dinero se dedica realmente a mejorar las condiciones de vida del sector de la población más necesitado, como se indica en las campañas publicitarias". Se añade que hasta el momento la única actividad real que ha realizado y realiza la Fundación Intervida es la de captar dinero de sus padrinos.