Decreto Foral 18/2018, de 29 de mayo, por el que se aprueba la Estrategia Guipuzcoana de Lucha Contra el Cambio Climático 2050 - Gipuzkoa Klima 2050

ANEXO I

5. Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático.

5.1. Directrices generales, objetivos y escenarios.

En el proceso de definir y elegir las metas, objetivos y acciones de lucha contra el cambio climático en Gipuzkoa, es importante asegurarse que éstos sean guiados por una serie de factores, que se puede resumir como:

• - Marco general de buena gobernanza. Asegura que las acciones y objetivos son puestos en marcha bajo los principios de una gobernanza eficiente, que asigna recursos públicos proporcionales.
• - Convergencia con los objetivos y hoja de ruta nacional y europea. Las acciones y objetivos de Gipuzkoa deberían facilitar su cumplimiento con los requerimientos impuestos por las instituciones europeas y españolas, a la vez que permitir y facilitar que Gipuzkoa imponga objetivos más ambiciosos, si así lo decide.
• - Coste-eficiencia. La estrategia de Gipuzkoa y el conjunto de acciones a tomar deberían tener en cuenta el coste marginal de reducir una unidad de CO2 (en el ámbito de mitigación), y los puntos fuertes y débiles del territorio. Así, el conjunto de acciones tomadas tendrá el máximo impacto positivo dentro de las limitaciones del presupuesto disponible.

5.1.1. Directrices generales.

La lucha contra el cambio climático requiere esfuerzo y dedicación en el corto, medio, y largo plazo. Por otro lado, muchas de las acciones que se pretenden desarrollar probablemente no se realizarían sin que hubiera una obligación vinculante.

Tras un análisis comparativo con otras legislaciones, se considera que hay cinco facetas, o principios, que subyacen en las acciones emprendidas con éxito; concretamente, son:

• - Largo plazo. La estrategia debe tener un horizonte a largo plazo, que permita la realización de acciones que contribuyan al cumplimiento de los objetivos centrales más allá de los cortos periodos de una legislatura.
• - Respaldo legal. En la medida en que sea posible, la estrategia y las acciones que promueve deberían ser vinculantes legalmente y establecer obligaciones concretas sobre los actores e instituciones implicados. En su base, un respaldo legal adecuado sirve como incentivo para los actores y organizaciones que, sin ello, podrían optar por no actuar o cambiar ciertos aspectos de su conducta u operaciones.
• - Ambición creciente. Además de ser ambiciosa, aunque realista, desde el punto de partida, la estrategia debería tener una ambición creciente con el paso del tiempo. Este principio se basa en el hecho de que las capacidades –y, se supone, la voluntad– de la ciudadanía, las organizaciones y las instituciones de Gipuzkoa para implementar cambios y adaptarse, crecerán con el paso del tiempo. Además, se podrán incorporar las lecciones aprendidas de los esfuerzos iniciales en el diseño de las acciones siguientes, etc., mejorando así la eficacia del cumplimiento de los objetivos estratégicos.
• - Consenso político. La EGLCC 2050 debe tener un consenso político para poder responder a los objetivos y retos marcados en ella.
• - Transparencia. Además de fomentar la confianza de la ciudadanía, las empresas y otras organizaciones de que sus esfuerzos estén dando lugar a avances y cambios positivos, es esencial que haya una buena transparencia en cuanto a las decisiones, los indicadores de impactos, y sobre los datos e información asociados la acción, etc. La transparencia facilita el análisis sobre el progreso hacía un objetivo, y ayuda a identificar en qué puntos es necesario dirigir esfuerzos adicionales, y en qué puntos se está avanzando.

5.1.2. Contexto europeo y español.

Los compromisos y las obligaciones europeas se van a transmitir a los estados miembros, especialmente en lo que se refiere a emisiones difusas, bajo el principio de responsabilidad proporcional compartida. A España, por su peso económico dentro de la Unión, se le asignará una buena cuota de responsabilidad. Estos compromisos, que serán siempre nacionales, se plasmarán en la futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que se encuentra actualmente en fase de redacción y se espera que vea la luz a lo largo de 2018.

Tras su publicación, será necesario revisar la presenta EGLCC 2050 y verificar el alineamiento con la misma.

5.1.3. Coste-eficiencia.

Este factor reconoce que cada acción tiene, por un lado, una potencial específico en cuanto a los efectos que podría tener en relación con la lucha contra el cambio climático, y, por otro lado, un coste específico para su implementación, etc. Así, a través de un análisis para el territorio, en el área de la mitigación de emisiones de GEI, por ejemplo, es posible cuantificar el coste de reducir una unidad de emisiones (por ejemplo, una tonelada de CO2-equivalente) para cada acción. Consecuentemente, es posible ordenar y listar las acciones en términos de su coste marginal de reducir cada unidad de emisiones de GEI y asignar prioridades a cada acción.

Varios análisis de los costes marginales de mitigación de acciones en otros países o regiones, por ejemplo, han mostrado la rentabilidad excelente (las acciones más costo-eficientes) de las acciones siguientes:

• - Promover el uso de tecnologías de iluminación más eficientes en cuanto a su consumo de energía;
• - Promover el consumo de energía de fuentes renovables en todos los sectores;
• - Implementar sistemas de eficiencia energética (en todos los sectores, y sobre todo en los sectores residencial e industrial);
• - Mejorar el aislamiento de edificios;
• - Reducir el uso de vehículos particulares que consumen gasolina, y aumentar el uso de transporte público y el uso de vehículos eléctricos;
• - Reducir el consumo de productos y aumentar la tasa de reciclaje de residuos;
• - Capturar el metano generado en los vertederos y usarlo para generar electricidad; y.
• - Mejorar la gestión de nutrientes en el sector de agricultura.

La Figura 35 muestra una evaluación del coste-eficiencia de ciertas medidas del abatimiento de emisiones de GEI. Ofrece una indicación de la rentabilidad de cada una de las medidas, en términos del coste (en euros) de evitar la emisión de una tonelada de CO2-equivalente, con el uso de la tecnología y/o cambiando la práctica o comportamiento especificada. En términos generales, se puede ver que las medidas más coste-eficientes incluyen optar por la instalación y el uso de tecnología de iluminación de alta eficiencia; reemplazar las tecnologías usadas en el sector residencial con otras tecnologías que sean más eficientes en su consumo de energía; y, implementar medidas para mejorar la gestión del consumo de energía (eficiencia energética). Implementando estas (y otras) medidas, se puede ahorrar dinero.

Es muy importante subrayar que los datos mostrados en la Figura 35 originan de dos estudios genéricos sobre los costes marginales de abatimiento de emisiones de GEI, y que, aunque los datos son fiables, no son específicos al caso Guipuzcoano. Con el fin de entender precisamente la coste-eficiencia de las varias medidas y acciones si fuese aplicadas hoy en día en Gipuzkoa, sería necesario llevar a cabo un estudio específico en que se evaluaran cada medida. La realización de un análisis de tal alcance es objeto de una futura fase de la estrategia.

Además de evaluar los costes marginales de cada acción, en el momento de priorizar las metas y acciones a perseguir, es muy importante considerar en qué áreas tiene Gipuzkoa una potencial grande de reducir sus emisiones, y en qué áreas no existe una potencial significante de reducir las emisiones. El objetivo sería formar una estrategia que tiene el máximo potencial de reducir las emisiones de GEI, como resultado de haber priorizado las áreas y sectores con los potenciales más importantes de reducir las emisiones de GEI del territorio.

En primer lugar, se destaca que casi un tercio del total de las emisiones de GEI del territorio son del sector de transporte, una proporción muy importante. La mayoría de las emisiones de este sector –equivalente a 24,6 % de las emisiones totales del territorio– son emisiones del transporte por carretera, es decir, las emisiones de los vehículos para transporte de personas y mercancías. Claramente, se considera que este sector, transporte, tiene que ser considerado como un área de prioridad en cuanto a los esfuerzos de mitigación de emisiones.

Otra área de prioridad en cuanto a la mitigación de emisiones debería ser las emisiones del sector industrial, y, sobre todo, reduciendo la cantidad de emisiones por las plantas de combustión en las instalaciones industriales. Como punto de partida, sería importante promover un mayor uso de las tecnologías y sistemas más eficientes en las plantas de combustión, además de promover el uso de fuentes de energía más limpios, sobre todo el consumo de energía generada con fuentes renovables.

Con el fin de adaptarse adecuadamente a los impactos previstos del cambio climático, se considera que los asuntos más importantes (en términos del impacto que podría causar cada uno) son:

• - Los impactos de las inundaciones y precipitaciones intensas sobre el deslizamiento de laderas, riberas, edificios, y las infraestructuras viarias.
• - Los impactos de las temperaturas extremas sobre la biodiversidad y recursos terrestres y marinos; y la salud humana.
• - Los impactos de una menor humedad atmosférica sobre los recursos forestales.
• - Los impactos de los temporales sobre los litorales/acantilados y las playas.
• - Los impactos de las sequías sobre la seguridad del abastecimiento de agua.

Teniendo en cuenta la grave destrucción y las emisiones de CO2 a la atmósfera, que se pueden inducir los incendios forestales en condiciones de sequía, será preciso tomar medidas relevantes para su prevención y adecuado control.

Teniendo en cuenta el valor alto de los recursos costeros y de playas en el territorio –tanto en términos de la protección que ofrecen del mar como por su uso recreacional y turístico– es importante monitorizar los impactos sobre éstos, y tomar las acciones requeridas para proteger su integridad.

Es preciso también tomar las medidas necesarias para garantizar la integridad de la biodiversidad del territorio, y, en concreto, asegurarse que existen corredores verdes a través de los cuales las poblaciones de flora y fauna pueden desplazarse, así adaptando a los cambios locales (medioambientales y climatológicos) y evitando las extinciones locales de poblaciones.

5.1.4. Alineación con Klima 2050.

Otra directriz de la EGLCC 2050 es que los objetivos y acciones definidas para el territorio de Gipuzkoa estén claramente alineadas con la estrategia de lucha contra el cambio climático del territorio del País Vasco, es decir la estrategia «Klima 2050». La estrategia Guipuzcoana debe facilitar el cumplimiento completo de los objetivos estratégicos del País Vasco, en una manera concisa y eficiente.

En este contexto, se destaca que Klima 2050 fija el objetivo de reducción al año 2030 de al menos el 40 % de sus emisiones de GEI, y al año 2050 el objetivo de reducirlas al menos en un 80 %, respeto al año 2005. Para contribuir al cumplimiento de estos objetivos, Klima 2050 fija al año 2050 el objetivo de alcanzar un consumo de energía renovable del 40 % sobre el consumo final. Se destaca la necesidad de realizar una conversión de los sectores hacia un consumo energético más eficiente, el aumento del uso de energías renovables y una progresiva transformación hacia la electrificación de los sectores consumidores. Por último, Klima 2050 establece el objetivo estratégico de asegurar la resiliencia del territorio vasco al cambio climático, reconociendo que es más económico programar medidas de adaptación con la antelación suficiente que pagar el precio de no hacer nada.

Klima 2050 establece nueve metas centrales para el territorio en relación con la mitigación y adaptación al cambio climático. En concreto, estas son:

• - M1: Apostar por un modelo energético bajo en carbono.
• - M2: Caminar hacia un transporte sin emisiones.
• - M3: Incrementar la eficiencia y la resiliencia del territorio.
• - M4: Aumentar la resiliencia del medio natural.
• - M5: Aumentar la resiliencia del sector primario y reducir sus emisiones.
• - M6: Reducir la generación de residuos urbanos y lograr el vertido cero sin tratamiento.
• - M7: Anticiparse a los riesgos.
• - M8: Impulsar la innovación, mejora y transferencia de conocimiento.
• - M9: Administración Pública guipuzcoana responsable, ejemplar y referente en cambio climático.

5.1.5. Objetivos de la EGLCC 2050.

Antes de especificar las metas y acciones específicas de la EGLCC 2050, se definen los objetivos fundamentales de la EGLCC 2050. Los objetivos fundamentales de la EGLCC 2050 tienen un horizonte de largo plazo, al año 2050. En contraste, las acciones y líneas de actuación (descritos abajo) tienen un horizonte intermedio, al año 2030 típicamente.

En primer lugar, Gipuzkoa establece el objetivo de reducir las emisiones totales de GEI de al menos 40 % en el año 2030, respeto al año 2005. Para el año 2050, se establece el objetivo de reducir las emisiones de GEI en, al menos un 80 %, también respeto al año 2005. A la vez, se investigará y tomarán todas las medidas posibles para llegar a la completa descarbonización (es decir, «cero emisiones» o «emisiones negativas») de la economía Guipuzcoana en el año 2050.

Reconociéndose el potencial de satisfacer la demanda energética del territorio con energía derivada de fuentes renovables, la EGLCC 2050 establece el objetivo de alcanzar un consumo de energía renovable del 80 % sobre el consumo final en el año 2050; y el objetivo intermediario de alcanzar un consumo de energía renovable del 30 % en el año 2030. Estos objetivos están basados en la progresiva reducción del consumo de productos hidrocarburos de origen fósil; la cada vez mayor electrificación de la economía; la y progresiva apuesta por parte de la ciudadanía, el sector industrial y empresarial, etc. de optar a contratar y consumir solamente energía derivada de fuentes renovables.

La tabla 12 muestra una comparación de los datos históricos de las emisiones de GEI en Gipuzkoa con los objetivos concretos fijados con importancia para el territorio. Los objetivos de interés son, concretamente, los del control de las emisiones de GEI (separadas entre dos grupos: las que son controladas por el EU ETS, y las emisiones difusas). Se indican también los objetivos relacionados con la contribución de las energías renovables al consumo total de energía, y el mejoramiento de la eficiencia del consumo de energía.

Los objetivos de reducciones de emisiones de GEI (además de los relacionados con las energías renovables y la eficiencia energética) son fijados al nivel del Estado español. En este sentido, aunque el cumplimiento con estos objetivos será juzgado teniendo en cuenta el total de las emisiones del país, se puede evaluar hasta qué punto Gipuzkoa está aportando a su cumplimiento o no.

Los datos indican que Gipuzkoa ha conseguido reducir sus emisiones de GEI, tanto las emisiones del EU ETS como las emisiones difusas, más de lo mínimo requerido, impuesto por ley europea. Por ejemplo, la Tabla 12 muestra que el objetivo de reducción de las emisiones de GEI, regidos por el régimen del EU ETS, es reducir un 21 % en el año 2020 con respecto al año base 2005. Se puede ver que las emisiones regidas por el EU ETS en el año 2015 se quedaron en 2,25 mT CO2. En realidad, las emisiones de las fuentes regidas por el EU ETS eran mucho más bajas que la cantidad máxima permitida por el objetivo del EU ETS en el año 2020. En resumen, en el año 2015 Gipuzkoa ya había reducido sus emisiones de GEI de las fuentes regidas por el EU ETS en mayor grado de lo requerido para cumplir con el objetivo en 2020.

En cuanto a las emisiones difusas, se puede ver que, ya en el año 2015, Gipuzkoa también había reducido sus emisiones lo suficiente para alcanzar el objetivo impuesto para ser cumplido en el año 2020. Concretamente, el objetivo de España es reducir sus emisiones difusas en un 10 % en el año 2020, respecto al año 2005. Como se puede apreciar, Gipuzkoa ya había cumplido con este objetivo en el año 2015, cinco años antes de la fecha.

La EGLCC 2050 establece el objetivo fundamental de asegurar la resiliencia del territorio en relación con los impactos del cambio climático. El objetivo reconoce la necesidad de proteger la integridad del medio natural y los recursos naturales del territorio, preservando la biodiversidad y soportando el sector agropecuario a superar los impactos de los cambios climáticos.

La EGLCC 2050 establece el objetivo de promover y facilitar la llamada «justicia climática» (o «climate justice» en inglés) y la igualdad de mujeres y hombres. La justicia climática vincula los derechos humanos y el desarrollo, tomando un enfoque basado en las personas, protegiendo los derechos de los más vulnerables; y compartiendo, en una manera justa, las cargas y los beneficios vinculados con los impactos del cambio climático. La justicia climática está basada en la ciencia y el entendimiento detallado de las diferentes habilidades de los grupos de personas y organizaciones para responder a los impactos del cambio climático. Reconoce que algunos grupos serán menos perjudicados por los impactos comparados con otros grupos, y que se ha de tomar las medidas correctas y justas para proteger a los más vulnerables. El Cambio climático no es neutro desde el punto de vista del género y tiene efectos distintos para hombres y mujeres. Se tratará de que las medidas relacionadas con el clima no incrementen las desigualdades entre mujeres y hombres sino que se traduzcan en ventajas colaterales para la situación de las mujeres, tengan en cuenta e integren la dimensión de género en cada fase de las políticas climáticas, desde su concepción hasta su financiación, aplicación y evaluación.

Por último, Gipuzkoa tiene el objetivo de establecer un Observatorio de Cambio Climático que permitirá la investigación, estudio y análisis de la multitud de temas de interés, basado en la observación del cambio climático. Gipuzkoa se convertirá en un punto importante para la investigación sobre el cambio climático y sus impactos, haciendo una contribución positiva al entendimiento y la base de información sobre el tema y se facilitarán vínculos colaborativos con otras regiones y centros de investigación, tanto a nivel nacional como internacional.

5.1.6. Escenarios u hoja de ruta.

Las decisiones estratégicas sobre el camino a seguir para alcanzar los objetivos de la EGLCC 2050 y cuando se llevará a cabo las varias acciones agrupadas por la estrategia es altamente importante, por varias razones, y en concreto porque:

• - Tiene implicaciones directas sobre la velocidad del proceso de la descarbonización de la economía Guipuzcoana y la transición del territorio hacia uno que sea resiliente y capaz de superar los impactos del cambio climático.
• - Tiene implicaciones importantes sobre la cantidad de dinero público que se empleará en impulsar la estrategia y las acciones, y los ritmos de los flujos de caja.
• - Influye en si Gipuzkoa cumplirá, o no, con los objetivos fijadas a nivel de Europa, España y por el Acuerdo de París.

Para la elaboración de esta EGLCC 2050 se han considerado tres escenarios: neutro, conservador y ambicioso.

Antes de describir y evaluar estos tres escenarios, es importante destacar que se ha optado por no evaluar un escenario hipotético de «no actuación» en relación con la mitigación y adaptación al cambio climático en el territorio de Gipuzkoa(el supuesto de considerar un posible «escenario cero» en el cual la DFG no implementase ninguna medida de LCC en el territorio y no actuarse para mitigar y adaptarse a los impactos). Además, en tal escenario, sería preciso que las siguientes condiciones fuesen reales:

• - Las Administraciones Públicas no gastan nada y no apoyan la lucha contra el cambio climático, y.
• - Las Administraciones Públicas obstaculizan voluntariamente la implantación y desarrollo de, por ejemplo, las energías renovables o la llegada masiva del vehículo eléctrico.
• - Las empresas, mayoritariamente, deciden no actuar y seguir quemando hidrocarburos fósiles.
• - La tecnología no avanza o no es competitiva respecto a las tecnologías convencionales.
• - Etc.

Se considera que un «escenario cero» no es válido o realista, principalmente, porque la DFG está obligada, y tiene responsabilidades de cumplir con los objetivos de LCC fijados por la Unión Europea, el Estado español y el gobierno del País Vasco. Si la DFG decidiese no cumplir con estos objetivos, el resultado más probable es que sería unánimemente criticada.

A continuación, se describe los tres escenarios considerados en la elaboración de esta EGLCC 2050:

• - «Escenario Neutro»: se implementa la estrategia de una manera uniforme, consiguiendo una des-carbonización progresiva, lineal y constante de la economía Guipuzcoana en el período hasta el año 2050.
• - «Escenario Conservador»: se implementa la estrategia de una manera no-uniforme con respeto al tiempo. En concreto, se toman pocas medidas y acciones en el período inicial (en el período hasta el año 2035 más o menos), prefiriéndose esperar y luego implementar, rápidamente e intensamente, la mayoría de las acciones en el período de 2035-2050.
• - «Escenario Ambicioso»: se implementa la estrategia de una manera ambiciosa, persiguiendo la rápida des-carbonización de la economía Guipuzcoana, reduciendo así las emisiones del territorio de forma acelerada en los primeros años (el período de 2020-2030).

La Figura 36 muestra gráficamente las trayectorias de reducciones de emisiones de GEI en cada uno de los tres escenarios. Se puede ver que en cada escenario se consigue, en el año 2050, reducir las emisiones de GEI del territorio en un 80 % respeto de las emisiones del año 2005. Pero, en cada escenario se coge una ruta distinta para llegar a este fin.

La figura ofrece también una aproximación sobre la eficacia de las acciones que se plantean en las metas de mitigación (M1, Energía, m² Transporte, M5 Sector primario, M6 Residuos y M9 Ejemplaridad). Cuando se refiere a la eficacia del conjunto de acciones a tomar en cada sector, describe la cantidad total de emisiones de GEI que se espera reducir en cada sector. Por ejemplo, una eficacia «baja» representa contribución pequeña a la reducción de emisiones de GEI, en términos de la totalidad de emisiones del territorio, mientras que una eficacia «alta» representa una reducción de emisiones importante (30 % o más).

La Figura 36 también ofrece una aproximación de las cantidades relativas de dinero, expresado como «gasto público», que se deberá emplear en las tres fases de tiempo de cada escenario. Las estimaciones de gasto público tienen en cuenta las cantidades de dinero que la Diputación Foral de Gipuzkoa invertiría en la totalidad de acciones en cada fase de tiempo. Se han tomado en cuenta las expectativas sobre los cambios en los precios de las tecnologías con el paso del tiempo. Por ejemplo, las reducciones en los costes de la infraestructura de vehículos eléctricos, y los sistemas de generación de energía basados en renovables, etc. (ver Figura 36). También, las estimaciones sobre el gasto público tienen en cuenta cualquier coste que se tendría que cubrir, en forma de una multa, impuesta por el no-cumplimiento con los objetivos establecidos por el gobierno español o del País Vasco.

A continuación, se describe las dinámicas de cada escenario, con un enfoque sobre los gastos públicos y la eficacia de las acciones.

• * Escenario ambicioso.

  En este escenario, Gipuzkoa cumple con los objetivos del cambio climático fijados por España y la Unión Europea.

  La Diputación Foral de Gipuzkoa persigue una reducción rápida e importante en la primera fase, empleando recursos importantes, para impulsar muchas acciones en esta fase. Las acciones impulsadas en el sector industrial resultan muy eficaces y generan avances importantes en cuanto a la descarbonización del sector industrial. Por el contrario, las acciones en el área de transporte son de eficacia relativamente baja, teniendo en cuenta que los costes de los vehículos eléctricos y híbridos (y la infraestructura necesitada para su uso a gran escala) es relativamente costosa en la primera fase (2020-2025).

  El gasto público en la fase 2030-2040 es sustancialmente menor que en la década anterior, debido a que el grado en que se tiene que reducir las emisiones en esta fase es también menor que antes. En la fase siguiente (2040-2050), las reducciones de emisiones que se tienen que conseguir son incluso menos. Además, en esta fase, los costes de las tecnologías bajas en carbono se habrán reducido mucho comparado con los costes en la fase 2020-2030, con el efecto de que el coste de conseguir las últimas reducciones de emisiones será relativamente económico.

  En este escenario se espera que Gipuzkoa también disfrute de algunas ventajas por haber actuado de manera rápida y agresiva en la lucha contra el cambio climático. Una ventaja, por ejemplo, sería la creación de muchos nuevos puestos de trabajo vinculados con la mitigación y adaptación al cambio climático. Cabe también considerar que Gipuzkoa se convirtiera en un lugar más atractivo para residir –para negocios y personas–, por su economía moderna y limpia, su buena calidad medioambiental (por ejemplo, aire mucho menos contaminado), y su alto nivel de resiliencia a los impactos del cambio climático (después de haber invertido en sistemas de adaptación, etc.).

• * Escenario neutro.

  En este escenario, Gipuzkoa cumple –ajustadamente, y sin mucho margen– con los objetivos del cambio climático fijados por España y la Unión Europea.

  En este escenario el gasto público en la primera fase es relativamente grande, pero menor que en la misma fase en el escenario ambicioso. En la fase siguiente (2030-2040) se invierte en acciones en los sectores de industria, agricultura y transporte; estas inversiones son más eficaces debido a los avances tecnológicos importantes (reducciones en los costes de vehículos eléctricos, etc.). En la última fase, el gasto público es relativamente bajo, también debido a la reducción importante de los costes de tecnologías de emisiones de GEI bajas.

  En el escenario neutro, se consigue una adaptación a los impactos del cambio climático, pero no tan puntualmente como en el escenario ambicioso; como consecuencia, el territorio sufre algunas pérdidas en cuanto a la biodiversidad y la integridad del medio ambiente terrestre y marino. También sufre algunos daños (que se podrían evitar) en las infraestructuras (carreteras, playas, riberas, etc.) del territorio.

  En este escenario, Gipuzkoa desarrolla algunas capacidades en relación con la lucha contra el cambio climático, pero no disfruta de las ventajas de haber actuado decididamente y en un momento temprano.

• * Escenario conservador.

  En este escenario, Gipuzkoa cumple –muy ajustadamente– con el objetivo de reducir sus emisiones en un 80 % en el año 2050 respeto al año 2005. No obstante, Gipuzkoa no cumpliría con el objetivo intermedio, fijado tanto por la Unión Europea como por el País Vasco, de reducir las emisiones de GEI en un 40 % en el año 2030.

  En este escenario conservador, la Diputación Foral de Gipuzkoa opta por actuar muy poco en las primeras dos fases (2020-2040, más o menos), prefiriéndoe esperar hasta los años finales para impulsar la gran mayoría de las medidas o acciones para cumplir con el objetivo de 2050.

  El gasto público en la primera fase (2020-2030) es sustancialmente menos que el gasto en la misma fase en los otros dos escenarios, porque la Diputación Foral de Gipuzkoa no impulsaría demasiadas acciones en este período. En la fase siguiente (2030-2040), el gasto público aumenta, porque la Diputación Foral de Gipuzkoa empieza a invertir en una serie de acciones, fundamentalmente, las relacionadas con la administración pública guipuzcoana responsable, ejemplar y referente en cambio climático. Sin embargo, se puede comprobar que estas acciones no son especialmente eficaces en cuanto a la cantidad de emisiones de GEI que reducen. El gasto público en la fase 2030-2040 consta de dos componentes principales: (1) el coste de impulsar las acciones vinculada con la administración pública guipuzcoana responsable, ejemplar y referente; y, (2) los costes que la Diputación Foral de Gipuzkoa tiene que pagar en forma de multas (o castigos financieros parecidos) por no cumplir con el objetivo de reducir sus emisiones en un 40 % en el año 2030.

  En la última fase (2040-2050) el gasto público es relativamente pequeño comparado con las dos fases anteriores. Esto es debido a la reducción sustancial esperada en los costes de las tecnologías y soluciones bajas en carbono en los sectores agrícola, de transporte, etc.

  En el escenario conservador, Gipuzkoa no obtiene ninguna de las ventajas mencionadas asociadas con actuar de manera temprana y adecuada en su lucha contra el cambio climático. El territorio, además, desarrolla una reputación de ser una región que no cumple con las obligaciones de los objetivos intermedios y de tener muy poco interés en la lucha contra el cambio climático. Además de eso, Gipuzkoa no estará preparada para afrontar los graves impactos del cambio climático, con consecuencias sobre su economía y sus infraestructuras. Los recursos naturales del territorio se verán severamente perjudicados, con reducciones importantes en la calidad de sus ecosistemas y el nivel de biodiversidad.

Considerando todo lo anterior, la Diputación Foral de Gipuzkoa opta por implementar la EGLCC 2050 bajo el escenario ambicioso.

5.2. Las metas de la EGLCC 2050.

A continuación, se detallan las nueve metas concretas de la EGLCC 2050. Estas metas tienen un horizonte temporal de largo plazo, específicamente del año 2050.

• * Meta 1: Aportar por un modelo energético bajo en carbono.

  Gipuzkoa apuesta por un escenario energético bajo en emisiones de carbono, basado en los principios de garantía de suministro, competitividad económica y sostenibilidad medioambiental que permita, además, profundizar en la autosuficiencia y gobernanza energética.

  Con el principio de la sostenibilidad energética y la búsqueda de mecanismos que permitan evitar situaciones de pobreza energética, Gipuzkoa pretende favorecer el cambio del modelo energético en su comarcas y municipios, buscando una mayor eficiencia energética mediante la modernización de su parque de inmuebles y mediante la innovación energética.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 1.1. Desarrollar la Estrategia de la Sostenibilidad Energética y el Observatorio de la Energía de Gipuzkoa.
  • 1.2. Impulsar el cambio de modelo energético en comarcas y municipios.
  • 1.3. Impulsar la generación distribuida de energía renovable para autoconsumo: análisis de potenciales y obtención de modelos de aplicación al territorio.
  • 1.4. Promover el ahorro y la eficiencia energética en hogares y actividades económicas.
  • 1.5. Impulsar la eficiencia energética y las energías renovables en el urbanismo y la edificación.
  • 1.6. Impulsar un tejido económico local innovador orientado al cambio de modelo energético.
• * Meta 2: Caminar hacia un transporte sin emisiones.

  El alto grado de demanda energética atribuible al sector transporte requiere de la adopción de un nuevo modelo de planificación de transportes, dirigido a la reducción radical de emisiones de GEI generados por esta causa.

  Además de la demanda energética, alrededor de un 30 % de las emisiones de GEI totales de Gipuzkoa pueden ser atribuidas al sector transporte.

  Resulta evidente, por tanto, la importancia de adoptar medidas de mitigación para que el futuro del transporte en Gipuzkoa esté orientado hacia la sostenibilidad, definiendo un modelo que disminuya las necesidades de movilidad y que fomente el transporte público y la intermodalidad, así como vehículos y combustibles más eficientes y ambientalmente sostenibles.

  En su estrategia, la Diputación Foral de Gipuzkoa considerará la planificación integral de bajas emisiones, el fomento de la movilidad alternativa y la gestión de la demanda, entre otras acciones. En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 2.1. Elaborar un plan integral de movilidad de bajas emisiones GEI en Gipuzkoa.
  • 2.2. Fomentar la movilidad no motorizada.
  • 2.3. Mejorar los sistemas de gestión y la intermodalidad del transporte público.
  • 2.4. Impulsar la eficiencia en la gestión de la demanda de la movilidad cotidiana de personas.
  • 2.5. Contribuir a la transición hacia vehículos que usen fuentes de energías alternativas a los combustibles fósiles.
• * Meta 3: Incrementar la eficiencia y resiliencia del territorio.

  Los impactos más significativos detectados sobre el territorio se pueden resumir en un aumento de las temperaturas media y extremas, un ascenso del nivel del mar y una variación del régimen de precipitaciones, con los riesgos ambientales que eso conlleva.

  Para paliar los efectos de estas variaciones, es necesario un modelo territorial adaptado, que incluya una planificación urbana y una gestión del medio orientada a la resiliencia, además de un manejo de las zonas costeras considerando los efectos mencionados del cambio climático, de forma que se minimice el impacto sobre el medio natural, las zonas costeras urbanizadas y los posibles impactos sobre el sector turístico.

  Gipuzkoa recoge en su estrategia la elaboración de nuevas herramientas y metodologías de planificación y ordenación adaptada, construcción de infraestructura verde y gestión del litoral.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 3.1. Integrar el cambio climático en la ordenación territorial y urbana.
  • 3.2. Promover una red de infraestructura verde de Gipuzkoa y desfragmentar el Territorio.
  • 3.3. Integrar el cambio climático en la gestión de playas, estuarios y dunas.
• * Meta 4: Aumentar la resiliencia del medio natural.

  La Estrategia Europea de Adaptación al Cambio Climático identifica los paisajes diversos y resilientes, ecológicamente más ricos, como aquellos más preparados para atenuar los posibles impactos del cambio climático.

  Por este motivo, Gipuzkoa basa su gestión del medio natural en el mantenimiento de los ecosistemas autóctonos y la regeneración y el enriquecimiento de las formaciones naturales, con especial atención a aquellos más vulnerables, como los asociados a cursos de agua.

  Así, aumentando la resiliencia del territorio a través de la regulación y amortiguación de los impactos del medio natural, se conseguirá minimizar los efectos en otros sectores y aumentar la capacidad de adaptación ante riesgos ambientales generados por eventos climáticos extremos.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 4.1. Mejora de la diversidad estructural y funcional de los bosques.
  • 4.2. Protección y seguimiento de hábitats y especies vulnerables al cambio climático.
  • 4.3. Restaurar y desfragmentar los ecosistemas fluviales.
  • 4.4. Protección y vigilancia de los acuíferos: los manantiales y zonas de recarga.
• * Meta 5: Aumentar la resiliencia del sector primario y reducir sus emisiones.

  El medio rural constituye una importante realidad en la lucha contra el cambio climático en Gipuzkoa, debido al alto porcentaje que ocupa sobre el total del territorio, su importancia social y cultural y su condición de piedra angular en el funcionamiento de los procesos a nivel provincial.

  La capacidad como sumidero de carbono de las masas forestales de Gipuzkoa, así como su papel como defensa ante procesos erosivos y regulador del ciclo hidrológico, cuestiones todas ellas directa o indirectamente relacionadas con la mitigación o la adaptación al cambio climático, aconsejan considerar el medio forestal como protagonista en las políticas de lucha contra el mismo.

  Por motivos parecidos, el medio agrícola y ganadero debe ser objeto de una especial atención en la planificación, ya que se consideran especialmente vulnerables a los efectos generados por los incrementos de las temperaturas y los cambios en el régimen de precipitaciones.

  Por todo lo anterior, la estrategia guipuzcoana pretende la adaptación de las prácticas y usos agrarios, buscando aquellos de menor impacto y que se basen en valores ecológicos, así como fomentar el uso de las masas vegetales como sumideros de carbono evitando, además, la liberación de CO2 y la pérdida de superficie forestal mejorando las políticas de prevención y extinción de incendios forestales.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 5.1. Seguimiento del impacto del cambio climático sobre el sector agrario y aplicar medidas para su adaptación.
  • 5.2. Apoyo a las explotaciones agrarias de Gipuzkoa y la venta local de sus productos.
  • 5.3. Favorecer prácticas agroforestales de bajo impacto y mejorar la capacidad del sector de actuar como sumidero de carbono.
  • 5.4. Adecuar los medios y procedimientos de extinción de incendios forestales a los escenarios previstos.
• * Meta 6: Reducir la generación de residuos urbanos y lograr el vertido cero sin tratamiento.

  La incidencia de los residuos urbanos sobre el cambio climático es debida a su potencial de generación de GEI, fundamentalmente por el metano liberado durante la descomposición de la materia orgánica.

  La Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático contra el cambio climático establece sus prioridades, en relación con la generación de residuos, en la planificación de la gestión de los RSU, en la reutilización, la recogida selectiva y el reciclaje, así como en programas de difusión y sensibilización a la población sobre el ciclo de consumo y generación de residuos.

  Todo lo anterior, con el objetivo de conseguir, en el corto plazo, que la cantidad de residuos urbanos depositada en vertedero sin tratamiento previo se reduzca al mínimo, logrando el vertido cero.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 6.1. Desarrollar la planificación de gestión residuos urbanos y el Observatorio para la Prevención y Gestión de residuos de Gipuzkoa.
  • 6.2. Impulsar la prevención, reutilización y recogida selectiva de residuos urbanos.
  • 6.3. Promover una economía circular.
  • 6.4. Impulsar la información, sensibilización y comunicación sobre la gestión de residuos urbanos.
• * Meta 7: Anticiparnos a los riesgos.

  En el apartado de adaptación a los impactos previsibles que el cambio climático conlleva aparece, como primer efecto, la disminución de disponibilidad de recursos hídricos por el aumento de sequías estacionales y, por tanto, los cambios en la dinámica de abastecimiento de agua potable y riego y disponibilidad para los ecosistemas.

  Además, el aumento de los riesgos climáticos (inundaciones, desprendimientos, oleaje, subida del nivel del mar, etc.) aconseja la adaptación tanto de las infraestructuras vulnerables como de los sistemas y procesos críticos relacionados con la salud, la alimentación y las redes de comunicaciones.

  Por lo anterior, Gipuzkoa recoge en su estrategia de lucha contra el cambio climático medidas de adaptación de los impactos sobre la salud de su población, sobre sus infraestructuras hidráulicas clave, y sobre los sistemas de prevención y gestión de emergencias.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 7.1. Monitorización y seguimiento de las emisiones GEI.
  • 7.2. Actualizar y mejorar la cartografía, modelización y monitorización de riesgos.
  • 7.3. Monitorización y seguimiento de los impactos del cambio climático sobre territorio.
  • 7.4. Garantizar el suministro de agua y adaptar las infraestructuras hidráulicas al cambio climático.
  • 7.5. Definir un plan integral de emergencias frente al cambio climático.
• * Meta 8: Impulsar la innovación, mejora y transferencia de conocimiento.

  Cualquier orientación de las políticas y los programas que pretenda introducir la componente de cambio climático requiere, además de un consenso científico que ya existe, de una base de conocimientos aplicados que permita reducir las incertidumbres sobre los impactos y sus consecuencias y concretar las medidas adoptadas para evitar estos y paliar aquellas.

  Por tanto, la estrategia guipuzcoana apuesta por el apoyo a la investigación e innovación en materia de cambio climático y por mejorar la transferencia de conocimiento desde los centros de investigación y las universidades a las empresas y la Administración.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 8.1. Apoyo a la investigación e innovación en materia de cambio climático.
  • 8.2. Apoyo a la mejora y la transferencia del conocimiento científico en materia de cambio climático.
• * Meta 9: Administración pública guipuzcoana responsable, ejemplar y referente en cambio climático.

  Por su posición intermedia entre los municipios y el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Gipuzkoa tiene un papel estratégico en el diseño y aplicación de medidas de adaptación y mitigación de los impactos del cambio climático. Además, en virtud de sus competencias, la Diputación Foral de Gipuzkoa es responsable de muchos de los elementos concretos sobre los que pivotan las posibles acciones adoptar y, lo que quizás sea más importante, de servir de ejemplo y referente en la creación de un nuevo discurso.

  En esta creación, la Diputación Foral de Gipuzkoa debe garantizar la coordinación horizontal y vertical de las acciones y de los canales de comunicación y participación de todos los agentes involucrados, además de promover los espacios de formación de la sociedad y desarrollar herramientas específicas como la fiscalidad ambiental.

  En concreto, se proponen las siguientes líneas de actuación:

  • 9.1. Hacia un Sector Público guipuzcoano cero emisiones.
  • 9.2. Desarrollo de un modelo de gobernanza de cambio climático de Gipuzkoa.
  • 9.3. Desarrollar un plan de educación y comunicación sobre el cambio climático.
  • 9.4. Definir y desarrollar una estrategia de comunicación sobre la EGLCC hacia los medios y redes sociales.

A continuación, se ofrece el cuadro en el que se enuncian, además de las metas sus líneas de actuación, ya citadas, las acciones que se considerarán para la consecución de los objetivos recogidos en la estrategia guipuzcoana EGLCC 2050, así como el área o departamento de la Diputación Foral de Gipuzkoa que, en primera instancia, será el responsable de su desarrollo e implementación. Estas líneas de actuación y acciones tienen un horizonte intermedio, típicamente del año 2030. Es decir que, por lo general, estas actuaciones y acciones se llevarán al cabo en el período de 2018-2030.

CUADRO 4: PLAN DE ACCIÓN

DIPUTACIÓN FORAL DE GIPUZKOA:

MH Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas.

DG Área del Diputado General.

CT Departamento de Cultura, Turismo, Juventud y Deportes.

GC Gobernanza y comunicación con la sociedad.

ER Departamento de Promoción Económica, Medio Rural y Equilibrio Territorial.

MO Departamento de Movilidad y Ordenación del Territorio.

HF Departamento de Hacienda y Finanzas.

IV Departamento de Infraestrcuturas Viarias.

PS Departamento de Política Social.

ANEXO II

6. Gobernanza climática foral (modelo de gobernanza climática de la DFG).

6.1. Marco institucional a nivel internacional.

En relación al marco institucional del cambio climático a nivel internacional, las Naciones Unidas han establecido una estructura de negociación, coordinación e información que pivota en dos instituciones, el IPCC y la CMNUCC (Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático). En el contexto de la CMNUCC, en 1997 se aprobó el protocolo de Kioto, que entro en vigor en 2005, estableciendo los objetivos de reducción solamente para países desarrollados o economías en transición, en 2007 las partes de la CMNUCC comenzaron a perfilar un acuerdo sobre el clima para después de 2012 aplicable a todos los emisores de GEI, guiando sus esfuerzos y pendiente de firma en la Conferencia de las Partes de la CMNUCC 21 (COP21) que tuvo lugar en París. De otro lado el IPCC realiza evaluaciones periódicas del conocimiento científico acerca del cambio climático, mediante un proceso de análisis exhaustivo, objetivo y transparente de la información científica, técnica y económica disponible. Entre las temáticas consideradas en los informes del IPCC, pueden encontrarse las respuestas generadas en los diferentes países para frenar el fenómeno climático.

Si bien el conjunto de respuestas al cambio climático puede ser espontáneo o resultado de los procesos de políticas deliberadas, el IPCC (2013) hace alusión a la mitigación como «una intervención humana para reducir las fuentes y aumentar los sumideros de GEI» y a la adaptación como a las «iniciativas y medidas encaminadas a reducir la vulnerabilidad de los sistemas naturales y humanos ante los efectos reales o esperados de un cambio climático». Es importante destacar que el AR5 IPCC (IPCC, 2014b) subraya el hecho de que aún no es evidente en qué medida han sido efectivas las medidas de adaptación adoptadas y cuánto lo serán en el futuro, ya que son pocos los planes evaluados, al tiempo que no se ha prestado excesiva atención a los criterios y estándares de aplicables a los procesos de adaptación, criterios y objetivos. En este sentido, la adaptación al cambio climático se encuentra en fase de transición desde una fase de sensibilización sobre los impactos y riesgos que conlleva el fenómeno, hacia una construcción de estrategias y planes en las diferentes sociedades para poder enfrentarlo. Por lo tanto, los vínculos con los niveles nacionales y subnacionales de gobierno, así como la colaboración y la participación de una extensa serie de actores concernidos e interesados, es una cuestión que precisa de esfuerzos complementarios.

De otro lado, se da una progresiva evidencia de que los enfoques actuales de las políticas asociadas a los riesgos climáticos vienen a subrayar los beneficios a corto plazo y buscan alternativas tecnológicas simples a problemas complejos y al mismo tiempo no tienen debidamente en cuenta las interacciones de los muchos factores que condicionan la capacidad de recuperación de los sistemas y las necesidades de las poblaciones vulnerables. Estas y otras observaciones deben de ser tenidas en cuenta en el proceso de elaboración de las políticas públicas asociadas al cambio climático.

6.2. Marco institucional europeo.

Las medidas para luchar contra el cambio climático y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero vienen siendo una prioridad de la UE. En concreto, los dirigentes de la UE se han comprometido a transformar Europa en una economía hipocarbónica y de alta eficiencia energética. La propia UE también se ha fijado el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en una serie de objetivos que ya hemos referido anteriormente. Así mismo, la UE y sus 28 Estados miembros han firmado la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Protocolo de Kioto y el nuevo acuerdo sobre el cambio climático de París. Según la UE la aplicación de un sólido marco de política climática es un elemento central para la construcción de una Unión de la Energía, resiliente con una política climática prospectiva. De este modo, se quieren alcanzar los objetivos fijados del 27 % de energía renovable consumida en la UE en 2030 y una mejora de la eficiencia energética en 2030 de al menos un 27 %, mediante planes de acción integrados de energía y clima, en el marco de la gobernanza de la Unión de la Energía. La UE promueve una Unión de la Energía en tanto que economía sostenible, hipocarbónica y respetuosa con el clima, diseñada para durar, al tiempo que su modelo de gobernanza plantea agrupar las acciones en materia de energía y clima.

El primer conjunto de medidas climáticas y energéticas de la UE fue adoptado en 2008 disponiendo una serie de objetivos para 2020. Si bien el ritmo de cumplimiento es adecuado, la UE para ofrecer una mayor seguridad a los inversores, han creído preciso establecer un marco integrado que abarque hasta 2030. En este sentido y como ya señalábamos, la UE ha aprobado el marco de actuación en materia de clima y energía hasta el año 2030, que presenta una serie de objetivos principales y medidas estratégicas para el periodo 2020-2030.

Por lo tanto, en cuanto al cambio climático, la UE formula y aplica políticas y estrategias, desempeñando un papel impulsor en las negociaciones internacionales sobre el clima. Está comprometida en asegurar la adecuada aplicación del Acuerdo de París y en aplicar el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE UE). En este sentido, los países de la UE han acordado cumplir diversos objetivos en los próximos años. La UE pretende garantizar que las preocupaciones relativas al clima se tomen debidamente en consideración en otros ámbitos políticos (por ejemplo, el transporte y la energía) y fomenta, asimismo, las tecnologías con bajas emisiones de carbono y las medidas de adaptación.

Hay que destacar que las actuaciones climáticas se inscriben en el marco que determina la política medioambiental europea y que, a su vez, se basa en los artículos 11 y 191 a193 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea. En virtud del artículo 191, la lucha contra el cambio climático es un objetivo explícito de la política medioambiental de la UE. El desarrollo sostenible es un objetivo general para la UE, que se compromete a alcanzar un «alto nivel de protección y mejora de la calidad del medio ambiente» (artículo 3 del Tratado de la Unión Europea).

Las diferentes instituciones europeas asumen dichas determinaciones en función de sus competencias y capacidades. Actualmente se están debatiendo varios asuntos en el ámbito de la lucha contra el cambio climático en los que el Consejo desempeña un importante papel, por ejemplo, en el desarrollo de las actuaciones en materia de clima y energía para 2030 que es donde establece el marco político para las políticas climáticas y energéticas de la UE en el periodo 2020-2030. Contiene una serie de medidas y objetivos para que el sistema económico y energético de la UE sea más competitivo, seguro y sostenible. El marco también pretende fomentar la inversión en tecnologías ecológicas, que ayudaría a crear empleo y a reforzar la competitividad europea. De otro lado, también trabaja en el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE y su reforma.

El Consejo también juega un destacado papel en relación a los Acuerdos internacionales sobre cambio climático. Derivado del carácter mundial del cambio climático, son importantes la cooperación y la actuación a nivel internacional. Por ello, la UE ha ayudado a impulsar las negociaciones internacionales sobre la lucha contra el cambio climático. Ha sido un protagonista destacado en el desarrollo tanto de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) como del Protocolo de Kioto, así como más recientemente del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

El Consejo europeo actúa a través de sus diez formaciones dependiendo el tema que aborde y en el caso que nos ocupa, en concreto, a través de la formación para el medio ambiente y la formación para los asuntos económicos y financieros. Finalmente, y en relación directa con el cambio climático el Consejo ha establecido un sistema de gobernanza de la Unión de la Energía donde los aspectos de clima y energía quedan estrechamente vinculados.

En el caso de la Comisión Europea, su papel en la lucha contra el cambio climático incluye: el desarrollo y la aplicación de las políticas y estrategias de la UE en su acción por el clima; la representación de la UE en las negociaciones internacionales sobre el clima, junto con la Presidencia del Consejo de la UE; la aplicación del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE); el seguimiento de los países de la UE en la aplicación de los objetivos de reducción de las emisiones en los sectores no cubiertos por el RCDE; el impulso de la transición a una economía baja en carbono, basada en tecnologías limpias; la aplicación de la estrategia de la UE para la adaptación al cambio climático y el apoyo de las actividades de los Estados miembros en este ámbito; la gestión del presupuesto de la UE, un 20 % del cual se destina a subvencionar la acción por el clima. La Comisión opera a través de la Dirección General de Acción por el Clima (DG Clima) que lidera los esfuerzos de la Comisión Europea para combatir el cambio climático dentro de la UE y a escala internacional. El Parlamento Europeo por su parte dispone de la Comisión de Medio Ambiente, Salud Pública y Seguridad Alimentaria. El Comité Económico y Social Europeo opera mediante su Sección de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente coordina los trabajos del Comité de las Regiones en los ámbitos de Cambio climático: adaptación y mitigación; Energía renovable; Política medioambiental; Redes transeuropeas en el sector de la energía; Nuevas políticas energéticas y Política espacial para el desarrollo territorial (Galileo, GMES/Copernicus y cuestiones relacionadas).

Finalmente, la Agencia Europea de Medio Ambiente cumple un destacado papel ya que la AEMA informa sobre el cambio climático y promueve la aplicación del Protocolo de Kioto en la UE, la evaluación de las políticas de la Unión y el desarrollo de estrategias a largo plazo para atenuar el cambio climático. La información de la AEMA -datos, indicadores, evaluaciones y proyecciones- pivota sobre las tendencias, proyecciones y políticas y medidas en materia de emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. También colabora estrechamente con la Comisión Europea (DG Acción por el Clima, DG Centro Común de Investigación, Eurostat), con expertos de su Centro Temático Europeo sobre la Atmósfera y la Mitigación del Cambio Climático (ETC/ACM) y con su red de países (Eionet). Es de destacar entre sus actividades y productos clave el Inventario anual de gases de efecto invernadero de la UE y la evaluación anual de sus avances y de los países con respecto a sus objetivos sobre cambio climático y energía. Es, por tanto, el centro europeo de datos sobre emisiones de gases de efecto invernadero. También mantiene una base de datos sobre políticas y medidas de atenuación del cambio climático.

6.3. Avance en el marco institucional nacional.

En relación a las políticas españolas, la ratificación del Protocolo de Kioto por parte de España en el año 2002 significó asumir el compromiso de limitar las emisiones a un crecimiento del 15 % con respecto al año 1990 para el período 2008-2012. La estrategia española planteada consistía en estabilizar las emisiones durante el 2005-2007 y posteriormente realizar un esfuerzo adicional y reducirlas para el período 2008-2012.

En esta línea, el Estado español creó el Consejo Nacional del Clima y la Oficina Española del Cambio Climático, así como la Comisión de Coordinación de Políticas de Cambio Climático, como órgano de coordinación y colaboración entre la Administración general del Estado y las comunidades autónomas. Las Organizaciones Interministeriales y aprobó el Plan de Nacional de Asignación (PNA) constituía el marco de referencia, vigente solo para los períodos establecidos por la Directiva 2003/87/CE, de tres años (2005-2007) y cinco años (2008-2012) determinaba el número total de derechos de emisión que se asignarían a cada período, y el procedimiento aplicable para su asignación. El PNA establecía: El número total de derechos de emisión que se prevé asignar; El procedimiento de asignación; La cantidad de reducciones certificadas de emisiones (RCE) y de unidades de reducción de emisiones (URE) que se prevé utilizar; El porcentaje de asignación a cada instalación en la que se autoriza el uso de este tipo de créditos a su titular para cumplir con la obligación de que el número de derechos asignados sea equivalente a las emisiones totales verificadas; Por último, el PNA debe determinar qué cantidad de derechos de emisión queda reservada para los nuevos entrantes.

Por otra parte, el Estado español también estableció la necesidad de constituir las mesas de diálogo social para garantizar la participación de las organizaciones sindicales y empresariales, y las organizaciones interministeriales, que actúan como órgano de coordinación de la Administración central del Estado. En la actualidad, el Estado Español sigue la Estrategia española de cambio climático y energía limpia, horizonte 2007-2012-2020 (EECCEL), aprobada por el Consejo Nacional del Clima de 25 de octubre de 2007 y el Consejo de Ministros de 2 de noviembre de 2007, que abordaba distintas medidas que contribuyen al desarrollo sostenible en el ámbito del cambio climático y la energía limpia. En la actualidad se está trabajando en su actualización y ya se dispone de Hoja de ruta para los sectores difusos a 2020.

6.4. Gobernanza Climática en Gipuzkoa.

¿Qué significa contar con una gobernanza climática? Según Joan Prats, en un estudio sobre gobernabilidad democrática y su vínculo con el desarrollo humano, la gobernanza implica aquellas estructuras y procesos de coordinación entre diferentes actores, sean individuos u organizaciones, que generan los marcos de reglas, instituciones y prácticas establecidas que sientan los límites y los incentivos para el comportamiento de los individuos, las organizaciones y las empresas (Prats 2001). El término no se limita al ámbito estatal, sino que incluye a sectores que han incrementado su papel en los últimos tiempos tanto en la dinámica política, como la economía y la sociedad en general: el sector empresarial.

Siguiendo esta línea, para poder enfrentar un problema público de carácter global, como el cambio climático, es necesario poseer una gobernanza climática que comprenda el conjunto de políticas soberanas, reglas e instituciones que regulen la gestión de los recursos naturales y las actividades que generan impacto en los mismos, a fin de conseguir un desarrollo sostenible que enfrente las causas y mitigue los efectos del cambio climático. La institución foral quiere fomentar y generar capacidades de la administración pública y privada en la adaptación y mitigación a través de acciones apropiadas para el territorio. Por lo tanto, para el contexto territorial guipuzcoano se consideran una serie de factores que serán clave a la hora de determinar una gobernanza climática dinámica. En primer lugar, se trata de generar capacidad estratégica, a través de la visión política de las diferentes fuerzas en el gobierno foral, que capten la magnitud del reto mundial; también mediante el conocimiento y la provisión del consejo experto y de la definición de los intereses provinciales, al tiempo que se cimientan organizaciones específicas orientadas hacia una economía baja en emisiones de carbono. Otro de los factores determinantes es el hecho de integrar el elemento climático en proceso de la toma de decisiones –que ya era una idea clave recogida en el Informe Brundtland, señalando que las decisiones en materia de desarrollo y medio ambiente deben ser coordinadas- ya que en este caso particularmente, las políticas climáticas precisan ser incorporadas a la trayectoria de desarrollo de los sectores socio-económicos clave (energía, industria, transporte, etc.) y zonas clave (ciudades, pueblos, provincias, regiones, etc.). De otro lado, sin movilización social no será posible la transición socio-ecológica, por lo que es imprescindible trabajar por la activación social. Finalmente, y ya que estamos en los orígenes del proceso de aprendizaje y comprensión de los que supone el cambio climático, debemos de aprender a desarrollar instituciones y aproximaciones favorables a su gestión eficaz, por lo que hay que estudiar la forma de articular una gobernanza climática efectiva.

Conocedores de que el cambio climático es un proceso continuo y dinámico a lo largo del tiempo, es preciso que a nivel territorial –en un contexto de gobierno multinivel– se mantenga un trabajo consistente, sistematizado y actualizado, bien a nivel de las investigaciones prospectivas e impactos relacionados con el fenómeno climático, bien a nivel de diseño y seguimiento de planes que refuerzan los procesos de adaptación, para responder a los desafíos que esas proyecciones reflejan.

Si bien es cierto que no existe una única forma de afrontar la planificación de la adaptación por su naturaleza compleja, variada y supeditada al contexto, los expertos sugieren que la aproximación más apropiada radica en acoplar mejoras en infraestructura haciendo un esfuerzo para mejorar la resiliencia de los ecosistemas y las comunidades, la gobernanza y el bienestar de la comunidad. Así mismo el IPCC (2014.ª) sugiere que la combinación de enfoques de arriba hacia abajo y viceversa fortalece la planificación y ejecución de la adaptación, en directa alusión al empoderamiento de las personas consumidoras y la democratización del sistema energético.

En cualquier caso, si algo es evidente, es que el cambio climático es un fenómeno que debe de ser afrontado de forma conjunta por diversos actores de la sociedad, y por ello mismo, para que las responsabilidades sean efectivamente compartidas entre los diferentes actores, esas responsabilidades deben ser acordadas y negociadas a través de procesos participativos que promuevan la resiliencia y el aprendizaje social, también a nivel departamental foral.

6.4.1. Propuesta de órganos de gestión.

Si bien el diseño y desarrollo de la estrategia incluye la elaboración de un plan de acción enmarcado en las metas, líneas de acción y medidas a desarrollar, la propuesta de elementos que completen y definan un marco institucional que posibilite e impulse la implementación se erige en piedra de bóveda. Generar capacidad institucional para poder asumir los retos que se plantean de la forma más efectiva posible requiere desarrollar, en primera instancia, una visión política y social que entienda a lo que se enfrenta para poder tomar las decisiones correctas, creando y fomentando capacidades para ello.

Tal y como se recogía en el documento «15 años de Agenda 21 Local en Gipuzkoa: claves para una AL21 renovada como modelo de gobernanza para el desarrollo sostenible», las barreras y limitaciones para abordar los procesos de sostenibilidad y, sin duda, el cambio climático, residen en la estructura y dinámicas del sistema público y en este caso, al marco institucional existente en relación a esta temática. En consecuencia, para generar una política pública de calidad en este ámbito, es preciso plantearse la necesidad de reforzar el marco institucional foral, de modo que permita una estructura operativa que haga factible la concreción de medidas y el cumplimiento de objetivos autonómicos, territoriales y locales, de forma coordinada y con un buen aprovechamiento de unos recursos que son limitados, al tiempo que se evalúa y sigue la efectividad de las acciones en un contexto de gestión estratégica global constante. El referido marco institucional debe partir de una estructura activa que facilite la coordinación, transversalidad y sinergia entre departamentos de una misma institución, entre diferentes instituciones y agentes de diversa índole. Así, el modelo de gobernanza propuesto pretende ofrecer un enfoque intersectorial, encabezado por el Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa, a través de su DGMA.

6.4.1.1. Principios del sistema de gobernanza climática y energética foral.

a. El sistema de gobernanza climática foral incluirá el documento estratégico, el contraste de la DGMA con cada departamento foral sobre el estado de la cuestión climática y energética en cada área, además de la presentación en la comisión departamental de las Juntas Generales de informes bienales departamentales sobre el desarrollo e integración de las políticas de clima y energía. Así mismo se promoverá activamente la coordinación entre los actores responsables de dichas políticas a escala interna foral, comarcal y local. La energía es considerada en todas las políticas internacionales y europeas palanca de cambio en el proceso de lucha contra el cambio climático, por lo que se plantean como materias inescindibles para abordar el reto y la gobernanza climática.

b. El sistema de gobernanza climática foral pivotará, fundamentalmente, sobre la base de las planificaciones existentes en materia de energía y clima, y por consiguiente, sobre los objetivos en ellas establecidos. Cada departamento foral deberá de asumir las obligaciones de planificación derivadas de las políticas climáticas y energéticas, así como el contraste y presentación de informes bianuales. Ello, facilitará la supervisión del progreso del conjunto de la institución foral para la consecución de los referidos objetivos, procurando obtener una visión de conjunto coherente y transparente del Territorio, analizando así mismo, la actividad local-comarcal.

c. La DGMA en el marco del sistema de gobernanza climática foral acotará de forma operativa los diferentes elementos referentes a la planificación y la presentación de informes, en atención a su trayectoria en materia energética, a la promoción de la economía circular, la evaluación de impacto ambiental enfocada al cambio climático y el marco operativo de la gobernanza para el desarrollo sostenible, a través de la Agenda 21 Local que define un marco global de actuación. El diseño para la presentación de informes estará orientado a limitar la carga administrativa departamental.

d. El sistema de gobernanza climática foral se fundamenta en el criterio de flexibilidad para que los departamentos forales seleccionen aquellas medidas adecuadas sus competencias y a las características y circunstancias específicas del área.

e. El sistema de gobernanza climática foral otorgará seguridad jurídica ya que se acompañará del desarrollo de normativa relativa a la reducción de emisiones, la eficiencia energética y las energías renovables para sustentar los objetivos acordados en la legislación y planificaciones de rango superior en el marco temporal de 2050.

f. Resulta evidente que la cooperación local-comarcal ha de ser una herramienta fundamental para avanzar, entre otros aspectos, en la consecución de un modelo energético y climático territorial que nos facilite el avance hacia la transición socio-ecológica con una economía hipocarbónica, desarrollando infraestructuras territoriales, que permitan alcanzar de forma rentable los objetivos estratégicos en materia de energía y clima, y de otro lado, permitan aumentar la seguridad del abastecimiento y la autosuficiencia. En este sentido, la colaboración local-comarcal, el contraste y la consulta sobre estas materias se consideran elementos sistémicos y por tanto, y cruciales del sistema de gobernanza climática foral, por lo que serán fomentados y facilitados.

g. El diálogo como expresión concreta de la obligación de colaboración leal entre administraciones ejercen un papel fundamental en el discurso del proyecto foral. Por lo que desempeñará un papel central en el sistema de gobernanza climática foral. La cooperación, el intercambio de información y experiencias de éxito serán canalizadas a través de un diálogo constructivo entre las diferentes administraciones territoriales y autonómicas. Así mismo, se fomentarán las consultas en las diferentes escalas con la sociedad civil y las partes interesadas procurando generar confianza en las empresas, en quien invierta, personas consumidoras y ciudadanía.

6.4.1.2. Componentes esenciales del sistema de gobernanza climática foral.

• - Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático.

  La definición y contextualización de la Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático tendrá por finalidad principal elaborar un marco referencial para la Diputación Foral de Gipuzkoa al objeto de poder desarrollar una política integral en la materia, aplicando criterios de coordinación positiva entre las diferentes competencias que ostenta y poder así, aplicar una acción de gobierno reforzada en cuestiones como la adaptación y la mitigación. Se considerará pieza clave la cooperación con los municipios, mediante programas y acciones compartidas, canales ya operativos como la red de técnicos de la agenda local 21 y responsables políticos municipales en general, al objeto de vehiculizar todas aquellas actuaciones relacionadas con el cambio climático, en sentido amplio, en el marco de las políticas de sostenibilidad de la DGMA. Su objeto será:

  • - Dar centralidad a la lucha contra el cambio climático en el marco de la acción de gobierno foral, dadas las implicaciones que entraña el fenómeno y contribuir desde las competencias propias –directas y subsidiarias- a la transición hacia un modelo de desarrollo hipocarbónico y a la reducción de la amenaza del cambio climático.
  • - Establecer la hoja de ruta para una estrategia guipuzcoana de lucha contra el cambio climático que defina la acción a corto, medio y largo plazo.
  • - Realizar un ejercicio de indagación para determinar la esfera de acción. Analizar e identificar, mecanismos, métodos y agentes estratégicos en la esfera de la lucha contra el cambio climático.
  • - Reorientar las políticas forales a favor de una acción coordinada de lucha contra el cambio climático.
  • - Estrategia de Sostenibilidad Energética Gipuzkoa.

El Plan Gipuzkoa Energía define su papel en materia energética, tanto en cuanto a la reorientación de su propia acción directa –por sostenibilidad y ejemplaridad– como en cuanto a sus responsabilidades subsidiarias de asistencia y cooperación hacia los municipios,, las cuales se desarrollan mediante programas y acciones compartidas así como de canales ya operativos como la Red de Técnicos de AL21, a través de la cual se podrán vehiculizar todas aquellas actuaciones relacionadas con el cambio climático en sentido amplio.

El Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas de la Diputación Foral de Gipuzkoa a través de la elaboración de la Estrategia de Sostenibilidad Energética Gipuzkoa busca actualizar el anterior plan y contribuir a la urgente tarea de acelerar la transición hacia un sistema energético sostenible, en cumplimiento de los mandatos y participación en los objetivos europeos. La presente estrategia revisará y actualizará el Plan Gipuzkoa Energía que estará coordinada e imbricada con la EGLCC 2050, por ser consideradas ambas materias inescindibles, concretándose en el desarrollo de la Meta 1 de la presente estrategia climática. Los objetivos generales de la estrategia son los siguientes:

• - Disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
• - Promocionar sistemáticamente el ahorro y la eficiencia energética en los ámbitos al alcance de la Diputación Foral de Gipuzkoa.
• - Fomentar las energías renovables de manera compatible con la preservación de los ecosistemas y de la diversidad biológica, con la mejora del equilibrio territorial (espacios urbano y rural-natural) y con la defensa de los bienes comunes.
• - Apoyar a los municipios en el desarrollo de sus políticas de sostenibilidad energética y en la prestación de sus servicios.
• - Influir en el futuro energético de la ciudadanía guipuzcoana, asegurando la observación de los aspectos sociales de la energía, contribuyendo a la seguridad del abastecimiento, mejorando las ratios de autoabastecimiento y reduciendo la pobreza energética.
• - Difundir una nueva cultura energética en el ámbito ciudadanote la ciudadanía.
• - Fortalecer el tejido empresarial e industrial de Gipuzkoa en el ámbito de las nuevas tecnologías energéticas a través de aplicaciones adaptadas a las necesidades del territorio, relacionadas con la economía local y la formación.
• - Diálogo y contraste constructivo entre DGF y la Mesa Territorial de Energía Sostenible, Pobreza energética y Cambio Climático.

  Obtener una visión de conjunto consensuada sobre la política climática de Gipuzkoa precisa de del diálogo y el contraste permanentes con los principales grupos de agentes concernidos. Ello precisa de la generación y facilitación de espacios de nuevo cuño o dinamización de los ya existentes al objeto de llegar a acuerdos dirigidos a la acción.

• - Control, seguimiento y evaluación basadas en indicadores unificados.

Es imprescindible establecer mecanismos de perfeccionamiento continuo de los elementos de análisis, debate, comunicación, planificación, implementación, seguimiento y revisión de forma sistemática. Estos elementos son la esencia de la estrategia y deben de ir ajustándose en todo momento.

6.4.1.3. Órganos del modelo de gobernanza climática en Gipuzkoa.

• - Comisión departamental en Juntas Generales de Gipuzkoa.

  Construir un consenso político -en primera instancia- de base amplia que refleje la comprensión del reto global y sus características singulares de intervención integral. Se precisa favorecer un compromiso genuino antes que un simple acatamiento. En lo político habrá que centrarse en una visión convincente a la que todos los partidos quieran aspirar. Ganar el apoyo político ha de ser el primer paso y conseguir el compromiso del ejecutivo foral como modo de consolidar el apoyo en todas las instancias del gobierno es importante, como también lo es para que se adhieran y ratifiquen su compromiso el resto de organismos sectoriales. Además, será importante procurar el apoyo de los grupos junteros, impulsando el tratamiento de esta importante cuestión.

  Su objetivo será incorporar el largo plazo a las dinámicas parlamentarias, activar el debate estratégico sobre las cuestiones energéticas y climáticas de Gipuzkoa e impulsar un espacio de reflexión sobre el territorio aportando criterio político y refrendo institucional y por lo tanto, realizando análisis profundos sobre aquellas tendencias y retos emergentes y relevantes en el orden europeo y mundial, con el fin de situar al conjunto de la institución foral en primera línea en relación a la lucha contra el cambio climático en términos de sostenibilidad. La comisión departamental supervisará la aplicación de la Estrategia de Lucha contra el Cambio Climático del territorio una vez haya sido aprobada, analizando el progreso realizado por cada departamento foral mediante informes bianuales.

• - Departamento de Medio Ambiente y Obras Hidráulicas. Dirección General de Medio Ambiente.

  Será el organismo coordinador, con competencia y autoridad entre los interesados para desarrollar la estrategia, coordinar las actuaciones principales y organizarlas dando estabilidad al proceso. El organismo coordinador -DGMA- debe de ser abierto frente a los agentes, pero técnicamente solvente y con autoridad suficiente para suministrar criterios que asuma la institución foral en su totalidad.

Algunas de sus tareas básicas serán las que siguen:

• - Organizar de forma coordinada todo el proceso estratégico.
• - Determinar y consensuar los criterios técnicos de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático.
• - Elaborar y elevar disposiciones normativas: para desarrollo de los contenidos de la EGLCC 2050, así como para definir y reglamentar el juego de actores, es decir, el mapa de órganos de la EGLCC, incluyendo las bases que regirán la participación pública.
• - Mantener informados y coordinados a la Comisión juntera de LCC y al resto de los grupos de trabajo.
• - Ganar para el proceso la confianza y el apoyo de todos los grupos políticos, técnicos y otros agentes.
• - Planificación de reuniones, actos y actividades concretas.
• - Fijar la agenda en todas las fases del proceso, haciendo un seguimiento de las decisiones y acuerdos.
• - Determinar qué especialistas serán requeridos para cada actuación y preparar los presupuestos (las redes pueden servir de gran ayuda en este punto, así como una planificación formativa de primer orden).
• - Velar por la claridad de las funciones de los participantes en la estrategia.
• - Apoyar a los comités de trabajo, al Comité Técnico u otros posibles comités.
• - Centralizar las comunicaciones para la información.
• - Velar por el cumplimiento del cronograma.
• - Fundación de Cambio Climático de Gipuzkoa.

La Fundación de Cambio Climático de Gipuzkoa se configura como un centro multidisciplinario de carácter público con la misión expresa de apoyar a la Dirección General de Medio Ambiente en la generación de capacidad institucional, técnica y social para hacer frente a los impactos del cambio climático, aportando conocimiento, valor y riqueza a la sociedad y al sector empresarial, convirtiéndose en acelerador de la transición socio ecológica necesaria en el contexto de la economía verde y de la eco-ejemplaridad territorial.

Siendo esta Fundación el instrumento facilitador de la Dirección General de Medio Ambiente para la expresión y despliegue de la Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático así como de la acción foral, tendrá la triple misión de:

• - Dar apoyo en el análisis, la observación y control del impacto del cambio climático,
• - Trabajar para obtener un diagnóstico certero y dinamizar la acción de un amplio espectro de agentes de cara a la mitigación y adaptación.
• - Garantizar el proceso de evaluación y seguimiento de los progresos de la EGLCC 2050.

Siendo sus funciones a cumplir:

• - Observatorio: análisis, observación, sensorización y control de impacto del cambio climático en Gipuzkoa.
• - Circular Recycling HUB. Transición hacia una economía circular, como motor de transición de la economía lineal a la economía circular, transición hacia una economía verde y de oportunidad para las empresas guipuzcoanas del reciclaje y de creación de empleo local.
• - Renewable Energy HUB, hacía un nuevo modelo energético en Gipuzkoa, basado en impulso de las energías renovables del territorio, impulso Smart Grids y Smart Cities, avanzando hacia las directivas europeas de transición del modelo actual hacia nuevos modelos de distribución y autoconsumo.
• - Dinamizar la acción territorial de un amplio espectro de agentes de cara a la mitigación y adaptación y al cumplimiento de las nueve metas de la EGLCC 2050.
• - Centro de información y educación ciudadana en materia de cambio climático.
• - Movilizar ayudas y fondos europeos: Horizon 20-20, Life, etcétera.
• - Comisión interdepartamental de la Diputación Foral de Gipuzkoa para la coordinación de los distintos departamentos de la Diputación Foral de Gipuzkoa en materia de políticas transversales.

La Diputación Foral de Gipuzkoa cuenta con una Comisión interdepartamental en la que se trabajan temas transversales a los distintos departamentos lo que permite establecer una coordinación que facilita una mayor eficacia y eficiencia en el logro de los objetivos perseguidos.

En el despliegue de la Estrategia de Lucha contra el Cambio Climático participan diferentes departamentos de la Diputación Foral de Gipuzkoa y será necesario incluir la materia del cambio climático en el orden del día de la Comisión junto con otras materias de carácter transversal, sin perjuicio de otros grupos de trabajo más específicos que sea necesario impulsar.

• - Mesa Territorial de Energía Sostenible, Pobreza Energética y Cambio Climático.

  La Mesa Territorial de Energía Sostenible, Pobreza Energética y Cambio Climático pretende sumar las actuaciones de las diferentes mesas comarcales y definir distintas líneas de actuación que permitan reducir este tipo de pobreza y lograr un modelo sostenible dónde también se consideran los aspectos de lucha contra el cambio climático. En dicho órgano participan las administraciones, instituciones y agentes sociales y empresariales vinculados a la energía sostenible,pobreza energética y cambio climático. Este órgano tendrá un carácter consultivo, asesor y de concertación y servirá para «sumar la acción de las diferentes mesas comarcales entre sí», además de encargarse de «elaborar, desarrollar y evaluar las estrategias conjuntas». Asimismo, promueve estudios sobre energía sostenible, impulsa proyectos que favorezcan las sinergias y alianzas en este ámbito, y participa en redes internacionales del sector, además de emitir informes sobre energía sostenible y pobreza energética. La mesa territorial también asesora sobre planes y programas relacionados con esta materia, propone medidas de sensibilización, e impulsa la participación ciudadana y formula recomendaciones.

• - Mesas Comarcales de Energía y Cambio Climático.

  Las Mesas Comarcales de la Energía y Cambio Climático son el máximo órgano de participación, consulta, debate, concertación y coordinación de los municipios que agrupan en relación a:

  • - A la política energética y climática a desarrollar en las respectivas comarcas de Gipuzkoa.
  • - Al desarrollo y gestión de las acciones contenidas en los planes de energía comarcales que incorporarán aspectos de cambio climático.
  • - A la monitorización y revisión periódica de dichas planificaciones, tanto energética, como climática.
  • - Al seguimiento y evaluación de las mismas.
  • - Comité Científico en Cambio Climático.

Establecer una Red de Asesores Científicos compuesta por un amplio y equilibrado espectro de agentes relevantes en el territorio y de fuera Gipuzkoa, que permitan obtener información sobre los últimos avances en materia de lucha contra el cambio climático y contrastar las políticas y acciones de éxito desarrolladas en otros países.

6.4.1.4. Evaluación y revisión de la Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático.

La Estrategia Guipuzcoana de Lucha contra el Cambio Climático será sometida a revisión y evaluación para su actualización, cada cuatro años de forma participada por los agentes territoriales concernidos e interesados, al objeto de enriquecer el proceso y avanzar en su mejora mediante consensos de base amplia. La revisión incluirá una evaluación de los resultados obtenidos, un análisis de la efectividad de las acciones de la Estrategia en la consecución de los objetivos y un ajuste y reformulación de las acciones en base a la evaluación realizada. Así mismo, la revisión incluirá un informe de igualdad de hombres y mujeres y la revisión y, en su caso, reformulación, de las medidas de acción positiva por la igualdad de hombres y mujeres. Resulta importante señalar, que si bien las metas planteadas en el referido documento estratégico revelan un horizonte temporal al año 2050 en consonancia con la política autonómica, y las líneas estratégicas y sus respectivas acciones se plantean al periodo intermedio de 2030, tanto la evaluación como la revisión se ajustarán a los objetivos fijados para dichos periodos, evaluando su grado de consecución y en su caso, de forma progresiva se plantearán nuevas medidas a adoptar para alcanzar los objetivos marcados.