En su presentación del debate, el presidente del Parlamento Europeo, Hans-Gert Pöttering, dijo que "en los momentos de crisis, la UE demuestra su verdadera fuerza" y añadió que "si no existiera el euro, estaríamos en una situación desastrosa". También agradeció al Consejo y a la Comisión la coordinación de sus esfuerzos para afrontar la crisis, ya que "han hecho todo lo posible para tomar decisiones favorables a los ciudadanos".
El presidente de Francia y presidente de turno del Consejo de la UE, Nicolas Sarkozy, señaló que "la división entre las instituciones europeas debilita a Europa" y recalcó que "hay que encontrar la vía del consenso para que se oiga la voz europea" en el mundo. "Europa no puede conformarse con decir las cosas, sino que tiene que actuar", sentenció.
Sarkozy subrayó que la crisis financiera es mundial y que, por tanto, sólo se puede afrontar con una respuesta mundial. Según él, lo que ha sucedido "no cuestiona la eficacia de la economía de mercado", sino que se trata de una "traición al capitalismo". Sarkozy abogó por una refundación del capitalismo, pero sin atentar contra sus bases.
Según él, "Europa no puede seguir adelante sin un gobierno económico único". "La UE cuenta con una moneda única, un banco central único, y sin embargo carece de un gobierno económico común", recalcó. Cuando la crisis adquiere las proporciones actuales una reunión de los ministros de Hacienda no está a la altura, "debemos mover fuerzas a nivel de Jefes de Estado y de Gobierno, los únicos que tienen la legitimidad necesaria para asumir estas decisiones".
El presidente francés afirmó que si los ciudadanos europeos descubren dentro de unos meses que las sociedades europeas pertenecen a capitales no europeos, "nos preguntarán qué hemos hecho para evitarlo". Para anticiparse a esta situación, propuso la creación de fondos soberanos nacionales coordinados a escala europea.
Sarkozy también se refirió a la industria europea del automóvil y aseguró que "la UE tiene que dar una respuesta unida a las competencias de las otras grandes regiones del mundo".
Las medidas contra la crisis aprobadas en las últimas semanas han conseguido tranquilizar a los mercados europeos. Son acciones destinadas a que "ningún banco que trabaja con el dinero de los Estados miembros pueda operar en paraísos fiscales, que toda institución financiera esté sometida a un control y que se puedan evitar los riesgos irresponsables".
En palabras de Nicolas Sarkozy, Europa puede aportar una respuesta tan rápida como Estados Unidos a la crisis financiera. El presidente de turno del Consejo recalcó que las instituciones internacionales que podrían ayudar a superar la crisis "son del siglo pasado" y recordó que a partir de mediados de noviembre "trataremos con Estados Unidos un nuevo Gobierno mundial". En esta cumbre deberá participar el G-8 y, además, el G-5, "lo que permitirá incluir a China e India en este debate".
Futuro de Europa
Sarkozy destacó que "sería un error gravísimo no reformar nuestras instituciones para tratar cuestiones importantes" y dejó claro que "no me parece bien tener una presidencia que dura seis meses". Asimismo, recordó que en diciembre habrá una Hoja de Ruta para dar respuesta al "no" irlandés al Tratado de Lisboa y reiteró que "Europa necesita este Tratado", ya que "si no es Lisboa es Niza".
Georgia
El presidente francés también habló de la reacción desproporcionada de Rusia en Georgia y dijo que en dos meses la Unión Europea ha logrado el final de una guerra y la retirada de las tropas de ocupación. Según él, "hubiera sido una irresponsabilidad crear una crisis con Rusia que ahora no nos conviene lo más mínimo". También declaró que el presidente ruso, Dimitri Medvedev, ha cumplido con los compromisos asumidos a principios de septiembre en la cumbre UE-Rusia y dijo que "hace tiempo que Europa no desempeñaba un papel tan importante en un conflicto como éste".
Sarkozy también pidió respetar los objetivos y el calendario fijados para la lucha contra el cambio climático, aunque "hay que encontrar medios para lograr una flexibilidad". También subrayó la adopción por el Consejo del Pacto Europeo de Inmigración.
Comisión Europea
El Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, se centró en la crisis financiera, haciendo referencia a tres ámbitos diferentes: las acciones inmediatas para dar respuesta a la crisis, la reforma del sistema financiero internacional y el refuerzo de la economía real para minimizar el impacto de la crisis. Destacó que urge un paquete de medidas precisas para luchar contra determinadas lagunas: requisitos de depósitos y regulación de los derivados financieros. Además, propuso reflexionar sobre la creación de un grupo de trabajo encargado de la supervisión financiera transfronteriza en Europa.
También subrayó que la Unión Europea y Estados Unidos tienen que cooperar, pero que además hace falta que se sumen otros socios importantes (como China y otros países asiáticos), porque se trata de revisar el sistema de gobernanza internacional para entrar en el siglo XXI. También aclaró que no hay salidas nacionales para la crisis debido a la gran interrelación de las economías. Reiteró que no hay que dejarse tentar por el proteccionismo porque no es la solución, y que ésta pasa por la regulación sensata y los apoyos a la industria para promover la investigación y el respeto al medio ambiente.
