Sumario

Entre las l�neas b�sicas de la Pol�tica de Defensa Nacional que han establecido las consecutivas Directivas de Defensa Nacional, y que mantiene la actual Directiva 1/2000, figura que �Espa�a participar� activamente en las iniciativas de control de armamento y desarme�.

Siguiendo esta directriz, Espa�a se ha situado a la vanguardia de los Estados que propugnan acuerdos de desarme conducentes a definir un mundo m�s estable y seguro. Espec�ficamente, en relaci�n con el empleo de minas antipersonal, en diciembre de 1998 entr� en vigor en nuestro pa�s el Protocolo Enmendado II a la Convenci�n de Armas Da�inas, que restringe el empleo de minas, armas trampa y otros artefactos. Igualmente, en enero de 1999 se ratific� el Tratado de Ottawa, que proh�be el empleo, almacenamiento, producci�n y transferencia de minas antipersonal.

Ambos documentos establecen entre los elementos de cooperaci�n y ayudas internacionales, la asistencia en labores de levantamiento de campos de minas y de destrucci�n de �stas.

Entre los d�ficit de los pueblos azotados por el problema de las minas destaca la falta de personal cualificado, con formaci�n suficiente, para poder afrontar los procesos de desminado. Esta carencia se manifiesta, entre otros aspectos, en las medidas preventivas que han de mantener los habitantes de zonas minadas, en la instrucci�n de los operadores en desminado humanitario y en los conocimientos t�cnicos de los posibles cuadros directivos.

Por otra parte, nuestra participaci�n creciente en operaciones de paz y ayuda humanitaria, especialmente en el aspecto de observadores y verificadores, tanto civiles como militares, y el hecho de que estas actuaciones se lleven a cabo, fundamentalmente, en situaciones de postconflicto y en zonas ampliamente minadas, hace necesario disponer a nivel nacional, de un Centro espec�fico con capacidad suficiente para proporcionar los conocimientos b�sicos de autoprotecci�n, sobre minas, municiones y artefactos improvisados, as� como la formaci�n suficiente para poder afrontar los procesos de desminado, a todos los ciudadanos dispuestos a prestar su contribuci�n personal, en el �mbito de la paz y la ayuda humanitaria, en beneficio de la comunidad internacional.

En su virtud, y de acuerdo con las facultades que me confiere la disposici�n final primera del Real Decreto 1883/1996, de 2 de agosto, por el que se establece la estructura org�nica b�sica del Ministerio de Defensa, dispongo:

Primero. Creaci�n y Direcci�n.

1. Se crea el Centro Internacional de Desminado (CID) con la misi�n de colaborar a la puesta en pr�ctica de la pol�tica espa�ola que sobre desminado establezca el Gobierno, instituy�ndose como organismo de referencia, en el �mbito nacional, en materia de desminado humanitario.

2. El citado Centro ser� dirigido por un miembro de la escala de oficiales del Cuerpo General del Ej�rcito de Tierra, especialidad fundamental de Ingenieros, de empleo inferior a coronel, con arreglo a lo que se establezca en su correspondiente relaci�n de puestos militares.

Segundo. Cometidos.

1. Al Centro Internacional de Desminado le corresponder� impulsar mediante su actividad, en colaboraci�n con el Ministerio de Asuntos Exteriores, el papel de Espa�a en este �mbito dentro del contexto internacional.

2. En particular le corresponder�n los siguientes cometidos:

• a) Fomentar la investigaci�n y el desarrollo sobre desminado humanitario.
• b) Mantener relaciones con organismos civiles y militares, as� como con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales, tanto nacionales como extranjeras, relacionadas con procesos de desminado.
• c) Colaborar con la industria en la investigaci�n y desarrollo de los sistemas de detecci�n, desactivaci�n, remoci�n y protecci�n.
• d) Proporcionar los conocimientos t�cnicos necesarios sobre desminado humanitario, tanto al personal nacional como a especialistas extranjeros.

Tercero. Ubicaci�n, constituci�n y dependencia.

1. El Centro Internacional de Desminado se ubicar� en las instalaciones de la actual Academia de Ingenieros del Ej�rcito de Tierra, constituy�ndose sobre la base del actual Grupo de explosivos, minas y artefactos no reglamentarios de dicho Centro y estar� encuadrado en la estructura org�nica de la Academia de Ingenieros.

2. El Centro Internacional de Desminado mantendr� una dependencia funcional del Director general de la Pol�tica de Defensa para facilitar su proyecci�n exterior, esencialmente en lo que se refiere a sus relaciones internacionales, en colaboraci�n con el Ministerio de Asuntos Exteriores, con otros organismos de la Administraci�n del Estado y organizaciones civiles, as� como a la realizaci�n de cursos dirigidos a personal ajeno a las Fuerzas Armadas espa�olas.

DISPOSICIONES FINALES