Las turbulencias de la economía internacional por la crisis en los mercados de crédito y el aumento en los precios petroleros podrían aumentar en 5 millones el número de personas desempleadas en el mundo en 2008, según la Oficina Internacional del Trabajo (OIT) al presentar la nueva edición del informe anual de Tendencias Mundiales del Empleo.
La nueva proyección para 2008 contrasta con la situación de 2007, cuando un sólido crecimiento económico de más de 5 por ciento generó una “estabilización” de los mercados laborales, con más gente empleada, un aumento neto de 45 millones de puestos de trabajo, y sólo un leve aumento en el número de desempleados, que son 189,9 millones de personas en todo el mundo.
“El escenario del mercado laboral internacional está marcado por los contrastes y la incertidumbre”, dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. “Si bien el crecimiento económico genera millones de empleos cada año, el desempleo aún es elevado y este año puede alcanzar niveles sin precedentes. Y si bien hay más gente empleada que nunca antes, eso no significa que sean empleos decentes. Hay demasiadas personas que cuando no están desempleadas quedan atrapadas en las filas de los trabajadores pobres, de los más vulnerables o de los desalentados”.
El informe de la OIT destaca que la desaceleración del crecimiento en las economías industrializadas, atribuida a la crisis del mercado del crédito y los elevados precios petroleros, hasta ahora ha sido “compensada por lo que ocurre en el resto del mundo”, y en especial en Asia, donde siguió siendo fuerte el crecimiento de la economía y el empleo. Sin embargo, el documento advierte que una mayor desaceleración del crecimiento pronosticada para 2008 podría aumentar la tasa de desempleo mundial hasta 6,1 por ciento, lo que implicaría que otras 5 millones de personas no tendrían empleo.
El informe también dice que:
- El crecimiento económico de 5,2 por ciento generó unos 45 millones de empleos en 2007, pero no tuvo un impacto significativo sobre el desempleo. En 2007, 61,7 por ciento de la población mundial en edad de trabajar estaba empleada, es decir unas 3.000 millones de personas. A pesar que la tasa de desempleo se mantuvo prácticamente constante en 6 por ciento, esto significó que el número de desempleados aumentó de unos 187 millones en 2007 a unos 189,9 millones en 2007.
- A pesar del crecimiento de la economía y el empleo, hay un “enorme” déficit de trabajo decente en el mundo, especialmente entre los pobres. Cuatro de cada 10 personas tienen empleos vulnerables, ya sea como trabajadores familiares auxiliares o trabajadores por cuenta propia más expuestos a estar desprotegidos. En los países en desarrollo estos dos grupos son los que suelen tener trabajos informales que los hacen vulnerables frente a la pobreza y los expone a bajos ingresos, condiciones de trabajo peligrosas e inexistencia de seguridad en salud. La OIT estima que unos 487 millones de trabajadores, es decir 16,4 por ciento del total, aún no ganan lo suficiente para superar junto con sus familias la línea de pobreza de 1 dólar diario por persona. Alrededor de 1.300 millones de trabajadores, 43,5 por ciento del total, aún están por debajo de la línea de 2 dólares diarios.
- El sector de los servicios continuó creciendo en 2007, consolidándose por encima de la agricultura como el principal proveedor de empleos. En la actualidad genera 42,7 por ciento de los empleos del mundo, mientras la agricultura aporta 34,9 por ciento. El sector industrial, que había decaído como generador de empleos entre 1997 y 2003, mantuvo una tendencia de recuperación y generó 22,4 por ciento de los empleos.
Tendencias regionales
El informe de la OIT dice que en 2007 Medio Oriente y África del Norte tuvieron las tasas de desempleo más altas con 11,8 y 10,9 por ciento respectivamente, y a continuación siguieron América Latina y el Caribe, y Europa Central y Sudoriental (no UE) y la Comunidad de Estados Independientes (CEI), con 8,5 por ciento. La situación en las Economías Industrializadas y la Unión Europea (UE) parecía estancada, según el informe de OIT, con la menor generación de empleo registrada en cinco años y un aumento de 600.000 en el número de personas desempleadas desde 2006.
De acuerdo con la OIT, la información disponible indica que el impacto inicial de la crisis del crédito sobre las Economías Industrializadas y la Unión Europea (UE) resultaría en una reducción de 240.000 en el número de empleos creados. Sin embargo se explicó que desde una perspectiva global esta tendencia sería “compensada por el resto del mundo”, especialmente por el fuerte crecimiento de la economía y el empleo en Asia.
El informe anual de la OIT dice que Asia Meridional lideró el aumento de empleos en 2007, contribuyendo con 28 por ciento de los 45 millones de puestos creados ese año en el mundo. Al mismo tiempo la región tiene la mayor cantidad de empleo vulnerable lo que es revelador de empleos de baja calidad. Siete de cada 10 trabajadores son trabajadores por cuenta propia o trabajadores familiares auxiliares, lo cual implica que están más expuestos a no contar con protección, con seguridad social o con la posibilidad de organizarse.
Con respecto a la proporción del empleo vulnerable como parte del empleo total, después de Asia Meridional con 72,2 por ciento siguieron África Subsahariana con 72,9 por ciento, Asia Sudoriental y el Pacífico con 59,4 por ciento, Asia Oriental con 55,7 por ciento, América Latina y el Caribe con 33,2 por ciento, Medio Oriente con 32,2 por ciento, y África del Norte con 30,7 por ciento.
El informe indica que Asia Oriental parecía en vías de convertirse en una región de ingresos medios, dado que un crecimiento sostenido de la productividad aumentó los ingresos y ayudó a millones de personas a superar la pobreza. El número de trabajadores de esta región que viven con sus familias por debajo de la línea de 2 dólares diarios bajó de 59,1 por ciento a 35,6 por ciento en 10 años, mientras que en el caso de la línea de 1 dólar la reducción fue de 18,8 por ciento a 8,7 por ciento.
África Subsahariana registró la mayor cantidad de trabajadores pobres, es decir que tienen empleo pero no logran superar la pobreza. Más de la mitad de los ocupados todavía no ganan lo suficiente para superar la línea de 1 dólar diario, y se estima que más de ocho de cada 10 trabajadores estaban por debajo de la línea de 2 dólares diarios.
El informe también destaca que si bien en Medio Oriente hubo un considerable aumento en la relación empleo-población, el porcentaje de personas en edad de trabajar que estaban ocupados aumentó de 46 por ciento en 1997 a 50,1 por ciento en 2007. Al mismo tiempo, fue la única región en la cual la productividad laboral decreció durante ese período.
En África del Norte, donde los niveles de productividad aumentaron más de 16 por ciento en los últimos 10 años, la extrema pobreza está casi erradicada y afecta a 1,6 por ciento de la población con empleo.
El estudio agrega que hubo una evolución positiva en la mayoría de los indicadores laborales de Europa Central y Sudoriental y CEI, incluyendo una reducción del empleo vulnerable. Un leve aumento de la relación empleo-población también revela un mejor uso del potencial productivo de la población en edad de trabajar.
En el caso de América latina y el Caribe se destaca que es la única región donde el empleo vulnerable aumentó en los últimos 10 años, de 31,4 a 33,2 por ciento del empleo total, junto con un aumento del empleo en el sector servicios. Esto es consistente con las indicaciones sobre un incremento en el tamaño de la economía informal en esta región.
Somavia destacó que “podemos ver como el crecimiento económico no se traduce automáticamente en más trabajo decente. Esto demuestra una vez más que las políticas del mercado laboral deben estar en el centro de las políticas macroeconómicas para garantizar que el crecimiento sea integrador y que el desarrollo implique generar empleos buenos y decentes. Por eso la situación económica actual es muy preocupante, y la OIT estará muy atenta a lo que suceda durante este año”.