DECRETO 115/2018, de 30 de julio, por el que se aprueba el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo de Inundaciones en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEINCA)
- Órgano CONSEJERÍA DE POLÍTICA TERRITORIAL, SOSTENIBILIDAD Y SEGURIDAD
- Publicado en BOIC núm. 157 de 14 de Agosto de 2018
- Vigencia desde 15 de Agosto de 2018


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Sumario
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- INTRODUCCION
- ANEXO . PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN CIVIL Y ATENCIÓN DE EMERGENCIAS POR INUNDACIONES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS.
- ANEXO I. . - GLOSARIO DE TÉRMINOS
- ANEXO II. . - INFORMACIÓN TERRITORIAL.
- ANEXO III. . - EVALUACIÓN DE RIESGOS
- ANEXO IV. . - CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE RIESGOS DE PROTECCIÓN CIVIL PARA PRESAS Y BALSAS
- ANEXO V. . - IDENTIFICACIÓN DEL RIESGO MUNICIPAL.
- ANEXO VI. . - CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE ALERTA HIDROLÓGICA
- ANEXO VII- . MODELOS DE DECLARACIONES DEL PEINCA.
- ANEXO VIII.-
- ANEXO IX.- . RECOMENDACIONES A LAS ENTIDADES LOCALES ANTE EL RIESGO DE INUNDACIÓN.
- ANEXO X. . - REGISTRO DEL CATÁLOGO NACIONAL DE INUNDACIONES.
- ANEXO XI. . - RECOPILACIÓN DE INUNDACIONES HISTÓRICAS.
- ANEXO XII.
La Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, define en su artículo 14 a los Planes de Protección Civil como los instrumentos de previsión del marco orgánico-funcional y de los mecanismos que permiten la movilización de los recursos humanos y materiales necesarios para la protección de las personas y de los bienes en caso de emergencia, así como del esquema de coordinación de las distintas Administraciones Públicas llamadas a intervenir.
En el artículo 15 de la referida Ley estatal se recogen los diferentes tipos de Planes, caracterizando a los Planes Especiales, en su apartado 3, como aquellos de ámbito estatal o autonómico que tienen por finalidad hacer frente a unos riesgos determinados, entre los que se encuentra el riesgo de inundaciones.
Por su parte, la Norma Básica de Protección Civil, aprobada por el Real Decreto 407/1992, de 24 de abril, vigente en todo aquello que no contradiga o se oponga a lo dispuesto en la mencionada Ley, establece en su apartado 8.2 que las Comunidades Autónomas elaborarán y aprobarán sus correspondientes Planes Especiales de Protección Civil.
En la Comunidad Autónoma de Canarias, dicha competencia de aprobación se residencia en el Gobierno, a tenor de lo dispuesto en el artículo 28.c), en relación con el artículo 31.1, ambos de la Ley 9/2007, de 13 de abril, del Sistema Canario de Seguridad y Emergencias y de modificación de la Ley 6/1997, de 4 de julio, de Coordinación de las Policías Locales de Canarias; consignándose en el apartado 4 del referido artículo 31 que los acuerdos o decretos de aprobación de los Planes de Emergencias serán publicados en el Boletín Oficial de Canarias.
El presente Decreto tiene por objeto aprobar el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo de Inundaciones en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEINCA), a fin de dar una respuesta rápida, eficaz y coordinada de los recursos públicos y privados ante emergencias de esta naturaleza.
De conformidad con lo prevenido en el apartado 7.2 de la referida Norma Básica de Protección Civil, en la elaboración de dicho Plan Especial se han respetado los requisitos mínimos sobre organización, criterios operativos, medidas de intervención e instrumentos de coordinación previstos en la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones, aprobada por Acuerdo del Consejo de Ministros de 9 de diciembre de 1994 (BOE nº 38, de 14 de febrero de 1995).
El mencionado Plan Especial ha sido informado favorablemente por la Comisión de Protección Civil y Atención de Emergencias de Canarias con fecha 28 de abril de 2017, y por la Comisión Permanente del Consejo Nacional de Protección Civil, en sesión celebrada el 12 de diciembre de 2017.
En su virtud, a propuesta de la Consejera de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad, y previa deliberación del Gobierno en su reunión celebrada el día 30 de julio de 2018,
DISPONGO:
Primero.- Aprobar el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo de Inundaciones en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEINCA), que figura como anexo.
Segundo.- Publicar el presente Decreto en el Boletín de Oficial de Canarias.
Contra el presente acto, que pone fin a la vía administrativa, cabe interponer recurso potestativo de reposición ante el Gobierno de Canarias, en el plazo de un mes a contar desde el día siguiente al de su publicación, o bien directamente recurso contencioso-administrativo ante la Sala competente de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canarias, en el plazo de dos meses a contar desde el día siguiente al de su publicación; significando que, en el caso de presentarse recurso de reposición, no se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que se resuelva expresamente aquel o se produzca la desestimación presunta del mismo, y todo ello sin perjuicio de cualquier otro que pudiera interponerse.
ANEXO
PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN CIVIL Y ATENCIÓN DE EMERGENCIAS POR INUNDACIONES DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS.
1. ASPECTOS GENERALES.
1.1. INTRODUCCIÓN.
Las inundaciones son un fenómeno natural capaz de producir cuantiosos daños a nivel económico, social y medio ambiental. Dicho fenómeno se ha agravado en cuanto a frecuencia y a magnitud en las últimas décadas, debido, por un lado, al cambio climático y por otro, al descontrol en la urbanización del territorio, ejemplo claro lo tenemos, en las lluvias torrenciales, y las consiguientes inundaciones, acaecidas en marzo de 2002 sobre Santa Cruz de Tenerife, febrero de 2010, diciembre de 2013 y más recientemente en noviembre de 2014 en toda la comunidad Autónoma de Canarias. Es por ello que las autoridades competentes han resuelto conveniente el hecho de intentar reducir estos daños producidos por las inundaciones mediante la reducción del riesgo con una serie de medidas que van desde la autoprotección de la población hasta una mejor coordinación de los medios, recursos y personal disponible así como por la identificación, análisis y evaluación de las zonas propensas a sufrir inundaciones.
Estas medidas, se han traducido en una serie de leyes, normas y documentos a distintos niveles con el fin de llevar a cabo una reducción del riesgo y del daño producido por las inundaciones.
A nivel europeo y respecto a la temática del agua sobresale por encima de las demás la Directiva 2000/60/CE también conocida como Directiva Marco del Agua. En dicha directiva se establece en el artículo 1.e. como objetivo prioritario la paliación de los efectos de las sequías y de las inundaciones. A pesar de señalar tan claramente esta problemática, la Directiva 2000/60/CE se centra en otros aspectos como la calidad de las aguas y la regulación de la contaminación dejando el aspecto de las inundaciones en un segundo plano y apenas sin regular.
Con el fin de poner solución a este problema se aprobó en 2007, la Directiva 2007/60/CE de Evaluación y Gestión de Riesgos de Inundaciones. El objetivo de esta directiva queda fijado en el artículo 1, el cual establece un marco único para la evaluación y gestión del riesgo de inundaciones para reducir los daños humanos, económicos. Dicho marco único consiste en una evaluación preliminar del riesgo, la elaboración de mapas de peligrosidad por inundaciones y de riesgo de inundaciones y finalmente la redacción de un plan de gestión del riesgo de inundaciones.
La Directiva 2007/60/CE se transpone a la normativa española mediante el Real Decreto 903/2010 de Evaluación y Gestión de Riesgo de Inundación. Al ser una transposición de una directiva europea cabe señalar que los objetivos y procedimientos establecidos para alcanzarlos son los mismos que se han señalado en el párrafo anterior para la Directiva 2007/60/CE. Además el texto refundido de la Ley de Aguas 11/2005 del Plan Hidrológico Nacional y normativa en materia de Protección Civil ofrecen rango suficiente para incorporar esta Directiva al ordenamiento español mediante el Real Decreto 903/2010.
Así mismo, la nueva Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil establece que las líneas básicas de actuación definirán las directrices básicas para la elaboración de los Planes Territoriales y los Planes Especiales. En el Artículo 15 de Ley se indica que deberá realizarse y aprobarse por la Comunidad Autónoma un Plan Especial frente a los riesgos de inundaciones.
La Norma Básica de Protección Civil aprobada por Real Decreto 407/1992 se especifica las directrices que han de tener tanto los Planes Territoriales, (planes que se realizan para hacer frente a las emergencias que pueden aparecer en una Comunidad Autónoma o territorios de ámbito inferior) y los Planes Especiales que son planes para hacer frente a riesgos específicos que requieran una metodología científico-técnica específica.
Para poder fijar los requisitos mínimos que deben cumplir los Planes Especiales ante el Riesgo de Inundaciones dentro del ámbito que les compete se publicó en el BOE de 14 de febrero de 1995 la Resolución de 31 de enero de 1995, de la Secretaría de Estado de Interior, por la que se dispone la publicación del Acuerdo del Consejo de Ministros por el que se aprueba la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones. En ella se consideran tres niveles de planificación: estatal, autonómico y de ámbito local. Esta Directriz Básica establece los requisitos mínimos que deben cumplir los correspondientes planes en cuanto a fundamentos, estructura, organización y criterios operativos y de respuesta, con la finalidad de prever un diseño o modelo nacional mínimo que haga posible, en su caso, una coordinación y actuación conjunta de los distintos servicios y administraciones implicadas.
Los Planes Especiales por Riesgo de Inundaciones no solo han incorporar los requerimientos de esta Directriz Básica sino que también deben de recoger lo dispuesto en el Plan Director de la Comunidad Autónoma.
En materia de gestión de emergencias, Canarias dispone del Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias, PLATECA, aprobado y publicado por el Decreto 98/2015, de 22 de mayo, como instrumento director de planificación de emergencias en Canarias. El PLATECA establece un marco organizativo y funcional donde integrar los planes de ámbito inferior (insular y municipal) al definir elementos esenciales y permanentes a tener en cuenta en la planificación así como las directrices y criterios particulares para la elaboración de los planes especiales.
Asimismo Canarias dispone del Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias de la Comunidad Autónoma de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA), actualizado por Decreto 18/2014, de 20 de marzo, que ha de ser mencionado por la estrecha relación que pueda tener con las inundaciones.
Este Plan de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones PEINCA debe integrarse en el PLATECA y en el correspondiente Plan Estatal de Riesgo de Inundaciones.
El Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de Inundaciones aprobado por la Resolución de 2 de agosto de 2011, establece la organización y procedimientos de actuación de aquellos recursos y servicios del Estado que sean necesarios para asegurar una respuesta eficaz del conjunto de las Administraciones públicas, ante situaciones de emergencia por inundación en las que esté presente el interés nacional, así como los mecanismos de apoyo a los Planes de Comunidad Autónoma en el supuesto de que éstos lo requieran o no dispongan de capacidad suficiente de respuesta.
Por otro lado, en cuanto a legislación autonómica, cabe destacar la Ley 12/1990 de Aguas de Canarias en el que se establece en el artículo 38 que los Planes Hidrológicos Insulares deben tener como uno de sus objetivos el de fijar criterios sobre estudios, actuaciones y obras para prevenir y evitar los daños por inundaciones, avenidas y otros fenómenos hidráulicos. Estos Planes Hidrológicos Insulares serán elaborados por los Consejos Insulares de Aguas, que son organismos autónomos administrativos adscritos a los Cabildos Insulares. El contenido de dichos Planes se ajustará a lo dispuesto en el Plan Hidrológico de Canarias cuyo responsable es el Gobierno de Canarias y que comprende las actuaciones más importantes como la recarga de acuíferos o grandes obras entre otras.
Todo ello hace necesario protocolizar las actuaciones en caso de inundaciones, con la finalidad de optimizar las actuaciones que permitan mitigar en todo lo posible sus efectos.
1.2. DEFINICIÓN Y CARÁCTER DEL PLAN.
El PEINCA es un Plan Especial de Protección Civil y, por lo tanto y según el apartado 7 de la Norma Básica ( Real Decreto 407/1992, de 24 de abril) , establece la previsión del marco orgánico-funcional y de los mecanismos que permiten la movilización de los medios y recursos humanos y materiales necesarios para la protección de personas y bienes en caso de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública, así como el esquema de coordinación entre las distintas Administraciones Públicas llamadas a intervenir ante cualquier situación producida por inundaciones en Canarias.
Las inundaciones son la sumersión temporal de terrenos normalmente secos, como consecuencia de la aportación inusual y más o menos repentina de una cantidad de agua superior a la que es habitual en una zona determinada.
Atendiendo a la Directriz 2.1. de la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones, a los efectos del presente Plan se considerarán todas aquellas inundaciones que representen un riesgo para la población y los bienes, produzcan daños en infraestructuras básicas o interrumpan servicios esenciales para la comunidad, y que puedan ser encuadradas en alguno de los tipos siguientes:
- • Inundaciones por precipitación «in situ».
- • Inundaciones por escorrentía, avenida o desbordamiento de cauces, provocada o potenciada por:
- • Inundaciones por rotura o la operación incorrecta de obras de infraestructura hidráulica.
Además las inundaciones son el riesgo natural que más habitualmente produce daños tanto materiales como humanos.
Según lo establecido en el Plan Territorial de Emergencias de Canarias PLATECA, el estudio del Riesgo se ha de abordar para las situaciones provocadas por:
- • Afección directa sobre cualquier punto territorio de lluvias torrenciales.
- • Avenidas en cauces secos con fuertes pendientes y desbordamientos de barrancos debido a episodios de lluvias intensas.
- • Inundaciones costeras.
- • Apertura imprevista de balsas o presas o bien rotura de una de ellas, no necesariamente debidas a fenómenos meteorológicos
Según lo establecido en el Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias de la Comunidad Autónoma de Canarias por Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA), los siguientes riesgos asociados a fenómenos meteorológicos adversos están relacionados con inundaciones:
- - Lluvias y tormentas: Inundaciones en las zonas bajas de las ciudades, cercanas a los barrancos, locales comerciales, bajos y garajes, así como rebose de presas y balsas con riesgo con rotura.
- - Fenómenos costeros: Inundaciones en zonas costeras, paseos marítimos, etc.
1.3. OBJETIVOS.
El principal objetivo del PEINCA es establecer el marco organizativo y los procedimientos de actuación en el ámbito de la Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias, mediante el cual se dé una respuesta rápida y eficaz frente a una inundación. La aplicación operativa del presente Plan se ha diseñado para conseguir la mayor eficacia y eficiencia de los medios y recursos implicados, mejorando la coordinación interadministrativa dentro de la sistemática prevista en el PLATECA.
No obstante como objetivos específicos se persigue:
- 1 Concretar la estructura organizativa y los procedimientos para la intervención en emergencias por inundaciones en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma de Canarias, asegurando una acción conjunta con los planes territoriales de emergencias de ámbito local (insulares y municipales) bajo criterios de autonomía de organización y gestión, coordinación, complementariedad, subsidiariedad, integrabilidad e información.
- 2 Realizar una identificación de los riesgos derivados de las inundaciones y de sus principales consecuencias.
- 3 Zonificar el territorio en función del riesgo de inundaciones, delimitar áreas según posibles requerimientos de intervención para protección de la población.
- 4 Simplificar y homogeneizar la estructura orgánica-funcional y operatividad del Plan, de modo que garantice la respuesta eficaz en caso de emergencia producida por inundación que se produzcan en Canarias.
- 5 Fijar las pautas de comunicación entre las distintas Administraciones Públicas intervinientes.
- 6 Consolidar un sistema de alerta precoz de protección civil único que permita a los/las ciudadanos-as y a las instituciones adoptar las medidas preventivas necesarias en caso de inundación.
- 7 Integrar en el sistema de protección civil a las empresas de servicios básicos esenciales para la población, con la incorporación de los medios y recursos necesarios para garantizar la continuidad del servicio en situación de inundación.
- 8 Impulsar las actuaciones y toma de decisiones a nivel local a través de la simplificación y mejora de los mecanismos de alerta temprana que permita ejecutar medidas preventivas de actuación ante una inundación.
- 9 Prever los mecanismos y procedimientos de coordinación con el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones, para garantizar su adecuada integración.
- 10 Establecer un banco de datos de carácter regional sobre medios y recursos autonómicos asignados al Plan, disponibles en emergencias por inundaciones.
- 11 Los mecanismos de solicitud y recepción, en su caso, de ayuda nacional para su empleo en caso de inundaciones.
- 12 Mejorar la ordenación territorial a través del análisis de riesgo, al objeto de definir zonas de no ocupación urbanística.
Dentro de estos objetivos, reviste especial interés el Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación, por el que para su implantación se obliga a las demarcaciones hidrográficas a desarrollar las siguientes fases:
- 1 Evaluación preliminar del riesgo de inundación (EPRI) que conlleva la identificación de las Áreas con Riesgo Potencial Significativo de Inundación (ARPSIs).
- 2 Elaboración de los Mapas de peligrosidad por inundación y de riesgo de inundación (en las ARPSIs seleccionadas en la EPRI).
- Elaboración de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación (PGRI) (en las ARPSIs seleccionadas en la EPRI).
1.4. MARCO NORMATIVO.
1.4.1. NORMATIVA EUROPEA.
- - Resolución del Consejo de 25 de junio de 1987 relativa al establecimiento de una cooperación en materia de Protección Civil.
- - Resolución del Consejo de 23 de noviembre de 1990 relativa a la cooperación en materia de Protección Civil.
- - Resolución del Consejo de 8 de julio de 1991 sobre la mejora de la asistencia recíproca entre Estados miembros en caso de catástrofes naturales o tecnológicas.
- - Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas.
- - Directiva 2007/60/CE del Parlamente Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2007 relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación.
1.4.2. NORMATIVA ESTATAL.
- - Ley Orgánica 4/1981, de 1 de junio, reguladora de los estados de alarma, excepción y sitio.
- - Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local.
- - Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad.
- - Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional.
- - Real Decreto 927/1988, de 28 de julio, por el que se aprueba el Reglamento de la Administración Pública del Agua y de la Planificación Hidrológica (RAPAPH), en desarrollo de los títulos II y III de la Ley de Aguas.
- - Real Decreto 407/1992 de 24 de abril, Norma básica de Protección Civil.
- - Resolución de 31 de enero de 1995, de la Secretaría de Estado de Interior, por la que se dispone la publicación del Acuerdo del Consejo de Ministros por el que se aprueba la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones.
- - Orden de 12 de marzo de 1996 por la que se aprueba el Reglamento Técnico sobre Seguridad de Presas y Embalses.
- - Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Aguas.
- - Real Decreto 300/2004, de 20 de febrero, Reglamento del Seguro de Riesgos Extraordinarios.
- - Real Decreto Legislativo 7/2004, de 29 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido del Estatuto Legal del Consorcio de Compensación de Seguros.
- - Ley 11/2005, de 22 de junio, por la que se modifica la Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional.
- - Real Decreto 307/2005, de 18 de marzo, por el que se regulan las subvenciones en atención a determinadas necesidades derivadas de situaciones de emergencia o de naturaleza catastrófica, y se establece el procedimiento para su concesión, modificado por real decreto 477/2007, de 13 de abril.
- - Real Decreto 125/2007, de 2 de febrero, por el que se fija el ámbito territorial de las demarcaciones hidrográficas.
- - Real Decreto 126/2007, de 2 de febrero, por el que se regulan la composición, funcionamiento y atribuciones de los comités de autoridades competentes de las demarcaciones hidrográficas con cuencas intercomunitarias.
- - Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia.
- - Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
- - Real Decreto 1545/2007, de 23 de noviembre, por el que se regula el Sistema Cartográfico Nacional.
- - Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, por el que se modifica parte del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, aprobado por el Real Decreto 849/1986, de 11 de abril.
- - Real Decreto 186/2008, de 8 de febrero, por el que se aprueba el Estatuto de la Agencia Estatal de Meteorología.
- - Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación.
- - Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de las infraestructuras críticas.
- - Real Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de protección de las infraestructuras críticas.
- - Real Decreto 1097/2011, de 22 de julio, por el que se aprueba el Protocolo de Intervención de la Unidad Militar de Emergencias.
- - Resolución de 2 de agosto de 2011, de la Subsecretaría, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 29 de julio de 2011, por el que se aprueba el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones.
- - Ley 2/2013, de 29 de mayo, de protección y uso sostenible del litoral y de modificación de la Ley 22/1988, de 28 de julio, de Costas.
- - Real Decreto 670/2013, de 6 de septiembre, por el que se modifica el Reglamento de Dominio Público Hidráulico en materia de registro de aguas y criterios de valoración de daños al DPH.
- - Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil.
- - Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional.
- - Plan Nacional de predicción y vigilancia de fenómenos meteorológicos adversos. PLAN METEOALERTA V6- 2015.
1.4.3. GUÍAS TÉCNICAS.
- - Guía Técnica para la clasificación de presas en función del riesgo potencial, de noviembre de 1996.
- - Guía Técnica para la elaboración de los planes de emergencias de presas, de mayo de 2001.
- - Guía Técnica para la elaboración de planes de emergencia en balsas (2012).
1.4.4. NORMATIVA DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS
- - Estatuto de Autonomía de Canarias, aprobado por Ley Orgánica 10/1982, de 10 de agosto, reformada por Ley Orgánica 4/1996, de 30 de diciembre.
- - Ley 4/1998, de 15 de mayo, de Voluntariado de Canarias.
- - Ley 12/1990, de 26 de julio, de Aguas.
- - Orden de 21 de diciembre de 1999, por la que se determina el marco de funcionamiento del Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (CECOES).
- - Resolución de 24 de julio de 2000, por la que se establece el procedimiento de prestación del servicio y de coordinación operativa de medios y recursos de este Centro Directivo en la atención de emergencias.
- - Orden de 11 de septiembre de 2000, por la que se determinan los números de Teléfono de Urgencia de Interés General dependientes de las Administraciones Públicas Canarias.
- - Decreto 119/2007, de 15 de mayo, por el que se crea y regula el Grupo de Emergencias y Salvamento (G.E.S.) de la Comunidad Autónoma de Canarias.
- - Ley 9/2007, de 13 de abril, del Sistema Canario de Seguridad y Emergencias y de modificación de la Ley 6/1997, de 4 de julio, de Coordinación de las Policías Locales de Canarias.
- - Decreto 22/2008, de 19 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de la Consejería de Presidencia, Justicia y Seguridad.
- - Decreto 18/2014, de 20 de marzo, por el que se aprueba el Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias de la Comunidad Autónoma de Canarias por Riesgos de Fenómenos Meteorológicos Adversos (PEFMA).
- - Decreto 67/2015, de 30 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de Autoprotección exigible a determinadas actividades, centros o establecimientos que puedan dar origen a situaciones de emergencia en la Comunidad Autónoma de Canarias.
- - Decreto 98/2015, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (PLATECA).
- - Decreto 137/2016, de 24 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento Orgánico de la Consejería de Política Territorial, Sostenibilidad y Seguridad.
1.5. MARCO COMPETENCIAL.
Se establece el siguiente marco competencial para definir y concretar las actuaciones de las diferentes administraciones, pública o privadas, para una mejor coordinación de las actuaciones a desarrollar en las distintas situaciones ocurridas por inundaciones.
1.5.1. COMPETENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN GENERAL DEL ESTADO.
En lo que más directamente atañe al presente Plan, a la Administración General del Estado, y más concretamente a la Agencia Estatal de Meteorología AEMET en el ejercicio de las funciones y competencias que legalmente tiene atribuidas, le corresponde la elaboración, suministro y difusión de las informaciones meteorológicas y predicciones de interés general para los/las ciudadanos-as, así como la emisión de avisos y predicciones de fenómenos meteorológicos que puedan afectar a la seguridad de las personas y a los bienes materiales.
En materia de emergencias, las competencias de la AGE son principalmente las establecidas en el Plan Estatal de Inundaciones.
1.5.2. COMPETENCIAS DEL GOBIERNO DE CANARIAS.
Al Gobierno de Canarias le corresponde la responsabilidad de redactar, implantar, mantener y aprobar los Planes de Protección Civil de su ámbito competencial, asumiendo las funciones que se contemplen en los mismos, de acuerdo con el vigente marco competencial.
Así mismo, y de manera específica se pueden concretar en las siguientes:
- ▪ Activar el PEINCA y poner en funcionamiento el Sistema Público de Emergencias de Canarias para actuar en las emergencias que pudieran producirse.
- ▪ Garantizar los mecanismos de coordinación y comunicación con los medios de comunicación social, para que se transmitan a la población los consejos de autoprotección y las medidas que deben adoptarse en caso de emergencia.
- ▪ En función de la información meteorológica e hidrológica facilitada por AEMET o por otros organismos oficiales, analizar los factores de peligrosidad y vulnerabilidad para la población y las infraestructuras y establecer las situaciones de riesgo del Plan.
- ▪ En función de las diferentes fuentes de emergencia que puedan causar inundaciones, y su ámbito de afectación deberán identificarse los Planes de emergencia a activar para una mejor coordinación de los diferentes servicios intervinientes.
- ▪ Integrar los Planes de emergencia locales en la estructura general de planificación de protección civil para garantizar una respuesta frente a la emergencia coordinada y eficaz.
1.5.3. COMPETENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN INSULAR Y MUNICIPAL.
Con el fin de garantizar una respuesta eficaz ante situaciones de emergencia, se consideran necesarias la realización de las siguientes actuaciones por parte de las Administraciones local (Cabildo Insular y Ayuntamiento):
- ▪ Realizar actividades de mantenimiento y, en su caso, las de implantación de sus respectivos Planes de Emergencias (PEIN y PEMUS).
- ▪ Proceder a la actualización y definición de funciones concretas por parte de la estructura organizativa en caso de que se active el Plan en el ámbito de este Plan.
- ▪ Establecer las acciones preventivas en materia de mantenimiento y limpieza de infraestructuras propias, cauces de barrancos, obras de paso, imbornales que pudieran ser significativos en caso de emergencia.
Todos los Cabildos Insulares y los Municipios identificados con riesgo Alto o Muy Alto en el Anexo V deberán disponer de un sistema de autoprotección específico en materia de inundaciones. Se establecerá la redacción y efectiva implantación del Plan de Emergencia Municipal o la redacción de un Procedimiento Específico de Emergencia por inundaciones que se integrará en el correspondiente Plan de Emergencia Municipal.
Los Municipios que dispongan de PEMU homologado y sean clasificados con riesgo Alto o Muy Alto de inundación deberán introducir un apartado específico dedicado a la atención de posibles emergencias derivadas de inundaciones que ocurran en su término municipal.
Dicho capítulo específico debe cumplir las siguientes funciones:
- ▪ Prever la estructura organizativa y los procedimientos para la intervención en emergencias por inundaciones que sucedan dentro de su municipio.
- ▪ Prever procedimientos de información y alerta a la población, poniendo especial atención a los elementos vulnerables situados en zonas de riesgo.
- ▪ Prever la organización necesaria para la puesta en práctica, en caso de inundación, de medidas orientadas a la disminución de la exposición de la población. Esto implica la dirección y coordinación de la evacuación o el alejamiento de la población de acuerdo con las indicaciones del-la Director-a del Plan.
- ▪ Catalogar los medios y recursos para la puesta en práctica de las actividades previstas.
Aquellos municipios que hasta el momento no cuenten con Planes de Emergencia Municipal (PEMU), y con el fin de contribuir a garantizar la protección de vidas y bienes de la población deberán:
- ▪ Estudiar y protocolizar el dispositivo necesario de intervención en situaciones de emergencia por inundaciones.
- ▪ Establecer la adecuada coordinación de todos los Servicios Públicos y Privados llamados a intervenir.
- ▪ Prever la coordinación necesaria con los niveles de planificación superior e inferior (si lo hubiese) y los colaterales.
- ▪ Promover las actividades de protección corporativa y ciudadana, tanto para las acciones de prevención como para la intervención ante emergencias.
- ▪ Identificar y analizar los riesgos y elementos vulnerables del territorio.
- ▪ Definir las medidas de prevención para evitar o reducir los riesgos detectados.
- ▪ Promover la información y concienciación de la población sobre los riesgos y las medidas de prevención y protección a adoptar.
1.5.4. OBLIGACIONES DE TITULARES DE INSTALACIONES HIDRÁULICAS DE RIESGOS.
Las presas o embalses clasificados en las categorías A y B según la normativa específica, deberán contar con el correspondiente Plan de Emergencia o Autoprotección elaborado e implantado de acuerdo con lo establecido en Norma Técnica de Seguridad vigente.
La elaboración e implantación del Plan de Emergencia, su mantenimiento y actualización será responsabilidad del titular de la instalación.
La aprobación del Plan de Emergencia le corresponde a la Administración competente en materia de seguridad de presas y embalses en el ámbito territorial donde se ubique la presa, previo informe del órgano competente en materia de Protección Civil del Gobierno de Canarias.
El Plan de Emergencia deberá tener en cuenta la organización de Protección Civil del ámbito territorial que pueda verse afectado por la onda de rotura. Contendrá como mínimo los siguientes aspectos:
- 1. Análisis de seguridad de la presa.
- 2. Zonificación territorial y análisis de los daños generados por la rotura.
- 3. Normas de actuación.
- 4. Organización.
- 5. Medios y recursos.
1.5.5. OBLIGACIONES DE INSTITUCIONES PÚBLICAS Y PRIVADAS PRESTATARIAS DE SERVICIOS ESENCIALES PARA LA POBLACIÓN.
Las instituciones y entidades que prestan servicios básicos esenciales, infraestructuras críticas y recursos clave para la población, especialmente: electricidad (generación y transporte), telefonía (fija y móvil), agua (almacenamiento y distribución), combustible (producción y distribución), alimentación, así como otras que se consideren estratégicas o resulten esenciales para la comunidad, para garantizar su estabilidad económica y social y la pronta recuperación en situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad, deberán elaborar de Planes de Continuidad de Servicios Básicos Esenciales.
Estos planes de continuidad de servicios esenciales tienen por finalidad prever medidas y procedimientos que permitan la continuidad, pronta recuperación y/o restauración de servicios básicos para la comunidad en situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad, asegurando la supervivencia de las funciones esenciales de la actividad durante y después de la emergencia.
Los planes de continuidad deberán constar de un análisis y evaluación de los riesgos y elementos vulnerables; de los impactos y áreas críticas para la continuidad del servicio y su recuperación; de las medidas para la recuperación de los procesos críticos y la definición de los medios corporativos, humanos y materiales necesarios para garantizar la prestación del servicio, los procedimientos de actuación de los recursos destinados a tal fin; gestión de stocks de materiales y repuestos de emergencia, las medidas precisas para la implementación, mantenimiento y actualización de los planes, así como su integración en el sistema público de protección civil con sistemas de comunicaciones directas con el CECOES 1-1-2.
El Plan de continuidad podrá integrarse en el Plan de Autoprotección establecido en la normativa vigente, y seguirá los trámites de aprobación y control que se establezcan por parte de la Comunidad Autónoma.
2. ÁMBITO GEOGRÁFICO.
Las Islas Canarias se encuentran en el margen centro-oriental del océano Atlántico. El archipiélago canario está situado frente a la costa noroeste de África, entre las coordenadas 27° 37' y 29° 25' de latitud norte y 13° 20' y 18° 10' de longitud oeste. La isla de Fuerteventura dista unos 95 km de la costa africana. Sin embargo, son aproximadamente 1.400 km los que separan a Canarias del continente europeo.
De origen volcánico, las islas emergen con gran pendiente desde las llanuras abisales, a
3.000 m de profundidad. Su formación es resultado de un proceso lento, que se lleva produciendo durante los últimos 20 millones de años y en la actualidad, en el que sucesivas erupciones volcánicas, que acumularon capas de lava hasta sobrepasar la superficie del mar, y el efecto de la erosión han conformado la actual orografía del archipiélago. Cada una de las islas se ha formado por procesos individuales, salvo en el caso de Lanzarote y Fuerteventura que conforman una unidad.
Todas las islas se dividen en varias cuencas hidrográficas o sectores hidrológicos insulares (SHI), son microcuencas (de superficie mucho menor que en los terrenos continentales, como norma general) que funcionan como vías de drenaje prioritarias, cuya función es evacuar el agua de escorrentía formada por la lluvia, que proviene de las partes altas de las islas con dirección hacia la costa. También dentro de una propia cuenca hidrográfica se pueden establecer subcuencas. A modo de ejemplo, sólo en la isla de Tenerife existen 319 barrancos, 5.346 cauces que totalizan en su conjunto una longitud de 5.617 km (PHI Tenerife, 1990).
En el Anexo II se hace una descripción más detallada de la información territorial de Canarias.
3. ANÁLISIS DE RIESGO.
El riesgo de inundaciones en Canarias, y su caracterización y zonificación, constituye un fenómeno de gran complejidad en el que inciden cuestiones hidrológicas, meteorológicas, territoriales, socioeconómicas y medioambientales.
Las Administraciones que tienen competencias en los cauces, es decir, los Consejos Insulares de Aguas, han elaborado estudios de inundación de de las Áreas de Riesgos Potencial Significativo de Inundación ARPSI´s.
Estos estudios permiten tener una visión del riesgo de inundaciones en Canarias, así como una caracterización de las zonas inundables. Con esta información es posible adecuar los mecanismos de prevención y la respuesta operativa de la planificación de emergencias.
Para facilitar la planificación y la adopción de medidas para hacer frente a la emergencia, se localiza y cuantifica dentro de Canarias los aspectos fundamentales para el análisis del riesgo, como son aspectos climáticos, hidrológicos, cuencas hidrográficas, sistemas de control, etc., información que se concentra en los Anexos II y III.
3.1. ANÁLISIS DE LAS ZONAS POTENCIALMENTE INUNDABLES.
El análisis de las zonas inundables tendrá por finalidad la identificación y clasificación de las áreas inundables del territorio, dicho análisis se ha hecho con arreglo a los siguientes criterios:
- 1 Zona de inundación frecuente: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno de 50 años.
- 2 Zona de inundación ocasional: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno entre 50 y 100 años.
- 3 Zonas de inundación excepcional: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno entre 100 y 500 años.
La zonificación territorial realizada a los efectos previstos en el presente Plan, se revisará teniendo en cuenta la delimitación de zonas que, al objeto de la aplicación del artículo 14 del Reglamento del Dominio Público Hidráulico, se derive del desarrollo del correspondientes Planes Hidrológicos Insulares, así como a lo establecido por el Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación y en el capítulo 2 del Plan Estatal.
Debido al potencial daño que las inundaciones pueden acarrear sobre las personas, edificaciones, infraestructuras y medio ambiente, la zonificación territorial se ha de completar con la catalogación de puntos conflictivos y la localización de las áreas potencialmente afectadas por fenómenos geológicos asociados a precipitaciones o avenidas.
Se consideran puntos conflictivos aquellos en los que, a consecuencia de las modificaciones ejercidas por el hombre en el medio natural o debido a la propia geomorfología del terreno, pueden producirse situaciones que agraven de forma sustancial los riesgos o los efectos de la inundación.
Se tendrán especialmente en cuenta los puntos de los cauces por los que, en caso de avenida, han de discurrir caudales desproporcionados a su capacidad, y aquellos tramos de las vías de comunicación que puedan verse afectados.
En cuanto a lo que fenómenos geológicos se refiere, se tendrá en cuenta al menos, los riesgos de generación de movimientos de ladera o aceleración de los movimientos ya existentes, con la identificación de las áreas afectadas.
3.2. ANÁLISIS DE RIESGO POR INUNDACIONES.
El análisis de riesgo por inundaciones tiene por objetivo la clasificación de las zonas inundables en función del riesgo y la estimación, en la medida de lo posible, de las afecciones y daños que puedan producirse por la ocurrencia de las inundaciones, en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias.
A los efectos del presente Plan Especial, la identificación y el posterior análisis del riesgo por inundación se ha efectuado conforme establece el Real Decreto 903/2010, de 9 de julio, de evaluación y gestión de riesgos de inundación que traspone la Directiva europea de Inundaciones (2007/60/CE), así mismo para la evaluación y delimitación de las zonas inundables se ha utilizado el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables.
El esquema metodológico seguido en la evaluación de riesgos de protección civil por inundaciones parte de la definición clásica de riesgos, que de forma técnica define el riesgo como el daño o pérdida esperable a consecuencia de la acción de un peligro sobre un bien a preservar, sea la vida humana, los bienes económicos o el entorno natural. A partir de esta definición se desprende que el riesgo se puede y debe evaluar y, además, que se puede hacer de forma cuantitativa, a partir de la evaluación de sus componentes. Esta evaluación parte de la fórmula general del riesgo (Varnes, 1984), adoptada por la UNDRO (United Nations Disaster Relief Organization):
R=Pi*Ei*Vi
Donde: R es el riesgo, P la peligrosidad, E la exposición y V la vulnerabilidad.
En base a lo anterior se ha considerado para el análisis de riesgo además de la población potencialmente afectada, todos aquellos elementos vulnerables situados en zonas de peligro que, de resultar alcanzados por inundación o por los efectos de fenómenos geológicos asociados, pueda producir víctimas, interrumpir un servicio imprescindible para la comunidad o dificultar gravemente las actuaciones de emergencia.
En la estimación de la vulnerabilidad de estos elementos se ha tenido en cuenta, sus características, las zonas de peligro en que se encuentran ubicados así como la magnitud hidráulica que define el comportamiento de la avenida, esto es calado de las aguas, velocidad, caudal sólido asociado y duración de la inundación.
En el Anexo Cartográfico están representados los mapas de riesgo por inundaciones, la peligrosidad, así como la identificación de los elementos vulnerables, según establece el RD 903/2010.
3.3. ANÁLISIS DE PELIGROSIDAD Y RIESGOS POR INUNDACIONES FLUVIALES.
El ámbito territorial de Canarias se ha analizado la peligrosidad y riesgos de los 34 ARPSIs de origen fluvial en las Islas Canarias para los periodos de retorno T=50 años, T=100 años y T=500 años.
3.3.1. MAPAS DE PELIGROSIDAD.
Los mapas de peligrosidad por inundación constituyen la base de partida para el análisis del riesgo y una herramienta esencial en la gestión diaria de las zonas inundables.
3.3.1.1. Modelo del terreno.
A partir del modelo se delimitan las cuencas de aportación, básica para los trabajos hidrológicos. Igualmente, una vez obtenidos los caudales de cálculo se simula su flujo sobre el modelo obteniendo los parámetros hidráulicos característicos (calados, velocidades etc) y definiendo el área inundable asociada al periodo de retorno correspondiente.
Se han utilizado los datos LIDAR (2010-2011) facilitada por GRAFCAN con una densidad media planificada de 1,20 puntos por metro cuadrado y de 0,8 puntos por metro cuadrado en el nadir.
3.3.1.2. Cálculos hidrológicos.
El objetivo de estos cálculos es determinar el caudal de escorrentía de cálculo asociado al periodo de retorno considerado. Estos caudales serán datos de entrada en la modelización hidráulica y dependen del tamaño y naturaleza de la cuenca portante.
Para cuencas «pequeñas» son apropiados los métodos hidrometeorológicos, basados en la aplicación de una intensidad media de precipitación a la superficie de la cuenca, a través de una estimación de su escorrentía. Ello equivale a admitir que la única componente de su precipitación que interviene en la generación de caudales máximos es la que escurre superficialmente.
En las cuencas «grandes» estos métodos pierden precisión y, por tanto, la estimación de los caudales es menos ajustada. La frontera entre cuencas «grandes» y «pequeñas» corresponde a un tiempo de concentración igual a seis horas.
Se adopta como método de cálculo el método hidrometeorológico comúnmente conocido como método racional.
3.3.1.3. Cálculos hidráulicos.
Obtenidos los caudales de escorrentía de cálculo, se introducen en el modelo de terreno. Se obtienen los parámetros característicos de comportamiento hidráulico (calados, velocidades, etc). En esta fase de cálculo se obtiene el contorno o zona inundable asociada al periodo de retorno de cálculo.
El estudio se ha realizado utilizando el modelo IBER 2.3.1 Iber es un modelo matemático bidimensional para la simulación del flujo en lámina libre y procesos de transporte en ríos y estuarios, desarrollado en colaboración por el Grupo de Ingeniería del Agua y del Medio Ambiente, GEAMA (Universidad de A Coruña, UDC) y el Instituto FLUMEN (Universitat Politécnica de Catalunya, UPC, y Centro Internacional de Métodos Numéricos en Ingeniería, CIMNE), en el marco de un Convenio de Colaboración suscrito entre el CEDEX y la Dirección General del Agua.
3.3.2. MAPAS DE RIESGO POR INUNDACIÓN FLUVIAL.
El principal objetivo de los mapas de riesgo es aportar la información sobre los daños asociados a las inundaciones, tanto en lo concerniente a la salud humana como en lo relativo al medio ambiente y a la actividad económica. Adicionalmente, deben responder a las cuestiones siguientes:
- • Según la Consideración Inicial nº12 de la Directiva Europea de Inundaciones, los mapas de riesgo deben proporcionar una base sólida para el establecimiento de prioridades y la toma de decisiones adicionales de índole técnica, económica y política relativas a la gestión del riesgo. En consecuencia deben constituir una herramienta eficaz para valorar y priorizar medidas dentro de un ARPSI, así como para realizar una comparativa entre diferentes ARPSIs.
- • Según la Consideración Inicial nº7 de la Directiva Europea de Inundaciones, estos mapas deben servir a las autoridades de Protección Civil como punto de partida para un desempeño más eficiente de su actividad, ya que ésta puede proporcionar una respuesta adecuada a las poblaciones afectadas, mejorar la preparación y aumentar la capacidad de recuperación y adaptación.
- • El Artículo nº7 de la Directiva Europea de Inundaciones establece que la adecuada gestión del riesgo de inundación debe efectuarse teniendo en cuenta los costes incurridos en su reducción y los beneficios esperados. En este sentido, los costes de inversión necesarios para mitigar el riesgo de inundación deben ser comparados con los beneficios asociados para establecer su idoneidad.
3.3.2.1. Estimación de la población afectada.
Para la obtención del número indicativo de habitantes afectados, se ha partido de las áreas inundadas obtenidas conforme a lo expuesto, generando las correspondientes capas de información en formato compatible con un sistema de información geográfica.
Por otro lado, se ha utilizado la información de densidad poblacional proporcionada por la INE (Instituto Nacional de Estadística de España) y los datos demográficos facilitados por el ISTAC (Instituto Canario de Estadística).
Por intersección de las capas de información geográfica correspondientes a las áreas inundadas y a las densidades de población, se ha obtenido el número indicativo de habitantes contenido en cada una de las áreas inundadas.
3.3.2.2. Puntos de especial importancia.
Se refleja en los Mapas de Peligrosidad los Puntos de Especial Importancia al objeto de poder determinar su posible afección.
3.3.2.3. Actividades económicas afectadas.
Si bien la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones (BOE 14 de febrero de 1.995) no exige expresamente su cuantificación, cabe señalar como referencia la valoración contenida en los Mapas de Peligrosidad y Riesgo elaborados por las Demarcaciones Hidrográficas Insulares.
En el Anexo Cartográfico se incluye información sobre cada uno de los ARPSIS fluviales analizados para los periodos de retorno de 50, 100 y 500 años.
3.4. ANÁLISIS DE PELIGROSIDAD Y RIESGOS POR INUNDACIONES COSTERAS.
Para el análisis de la peligrosidad y riesgos por inundaciones costeras realizado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente MAGRAMA se seleccionaron como Áreas con Riesgo Potencial significativo de Inundación (ARPSIs) los tramos de costa con una significativa concentración en sus proximidades de zonas con vulnerabilidad Alta.
La metodología aplicada es la desarrollada para realizar mapas de inundación en el documento «PROPUESTA DE MÍNIMOS PARA LA METODOLOGÍA DE REALIZACIÓN DE
LOS MAPAS DE RIESGO DE INUNDACIÓN» que sigue los pasos de la Directiva 2007/60/CE, la cual requiere concretar los cursos de agua y líneas de costa con riesgo de avenidas y su extensión, así como las áreas afectadas por la misma.
En el Anexo Cartográfico se incluye información sobre cada uno de los ARPSIS costeros analizados.
3.5. RIESGOS ASOCIADOS A PRESAS Y BALSAS.
3.5.1. CATEGORÍAS DE CLASIFICACIÓN.
Las presas y balsas se clasifican, en función de los daños potenciales que pudieren derivarse de su hipotética rotura, o de su funcionamiento incorrecto, en alguna de las siguientes categorías:
- • «Categoría A»: Presas, o balsas, cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede afectar gravemente a núcleos urbanos o a servicios esenciales, así como producir daños materiales o medioambientales muy importantes.
- • «Categoría B»: Presas, o balsas, cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede ocasionar daños materiales o medioambientales importantes o afectar a un reducido número de viviendas.
- • «Categoría C»: Presas, o balsas, cuya rotura o funcionamiento incorrecto puede producir daños materiales de moderada importancia y sólo incidentalmente pérdida de vidas humanas. En todo caso, a esta última categoría pertenecerán todas las presas y balsas no incluidas en las categorías A o B.
3.5.2. CRITERIOS BÁSICOS PARA LA CLASIFICACIÓN.
Con el fin de clasificar la presa, o la balsa, en función del riesgo, se realizará una evaluación de los daños potenciales a terceros que causaría su hipotética rotura.
El criterio básico para la determinación de la categoría de clasificación será la identificación de daños en función de las afecciones a:
- • Los núcleos urbanos, o el número de viviendas aisladas habitadas afectadas.
- • Los servicios esenciales indispensables para el desarrollo de las actividades normales del conjunto de la población.
- • Las industrias, propiedades, infraestructuras y cultivos.
- • Los aspectos medioambientales, histórico-artísticos y culturales.
La gravedad de la afección se evaluará en función de los parámetros hidráulicos de la propagación de la onda de avenida originada, básicamente velocidad y calado.
a) Núcleos urbanos.
Para la evaluación del riesgo potencial para vidas humanas se han seguidos los criterios establecidos contenidos en la Guía Técnica de Clasificación de Presas en función del Riesgo Potencial elaborada por el Ministerio de Medio Ambiente en noviembre de 1996.
En la guía se establece que como afección grave a un núcleo urbano aquella que afecte a más de cinco (5) viviendas habitadas y represente riesgo para las vidas de los habitantes, en función del calado y la velocidad de la onda. Se considerará número reducido de viviendas el comprendido entre uno (1) y cinco (5) viviendas habitadas. El resto de zonas tendrán la clasificación de incidental cuando se establezca presencia ocasional y no previsible, en el tiempo, de la misma persona en la llanura de inundación.
No podrá admitirse la clasificación como incidental de las potenciales pérdidas de vidas humanas asociadas a la afección a residencias establecidas permanentes, áreas de acampada estables, zonas en que habitualmente se produzcan aglomeraciones de personas por cualquier tipo de motivo, etc.
En resumen:
- • Afectación grave: > 5 viviendas.
- • Reducida: 1-5 viviendas.
- • Incidental: 0 viviendas sin residencias estables.
Para Canarias y a los efectos exclusivos de Protección Civil se ha tomado como elemento para evaluar el riesgo, el número de viviendas que se encuentran aguas abajo de la presa/balsa y que se pueden ver afectadas en distintos grados en caso de una rotura o una brecha de la presa.
Además se ha tomado para garantizar que en las zonas inundables por rotura de presa/balsa estén identificadas las instalaciones que pueden tener residencias estables, para ello se ha cruzado y cuantificado la capa específica de elementos vulnerables sociales (camping, albergues, zonas recreativas y hoteles rurales) con la capa de zonas inundables.
b) Servicios esenciales.
Se entiende como servicios esenciales aquellos que son indispensables para el desarrollo de las actividades humanas y económicas normales del conjunto de la población.
Se considerará servicio esencial aquel del que dependan, al menos, del orden de 10.00 habitantes.
En cuanto a la tipología de los servicios esenciales, estos incluyen, al menos, las siguientes:
- • Abastecimiento y saneamiento.
- • Suministro de energía.
- • Sistema sanitario.
- • Sistema de comunicaciones.
- • Sistema de transporte.
Se considerará como afección grave aquella que no puede ser reparada de forma inmediata, impidiendo permanentemente y sin alternativa el servicio, como consecuencia de los potenciales daños derivados del calado y la velocidad de la onda.
Para la clasificación de los servicios esenciales se han tomado la información de la base de datos y elementos vulnerables de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, así como los datos de GRAFCAN y los proporcionados por el Gobierno de Canarias en la Encuesta de Infraestructura y Equipamientos Locales de Canarias, suministrada por las Entidades Locales de Canarias en el proyecto Unifica.
Para los abastecimientos de agua y saneamiento se ha cuantificado las instalaciones de agua, depósitos, captaciones, depuradoras.
Para los servicios sanitarios han sido identificados los elementos vulnerables tales como hospitales, centros de salud, clínicas, etc. y se han asignado y cuantificado en cada zona de inundables.
Las infraestructuras de comunicaciones han sido evaluadas tomando una zona de 100 mts alrededor de cada zona inundable de las presas y balsas entendiendo que en estos 100 mts más puede haber efectos de arrastre de vehículos por velocidad de la lámina de agua en caso de rotura.
Para la clasificación de los tramos de carreteras en buffer se ha llegado al siguiente consenso:
c) Daños materiales.
Se entiende como daños materiales aquellos, soportados por terceros, cuantificables directamente en términos económicos, sean directos (destrucción de elementos) o indirectos (reducción de la producción, por ejemplo). No se incluyen aquí, por tanto, el riesgo para vidas humanas, el fallo de servicios esenciales o los daños medioambientales.
Los daños materiales se evaluarán en función de las siguientes categorías:
- • Daños a industrias y polígonos industriales.
- • Daños a las propiedades rústicas.
- • Daños a cultivos.
- • Daños a las infraestructuras.
La evaluación de los daños materiales potenciales a efectos de clasificación estará en la práctica, en la mayor parte de las ocasiones, asociada a los restantes aspectos. Solamente en casos muy concretos y dudosos puede tener cierta relevancia para la clasificación.
En la Guía Técnica se establece un cuadro orientativo clasificación de daños materiales.
Para la clasificación de la afectación en función de los posibles daños materiales se ha optado por utilizar la capa del SIOSE (Sistema de Información sobre Ocupación del Suelo de España), cuyo objetivo es integrar la información de las Bases de Datos de coberturas y usos del suelo de las Comunidades Autónomas.
Para la valoración de los daños materiales se han tenido en cuenta la tipología de coberturas que pudieran ser dañadas en caso de rotura de balsa, clasificándolo en daños Moderados, Importantes y Muy Importantes.
d) Daños medioambientales.
Se incluyen en este apartado las afecciones negativas tanto sobre los parámetros puramente medioambientales como sobre las referencias histórico-artísticas y culturales.
Se considerarán como elementos susceptibles de sufrir daño medioambiental únicamente aquellos elementos o territorios que gocen de alguna figura legal de protección (bien de interés cultural, parque nacional, parque natural, etc.).
Únicamente se considerarán como daños medioambientales aquellos que sean sensiblemente distintos de los asociados al régimen hidráulico natural, estableciendo como daños muy importantes aquellos que tengan la consideración de irreversibles y críticos, mientras que se considerarán importantes aquellos severos que tengan asimismo el carácter de irreversibles.
Los daños ambientales se han clasificado como Moderados, Importantes y Muy Importantes, estableciendo estos últimos los que tengan la consideración de irreversibles o críticos.
En primer lugar se ha cuantificado el número de elementos vulnerables naturales, entendiendo como tal los siguientes: Bienes Histórico Artísticos y Miradores. Además de ha ponderado la superficie de zona inundable de cada presa/balsa que se encuentra en Espacio Natural Protegido (ENP), Zona Especial de Conservación (ZEC) o Zona Especial de Protección para Aves (ZEPA). Se ha establecido un valor máximo unitario en el caso de la que toda la zona inundable se encuentre dentro de una zona protegida.
3.5.3. ASIGNACIÓN DE CLASIFICACIONES.
El elemento esencial para la clasificación es el relativo a la población y a las vidas humanas con riesgo potencial de afección por la hipotética rotura de la presa. Para ello, la Directriz define esta población con riesgo de una forma cualitativa según la afección potencial sea de tipo grave a núcleos urbanos (categoría A), afecte a un número reducido de viviendas (categoría B) o pudiera afectar solo incidentalmente a vidas humanas (categoría C). Como consecuencia debe partirse de que el elemento primordial en la clasificación es la afección potencial a las vidas humanas, por lo que este es el primer aspecto que debe ser considerado en el proceso.
- • Categoría C: Puede producir solo incidentalmente pérdida de vidas humanas. No puede afectar a vivienda alguna y solo de manera no grave a algún servicio esencial. Los daños medioambientales que puede producir deben ser poco importantes o moderados. Únicamente puede producir daños económicos moderados.
- • Categoría B: Puede afectar a un número de viviendas inferior al que se considere mínimo para constituir una afección grave a un núcleo urbano o a un número de vidas equivalente, o producir daños económicos o medioambientales importantes. Puede afectar solo de manera no grave a alguno de los servicios esenciales de la comunidad.
- • Categoría A: Supera la categoría anterior, pudiendo afectar gravemente, al menos, a un núcleo urbano o número de viviendas equivalente, con lo que pudiera poner en situación de riesgo a un número de vidas humanas semejante al que ocupa el número de viviendas considerado como límite máximo para la categoría B, o afectar gravemente a alguno de los servicios esenciales de la comunidad o producir daños económicos o medioambientales muy importantes.
En el Anexo IV se hace una descripción de la categorización de las presas y balsas en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias.
3.6. RECOPILACIÓN DE INUNDACIONES HISTÓRICAS.
En el Anexo XI se incluye una recopilación de inundaciones históricas que han sido identificadas para dar una perspectiva más detallada de la problemática de las inundaciones en las diferentes islas de la Comunidad Autónoma de Canarias, con sus diferentes cauces.
Las fuentes consultadas para su elaboración han sido los registros de la AEMET, del CECOES 1-1-2, PEIN de Lanzarote, Consejo Insular de Aguas de La Palma y de diferentes recortes de prensa.
3.7. RIESGOS ASOCIADOS A FENÓMENOS METEOROLÓGICOS ADVERSOS QUE PUEDEN GENERAR INUNDACIONES.
Éstas suelen ser las consecuencias más generales de la materialización de las lluvias y tormentas y los fenómenos costeros en el Archipiélago Canario:
4 SISTEMA DE PREVISIÓN DEL PELIGRO DE INUNDACIONES.
La incidencia de las inundaciones en Canarias depende de múltiples factores. Uno de los principales es el geográfico; al tratarse de islas, la incidencia de las masas nubosas que generan precipitaciones intensas, varía considerablemente de unas a otras y, en el caso de otras variables como las temperaturas extremas o el viento, se van a ver condicionadas por factores como la altitud o la disposición de los relieves que canalizan los flujos de aire.
En todo el Estado la superación del umbral correspondiente está referida a su ocurrencia a nivel provincial o a nivel de zona provincial, no en accidentes geográficos muy singulares. Las especiales condiciones de las Islas hacen que puedan producirse situaciones locales determinadas que no tienen correlación con la información emitida en los avisos de AEMET y, en consecuencia, la declaración de situaciones.
Con el fin de minimizar los daños producidos por inundaciones, es necesario establecer sistemas de alerta hidrometeorológica que permitan la toma anticipada de las decisiones necesarias a las autoridades autonómicas competentes en materia de protección civil. Para ello habrá que contar con los sistemas de información hidrológica de los Consejos Insulares de Aguas de Canarias y con los sistemas de predicción meteorológica de la Agencia Estatal de Meteorología y con otros sistemas de predicción meteorológica adicionales (que las autoridades competentes en protección civil puedan recabar) que permitirán minimizar los posibles daños.
El sistema de Información y Seguimiento hidrometeorológico tendrá por finalidad establecer los procedimientos para dar a conocer los datos más relevantes acerca de los fenómenos hidrológicos y/o meteorológicos que hayan podido o puedan tener alguna incidencia sobre la población y/o bienes en las Islas Canarias. Se tendrán en cuenta las previsiones sobre la posible evolución del fenómeno meteorológico y del sistema hidráulico con la menor incertidumbre posible. La información proporcionada será lo más completa y fiable posible, obtenida en tiempo cuasi-real, y de rápida difusión, con objeto de servir de base para poder activar el PEINCA.
Para la puesta en disposición preventiva de los servicios y recursos que deban intervenir en las emergencias por inundaciones y para posibilitar el que la población adopte las oportunas medidas de autoprotección se definirán sistemas de previsión y alerta, fundamentados en informaciones meteorológicas e hidrológicas.
4.1 PREDICCIÓN Y VIGILANCIA METEOROLÓGICA. ALERTA METEOROLÓGICA.
El objeto de la predicción meteorológica, a los efectos del presente Plan, será el proporcionar información, con anticipación suficiente, sobre la posibilidad de fenómenos meteorológicos adversos que puedan dar lugar a inundaciones, para que de acuerdo con los criterios que se especifiquen, se adopten las medidas preventivas a que haya lugar para la protección de personas y bienes, y el aviso a la población de las áreas potencialmente afectadas.
La Agencia Estatal de Meteorología, es el órgano de la administración General del Estado encargado del desarrollo, implantación y prestación de los servicios meteorológicos.
En este sentido, METEOALERTA, el Plan de Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos, establece los fenómenos meteorológicos que se consideran como adversos y las cantidades o las intensidades de sus variables meteorológicas asociadas que son inusuales desde el punto de vista climatológico y que pueden ser lo suficientemente adversas como para que puedan afectar seriamente a la población.
Los fenómenos meteorológicos adversos que contempla METEOALERTA que puedan dar lugar a inundaciones en la Comunidad Autónoma de Canarias son:
El principal factor a considerar para las inundaciones sería el de lluvias, aunque los otros factores pueden adquirir importancia si acompañan a las mencionadas lluvias, pudiendo haber otros no mencionados, como los relativos a la persistencia de las precipitaciones acumuladas en varios días. AEMET actualiza los umbrales conforme al citado Plan.
Por otro lado se considerarán lo siguientes aspectos:
- • Se establecerán los umbrales, los procedimientos de comunicación y el tiempo de antelación de los avisos por precipitaciones de elevada intensidad con el fin de que puedan ser adoptadas las medidas precisas que minimicen los daños.
- • Se establecerá un seguimiento especial de los fenómenos que puedan dar lugar a tormentas fuertes o muy fuertes y los consiguientes procedimientos de aviso.
La Comunidad Autónoma de Canarias, tomará como referencia para las actuaciones previstas en el ámbito de este Plan, la información meteorológica suministrada por AEMET en aplicación del Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos (METEOALERTA) en vigor, y la información meteorológica adicional que las autoridades competentes de protección civil puedan recabar de otras fuentes.
4.2 PREVISIÓN E INFORMACIÓN HIDROLÓGICA. ALERTA HIDROLÓGICA.
El objeto de las previsiones hidrológicas será el proporcionar, ante la concurrencia de fenómenos capaces de generar avenidas, la información necesaria sobre la situación hidrológica de la zona que pueda generar dicha avenida y que por lo tanto pueda verse amenazada por la misma, así como la evolución de dicha situación hidrológica, con objeto de que puedan adoptarse medidas adecuadas de protección de personas y bienes, y alertar con la mayor prontitud posible, a la población que pueda resultar afectada.
Los Consejos Insulares de Aguas, facilitarán al órgano competente en materia de protección civil y atención de emergencias del Gobierno de Canarias toda la información relativa al estado de las redes fluviales y las precipitaciones sobre estas, en particular las situaciones previsibles de desbordamiento de cauces. Mientras no se definan en los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, los sistemas y medios disponibles en las diferentes cuencas para la obtención de información en tiempo real, se considerarán, a los efectos de este plan, los siguientes criterios:
- 1 Cada Consejo Insular elaborará un protocolo de Alerta Hidrológica, en el que definirán una red de seguimiento de avenidas, seleccionando los puntos de control que considere más significativos a efectos de la previsión y seguimiento de avenidas en el ámbito de protección civil. En consecuencia los protocolos de comunicación de Alerta Hidrológica incluirán:
- • Ubicación de las estaciones de medida sobre cartografía oficial.
- • Tablas asociadas a los puntos de control (coordenadas, descripción, variables medidas y al menos tres umbrales para cada variable, etc.)
- • Desembalses extraordinarios.
- • Procedimientos de comunicación para el acceso a los datos en tiempo real.
- • Precipitaciones registradas en los puntos de control.
- • Secuencia de niveles en puntos de control y embalses.
- • Previsión de la secuencia anterior en función de las previsiones meteorológicas.
- • Previsión de zonas inundables.
- 2 En la elaboración de los Protocolos de Alerta Hidrológica se tendrán en cuenta las variables y criterios técnicos recogidos en el Anexo VI del presente Plan.
Estos protocolos de Alerta Hidrológica serán aprobados por el órgano competente en materia de aguas del Gobierno de Canarias, previo informe vinculante y preceptivo de la Comisión Autonómica de Protección Civil.
4.3 SISTEMAS DE AVISOS DEL ESTADO DE PRESAS Y BALSAS.
Los Planes de Emergencia de Presas y Balsas deben prever y desarrollar los mecanismos de control y de aviso ante las posibles situaciones de emergencia, en una doble vertiente:
- • Establecer las comunicaciones con el CECOES 1-1-2, logrando una adecuada fluidez y rapidez en la información.
- • Asegurar la comunicación rápida a la población existente en la zona inundable mediante señalizaciones acústicas u otros sistemas de aviso alternativo.
Desde el momento en que las circunstancias existentes en una presa o embalse, requieran de la aplicación medidas correctoras (escenario 1), la dirección del Plan de Emergencia de Presa activará el mismo y se asegurará de que se comunique tanto a los órganos de dirección del PEINCA y del PEIN, como a la Delegación de Gobierno, sobre la evolución de la situación, así como de la valoración del peligro y medidas adoptadas para el control del riesgo. Dicha comunicación se mantendrá hasta el final de la emergencia.
En caso de que la emergencia evolucionara hacia un escenario 2, la dirección del Plan de emergencia de Presa se asegurará de que se comunique a los mismos órganos y autoridades que en el escenario 1. Hasta el final de la emergencia, la dirección del Plan de Emergencia de Presa se asegurará de que se mantengan permanentemente informados a los órganos anteriormente citados, sobre la evolución de los acontecimientos y medidas adoptadas.
El órgano competente en materia de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias alertará, mediante la comunicación de las informaciones recibidas, a los órganos competentes en materia de protección civil de los municipios potencialmente afectados y al correspondiente Cabildo Insular. Existirá un contacto permanente con el Consejo Insular de Aguas correspondiente así como con el órgano competente en materia de aguas del Gobierno de Canarias al objeto de facilitar el intercambio de información y de que se proporciones el asesoramiento técnico que resulte necesario.
4.4 SEGUIMIENTO HIDROMETEOROLÓGICO.
La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, con el apoyo técnico de la Agencia Estatal de Meteorología y de los Consejos Insulares de Aguas, así como de otros entes que se considere oportunos por parte de la dirección del Plan, ante la detección de cualquier indicio que haga suponer el inicio de una inundación, independientemente de la tipología de ésta, procederá al seguimiento, cruce y posterior análisis de los siguientes aspectos:
- a) Información y predicción meteorológica.
- b) Situación de llenado de los embalses y presas.
- c) Seguimiento hidrológico de las diferentes estaciones de aforo.
- d) Humedad del suelo.
- e) Desarrollo de la vegetación y zonas afectadas por incendios forestales.
- f) Análisis histórico de las diferentes inundaciones ocurridas en las áreas con situación más desfavorable.
- g) Análisis de la carga sólida potencialmente transportable por las corrientes.
- h) Análisis de los fenómenos asociados a la inundación potencialmente dañinos (movimientos de tierra, etc.).
5. ESTRUCTURA, ORGANIZACIÓN Y FUNCIONES.
En este capítulo se abordará el organigrama operativo del Plan, regulando las funciones y orden jerárquico de los distintos órganos que intervienen en las distintas situaciones de la emergencia. Dicha estructura se basa en la creación de cuatro órganos con diferentes funciones a desarrollar, pero totalmente coordinados entre sí para conseguir el mayor de operatividad de este Plan y una respuesta eficaz a la población en caso de emergencia.
Estos órganos básicos son Dirección, Apoyo, Coordinación y Ejecutivo, que guardan relación con la estructura general establecida en el Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias (PLATECA), para garantizar la complementariedad, subsidiariedad e integrabilidad entre los distintos niveles de actuación.
Ello supone identificar a las personas que deben desempeñar en cada momento las funciones de los distintos órganos que conforman la estructura orgánica de este Plan de Emergencias para desempeñar la coordinación o planificación de las acciones de carácter preventivo que se determinen en este Plan, así como hacer frente a las situaciones de emergencia que se puedan generar en el ámbito de aplicación de este documento en términos genéricos se denominarán Organismos y Entidades del plan.
5.1. ÓRGANOS DE DIRECCIÓN.
5.1.1. DIRECTOR-A DEL PLAN.
La dirección del PEINCA se asigna al Consejero competente en materia de Protección Civil y Atención de Emergencias del Gobierno de Canarias, pudiendo delegar estas funciones en la Situación de Alerta/Alerta Máxima, o ser sustituido en caso de ausencia, por el/la Director-a General de Seguridad y Emergencias.
Las funciones del/la Director-a del Plan serán:
- • Declarar la activación/desactivación formal del PEINCA, según las características y las condiciones existentes.
- • Activar la estructura organizativa del PEINCA.
- • Dirigir la emergencia, coordinando la actividad de las distintas Administraciones y estableciendo las medidas a adoptar en cada una de las situaciones existentes.
- • Determinar la información a la población afectada, así como su forma de difusión y la información oficial a suministrar a los medios de comunicación social y a las distintas administraciones.
- • Velar por la asistencia y atención a los damnificados, protección a la población, al medio ambiente, a los bienes y al personal adscrito al Plan.
- • Solicitar los medios y recursos de titularidad municipal, insular o nacional, de titularidad pública o privada, asignados o no asignados al Plan.
- • Informar a la Delegación de Gobierno ante la posibilidad de declarar emergencia de Nivel Nacional.
- • Declarado el Nivel Nacional realizará el traspaso de funciones y responsabilidades a la autoridad designada por el Ministro del Interior.
5.1.2. DIRECTOR-A TÉCNICO-A.
Es el/la técnico-a competente con experiencia en emergencias, designado por el/la Director/a del Plan que tiene la responsabilidad de la adopción de las medidas necesarias para la protección de las personas ajenas a los servicios de intervención y/ o los bienes culturales, económicos, infraestructuras o servicios públicos que requieran del despliegue de un dispositivo específico de protección civil.
Estará bajo las órdenes directas del/la Director/a del PEINCA y, salvo que éste lo considere de manera diferente, será el/la Jefe-a de Servicio de Protección Civil y Atención de Emergencias o, en caso de ausencia, el/la Técnico-a de Guardia designado por la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
El/La Director-a Técnico-a será el responsable del Puesto de Mando Avanzado. El PMA es el lugar de decisión técnica y de establecimiento de las tácticas operativas de rescate o auxilio de la población.
En el caso de que existan varios siniestros o eventos que requieran de la constitución de varios Puestos de Mando Avanzado, el/la Director-a del PEINCA podrá nombrar en cada uno de ellos a un-a Técnico-a de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, o a un responsable del Grupo de Acción, cuyas funciones profesionales estén más acordes al tipo de emergencia.
En el caso de no poderse constituir un Puesto de Mando Avanzado en las proximidades de la zona afectada por la emergencia en cuestión, se podrá optar por su constitución en la sede del correspondiente CECOPAL o CEPOPIN.
Las funciones del/la Director-a Técnico-a serán las siguientes:
- • Coordinación general de la emergencia, entendiendo que la emergencia en Nivel Autonómico llega aparejada toma de decisiones en ámbito de la gestión global de la emergencia.
- • De acuerdo con la información que aporte cada uno de los/las jefes-as de los grupos de acción y otras fuentes de información sobre la situación actual y evolución previsible de la emergencia, proponer al/la Director/a del Plan la necesidad de adoptar medidas de protección para las personas ajenas a la intervención y en su caso evacuarlas hacia lugares seguros.
- • Proponer al/la Director/a del Plan, la necesidad de adoptar medidas de protección de los bienes culturales, económicos, infraestructuras o servicios públicos esenciales.
- • Proponer al/la Director/a del Plan, para su nombramiento, a los responsables de Logística, Sanidad y Seguridad.
- • Proponer al/la Director/a del Plan la movilización de medios externos, así como su integración en los grupos de acción definidos.
- • Realizar, en colaboración con el Grupo de Apoyo técnico, una valoración continuada de la situación en la que se encuentra la emergencia (zonas afectadas, potencial previsto, afectación a la población, daños medioambientales, población evacuada, medidas de asistencia sanitaria establecidas, etc.), de acuerdo con la información facilitada por los diferentes centros de coordinación.
- • Requerir la gestión a través del CECOES 1-1-2, a las empresas de suministro eléctrico y otros servicios esenciales, las interrupciones del servicio u otras actuaciones necesarias.
- • Mantener informado al/la Director-a del Plan de la evolución de las tareas que tiene encomendadas.
- • Asesorar al/la Director/a del Plan, sobre la conveniencia de decretar el fin de la situación de emergencia, con la correspondiente desactivación del Plan.
5.2. ÓRGANOS DE APOYO.
5.2.1. COMITÉ ASESOR.
El Comité Asesor es el órgano de apoyo y asesoramiento a la Dirección del PEINCA y se constituirá con la presencia total o parcial de sus miembros, a requerimiento del/la Director/a, en función de la situación y de las circunstancias de la emergencia. Con carácter general el Comité Asesor estará compuesto por:
- • Director-a General competente en materia de Seguridad y Emergencias.
- • Director-a General competente en materia de Industria y Energía.
- • Director-a General competente en materia de Centros e Infraestructura educativa.
- • Director-a del CECOES 1-1-2.
- • Delegado-a del Gobierno o persona a quien designe.
- • Presidentes-as o personas a quien designen de los Cabildos Insulares afectados por la emergencia. Podrán estar ubicados en el CECOPIN dirigiendo la gestión de los recursos insulares según establece el PEIN en comunicación permanente con el Director/a del Plan a través del CECOES 1-1-2.
- • Alcaldes-as o personas a quien designen de los municipios afectados por la emergencia. Podrán estar ubicados en el CECOPAL dirigiendo la gestión de los recursos municipales según establece el PEMU en comunicación permanente con el/la Director-a del Plan a través del CECOES 1-1-2.
- • Responsable del Gabinete de Información o un miembro del mismo.
- • El/La Director-a o persona delegada del Centro Meteorológico Territorial de las Islas Canarias de AEMET.
- • Representante de los Consejos Insulares de Aguas.
El/La Director/a del PEINCA podrá disponer la incorporación de otras personas o autoridades necesarias en función de las características de la emergencia.
El Comité Asesor se ubicará preferentemente en las salas habitadas para ello dispuestas en el CECOES 1-1-2.
5.2.2. GABINETE DE INFORMACIÓN.
La Dirección del Plan contará con un Gabinete de Información que canalizará y supervisará toda la información que se suministre a los medios de comunicación. La información a la población se considerará parte esencial en la gestión de una emergencia y se realizará por medio de un único portavoz a través de los medios de comunicación social y medios propios (http://www.gobcan.es/dgse).
El responsable del Gabinete de Información será la persona designada por el/la Director/a del PEINCA y contará para estas labores con el Gabinete de Información competente en Protección Civil y Atención de Emergencias y con los medios que estime oportunos para la gestión de las comunicaciones a la población y a los medios de comunicación social.
Sus funciones básicas son las siguientes:
- • Difundir las orientaciones y recomendaciones establecidas por el/la Director/a del Plan.
- • Centralizar, coordinar y preparar la información general sobre la emergencia y facilitarla a los medios de comunicación social.
- • Informar sobre la emergencia a cuantas personas u organizaciones lo soliciten.
- • Obtener, centralizar y facilitar toda la información relativa a posibles afectados, facilitando contactos familiares y la localización de las personas.
- • Establecer y organizar los necesarios contactos con los medios de comunicación social, quienes sólo tendrán relación directa con este Gabinete.
- • Preparar la intervención de las Autoridades en cualquier momento de la emergencia, para informar a la opinión pública.
- • Elaborar y difundir los avisos a la población para que se adopten, si fuera necesario, medidas de protección. Para la ejecución de estos avisos se utilizarán sirenas, megafonía fija, móvil y los medios de comunicación social, fundamentalmente la radio.
Con el objetivo de transmitir una información homogénea y no contradictoria sobre el estado de la emergencia y su gestión, todos los gabinetes de comunicación y oficinas de prensa (administraciones locales, bomberos, empresas de servicios esenciales, etc.) implicadas en la emergencia deberán coordinarse con el Gabinete de Información del Plan a la hora de difundir la información asociada a la emergencia.
Cuando la emergencia sea declarada de Nivel municipal o insular la máxima responsabilidad del Gabinete de Información será gestionada según se establezca en el PEMU o PEIN respectivamente activados. En el supuesto de que la emergencia sea declarada de interés nacional, y atendiendo a lo estipulado en el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones, corresponde al Consejo de Dirección del mismo, la coordinación de las políticas informativas. Igualmente y atendiendo a lo estipulado en el apartado 5.4.1. la función de dirección del Plan de la Comunidad Autónoma recaerá sobre el Delegado del Gobierno, o persona designada por el Ministro del Interior; asumiendo las funciones que determina dicho epígrafe.
5.2.3. RESPONSABLES LOCALES.
En el ámbito insular y municipal, los-as Directores/as de los Planes de Emergencia Insulares y Municipales tendrán la consideración de responsables locales.
Será responsabilidad de éstos activar sus Planes de emergencia en función de las características de la emergencia siguiendo las directrices fijadas por la dirección del PEINCA. Asumiendo la coordinación de sus propios medios y recursos en esta situación de emergencia.
Al margen de las funciones que les correspondan en su condición de Directores-as de los planes correspondientes, los responsables locales deberán mantener informado, en todo momento, al/la Director/a del Plan de la situación en sus respectivos ámbitos de actuación y colaborar para hacer factible la coordinación de todos los medios que estén actuando.
5.3. ÓRGANOS DE COORDINACIÓN.
La estructura organizativa del PEINCA será análoga a la prevista en el PLATECA en lo que se refiere a los órganos de coordinación operativa. En consecuencia, se consideran como tales órganos a CECOES 1-1-2 en el ámbito autonómico, al CECOPIN en el ámbito insular y a los CECOPALES en el ámbito municipal. Las funciones de estos órganos serán también análogas a las previstas en el PLATECA.
5.3.1. CENTRO COORDINADOR DE EMERGENCIAS Y SEGURIDAD CECOES 1-1-2.
El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 1-1-2 es un servicio administrativo que aglutina racionalmente y coordina las actividades y servicios de las organizaciones de carácter público y privado en que su actividad esté directa o indirectamente relacionada con la prevención, planificación, atención, socorro, seguridad, asistencia técnica o profesional de personas, bienes o derechos en operaciones de seguridad y emergencia sea cual fuere la naturaleza del hecho que la origine.
Desde el CECOES 1-1-2 se garantizarán las comunicaciones entre la Dirección del PEINCA y el Puesto de Mando Avanzado que se haya constituido y gestionará sus demandas de recursos y medios, a distintos niveles, siguiendo las instrucciones de la Dirección del Plan.
El CECOES 1-1-2 tiene las siguientes funciones:
- • Recibir las demandas de auxilio.
- • Avisar inmediatamente al Centro de Coordinación Operativa Insular (CECOPIN) de las alertas por FMA que puedan dar lugar a inundaciones y apoyar en las movilizaciones que se establezcan.
- • Conocer el estado de recursos de los diferentes sectores disponibles en tiempo real para la resolución de una emergencia.
- • Conocer el estado de los recursos de las Administraciones Canarias disponibles para la atención de emergencias.
- • Conocer preventivamente las situaciones comprometidas.
- • Activar los recursos necesarios y más adecuados a solicitud del/la Director/a Técnico-a.
- • Atender las demandas de recursos ajenos por parte de los intervinientes.
- • Apoyar al gabinete de información en las tareas de información a la población.
- • Actuar como órgano de coordinación en materia de protección civil.
- • Servir de apoyo y soporte a los correspondientes órganos de los Cabildos Insulares y Ayuntamientos y a otros miembros del Plan.
- • Servir de enlace coordinador con la Administración General del Estado y notificar, a petición del/la Director/a del Plan, a la Delegación del Gobierno en Canarias la declaración de activación del PEINCA en Nivel Autonómico.
- • Ejecutar las órdenes emanadas de los órganos directivos correspondientes.
- • Recabar información de la Agencia Estatal de Meteorología relacionada con las posibles zonas de inundación.
- • Recabar información de los Consejos Insulares de Agua relacionada con las posibles zonas de inundación.
- • Coordinar la logística de desplazamientos, alojamientos y manutención de los diferentes equipos de los grupos de acción.
Como Centro de Coordinación, el CECOES 1-1-2 establecerá la necesaria coordinación entre los distintos CECOPINES en caso de inundaciones simultáneas en varias islas, gestionando las actuaciones de apoyo llevadas a cabo entre las islas afectadas.
EL CECOES 1-1-2 actuará como Centro de Coordinación Operativa (CECOP) y Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI) previstos en el punto 4 c) y d) de la Norma Básica de Protección Civil y en el Plan Territorial de Emergencias de la Comunidad Autónoma (PLATECA).
En caso de declaración de la Emergencia Nivel Estatal (declaración de interés nacional), el CECOES funcionará como centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), en el que se integrarán los responsables de dirección a nivel estatal. Siempre que se constituya el Comité de Dirección, por emergencia de interés nacional, el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), se ubicará preferentemente en el CECOES 1-1-2, si bien si las circunstancias así lo aconsejan, podrá establecerse una ubicación alternativa por parte del Delegado/a del Gobierno en Canarias, los Subdelegados del Gobierno, o la persona que designe el Ministro del Interior como el/la Director-a de la emergencia.
5.3.2. CENTRO COORDINADOR OPERATIVO MUNICIPAL CECOPAL.
El CECOPAL es el centro coordinador de la emergencia a nivel municipal desde donde se respaldan las actuaciones determinadas por el/la Director/a del PEMU.
Cuando la emergencia sea declarada de nivel municipal, el centro de mando y control de la emergencia será el CECOPAL del municipio afectado y estará bajo las órdenes directas del/la Alcalde/sa. Tanto CECOPIN como CECOES 1-1-2 realizar labores de apoyo, coordinación de medios propios y colaboración en los requerimientos del Director/a del PEMU activado.
Todos los municipios afectados o posiblemente afectados por la emergencia deben constituir su propio CECOPAL. En él se reunirá el Comité Asesor del PEMU, bajo la dirección del/la Alcalde-sa, con la representación de los máximos responsables del Servicio de Protección Civil, Policía Local y otros Cuerpos y Servicios del Ayuntamiento, en función de la emergencia.
Este centro deberá mantenerse permanentemente comunicado con el CECOES 1-1-2. Sus funciones principales son:
- • Dirección local de la emergencia en Nivel Municipal.
- • Desde el CECOPAL se establece la coordinación de los medios municipales intervinientes en la emergencia y de los organismos y administraciones participantes a nivel municipal.
- • Puede darse el caso de encontrarse constituidos simultáneamente más de un CECOPAL por haber varias emergencias al mismo tiempo en la misma isla, actuando cada uno según las directrices que establezca cada Director-a del Plan Insular.
- • Puesta a disposición de los7las Directores-as de Planes de ámbito superior de los medios y recursos municipales en la gestión de la emergencia.
- • Mantener permanente informado al CECOES 1-1-2 de las actuaciones municipales y de la evolución de los riesgos en el municipio.
5.3.3. CENTRO COORDINADOR OPERATIVO INSULAR CECOPIN.
Cuando la emergencia sea declarada de Nivel Insular, el Centro de mando y control de la emergencia será el CECOPIN de la isla afectada y estará bajo las órdenes directas del/la Presidente-a del Cabildo Insular. Tanto CECOPAL como CECOES 1-1-2 realizarán labores de apoyo, coordinación de medios propios y colaboración en los requerimientos del/la Director/a del PEIN.
Todas las islas disponen de Plan de Emergencia Insular aprobado y homologado, ello implica la disposición permanente de un CECOPIN donde se respalden las actuaciones determinadas por el/la Director/a del PEIN. Este centro deberá mantenerse permanentemente comunicado con CECOES 1-1-2.
En él se reunirá el Comité Asesor del PEIN, bajo la dirección del/la Presidente-a del Cabildo, con la representación de los máximos responsables del Servicio de Protección Civil, y otros servicios propios del Cabildo Insular.
Desde este centro se establece la coordinación de los medios intervinientes en el control de la emergencia y de los organismos y administraciones participantes a nivel insular, tales como el Cabildo, Ayuntamientos, Consorcios, etc.
5.3.4. PUESTO DE MANDO AVANZADO (PMA).
Es el lugar desde donde se ejerce la dirección técnica y la coordinación de los recursos intervinientes en la emergencia.
Está situado cerca del lugar de la emergencia, en la zona de socorro, en comunicación directa y permanente con los distintos Centros de Coordinación. En consecuencia también con el/la Director/a del Plan y Director-a Técnico-a que pudiera no estar presente si coexisten simultáneamente diferentes emergencias.
Las funciones del Puesto de Mando Avanzado son:
- • Análisis y seguimiento del siniestro.
- • Coordinación de las actuaciones de los grupos de acción en las zonas de intervención o de emergencia.
- • Contacto continuo entre la Dirección Técnica y los diferentes órganos de coordinación operativa.
- • Control y gestión de los medios actuantes en la emergencia
- • Mantiene informado al Centro Coordinador sobre la evolución del incidente.
- • Todas las funciones que corresponden al/la Director/a Técnico-a.
5.4. ÓRGANOS DE INTERVENCIÓN OPERATIVA: GRUPOS DE ACCIÓN.
El Órgano Ejecutivo es el órgano responsable de la ejecución directa de las medidas y acciones en la zona de la emergencia a través de los medios y recursos de que disponen los distintos Grupos de Acción. Estos actuarán bajo la dirección única del/la Director/a Técnico/a a través de sus mandos naturales.
Dependiendo de cada una de las situaciones de emergencia, el/la Director/a del Plan establecerá los Grupos de Acción, sus funciones y los medios a utilizar para cada una de esas situaciones. La actuación de los profesionales en las situaciones de emergencia se caracterizan por formar grupos homogéneos, que operan encuadrados con sus mandos naturales con diferentes actuaciones ante cada tipo de emergencia o catástrofe.
En función del nivel de emergencia activado en este Plan (municipal, insular, autonómico o estatal), cada grupo de acción tendrán un responsable único designado, siguiendo lo establecido en el PEINCA sobre el que recaiga la dirección de la emergencia, salvo que en este plan se disponga de otra manera.
Con el fin de permitir la integración de los diferentes Planes de Emergencia, los grupos mantienen básicamente las denominaciones y funciones del PLATECA, señalando la misión principal, definiendo la titularidad del responsable de cada grupo, y diferenciando los servicios que son integrantes, de los que realizan tareas de apoyo.
5.4.1. GRUPO DE INTERVENCIÓN.
La principal misión del Grupo de Intervención será reducir y controlar los efectos de la emergencia, combatiendo directamente la causa que la produce, y actuando en aquellos puntos críticos que requieran una acción inmediata por concurrir circunstancias que facilitan su evolución o propagación. Auxilio a la población afectada, efectuando las operaciones de búsqueda, socorro, y rescate.
Las funciones del Grupo de Intervención son:
- • Rescate y salvamento de personas y bienes.
- • Valorar e informar sobre el estado, a tiempo real, de la situación de la emergencia al/la Director-a Técnico-a, así como de los daños producidos o los que pudieran producirse, y la viabilidad de las operaciones a realizar.
- • Realizar el reconocimiento y evaluación de riesgos asociados (instalaciones de gas, electricidad, agua, etc.).
- • Determinar el área de intervención.
- • Controlar, reducir o neutralizar las causas del siniestro.
- • Impedir el colapso de estructuras.
- • Vigilar los riesgos latentes una vez controlada la emergencia.
- • Intervención y primeros auxilios.
- • Colaborar con los otros Grupos para la adopción de medidas de protección a la población.
La composición del Grupo de intervención será:
- • Servicios de Extinción y Salvamento.
- • Grupo de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias G.E.S.
- • Personal y medios de la Consejería de Medio Ambiente de los Cabildos y personal del Servicio de Defensa contra Incendios Forestales.
- • Agrupaciones de Voluntariado de Protección Civil de los municipios.
- • Asociaciones concertadas de rescate y salvamento.
Las distintas unidades actuarán bajo las órdenes de sus respectivos responsables naturales, coordinadas por el Responsable del Grupo que será designado por la Dirección del PEINCA entre los mandos de los Servicios de Extinción y Salvamento.
En caso de emergencias de Nivel Municipal o Insular el responsable del Grupo de Intervención será designado siguiendo las indicaciones establecidas en los PEMUS o PEIN.
5.4.2. GRUPO SANITARIO.
La misión principal del grupo es la asistencia sanitaria de la población en situaciones de emergencia.
Las principales funciones del grupo son:
- • Valorar e informar sobre el estado sanitario e higiénico de la zona siniestrada al/la Director-a del Plan, así como de los riesgos sanitarios que pudieran producirse y la viabilidad de las operaciones a realizar.
- • Prestar asistencia sanitaria de urgencia a los heridos que puedan producirse en la zona de intervención.
- • Realizar medidas preventivas de orden médico.
- • Determinar, junto con el/la jefe-a del Grupo de Intervención, el área de socorro.
- • Organizar los dispositivos médicos y sanitarios.
- • Organizar los medios profilácticos.
- • Proceder a la clasificación, estabilización y evacuación de aquellos heridos que por su especial gravedad así lo requieran.
- • Coordinar el traslado de accidentados a los Centros Sanitarios receptores.
- • Realizar la inspección sanitaria de la población ilesa evacuada en los albergues de emergencia.
- • Recoger toda la información posible sobre la localización e identidad de las personas asistidas.
- • Colaborar en la identificación de los fallecidos.
- • Controlar los focos contaminantes y los posibles brotes epidemiológicos.
- • Gestionar la cobertura de necesidades farmacéuticas.
- • Colaborar en la información a la población afectada, sobre normas de conducta a seguir (confinamiento, etc.).
La composición del Grupo Sanitario será:
- • Personal de la red sanitaria dependiente de la Consejería de Sanidad.
- • Servicio Canario de Salud.
- • Servicio de Urgencias Canario (SUC).
- • Cruz Roja.
- • Centros Asistenciales sanitarios privados.
En todos los casos se entiende por red sanitaria el conjunto de medios, integrado tanto por personal sanitario como por centros hospitalarios o por unidades móviles para el transporte de heridos
El responsable del Grupo Sanitario será designado por la Dirección del Plan. El responsable a nivel local será el establecido en el correspondiente PEMU o PEIN.
5.4.3. GRUPO DE SEGURIDAD.
La misión principal del grupo de seguridad es garantizar la seguridad ciudadana en las situaciones de emergencia provocadas por inundaciones, así como la del personal que trabaja en la neutralización de la emergencia. Las distintas unidades actuarán bajo las órdenes de sus responsables naturales, sin perjuicio de su coordinación a través del/la jefe-a de grupo.
Las principales funciones del Grupo de Seguridad son:
- • Valorar e informar sobre el nivel de seguridad de la población afectada, así como de los grupos operativos al /la Director-a del Plan.
- • Velar por el orden público y la seguridad ciudadana en las zonas afectadas, especialmente en las zonas evacuadas si las hubiera.
- • Evacuación inmediata de personas en caso de peligro inminente.
- • El control del tráfico: señalización y acordonamiento de la zona, cortes y desvíos (en caso necesario) y control de accesos.
- • Balizar la zona de intervención controlando los accesos a la zona de operaciones y cerrando el acceso al área de intervención del personal no autorizado.
- • Garantizar que los grupos de acción puedan realizar sus misiones sin interferencias extrañas y conducir a dichos grupos hasta las zonas indicadas.
- • Recabar información sobre el estado de las carreteras.
- • Mantener las redes viales en condiciones expeditivas para su uso durante la emergencia, señalizando los tramos de carreteras deterioradas y estableciendo rutas alternativas para los itinerarios inhabilitados.
- • Apoyar al Grupo de Intervención para las acciones de búsqueda, rescate y salvamento de personas.
- • Apoyar al grupo de logística en las labores de evacuación y confinamiento
- • Apoyar al sistema de comunicaciones y en la difusión de avisos a la población.
- • Reconocer la zona de operaciones, en apoyo a los otros grupos, para la evaluación de daños y el seguimiento de las actuaciones.
La composición del Grupo de Seguridad será:
- • Cuerpo General de la Policía Canaria.
- • Policía Local.
- • Guardia Civil.
- • Cuerpo Nacional de Policía.
- • Empresas y personal de Seguridad Privada que sean movilizados en caso necesario.
El responsable del Grupo de Seguridad será designado por la Dirección del Plan en función de las necesidades y características de la emergencia, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 46.2 de la Ley 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. No obstante, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad actuarán bajo las órdenes de sus responsables naturales, sin perjuicio de su coordinación a través del responsable de Grupo. El responsable a nivel local será el establecido en el correspondiente PEMU o PEIN. En el caso que la emergencia sea declarada de «interés Nacional», el responsable del grupo de seguridad será designado por la dirección del Plan Estatal.
5.4.4. GRUPO LOGÍSTICO.
Este grupo de apoyo logístico tiene como misiones principales la provisión de medios que requieran los grupos de acción en el desarrollo de sus funciones, así como el abastecimiento, logística y albergue de la población afectada.
Son funciones del Grupo Logístico, las siguientes:
- • Establecimiento y desarrollo del plan de logística.
- • Apoyo al grupo de seguridad en el plan de seguridad, en especial en lo relativo a las evacuaciones (albergue, avituallamiento, etc. de evacuados).
- • Apoyo al grupo de intervención, en especial en lo relativo al apoyo del CRM (repostaje, avituallamiento, albergue, reposición de medios materiales, etc.).
- • Realizar con medios municipales, junto al Grupo de Seguridad, los sistemas de avisos a la población, especialmente población diseminada, siguiendo los criterios del responsable del grupo.
- • Llevar a cabo los procedimientos de protección a la población afectada, junto con el apoyo del Grupo de Seguridad (evacuación, rutas de evacuación, puntos de reunión, confinamiento, alejamiento o autoprotección personal) de acuerdo a las directrices dadas por el/la Director/a Técnico-a.
- • Organizar la evacuación, el transporte y el alberque a la población afectada.
- • Habilitar locales susceptibles de albergar a la población.
- • Resolver las necesidades de abastecimiento de agua y alimentos.
- • Suministro del equipamiento necesario para atender a la población afectada.
- • Atender a la población aislada.
- • Proporcionar a los demás grupos de acción todo el apoyo logístico necesario, así como el suministro de aquellos productos o equipos necesarios para poder llevar a cabo su cometido.
- • Proporcionar asistencia social a las personas afectadas.
- • Proporcionar asistencia psicológica tanto a víctimas como a familiares.
- • Gestionar el control de todas las personas desplazadas de sus lugares de residencia con motivo de la emergencia.
- • Prestar atención a los grupos críticos que puedan existir en la emergencia: personas discapacitadas, enfermos-as, ancianos-as, embarazadas, niños-as, etc.
- • Organizar, en casos necesarios, el albergue y el avituallamiento del personal interviniente.
- • Prestar apoyo con sus medios a las comunicaciones en general.
Los integrantes del Grupo de Logística serán entre otros:
- • Agrupador municipal.
- • Unidad de apoyo logístico insular si estuviese constituida.
- • Servicios sociales municipales y de otras Administraciones.
- • Agrupaciones de Voluntariado de Protección Civil.
- • Cruz Roja, ONG’s.
- • Cualquier otro Organismo, Empresa o Institución con recursos sociales aplicables.
El responsable del Grupo será designado por el/la Director/a del Plan.
5.4.5. GRUPO DE APOYO TÉCNICO.
Es el Grupo responsable de la determinación y planificación de las medidas necesarias para neutralizar la emergencia o mitigar sus consecuencias y restablecer la normalidad tras los daños producidos por la misma. Tiene como prioridad el estudio de las medidas técnicas necesarias para hacer frente a determinados tipos de riesgos y catástrofes que requieran conocimientos especializados.
Las principales funciones del grupo son:
- • Evaluar la situación y establecer predicciones sobre su posible evolución y sus consecuencias.
- • Recabar la información meteorológica, hidrológica y ambiental precisa para el/la Director/a del Plan y el P.M.A.
- • Analizar la vulnerabilidad de la población, bienes, etc. ante los posibles efectos de la inundación y establecer estrategias.
- • Determinar las medidas necesarias para autoprotección de la población y colectivos especiales, colegios, actividad económica, etc.
- • Analizar la evolución hidrometeorológica y proporcionar los datos en tiempo real y acumulados partir de medidas de campo.
- • Recomendar la no circulación de vehículos, especialmente los de transporte de viajeros y mercancías peligrosas.
- • Recomendar la no circulación del transporte escolar o, en su caso, la suspensión temporal de la actividad escolar.
-
• Elaborar los informes técnicos necesarios para la dirección del Plan Estarán integrados en este grupo los siguientes:
- • Técnicos-as especialistas en protección civil.
- • Técnicos-as de gestión cartográfica.
- • Especialistas de la Agencia Estatal de Meteorología para el estudio de la evolución de los parámetros meteorológicos y otros-as técnicos-as especialistas en meteorología demandados por la Dirección del Plan.
- • Responsable de Sala del CECOES 1-1-2.
- • Otros especialistas en función de la situación de emergencia.
- • Técnicos-as Especialistas en materia de aguas del Gobierno.
- • Técnicos-as Especialistas de los Consejos Insulares de Aguas.
- • Personal perteneciente a las presas o balsas que se pudieran ver afectadas.
El responsable del Grupo será designado por el/la Director/a del Plan. Este grupo se constituirá donde se considere más oportuno, a partir de la declaración de situación de alerta máxima.
5.4.6. GRUPO DE REHABILITACIÓN DE LOS SERVICIOS ESENCIALES.
El Grupo de Rehabilitación de los Servicios Esenciales es el responsable de mantener operativos y disponibles los Servicios Públicos y Suministros Básicos a la población. Como tales se consideran aquellos servicios encaminados en primer lugar a cubrir las necesidades más perentorias para la población y que hay que restablecer de una forma prioritaria y lo más inmediatamente posible, necesidades que se han visto alteradas de alguna manera por las consecuencias de la catástrofe produciendo una distorsión o alteración en el normal funcionamiento de tales servicios calificados como esenciales.
Las funciones a desarrollar por el Grupo son las siguientes:
- • Seguir las directrices de la dirección del PEINCA, en las prioridades y el restablecimiento de los servicios básicos esenciales.
- • Valorar el estado de los servicios básicos e informar al respecto al/la Director/a del Plan así como sobre los daños producidos o los que pudieran llegar a producirse, y la viabilidad de las operaciones a realizar.
- • Evaluar y restablecer los servicios esenciales del municipio: agua, luz, teléfono, alimentos.
- • Buscar soluciones alternativas de carácter temporal.
- • Limpieza de carreteras, vías, etc. para facilitar la movilidad de los servicios de emergencia y la población.
- • Control y seguimiento de procesos contaminantes.
Para el desarrollo de esta función se podrán movilizar, como en el caso del Grupo Logístico, tanto medios de titularidad pública como los de empresas privadas, especialmente las que presten de forma indirecta la prestación de cualquier servicio público o las que presten servicios de interés general para la sociedad, tales como las empresas de suministro eléctrico o de telefonía.
Este Grupo estará compuesto por:
- • Personal de las Administraciones Públicas en las materias de Obras Públicas, Vivienda, Aguas, Industria y Medio ambiente.
- • Personal adscrito funcionalmente a Alumbrado Público, Abastecimiento de Agua, Alcantarillado y Saneamiento.
- • Personal y las cuadrillas de las compañías de servicios básicos.
- • Brigadas de Obras Públicas y Carreteras de los Cabildos Insulares.
- • Unidades y Brigadas de Obras y Servicios Municipales.
El responsable del Grupo será designado por el/la Director/a del Plan.
6. OPERATIVIDAD.
6.1. INTRODUCCIÓN.
La operatividad de este Plan se define como un conjunto de procedimientos, estrategias y tácticas, planificadas previamente, que permiten la puesta en marcha del mismo dependiendo del ámbito y gravedad de la incidencia. Así, se define como el conjunto de procedimientos planificados previamente que recogen las actuaciones que se deben llevar a cabo en las distintas Situaciones por los Organismos y Entidades del Plan. Dichas actuaciones se basan en:
- • Establecimiento de las situaciones.
- • Establecimiento de protocolos de actuación para la gestión de la emergencia.
- • Definición de las medidas de protección mínimas ante un FMA con riesgo de inundaciones.
La operatividad del PEINCA se deberá manifestar en la facilidad de adecuación de sus estructuras, en la transmisión de información interadministrativo y en la agilidad de activación de los mecanismos y procedimientos de actuación establecidos en las diferentes situaciones.
6.2. ESCENARIOS DE SEGURIDAD Y DE PELIGRO DE ROTURA DE PRESAS Y BALSAS.
Para el establecimiento de las normas y procedimientos de comunicación e información con los organismos públicos implicados en la gestión de la emergencia, en los Planes de Emergencia de Presas y Balsas los distintos escenarios de seguridad y de peligro se clasifican de acuerdo con las definiciones siguientes:
- • Escenario de control de la seguridad o «Escenario 0»: las condiciones existentes y las previsiones, aconsejan una intensificación de la vigilancia y el control de la presa, no requiriéndose la puesta en práctica de medidas de intervención para la reducción del riesgo.
- • Escenario de aplicación de medidas correctoras o «Escenario 1»: Se han producido acontecimientos que de no aplicarse medidas de corrección (técnicas de explotación, desembalses etc.), podrían ocasionar peligro de avería grave o de rotura de la presa, si bien la situación puede solventarse con seguridad mediante la aplicación de las medidas previstas y los medios disponibles.
- • Escenario excepcional o «Escenario 2»: Existe peligro de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que pueda ser controlado mediante la aplicación de las medidas y medios disponibles.
- • Escenario límite o «Escenario 3»: La probabilidad de rotura de la presa es elevada o ésta ya ha comenzado, resultando prácticamente inevitable el que se produzca la onda de avenida generada por dicha rotura.
6.3. SITUACIONES Y NIVELES DEL PLAN DE EMERGENCIAS PEINCA.
El Plan contempla distintas situaciones y niveles dependiendo de las circunstancias concurrentes. Las situaciones se refieren al estado en que se encuentra el fenómeno meteorológico adverso y su riesgo de generar inundaciones, o escenario de seguridad y peligro de la infraestructura hidráulica, en relación a su incidencia sobre el dispositivo de protección civil, mientras los niveles hacen referencia a la dirección de emergencia, mando único, así como a la actuación directa en que se encuentra los diferentes servicios llamados a intervenir.
Se declararán situaciones a través de CECOES 1-1-2 en función de las previsiones e información meteorológica o estado de la instalación en riesgo, que disponga la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
También se contempla en la operativa del Plan la integración con los planes de emergencia de ámbito inferior. A estos efectos se distinguen distintos niveles de emergencia en función del ámbito geográfico potencialmente afectado así como de la disponibilidad de medios y recursos para hacer frente a la emergencia en cuestión.
De acuerdo con la estructura operativa del presente Plan y en función de las necesidades podrán adoptarse todas las medidas operativas de protección previstas en el PLATECA.
Correspondencia entre las Situaciones del Plan Estatal y los Niveles del Plan Autonómico.
Las situaciones se caracterizarán por la existencia de un fenómeno que potencialmente constituya un riesgo para la población. Podrán requerir la activación operativa y/o preventiva del plan. Los servicios que operan de forma ordinaria podrán desarrollar el inicio de acciones puntuales.
El Plan Estatal de Inundaciones identifica estas etapas previas caracterizadas por la existencias de información sobre la posibilidad de ocurrencia de sucesos capaces de producir inundaciones, tanto por desbordamiento como por ‘precipitaciones in situ’ como Fase de Pre-emergencia. El PEINCA sigue la terminología establecida en PLATECA e identifica estas Fases como Situaciones en función de los riesgos para la población, tal y como a continuación se expone.
6.3.1. SITUACIÓN DE PREALERTA.
Se estima que existe riesgo de inundación bajo o moderado causado por fenómenos meteorológicos habituales potencialmente peligrosos sobre una actividad concreta o localización de alta vulnerabilidad, pero no existe riesgo por rotura de presa o embalse, ni existe riesgo para la población en general.
La declaración de esta situación se remitirá a través de los medios que se estimen oportunos a los Organismos y Entidades del Plan. Para redundar su conocimiento, CECOES 1-1-2 procederá a su lectura íntegra a los medios y recursos enlazados por los medios de comunicación disponibles solicitando confirmación de recepción. Una vez ejecutada dicha acción, se comunicará al/la Técnico-a de Guardia correspondiente de cualquier incidencia al respecto, el cual informará a su vez al/la Jefe-a de Servicio responsable de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
No se emitirán avisos a la población afectada.
6.3.2. SITUACIÓN DE ALERTA.
Se estima que existe riesgo de inundación alto causado por fenómenos meteorológicos no habituales y/o riesgo grave por rotura de presa o embalse, con cierto grado de peligro para las actividades usuales de la población.
La declaración de esta situación se remitirá a través de los medios que se estimen oportunos a los Organismos y Entidades del Plan. Para redundar su conocimiento, CECOES 1-1-2 procederá a su lectura íntegra a los medios y recursos enlazados por los medios de comunicación disponibles solicitando confirmación de recepción. Una vez ejecutada dicha acción, se comunicará al/la Técnico-a de Guardia correspondiente de cualquier incidencia al respecto, el cual informará a su vez al/la Jefe-a de Servicio responsable de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
Como objetivo general:
- • Deberán activarse los mecanismos para la actualización de la información e iniciarse las tareas de preparación que permitan disminuir los tiempos de respuesta ante una posible intervención.
- • El cambio de situación de prealerta a alerta trae consigo la emisión de avisos y orientaciones de autoprotección a la población que proporcionará recomendaciones orientativas de actuación ante el riesgo meteorológico, o el riesgo de rotura de presas o embalses que se prevea a corto plazo.
6.3.3. SITUACIÓN DE ALERTA MÁXIMA.
Se estima que existe riesgo de inundación muy alto causado por fenómenos meteorológicos no habituales de intensidad excepcional y/o existe un riesgo inminente de rotura de presa o embalse con el consecuente peligro para la población.
La declaración de esta situación se remitirá a través de los medios que se estimen oportunos a los Organismos y Entidades del Plan. Para redundar su conocimiento, CECOES 1-1-2 procederá a su lectura íntegra a los medios y recursos enlazados por los medios de comunicación disponibles solicitando confirmación de recepción. Una vez ejecutada dicha acción, se comunicará al/la Técnico-a de Guardia correspondiente de cualquier incidencia al respecto, el cual informará a su vez al/la Jefe-a de Servicio responsable de la Dirección General de Seguridad y Emergencias.
Como objetivo general:
- ▪ Se reforzarán los mecanismos para la actualización de la información y su difusión a la población.
- ▪ Se establecerán instrucciones tácticas de preparación que permitan disminuir los tiempos de respuesta de la intervención.
- ▪ Estarán disponibles los medios que permitan realizar una primera valoración en caso de materializarse efectos adversos y una primera intervención.
- ▪ Se podrán adoptar medidas preventivas de protección a la población y bienes incluyendo el cese de actividades.
El cambio de situación de alerta a alerta máxima trae consigo la emisión de avisos y orientaciones de autoprotección a la población que proporcionará recomendaciones orientativas de actuación ante el riesgo meteorológico y/o riesgo por roturas de presas o embalses que se prevea a muy corto plazo.
La Situación de Alerta Máxima del PEINCA correspondería con la Fase de Emergencia Situación 0 del Plan Estatal de Inundaciones.
6.3.4. SITUACIÓN DE EMERGENCIA.
Se inicia cuando se concluye que existe una situación en la que se ha producido el hecho previsible que ha motivado ya intervenciones de los Organismos y Entidades del Plan. En esta situación pueden haberse producido ya daños a personas y bienes de modo limitado.
Supone la activación operativa del PEINCA y es declarada por el/la Director/a del Plan por iniciativa propia o a propuesta del/la Director-a Técnico-a responsable y/o Director-a de Plan territorial de ámbito local afectado.
Cuando se constate, a partir de la información obtenida, que la situación de riesgo es inminente o ésta ya ha comenzado, se informará al/la Director/a del Plan para que éste-a decida la conveniencia de declarar la situación de emergencia estableciendo el nivel de la misma y con ello la Dirección correspondiente:
6.3.4.1. Nivel municipal.
Se considera una emergencia de nivel municipal cuando afectando al municipio, pueda ser controlada o se prevea que pueda ser controlada con medios y recursos locales. Los Municipios afectados por la declaración de la Nivel Municipal activarán su PEMU en dicho Nivel constituyendo el CECOPAL.
En este Nivel se han producido fenómenos o situaciones de riesgo cuya atención, en lo relativo a la protección de personas y bienes, puede quedar asegurada mediante el empleo de los medios y recursos locales con apoyo de recursos externos en primera intervención en caso necesario y que se habrán de solicitar al CECOES 1-1-2.
El/La Director-a Técnico-a municipal se ceñirá a lo establecido en el Plan de Emergencia Municipal de la zona afectada recayendo la dirección en el/la Alcalde-sa o quien el PEMU determine.
Los Planes de ámbito superior (PEINCA y PEIN) estarán operativos en apoyo en la misma Situación y activarán su estructura organizativa en la medida precisa para asegurar el seguimiento y las labores de coordinación que resulten necesarias.
Desde el CECOES 1-1-2 se realizará el apoyo necesario en la gestión de la emergencia, con especial incidencia en la movilización inicial necesaria de los recursos propios y la gestión de recursos externos de otras administraciones.
La Situación de Emergencia Nivel Municipal del PEINCA correspondería preferentemente con la Fase de Emergencia Situación 1 del Plan Estatal de Inundaciones.
6.3.4.2. Nivel insular.
Se considera una emergencia de Nivel Insular cuando la inundación afecte a más de un municipio de la isla, o cuando afectando a un sólo municipio de la isla, se prevea que no pueda ser controlada con los medios y recursos adscritos al Plan Municipal.
Se han producido fenómenos o situaciones de riesgo de gravedad tal que los daños ocasionados, el número de víctimas o la extensión de las áreas afectadas, superan la capacidad de atención de los medios y recursos locales, o aún sin producirse esta última circunstancia, los datos y las predicciones permiten prever una extensión o agravamiento.
En este caso, la gestión de la emergencia requiera la coordinación y movilización de medios y recursos a nivel insular. El/la Director-a del Plan Territorial Insular es el/la Presidente-a del Cabildo, o quien determine el PEIN. El CECOPIN actúa como Centro de Coordinación de la emergencia.
El PEINCA estará operativo en funciones de seguimiento y se activará su estructura organizativa en la medida precisa para asegurar el seguimiento y las labores de coordinación que resulten necesarias.
Los Planes Municipales se integrarán en el Insular del ámbito territorial afectado en el mismo Nivel. El/la Director/a o Directores/as de los Planes Territoriales de los municipios afectados pasan a integrarse en el Comité Asesor. Podrán ubicarse en el CECOPAL o en el CECOPIN, manteniendo en el primer caso comunicación directa a través de estos medios con el/la Director-a del Plan Insular.
En este Nivel el resto de Administraciones Municipales, Autonómicas y Estatales colaborarán en las labores de emergencia establecidas en el PEIN y pondrán a disposición del mismo los medios y recursos de su competencia.
El/La Director/a del PEIN, por iniciativa propia o a instancias de los/las Directores-as de los Planes Territoriales de ámbito local podrá declarar Nivel Insular.
Desde el CECOES 1-1-2 se realizará el apoyo necesario en la gestión de la emergencia, con especial incidencia en la movilización inicial necesaria de los recursos propios y la gestión de recursos externos de otras administraciones.
La Situación de Emergencia Nivel Insular del PEINCA correspondería preferentemente con la Fase de Emergencia Situación 1 del Plan Estatal de Inundaciones.
6.3.4.3. Nivel autonómico.
Se considera una emergencia de Nivel Autonómico cuando las inundaciones afecten a más de una isla, o cuando afectando a una sola isla no pueda, o se prevea, que no se gestiona la emergencia con los medios insulares. La activación del nivel autonómico la realiza el/la Director/a del Plan, el PEINCA se activa en su totalidad, configurándose el CECOES 1-1-2 como Centro de Coordinación Autonómico.
Activado el PEINCA en nivel autonómico, los PEMUS y PEIN afectados quedarán integrados a nivel autonómico, así como el correspondiente Plan de emergencia de la presa o embalse afectado, en el caso de que la emergencia por inundación sea consecuencia de la rotura o avería de una presa o embalse.
El/la Director/a o Directores/as de los Planes Territoriales de las islas afectadas pasan a integrarse en el Comité Asesor. Podrán ubicarse en el CECOPIN o en el CECOES 1-1-2, manteniendo en el primer caso comunicación directa a través de estos medios con el Director del PEINCA.
El/La Director/a del PEINCA por iniciativa propia o a instancia del/la Presidente-a o de los/las Presidentes-as de los Cabildos afectados podrá declarar el Nivel Autonómico en función de las características de la emergencia independiente del ámbito territorial afectado.
La Situación de Emergencia Nivel Autonómico del PEINCA correspondería preferentemente con la Fase de Emergencia Situación 2 del Plan Estatal de Inundaciones.
6.3.4.4. Nivel nacional.
Cuando la emergencia no pueda ser atendida con los medios locales, insulares y autonómicos, o por interés nacional, se podrá declarar el nivel nacional.
Activado el nivel nacional, se activan los Planes Territoriales Municipales e Insulares del ámbito territorial afectado y el PLATECA.
Serán de Nivel Estatal aquellas inundaciones que, por considerarse que está en juego el interés nacional, así sean declaradas por el Ministerio del Interior.
El Ministro del Interior, conforme al punto 9.2 de la Norma Básica de Protección Civil declarará el interés nacional por propia iniciativa o a instancia del/la Presidente-a del Gobierno de Canarias o del Delegado del Gobierno.
Se constituye un Comité de Dirección integrado por el/la Director-a del PLATECA y el Delegado del Gobierno, a quien corresponderá la Dirección.
Siempre que se constituya el Comité de Dirección, por emergencias de interés nacional, el Centro de Coordinación Operativa Integrado (CECOPI), se ubicará donde establezca el Comité de Dirección, si bien si las circunstancias así lo aconsejan, podrá establecerse una ubicación alternativa (al CECOES 1-1-2) por parte del Delegado del Gobierno en Canarias, los Subdelegados del Gobierno, o la persona que designe el Ministro del Interior como el/la Director-a de la Emergencia, facilitando a los responsables de las Administraciones que integran este Comité, las labores de dirección y coordinación de la emergencia, así como, en su caso, la transferencia de responsabilidades. Cuando se constituya el CECOPI, la dirección del Plan será ejercida dentro del Comité de Dirección formado por un-a representante del Gobierno de Canarias y el Delegado/a del Gobierno en la Comunidad Autónoma. La dirección de la emergencia será estatal.
El/La Director-a o Directores-as de los Planes Territoriales locales del ámbito territorial afectado pasan a integrarse en el Comité Asesor. Podrán ubicarse en el CECOES 1-1-2, CECOPIN o en el CECOPAL, manteniendo en estos dos últimos casos comunicación directa a través de estos medios con el Comité de Dirección.
La Situación de Emergencia Nivel Nacional del PEINCA correspondería con la Fase de Emergencia Situación 3 del Plan Estatal de Inundaciones.
6.3.5. Fin de emergencia.
Situación consecutiva a la de emergencia que se prolongará durante el restablecimiento de las condiciones mínimas imprescindibles para el retorno a la normalidad en las zonas afectadas por la emergencia.
Durante esta situación se realizarán las primeras tareas de rehabilitación en dichas zonas, consistentes fundamentalmente en la inspección del estado de edificios e infraestructuras, la adecuación de las vías de comunicación terrestres, tanto urbanas como interurbanas, la reparación de los daños más relevantes, y la puesta en servicio de los servicios esenciales para el restablecimiento de la normalidad: abastecimiento de agua potable, de electricidad, saneamiento de aguas, telecomunicaciones, así como el secado y limpieza de viviendas.
El/La Director/a del Plan decidirá el fin de la emergencia basándose en las recomendaciones del comité asesor, una vez restablecida la normalidad y minimizadas las consecuencias de la emergencia. Desde el órgano de coordinación territorial que corresponda se transmitirá el fin de la emergencia a todos los organismos y entidades del Plan.
6.4. PROCEDIMIENTOS OPERATIVOS. PROTOCOLOS DE ACTUACIÓN.
6.4.1. NOTIFICACIÓN DEL RIESGO O DE INICIO DEL FENÓMENO. Los canales por los que se realiza esta notificación son:
- ▪ Boletines de Predicción y Avisos emitidos por AEMET
- ▪ Otras predicciones o avisos meteorológicos.
- ▪ Comunicaciones de inicio de los fenómenos por instituciones y/o particulares.
- ▪ Avisos del/la Director-a del Plan de Emergencia de las Presas y Embalses.
La información se recibirá a través del CECOES 1-1-2 que la pondrá en conocimiento de la Dirección General de Seguridad y Emergencias como órgano competente que será el encargado de declarar la situación de prealerta.
Las disposiciones, comunicados y avisos que los órganos competentes en materia de protección civil del Gobierno de Canarias deban transmitir a los Organismos y Entidades del Plan o a la población en general en aplicación del presente plan se canalizarán a través del CECOES 1-1-2.
Una vez recibida, se procederá a la valoración contrastada de la información y, si procede, activación del PEINCA en la Situación correspondiente conforme a los modelos definidos al efecto en el Anexo VII.
Una vez declarada una Situación, CECOES 1-1-2 procederá a informar de la misma a todos CECOPIN/CECOPAL afectados por el ámbito territorial de la predicción y a los organismos, servicios operativos y empresas involucradas en la operatividad del PEINCA que tengan carácter autonómico.
A partir de la recepción de la declaración de Situación todos los involucrados deben activar sus protocolos internos de actuación.
Los CECOPINES/CECOPALES serás los encargados de alertar a los organismos y servicios internos involucrados en la operativa de sus respectivos planes de emergencia.
La información a la población en situación de alerta o alerta máxima será efectuada, para todos los medios de comunicación social de Canarias desde el CECOES 1-1-2. En las declaraciones de alerta y alerta máxima se acompañarán de los consejos a la población por inundación tanto por FMA como por rotura de presa y/o embalse.
En la página web del Gobierno de Canarias se ofrece información permanentemente actualizada de las situaciones vigentes e información con consejos a la población sobre cada riesgo.
6.4.2. ACTIVACIÓN DEL PLAN EN SITUACIÓN DE PREALERTA, ALERTA O ALERTA MÁXIMA.
Es la acción posterior a la declaración y difusión de las Situaciones y deberá ser efectuada conjunta y coordinadamente por todas las Administraciones.
La responsabilidad en la coordinación de la información recae en CECOES 1-1-2 que remitirán a CECOPAL/CECOPIN/CECOP la declaración de la situación debiendo informar éstos a los medios y recursos de su competencia.
Desde el CECOPAL/CECOPIN se realizará una vigilancia de la evolución del F.M.A. así como de la presa y/o embalse, estableciendo las prioridades de actuación en el ámbito territorial correspondiente y conforme a lo establecido en su Plan Territorial. Cuando el riesgo sea inminente, se establecerán las medidas operativas inmediatas para eliminar o reducir el riesgo.
La comunicación entre los Centros de coordinación y el CECOES 1-1-2 deberá ser permanente, informando sobre las incidencias y las consecuencias de la inundación sobre la población, infraestructuras y servicios básicos.
Desde la Dirección del Plan se podrán establecer recomendaciones de actuación específicas a las Administraciones locales para garantizar la adecuada coordinación en la gestión de la situación de riesgo.
6.4.3. ACTIVACIÓN DEL PLAN EN SITUACIÓN DE EMERGENCIA.
Una vez declarada la Situación de emergencia, CECOES 1-1-2 procederá a informar del Nivel de la misma a todos los Organismos y Entidades del Plan del ámbito territorial de la declaración.
Las acciones a desarrollar por las entidades locales serán las que en su Plan Territorial se establezca en correspondencia con lo establecido en PEINCA, garantizando la integración de los Planes y la coordinación de las acciones.
Los Organismos y Entidades del Plan a los que se notificará la declaración de la emergencia podrán variar en función de la emergencia.
Desde la Dirección del Plan se podrán establecer recomendaciones de actuación específicas a las Administraciones locales para garantizar la adecuada coordinación en la gestión de la emergencia.
6.4.4. SOLICITUD DE MEDIOS Y RECURSOS NO ASIGNADOS AL PLAN.
La activación de recursos requeridos para el uso por parte de los Grupos de Actuación que participen en la mitigación de una inundación y que no se encuentren asignados al Plan, se realizará en todo momento por parte del/la Director-a del Plan, quien a petición de los Grupos de Acción o por sugerencia del Comité Asesor, se encargará de la tramitación desde el CECOES de las necesidades detectadas, conforme a los modelos y procedimientos que se establezcan a nivel estatal.
6.4.4.1. Medios y recursos de la Administración del Estado.
Los medios de titularidad estatal, no militares, serán aportados al PEINCA, a requerimiento del órgano competente de la Comunidad Autónoma en materia de protección civil según las siguientes normas:
- • Los medios ubicados en Canarias y, entre ellos, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, serán movilizados por el/la Delegado/a del Gobierno en la Comunidad Autónoma o, en su caso, por el/la Subdelegado/a del Gobierno de la provincia donde se encuentren ubicados.
- • Los medios no ubicados en el ámbito territorial afectado, se solicitarán a la Dirección General de Protección Civil y Emergencias para su movilización por medio del CECO o a través de las Delegaciones del Gobierno o de las Subdelegaciones del Gobierno de las provincias donde se encuentren.
En caso de emergencia de interés nacional los medios y recursos ubicados en una Comunidad Autónoma afectada serán movilizados por el Comité de Dirección del correspondiente CECOPI, a través del representante del Ministro del Interior, y a solicitud de la Dirección Operativa del Plan Estatal.
6.4.4.2. Cooperación de las Fuerzas Armadas.
Será competencia del Ministerio del Interior la formulación de la solicitud de intervención de la Unidad Militar de Emergencias al Ministerio de Defensa. El/la Ministro/a de Interior, a través de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, solicitará dicha intervención al o a la Ministro/a de Defensa, a través de la Dirección General de Política de Defensa. LA UME podrá utilizar efectivos y medios de otras unidades de las FAS para llevar a cabo el desempeño de su función en los casos en que la emergencia lo requiera, de conformidad con su normativa propia. Los efectivos de las FAS actuarán siempre encuadrados y dirigidos por sus mandos naturales.
6.4.5. REGISTRO Y ESTADÍSTICAS DE INUNDACIONES EN CANARIAS.
Con el objeto de disponer de una estadística consolidada de inundaciones en Canarias que complemente al Catálogo Nacional de Inundaciones Históricas (CNIH) establecido en el Plan Estatal de Inundaciones, se rellenarán los datos indicados en el Anexo X Registro de Inundaciones de Canarias para todas aquellas situaciones de inundaciones que activen planes de emergencia o hayan tenido consecuencias para la población y sus bienes.
Básicamente los datos solicitados se agrupan en los siguientes bloques:
- 1) Datos generales del episodio:
- 2) Daños significativos:
- 3) Datos meteorológicos y climáticos:
-
4) Datos hidrológicos:
- • Causas y/o mecanismos de la inundación.
- • Hidrogramas y/o limnigramas.
- • Barrancos desbordados.
- • Caudales Máximos.
- • Altura del agua en el cauce.
- • Altura del agua en espacios inundados.
Siguiendo lo establecido en el Plan Estatal de Inundaciones, los diferentes organismos deberán aportar la siguiente información a la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, sin perjuicio de crear un Comisión de Evaluación que establezca un flujo de información bilateral en la fase de recuperación de la emergencia :
- • Delegaciones Territoriales de AEMET: suministrarán la información meteorológica relativa al episodio.
- • Demarcaciones Hidrográficas o Administraciones Hidráulicas competentes: aportarán la información hidrológica señalada en la Guía Metodológica.
- • Dirección General de Seguridad y Emergencias: recopilación de información sobre los daños ocasionados en su territorio e indemnizaciones otorgadas por ese motivo.
- • Unidades de Protección Civil de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno remitirán la información sobre daños significativos relativos a cada episodio aportados por los organismos de la Administración General del Estado, dentro de su ámbito territorial.
- • Dirección General de Protección Civil y Emergencias: recabará de los distintos Ministerios datos sobre daños ocasionados y ayudas concedidas.
6.5. MEDIDAS OPERATIVAS Y DE ACTUACIÓN.
Se entiende por medidas operativas el conjunto de acciones que, en base a las diferentes funciones que tienen asignadas, deben llevar a cabo los órganos de dirección y los grupos de Acción del PEINCA con el objeto de controlar, impedir o disminuir los daños a personas, bienes materiales y medio ambiente que pudieran producirse y demás consecuencias asociadas al riesgo en cuestión.
La aplicación de los sistemas de planificación de protección civil en Canarias contempla, según los casos, la adopción de una serie de medidas, sin excluir la posibilidad de adoptar otras diferentes dependiendo de la evolución de la emergencia, a partir del siguiente esquema de actuación:
6.5.1. VALORACIÓN DE DAÑOS Y EVALUACIÓN DEL RIESGO.
La valoración de daños es la primera labor a realizar al llegar a la zona afectada por la emergencia. Todos los Grupos de Acción, dentro de sus propias responsabilidades, deberán hacer una valoración de los daños producidos en el área correspondiente. Esta valoración deberá contemplar la siguiente información:
- ▪ Daños humanos producidos.
- ▪ Bienes materiales afectados.
- ▪ Riesgos asociados a la catástrofe: instalaciones industriales cercanas, etc.
- ▪ Zona geográfica afectada.
- ▪ Tipo de población vulnerable.
A partir de esta valoración, el/la Director/a del Plan contará con información suficiente para poder evaluar la gravedad de la emergencia y tomar decisiones relativas a las medidas a adoptar, así como los medios necesarios que habrá que movilizar.
6.5.2. MEDIDAS DE PROTECCIÓN.
Se consideran medidas de protección los procedimientos, actuaciones y medios previstos en el presente Plan, con el fin de evitar o atenuar las consecuencias para la población, el personal de los Grupos de Acción, el medio ambiente y los medios materiales.
6.5.2.1. Medidas de protección para la población.
Para proteger a la población que se encuentre afectada de manera directa por un riesgo, o aquella que de forma indirecta pudiera llegar a quedar afectada, se adoptarán las medidas oportunas que garanticen su seguridad en función de las circunstancias particulares de cada momento y se arbitrarán, por parte del/la Director/a del Plan, los cauces de comunicación e información necesarios para dar a conocer dichas medidas.
Las medidas por excelencia a ser adoptadas para garantizar la seguridad de la población son las siguientes:
- 1 Medidas de autoprotección personal.
- 2 Cese de actividades.
- 3 Confinamiento.
- 4 Alejamiento.
- 5 Evacuación.
- 6 Control de accesos.
- 7 Avisos e información a la población.
- 8 Asistencia sanitaria.
A continuación se describe cada una de ellas:
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1.- Medidas de autoprotección personal:
Son aquellas medidas sencillas que pueden ser llevadas a cabo por la propia población. Deberá procederse a su divulgación en la fase de implantación del Plan, además siempre que resulte necesario. En el Anexo VIII Recomendaciones a la población se incluyen medidas preventivas por riesgo de inundación.
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2.- Cese de actividades:
El cese temporal de actividades consiste en la suspensión de aquellas actividades susceptibles de generar riesgos o que se vean afectadas directamente por la emergencia. Como actividades más representativas en las que las Autoridades de protección civil deben evaluar los riesgos se encuentra la actividad docente, incluida escolar o/o extraescolar, actividades sociales o eventos multitudinarios, actividades deportivas, comerciales, de transporte o laborales.
Esta suspensión debe ser realizada en primer lugar por los responsables directos de dichas actividades. En el caso de que no se hayan tomado las debidas medidas de protección o el riesgo sea inminente las Autoridades de protección civil podrán proceder, tras los oportunos requerimientos, a la ejecución subsidiaria adoptando las medidas de seguridad precisas y proporcionadas al riesgo.
En el caso de la actividad escolar se seguirán los procedimientos conjuntos establecidos.
-
3.- Confinamiento:
Esta medida consiste en el refugio de la población en sus propios domicilios, ascendiendo a los pisos superiores si fuera necesario, o en otros edificios, recintos o habitáculos próximos en el momento de anunciarse su adopción. Asimismo, se puede realizar el confinamiento temporal en zonas de refugio próximas a la población.
Es la medida de protección general inmediata más sencilla de aplicar y debe complementarse con las medidas de autoprotección personal.
La decisión de confinamiento de la población la tomará el/la Director/a del Plan, una vez analizadas las diversas posibilidades existentes.
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4.- Alejamiento:
Consiste en el traslado de la población desde posiciones expuestas a lugares seguros, generalmente poco distantes y utilizando sus propios medios. La decisión será tomada por el/la Director-a del Plan.
-
5.- Evacuación:
Consiste en el traslado masivo de la población que se encuentra en la zona de mayor riesgo hacia zonas seguras y alejadas de la misma. Se trata de una medida definitiva, que se justifica únicamente si el peligro al que está expuesta la población es elevado, dicha acción conlleva grandes repercusiones sociales, por lo que solo se adoptará en los casos en que se considere totalmente necesario. La decisión será tomada por el/la Director-a del Plan.
Los Planes de Emergencias de las Administraciones Locales han de prever la determinación de las zonas pobladas más expuestas, su mecanismo de aviso, alerta o información, sus vías de evacuación y lugares adecuados de alojamiento y albergue.
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6.- Control de Accesos:
El control de accesos es otra de las medidas de protección que tiene como objetivo controlar las entradas y salidas de personas y vehículos de las zonas de riesgo con la finalidad de limitar al máximo los efectos negativos de los posibles accidentes.
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7.- Información y avisos a la población:
Los sistemas de avisos a la población tienen por finalidad alertar a la población e informarla sobre la actuación más conveniente en cada caso y sobre la aplicación de Avisos e información a la población:
Los sistemas de avisos a la población tienen por finalidad alertar a la población e informarla sobre la actuación más conveniente en cada caso y sobre la aplicación de las medidas de protección siguientes: autoprotección, confinamiento, alejamiento y evacuación.
En un primer nivel se utilizarán sistemas de megafonía con los que se podrá informar a la población de las medidas de protección de aplicación inminente. Dichos sistemas de megafonía deberán estar previstos en el correspondiente Plan de Emergencia Municipal.
En un segundo nivel los avisos a la población se efectuarán a través de los medios de comunicación social (radio, televisión,..), siendo facilitados los mensajes a difundir por el Gabinete de Información.
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8.- Asistencia sanitaria:
Consiste en proporcionar atención sanitaria primaria y urgente a la población afectada, así como aplicar medidas de control sanitario de la población de la zona afectada, control de los posibles brotes epidemiológicos y focos de contaminación en las aguas estancadas.
También incluye el abastecimiento y control sanitario de alimentos, agua potable y medicinas de urgencia.
6.5.2.2. Medidas de protección de bienes.
Una vez puestas en marcha las medidas prioritarias de protección a las personas, se emprenderá, de forma simultánea, la toma de medidas de protección de bienes que puedan ser afectados por la catástrofe.
Por todo ello, se tratará de rescatar o salvaguardar los bienes de mayor valor o importancia, bien sean materiales, culturales o medioambientales. Asimismo, se aplicarán medidas protectoras y reparadoras a los bienes esenciales y servicios básicos de la comunidad, y aquellas infraestructuras cuyo deterioro puede ser origen de nuevos riesgos que contribuyan a aumentar los daños ya producidos.
Cuando tras una emergencia se haya producido la evacuación, debe de preverse el control y salvaguarda de los bienes ante posibles desvalijamientos, asaltos o pillaje, siendo estos cometidos o funciones de los Policías Locales, Autonómicos o Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
6.6. INTERFASE CON OTROS PLANES DE EMERGENCIA.
Se entiende por interfase el conjunto de procedimientos y medios que garantizan la transferencia y continuidad en la aplicación de actuaciones entre los diferentes planes de aplicación consecutiva.
6.6.1. PLANES ESTATALES.
El PEINCA se atendrá a lo que indique el Plan Estatal de Protección Civil ante el riesgo de inundaciones aprobado por Resolución de 2 de agosto de 2011, en graves emergencias por inundaciones que, habiéndose considerado que está en juego el interés nacional, así sean declaradas por el Ministro de Interior.
El Comité de Dirección en el que se integran la Administración Central y la Autonómica, asegura la coordinación precisa para el caso de actuación conjunta de las dos Administraciones.
6.6.2. PLANES INSULARES Y MUNICIPALES.
En todos los casos cuando los Planes de Emergencia de ámbito inferior al PEINCA se integren en éste, los grupos de acción se integran también en los mismos Grupos de Acción del PEINCA, asumiendo el mando el/la jefe-a de Grupo de Acción establecido en el PEINCA.
Las administraciones locales deberán integrar dentro de sus respectivos Planes de emergencia municipal/insular las actuaciones a desarrollar en las situaciones preventivas o de emergencia por inundaciones. Estas acciones podrán ser de apoyo con la disposición de medios y recursos locales a la dirección del plan activado o acciones de dirección y coordinación de las emergencias.
Declarada la situación de emergencia y en función del nivel, el/la Director-a del Plan territorial correspondiente podrá recomendar las acciones recogidas en dicho Plan.
En cualquier caso las Autoridades locales de protección civil (Alcalde-sa/Presidente-a de Corporación Insular) deberá comunicar al CECOES 1-1-2 cualquier activación de plan de emergencia que se produzca, así como las actuaciones posteriores que se vayan desarrollando.
6.6.3. PLAN ESPECÍFICO DE PROTECCIÓN CIVIL Y ATENCIÓN DE EMERGENCIAS DE LA COMUNIDAD AUTÓNOMA DE CANARIAS POR RIESGO DE FENÓMENOS METEOROLÓGICOS ADVERSOS (PEFMA).
El PEFMA es un Plan de Protección Civil que establece los mecanismos que permiten la movilización de los medios y recursos humanos y materiales necesarios para la protección de personas y bienes en caso de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública, así como el esquema de coordinación entre las distintas Administraciones Públicas llamadas a intervenir ante cualquier situación producida por fenómenos meteorológicos adversos en Canarias. El principal objetivo del PEFMA es establecer el marco organizativo en el ámbito de la Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias que de una respuesta rápida y eficaz antes y durante el desarrollo de un FMA.
La localización latitudinal de las Islas Canarias, en el cinturón de altas presiones subtropicales, motiva que la dinámica atmosférica se defina, básicamente, por las variaciones en la posición del anticiclón de las Azores y por la circulación general del oeste, que favorece la irrupción de borrascas generadoras de episodios más o menos lluviosos acompañados de vientos de cierta intensidad. Ocasionalmente, estas borrascas pueden alcanzar la suficiente energía como para generar lluvias torrenciales.
Entre aquellas situaciones de peligro asociadas a fenómenos atmosféricos que representan una amenaza potencial para las personas o los bienes y que cabe destacar por su relación con posibles inundaciones, son las siguientes:
- - Lluvias y tormentas (acumulaciones en mm/1 hora o período inferior y/o mm/12 horas).
- - Fenómenos costeros:
La relación que pueda establecerse entre el PEFMA y el PEINCA obliga a la continuidad en la aplicación de actuaciones entre los dos planes de manera simultánea.
En el caso de que existan varios siniestros o situaciones de emergencia que requieran de la constitución de varios Puestos de Mando Avanzado, el/la Director-a del PEINCA podrá nombrar en cada uno de ellos a un-a Técnico-a de la Dirección General de Seguridad y Emergencias, o al responsable del Grupo de Acción, cuyas funciones profesionales estén más acordes al tipo de emergencia.
La dirección del PEINCA asegurará la coordinación precisa para el caso de actuación conjunta de los dos planes.
Cuando el PEFMA se integre en el PEINCA, los grupos de acción se integrarán también en los del PEINCA, asumiendo el mando un-a único-a jefe-a de Grupo de Acción.
6.6.4. PLAN DE EMERGENCIA ANTE RIESGO DE ROTURA O AVERÍA GRAVES DE PRESAS Y BALSAS.
La planificación de emergencias ante riesgo de rotura o avería de presas y/o balsas se fundamentará en la elaboración e implantación de los Planes de Emergencia de Presas y Balsas por los titulares de las mismas, en la previsión de las actividades de protección de personas y bienes que ante esa eventualidad han de efectuarse en el marco del presente plan y en los de actuación municipal cuyo ámbito pueda verse afectado, y en el establecimiento de sistemas de notificación de incidentes y de alerta y alarma que permitan a la población y a las administraciones competentes intervenir y adoptar las medidas adecuadas.
Los Planes de Emergencia de Presas y Balsas se elaborarán conforme establece el punto 3.5 de la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el riesgo de Inundaciones y la Norma Técnica de Seguridad para la clasificación de las presas y para la elaboración e implantación de los Planes de Emergencia de Presas y Embalses.
Todas aquellas presas o balsas que hayan sido clasificadas en las categorías A o B deberán disponer del correspondiente plan de emergencia. La elaboración del plan de emergencia será responsabilidad del titular de la misma.
Los Planes de Emergencia de Presas y embalses habrán de prever los procedimientos de alerta de sus propios servicios ante dicha eventualidad, así como las actuaciones necesarias para el aviso a las autoridades municipales y a la población, y para la protección de las personas y de los bienes. Estas actuaciones serán dirigidas y coordinadas mediante los Centros de Coordinación Operativa descritos en el punto 5.3 del presente Plan.
La clasificación de las presas la hará el órgano competente del Gobierno de Canarias, el cual deberá llevar a cabo la correspondiente labor inspectora para verificar que efectivamente se han elaborado los planes de emergencia conforme la Directriz Básica.
Según se vayan aprobando Planes de Emergencia de Presas/Balsas, éstos se irán incorporando al PEINCA.
6.6.4.1. Escenarios.
La Directriz Básica de Planificación de Protección Civil ante el Riesgo de Inundaciones establece, según el escenario de seguridad y de peligro en que se clasifican las Presas/Balsas, las diferentes comunicaciones a realizar bien por el/la Director-a del Plan de Emergencias como entre autoridades y organismos públicos con responsabilidades en la gestión de emergencias. Estas comunicaciones son las siguientes:
-
• Escenario 0: Escenario de control de la seguridad: Las condiciones existentes y las previsiones, aconsejan una intensificación de la vigilancia y el control de la presa, no requiriéndose la puesta en práctica de medidas de intervención para la reducción del riesgo.
El/La Director-a del Plan de Emergencias de la Presa/Balsa tendrá que comunicar que se ha alcanzado el escenario 0 a los responsables del Consejo Insular correspondiente los cuales lo comunicarán al CECOES 1-1-2 a efectos informativos.
En este Escenario se activará el Plan de Emergencia de la instalación, pero no será necesaria la activación formal del PEINCA.
-
• Escenario 1: Escenario de aplicación de medidas correctoras: Se han producido acontecimientos que, de no aplicarse medidas de corrección (técnicas, de explotación, desembalses, etc.), podrían ocasionar peligro de avería grave o de rotura de la presa, si bien la situación puede solventarse con seguridad mediante la aplicación de las medidas previstas y los medios disponibles.
Desde el momento en que las circunstancias existentes en una presa o una balsa de interés general ubicada en una cuenca, requieran la aplicación de medidas correctoras (escenario 1), la dirección del Plan de Emergencia de Presa activará el mismo y se asegurará de que se comunique tanto al órgano de dirección del PEINCA, mediante aviso inmediato al CECOES 1-1-2 como a la Delegación/Subdelegación de Gobierno de la provincia en cuyo ámbito territorial esté ubicada la presa o la balsa.
La dirección del Plan de Emergencia de Presa se asegurará que se informe a los órganos anteriormente mencionados, tanto de la evolución de la situación como de la valoración del peligro y medidas adoptadas para el control de riesgo.
Éste activará el Plan Especial en la Situación (Alerta o Alerta Máxima) o Nivel de Emergencia que considere en base a la información recibida. Se constituirá la Sala de Crisis en el CECOES 1-1-2, a la cual podrá acudir un-a representante de la infraestructura afectada y se alertará a los Cabildos Insulares, alcaldes-as, policía local y protección civil de los ayuntamientos afectados, así como a los organismos presumiblemente afectados, movilizándose los medios que se consideren oportunos.
La declaración de la Situación o Emergencia se hará según los modelos disponibles en el CECOES 1-1-2 (Anexo VII) y en la misma se hará constar, como mínimo, los siguientes datos:
- · Fecha y hora de la declaración.
- · Plan de Emergencia de Presa activado y Escenario declarado.
- · Zona de Alerta afectada.
- • Escenario 2: Escenario excepcional: Existe peligro de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que puede ser controlado mediante aplicación de las medidas y medios disponibles.
En el caso de que la situación evolucionara al escenario 2, el/la Director-a del Plan de Emergencia de Presa/Balsa se lo comunicará al/la Director-a del Plan de Inundaciones, que decretará la Situación o Nivel de Emergencia requerido.
Se confirmará telefónicamente la declaración con las autoridades de todos los municipios incluidos en la Zona afectada:
- · Para asegurar que los municipios son conocedores de la situación y activan sus correspondientes Planes de Emergencia Municipal.
-
· Que se adoptan las medidas de protección a la población.
El Grupo de Intervención colaborará con los responsables del Plan de Presa/Balsas en las tareas necesarias para preservar la integridad del área afectada.
El Grupo de Seguridad y Logística iniciarán las actuaciones preventivas en previsión de que la situación pudiera evolucionar a un Escenario 3, y por tanto, fuera necesaria la evacuación de la población que pudiera verse inundada en un intervalo no superior a 30 minutos.
-
• Escenario 3: Escenario Límite: La probabilidad de rotura de la presa es elevada o ésta ya ha comenzado, resultando prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por dicha rotura.
En el caso de que la situación evolucionara hasta alcanzar el escenario 3, el/la Director/a del Plan de Emergencia de Presa/Balsa se lo comunicará al/la Director/a del Plan de Inundaciones que decretará el Nivel de Emergencia constituyéndose el CECOPI en caso necesario si todavía no lo estuviera.
El/La Director-a del Plan de Presa/Balsa, utilizando los medios establecidos al efecto, dará la alarma a la población existente en la zona, que de acuerdo a los estudios de riesgo incluidos en el Plan de Presa/Balsas pueda verse inundada en un intervalo no superior a 30 minutos, en el caso de imposibilidad se trasmitirá inmediatamente al CECOES 1-1-2 y al municipio para realizar la acción urgente de evacuación de la población.
La Dirección del Plan de Inundaciones facilitará, a través de los Grupos de Seguridad y Logística, las tareas de evacuación y albergue de dicha población si fuera necesario.
El Grupo de Intervención colaborará con los responsables del Plan de Presas/Balsas en las tareas necesarias para preservar la integridad del área afectada.
6.6.4.2. Actuaciones.
Notificación y Seguimiento:
- El CECOES 1-1-2 será el encargado de efectuar la primera notificación a los Municipios y Cabildo afectados y se efectuará el seguimiento específico de la situación en la Presa, estableciendo comunicaciones con el/la Director-a del Plan, el Consejo Insular de Aguas y proporcionando información de retorno al/la Director-a del Plan y los Municipios afectados.
Dispositivos Preventivos:
- En aquellos casos en los que la situación lo aconseje, el/la Director-a del Plan podrá ordenar la constitución de Grupos operativos movilizados a priori en previsión de que los posibles daños que pueden ocasionarse por la rotura de la Presa/Balsa.
- El/la Director-a del Plan nombrará un responsable de PMA que será el encargado de actuar de enlace con el CECOES 1-1-2.
- En caso de materializarse la emergencia, los Grupos operativos movilizados se integrarán en la estructura global de PEINCA.
- Actuaciones Municipales:
- Los municipios alertados por riesgo de inundación activarán sus Planes de Emergencia Municipales o Procedimientos de Actuación y constituirán el CECOPAL.
- En los Planes de Emergencia Municipal se recogen las actuaciones particulares a desarrollar para la protección a la población de las zonas potencialmente afectadas por la rotura de la Presa/Balsas.
Medidas a adoptar:
- • Evacuaciones preventivas de la población potencialmente afectada por la onda de avenida en caso de rotura.
- • Prohibición de actividades en los cauces o en las proximidades de éstos.
- • La Policía Local, en coordinación con la Guardia Civil, realizarán los cortes de tráfico en los viales locales (especialmente en los puentes o en los cruces de los cauces) cuando estas puedan resultar afectadas por la onda de avenida.
- • Coordinación de los recursos locales para la adopción de las medidas de protección a la población, en especial el alejamiento y la evacuación.
- • Avisos a la población con carácter previo e información a la población sobre el estado de situación de la emergencia en el transcurso de la misma.
- • Coordinación del Abastecimiento a la población afectada.
- • Atención a las personas evacuadas.
Actuaciones de la Guardia Civil:
- La Guardia Civil realizará los cortes de tráfico en las carreteras interurbanas (especialmente en los puentes o en los cruces de los cauces) cuando estas puedan resultar afectadas por la onda de avenida. Las actuaciones de la Guardia Civil estarán bajo la supervisión de sus mandos naturales.
6.6.5. PLANES DE CONTINUIDAD DE SERVICIOS BÁSICOS ESENCIALES.
Con relación a los planes de continuidad de los servicios básicos esenciales, éstos atenderán a los criterios y procedimientos establecidos en los mismos, garantizando en todo caso su coherencia e integración en el marco establecido por el PEINCA.
En aras a una adecuada integración el órgano competente en materia de protección civil de la Comunidad Autónoma de Canarias podrá requerir, en cualquiera de las Situaciones previstas en este Plan, que responsables con capacidad de gestión y organización de las empresas de servicios básicos esenciales, así como cuantas entidades públicas o privadas se consideran necesarias se incorporen a las salas del CECOES 1-1-2 para colaborar con las autoridades competentes en las tareas que resulten precisas para la aplicación de las medidas previstas en este documento.
6.7. ADECUACIÓN DE LOS PLANES DE EMERGENCIA LOCALES A LOS RIESGOS POR INUNDACIÓN.
6.7.1. PLANES DE EMERGENCIAS MUNICIPALES.
Los Planes de Emergencia Municipales en materia de inundaciones deben reflejar el conjunto de actuaciones que ejecutará el municipio con el objetivo de combatir la emergencia, garantizar la operatividad de los medios humanos y materiales de que dispone el municipio y determinar cómo estos medios se integran en la estructura del plan de ámbito superior.
El PEMU deberá contener los siguientes criterios básicos:
- ▪ Prever la estructura organizativa y los procedimientos operativos para la intervención en emergencias por inundaciones que afecten o puedan afectar a su término municipal, siempre en coordinación con los grupos de actuación previstos en el PEINCA. Por lo tanto, se deben definir los responsables, sus funciones y las acciones que llevarán a cabo en el municipio para combatir la emergencia.
- ▪ Definir e inventariar las presas y embalses del municipio, así como su categorización.
- ▪ Definir e inventariar los puntos y las personas del municipio especialmente vulnerables en caso de una emergencia por inundación.
- ▪ Prever procedimientos de información, aviso y alerta a la población (residente e itinerante) en coordinación con aquellos previstos en el PEINCA, con especial atención a los elementos vulnerables posiblemente afectados.
- ▪ Prever la organización y las medidas necesarias para reducir el impacto y los efectos de la situación de riesgo sobre la población así como para minimizar los posibles riesgos que de ella se puedan derivarse. En este sentido, hay que prever las posibles necesidades como puntos de reunión municipal, albergues, el alojamiento, la provisión de alimentos, servicios sociales a los afectados, etc.
- ▪ Catalogar los medios y recursos específicos para la puesta en práctica de las actividades previstas en el PEMU.
- ▪ Establecer las formas de cooperación del municipio con la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias y las otras entidades en la implantación y mantenimiento del plan de emergencias municipal.
6.7.2. PLANES DE EMERGENCIAS INSULARES.
Los Cabildos Insulares disponen del correspondiente Plan de Emergencia Insular, adecuadamente aprobado por su corporación y homologado por la comisión autonómica de protección civil.
Su objeto principal es dirigir la emergencia cuando haya varios municipios implicados, así como prestar apoyo, asistencia y cooperación a los municipios de ámbito insular para ayudarles a cumplir con sus funciones de protección civil, respetando, en todo caso, los PEMUS.
Lo indicado anteriormente para los municipios respecto a las competencias y funciones en materia de protección civil es igualmente aplicable a las corporaciones insulares según indica su PEIN.
Los PEIN deberán de tener inventariadas todas las presas y embalses de la isla, así como su categorización.
7. IMPLANTACIÓN Y MANTENIMIENTO DEL PEINCA.
7.1. IMPLANTACIÓN DEL PLAN.
El Plan de Emergencias debidamente elaborado, aprobado y homologado, no asegura por sí mismo la operatividad ni la eficacia como documento operativo responsable de definir las actuaciones en situación de emergencia por fenómenos meteorológicos adversos que puedan generar inundaciones.
La operatividad del PEINCA se deberá manifestar en la facilidad de adecuación de sus estructuras, en la transmisión de información entre las diferentes administraciones y en la agilidad de activación de los mecanismos y procedimientos de actuación establecidos en las diferentes situaciones.
La eficacia del PEINCA debe garantizar un elevado nivel de eficiencia operativa necesaria en la Situación de emergencia. Mediante la realización de los procesos de implantación se pretende garantizar la operatividad y la eficacia.
El mantenimiento de la funcionalidad de los elementos estructurales del Plan y la continuidad de los procesos de implantación deberán considerarse actuaciones propias de los procedimientos de implantación y mantenimiento del plan.
El responsable de la implantación del Plan de Protección Civil es el/la Director-a técnico-a del Plan.
Son objetivos de la implantación:
- ▪ La actualización tecnológica de la infraestructura del PEINCA, compuesta fundamentalmente por el CECOES 1-1-2, los equipamientos del Puesto de Mando Avanzado, y la Red de Transmisiones y comunicaciones con las administraciones implicadas, especialmente CECOPALES y CECOPIN, CECOP, AEMET, así como con las empresas de servicios básicos esenciales.
- ▪ La información y formación continua de los integrantes de la estructura organizativa y de mando del PEINCA, así como la revisión de la estructura en función de los cambios que se produzcan en la organización jerárquica de los diferentes departamentos.
- ▪ La asignación de las funciones operativas en los servicios, cargos y grupos operativos que integrarán los Grupos de Acción, así como sus responsabilidades.
- ▪ La divulgación tanto interna como externa del Plan, que incluye unos procedimientos de información y formación destinados a los miembros de la estructura organizativa del Plan para que adquieran un alto nivel de conocimiento del plan, de sus competencias, responsabilidades, procedimientos de actuación y medios disponibles. Estos procedimientos incluyen también la información a la población, para conseguir su respuesta adecuada a las diversas situaciones que puedan producirse.
- ▪ La definición, en caso necesario, de los equipamientos a implantar (recursos técnicos) para el buen desarrollo del plan de protección civil.
El PEINCA en sí sería totalmente inoperante si no se divulgara su existencia, dando conocimiento de su finalidad, de su estructura funcional, mecanismos y procedimientos de actuación.
Dentro del objetivo específico de divulgación del Plan, se definen dos actuaciones diferentes, una orientada hacia la población y la otra a los responsables del Plan.
Primeramente se establecerá un proceso de información y formación a los responsables del Plan, que les capacite para su integración dentro de la estructura funcional, conociendo esta estructura y sus funciones y responsabilidades.
A la población hay que considerarla, además de interesada y posiblemente afectada por cualquier emergencia por FMA así como por rotura o avería grave de presa o embalse, un miembro activo que deberá realizar unas actuaciones y adoptar unos comportamientos adecuados de autoprotección y de colaboración. Con el proceso de "información" a la población se pretende conseguir que se adopten unas pautas de comportamiento individual y colectivo que permitan una respuesta lo más segura y eficaz posible ante la emergencia.
7.1.1. PROGRAMA DE FORMACIÓN DE LOS ACTUANTES.
Las fases del programa de formación especificadas en el presente apartado y los objetivos definidos, hacen referencia a la formación en materia del PEINCA a impartir a los diferentes grupos, cargos, entidades, organismos y servicios que actuarían o podrían actuar en caso de emergencia.
El programa de formación inicial de los actuantes se desarrollará según se indica a continuación:
- ▪ INFORMACIÓN sobre el PEINCA y la integración con los Planes de emergencia insulares y municipales, así como los análisis de riesgos planteados.
- ▪ FORMACIÓN GENERAL en materia de las funciones y responsabilidades de los diferentes cargos y grupos involucrados en la estructura organizativa en emergencias.
- ▪ FORMACIÓN ESPECÍFICA a los diferentes integrantes de la estructura organizativa, impartida en dos niveles, de acuerdo con las diferentes tareas que deben llevar a cabo en caso de emergencia.
El proceso de formación debe tener carácter permanente y periódico. Además de la información y formación indicada, se llevarán a cabo las actividades formativas derivadas de las necesidades de cada uno de los PEIN/PEMUS. Estas actividades serán desarrolladas por el correspondiente Director-a técnico-a. Los cursos de implantación/mantenimiento de la operatividad del Plan por los actuantes deben registrarse adecuadamente, con el fin de proporcionar una visión esquemática y sencilla de la planificación, contenidos y participantes de las mismas.
7.1.2. INFORMACIÓN A LA POBLACIÓN.
El objetivo de este apartado de implantación del PEINCA es hacer llegar a la población el conocimiento sobre:
Los riesgos por FMA que puedan generar inundaciones y la rotura o avería de presas y embalses que afectan a Canarias, los medios de información y de actuación, la estructura organizativa establecida para hacer efectiva la intervención, la infraestructura existente para garantizar la operatividad del Plan y las acciones generales en caso de emergencia.
Con conocimiento la población tendrá una mayor y mejor capacidad de respuesta, tanto individual como colectiva, en situaciones de emergencia ocurridas como consecuencia de una inundación. En el proceso de información a la población deberá tener cuidado en medir el tipo, forma y volumen de información, siguiendo diferentes criterios:
- ▪ Tener en cuenta el grado de sensibilización y conocimiento de la población en materia de Protección Civil.
- ▪ Conocer los problemas puntuales que impactan con más fuerza en la población.
- ▪ Medir la masa de información de tal manera que su exceso no conduzca a resultados contradictorios.
- ▪ Estructurar mecanismos de información adecuados para lograr su óptima difusión.
- ▪ Articular mecanismos de fomento de la autoprotección específicamente en poblaciones consideradas como vulnerables.
Las metodologías que se pueden utilizar para llevar a cabo esta fase de Implantación del Plan son diversas:
- ▪ Charlas en entidades, asociaciones de vecinos o directos a la población.
- ▪ Programas de radio locales.
- ▪ Folletos, trípticos explicativos, circulares, etc, que se envíen a toda la población.
- ▪ Establecimiento de un directorio telefónico de responsables de colectivos vulnerables.
En materia de publicaciones, existirá al alcance de la población una información sobre los "consejos de actuación frente a las diferentes tipologías de emergencia", mediante la página web del Gobierno de Canarias.
El desarrollo de la información a la población, a recursos de emergencia u otros interlocutores en materia de emergencias mediante redes sociales (Facebook, Twitter, etc.) será una prioridad para canalizar información detallada sobre la evolución de la emergencia, medidas preventivas, etc.
7.1.3. IMPLANTACIÓN DE LOS RECURSOS TÉCNICOS.
La implantación de los recursos técnicos es uno de los aspectos vitales para el correcto desarrollo de los procedimientos de actuación del PEINCA. Se implantarán físicamente aquellos recursos técnicos necesarios de acuerdo con los procedimientos de operación: sistemas de avisos, sistemas y redes de comunicaciones, equipamientos para los grupos actuantes autonómicos y, en general, todos los medios y recursos establecidos en el Plan.
Para los diferentes recursos técnicos implantados se llevarán a cabo las correspondientes sesiones de información y formación al personal que los tendrá que utilizar (uso y mantenimiento de los equipos y sistemas).
7.2. MANTENIMIENTO DEL PLAN.
El Plan de Protección Civil, cuando se haya elaborado, aprobado, homologado e implantado, debe ser capaz de garantizar en el tiempo su operatividad y eficacia, pero estas condiciones no puede conservarlas indefinidamente si no se prevén unas actuaciones para su mantenimiento.
Se distinguirá entre actualización, cuando las modificaciones y/o implementaciones a incluir en el plan no supongan grandes cambios en los mecanismos de coordinación, información y actuación descritos en el presente plan, y revisión, cuando las modificaciones y/o implementaciones a incluir en el plan supongan cambios en su estructura. Esta distinción siempre estará sujeta a la valoración del/la director-a técnico-a del Plan. Son objetivos del mantenimiento del Plan:
- ▪ Comprobar y mejorar la eficacia del Plan.
- ▪ Incorporar los cambios pertinentes aconsejados por la adquisición de nuevos conocimientos sobre el riesgo de inundaciones.
- ▪ Mantener la continuidad en la realización, organización, dirección y control de los procesos de información y formación, de acuerdo con el apartado correspondiente a la implantación.
- ▪ Mantener la funcionalidad de los elementos estructurales del Plan, los elementos que integran su infraestructura.
- ▪ Incluir en el Plan todas las modificaciones que se hayan realizado como consecuencia de su implantación.
Las acciones de mantenimiento serán las siguientes:
- ▪ Revisión de los datos referentes al riesgo de inundaciones y del sistema de información hidrometeorológica.
- ▪ Difusión del Plan entre las instituciones y el personal involucrado en su aplicación.
- ▪ Contribuir a la mejora del conocimiento sobre el riesgo de inundaciones y las medidas de autoprotección entre los/las ciudadanos/as.
- ▪ Realización de ejercicios y simulacros.
7.2.1. COMPROBACIONES PERIÓDICAS.
Cada persona o entidad, pública o privada, susceptible de intervenir con sus medios y recursos en la atención de emergencias derivadas de inundaciones, deberá realizar comprobaciones periódicas de sus equipos y medios, tanto humanos como materiales, que puedan intervenir en caso de activación del Plan.
Estas comprobaciones periódicas se realizarán en relación con:
- 1. Mantenimiento del inventario de medios y recursos de titularidad pública o privada, municipal, insular autonómica o estatal, que estén adscritos al Plan.
- 2. Actualización, cada cinco años, de los estudios sobre la valoración del riesgo en relación con la vulnerabilidad, la zonificación del territorio, las épocas de peligro y las condiciones meteorológicas.
- 3. Realización periódica de ejercicios de adiestramiento y simulacros con el objetivo de familiarizar a los distintos grupos actuantes con los equipos y técnicas a utilizar en caso de activación del Plan.
- 4. Desarrollo y seguimiento de los programas de formación destinados a los órganos y servicios actuantes y a la población en general.
- 5. Ajustes cartográficos en la elaboración de los mapas de peligrosidad, vulnerabilidad y riesgo, en función tanto de estudios realizados con mayor grado de detalle, como de modificaciones en las condiciones del cauce o de los elementos vulnerables presentes.
Las actualizaciones o incorporación de datos referentes al análisis del riesgo, posteriores a la aprobación y homologación del presente Plan, así como de los planes de ámbito local frente a inundaciones, de los planes de emergencia de presas y de modificaciones que pudieran surgir por la aprobación de los Planes de los Consejos Insulares de Aguas, serán incluidos de forma efectiva en el PEINCA, con el único requisito del informe favorable de la Comisión de Protección Civil de la Comunidad Autónoma de Canarias.
ANEXO I.
- GLOSARIO DE TÉRMINOS
Activación del Plan: Puesta en marcha por decisión del/la Director/a del Plan, mediante declaración formal, de las acciones preestablecidas en el Plan, llevadas a cabo a través de los órganos que integran su estructura.
Análisis de riesgos: Estudio que comprende las etapas de identificación del peligro y la evaluación cuantitativa de frecuencias y consecuencias con el objeto de estimar las pérdidas humanas y materiales asociadas a la ocurrencia de éste, de unas características dadas y en una zona determinada.
ARPSI: Áreas de riesgo potencial significativo de inundación (ARPSI’s): obtenidas a partir de la Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) realizada por las autoridades competentes en materia de aguas, costas y protección civil, para las cuales se ha llegado a la conclusión de que existe un riesgo potencial de inundación significativo o bien en las cuales la materialización de tal riesgo pueda considerarse probable como resultado de los trabajos de Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI).
Avenida: Aumento inusual del caudal de agua en un cauce que puede o no producir desbordamientos e inundaciones.
Cartografía oficial: La realizada con sujeción a las prescripciones de la Ley 7/1986, de Ordenamiento de la Cartografía, por las Administraciones Públicas o bajo su dirección y control.
Catálogo de medios y recursos: Archivo que contiene los datos que identifican las personas y los bienes pertenecientes a las distintas Administraciones, así como a organizaciones y empresas privadas y ciudadanía, susceptibles de ser activados en situaciones preventivas y de emergencias.
CECOES: Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad de la Comunidad Autónoma de Canarias. Servicio administrativo, adscrito a la Dirección General de Seguridad y Emergencias, que funciona permanentemente como órgano receptor de alertas y llamadas de auxilio, así como órgano de apoyo técnico a la coordinación y compatibilización de los servicios necesarios en la emergencia. En dicho centro se ubican el CECOP y el CECOPI, en los casos en que sean activados los planes de protección civil autonómicos.
CECOPAL: Centro de Coordinación Operativo Municipal, dependiente del Ayuntamiento.
CECOPIN: Centro de Coordinación Operativo Insular, dependiente del Cabildo.
Elementos vulnerables: Población, edificaciones, obras de ingeniería civil, actividades económicas, servicios públicos, elementos medioambientales y otros usos del territorio que se encuentren en peligro en un área determinada y que puedan sufrir daño como consecuencia de algún riesgo.
Emergencia de interés nacional: Establecidos de acuerdo a la Ley del Sistema Nacional de Protección Civil.
EPRI: Evaluación Preliminar del Riesgo de Inundación (EPRI) con el fin de seleccionar aquellas zonas del territorio para las cuales se ha determinado que existe un riesgo potencial elevado de inundación o en las cuales la materialización de ese riesgo puede considerarse probable en los términos indicados en la Directiva 2007/60/CE, y así, tras el establecimiento de los umbrales de riesgo significativo, proceder a la identificación de las Áreas de Riesgo Potencial Significativo por Inundación (ARPSI’s).
Evacuación: Traslado masivo de personas que se encuentran en la zona de intervención hacia zonas alejadas de la misma.
Grupos de Acción: Unidades de actuación ante la emergencia, de carácter permanente, compuestas por diferentes servicios u organismos pero que realizan funciones homogéneas y bajo la coordinación de una sola jefatura.
Interfase: Se entiende por tal al conjunto de procedimientos y medios que garantizan la transferencia y continuidad en la aplicación de actuaciones entre diferentes fases o planes de aplicación consecutiva.
Isoyetas: Líneas de igual precipitación.
Inundaciones: Sumersión temporal de terrenos normalmente secos, como consecuencia de la aportación inusual y más o menos repentina de una cantidad de agua superior a la que es habitual en una zona determinada.
Inundación en las zonas costeras: Anegamiento temporal o permanente de terrenos que no están normalmente cubiertos de agua a causa de mareas, oleaje, resacas o procesos erosivos de la línea de costa, y las causadas por la acción conjunta de barrancos y mar en las zonas de transición.
Inundación por precipitación in-situ: aquella inundación producida exclusivamente por la lluvia caída en la zona inundada y su cuenca aportante siempre y cuando ésta no se produzca por desbordamiento de cauces considerados de aguas públicas.
Mantenimiento: Acciones que permiten garantizar la continuidad de la eficacia de un plan. Incluye las medidas de actualización y medidas de revisión.
Medios: Elementos humanos y materiales de carácter esencialmente móvil que se incorporan a los grupos de Acción frente a una emergencia, permitiendo afrontar con mayor eficacia las tareas consideradas en los planes de emergencia de protección civil.
Movilización: Conjunto de operaciones o tareas para la puesta en actividad de medios, recursos y servicios que hayan de intervenir en emergencias por inundaciones.
Peligrosidad: Probabilidad de ocurrencia de una inundación, dentro de un período determinado y en un área dada. Expresa la inundabilidad de una zona.
Período de retorno: Tiempo que tarda en reproducirse una avenida, una precipitación extrema o una inundación de una magnitud dada. Se define también como el inverso de la Probabilidad de ocurrencia. Para este Plan de Emergencia se han utilizado los PR de 50, 100 y 500 años.
PEFMA: Plan Específico de Protección Civil y Atención de Emergencias de la Comunidad Autónoma de Canarias por riesgos de fenómenos meteorológicos adversos (PEFMA).
Plan de Protección Civil: Es la previsión del marco orgánico‐funcional y de los mecanismos que permiten la movilización de los medios y recursos humanos y materiales necesarios para la protección de personas y bienes en caso de grave riesgo colectivo, catástrofe o calamidad pública, así como el esquema de coordinación entre las distintas Administraciones Públicas llamadas a intervenir.
PEIN: Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil Insular. Su redacción, aprobación e implantación corresponde al Cabildo Insular.
PEMU: Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil Municipal. Corresponde su redacción, aprobación e implantación al Ayuntamiento.
Plan de Emergencia/Autoprotección de Presas/Balsas: Establecen la organización de los recursos humanos y materiales necesarios para el control de los factores de riesgo que puedan comprometer la seguridad de la presa/balsa de que se trate, así como mediante los sistemas de información, alerta y alarma que se establezcan, facilitar la puesta en disposición preventiva de los servicios y recursos que hayan de intervenir para la protección de la población en caso de rotura o avería grave de aquella y posibilitar el que la población potencialmente afectada adopte las oportunas medidas de autoprotección.
Probabilidad de ocurrencia: Probabilidad de que en un año se reproduzca una avenida de magnitud dada. Para las avenidas potencialmente perjudiciales la Probabilidad de Ocurrencia coincide con la Peligrosidad.
Puntos conflictivos: Aquellos en los que a consecuencia de las modificaciones ejercidas por el hombre en el medio natural o debido a la propia geomorfología del terreno, pueden producirse situaciones que agraven de forma substancial los riesgos o los efectos de la inundación.
Recursos: Elementos naturales y artificiales, de carácter esencialmente estático, cuya disponibilidad hace posible o mejora las tareas en materia de protección civil ante situaciones de emergencia.
Riesgo de inundación: Combinación de la probabilidad de que se produzca una inundación y de sus posibles consecuencias negativas para la salud humana, el medio ambiente, el patrimonio cultural, la actividad económica y las infraestructuras.
Rotura de Presas/Balsas:
- • Escenario 0. Escenario de control de la seguridad: Las condiciones existentes y las previsiones, aconsejan una intensificación de la vigilancia y el control de la presa, no requiriéndose la puesta en práctica de medidas de intervención para la reducción del riesgo.
- • Escenario 1. Escenario de aplicación de medidas correctoras: Se han producido acontecimientos que, de no aplicarse medidas de corrección (técnicas, de explotación, desembalses, etc.), podrían ocasionar peligro de avería grave o de rotura de la presa, si bien la situación puede solventarse con seguridad mediante la aplicación de las medidas previstas y los medios disponibles.
- • Escenario 2. Escenario excepcional: Existe peligro de rotura o avería grave de la presa y no puede asegurarse con certeza que puede ser controlado mediante aplicación de las medidas y medios disponibles.
- • Escenario 3. Escenario Límite: La probabilidad de rotura de la presa es elevada o ésta ya ha comenzado, resultando prácticamente inevitable que se produzca la onda de avenida generada por dicha rotura.
Servicios básicos o esenciales: Aquellos cuya carencia afecta notablemente a la calidad de vida de la ciudadanía y a la reanudación de los servicios y actividades industriales, pudiendo provocar en ocasiones problemas de seguridad.
Vulnerabilidad: Grado de probabilidad de pérdida de un elemento de riesgo dado, que resulta de una inundación de características dadas.
Zona de alerta: Zona afectada por la emergencia, aunque de forma leve o que podría verse afectada en función de la evolución de la emergencia y en la que es recomendable que, al menos, la población crítica adopte medidas de protección.
Zona de Intervención: Área directamente afectada por la emergencia en la que se realizan fundamentalmente las misiones encomendadas al Grupo de Intervención y en la que deben tomarse, necesariamente, medidas de protección a la población.
Zona costera inundable: Zona adyacente a la línea de costa susceptible de ser alcanzada por el agua del mar a causa de las mareas, el oleaje, las resacas o los procesos erosivos de la línea de costa, y las causadas por la acción conjunta de los barrancos y mar en las zonas de transición.
Zonas de inundación potencial:
- • Zona de inundación frecuente: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno de 50 años.
- • Zonas de inundación ocasional: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno entre 50 y 100 años.
- • Zonas de inundación excepcional: Zonas inundables para avenidas de periodo de retorno entre 100 y 500 años.
Zonas inundables en función del riesgo:
- • Zonas A de riesgo alto: Son aquellas zonas en las que las avenidas de 50, 100 o 500 años producirán graves daños a núcleos de población importante; o para las avenidas de 50 años produciría impactos a viviendas aisladas o daños importantes a instalaciones comerciales o industriales y/o servicios básicos.
- • Zonas B de riesgo significativo: Son aquellas zonas no coincidentes con las A, en las que la avenida de 100 años produciría impactos en viviendas aisladas, y las avenidas de periodo de retorno igual o superior a los 100 años, daños significativos a instalaciones comerciales, industriales y/o servicios básicos.
- • Zonas C de riesgo bajo: Son aquellas, no coincidentes con las zonas A ni con las zonas B, en las que la avenida de los 500 años produciría impactos en viviendas aisladas, y las avenidas consideradas en los mapas de inundación, daños pequeños a instalaciones comerciales, industriales y/o servicios básicos.
ANEXO II.
- INFORMACIÓN TERRITORIAL.
Las Islas Canarias se encuentran situadas en el NE del Atlántico Central, entre los 27º 37’ y 29º 25’ de latitud N, y los 13º 20’ y 18º 10’ de longitud O. A unos 1.000 km de distancia de la Península Ibérica y a una distancia menor que la separa con la costa africana es de unos 100 km (entre Fuerteventura y Cabo Juby).
El Archipiélago está compuesto por siete islas mayores (Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura) y otras seis menores (Alegranza, La Graciosa, Montaña Clara, Islote de Lobos, Roque del Este y Roque del Oeste) divididas en dos provincias. La provincia de Las Palmas, integrada por las islas de Gran Canaria, Fuerteventura y Lanzarote, mientras que la provincia más occidental, Santa Cruz de Tenerife, que está formada por las islas de Tenerife, La Palma, El Hierro y La Gomera. Las islas son de origen volcánico y están separadas por un estrecho brazo de mar del continente africano.
Las Islas Canarias emergieron del mar debido a la actividad magmática que se generó en la época de la apertura del Atlántico. La tensión a la que estaba sometida la corteza oceánica por la expansión del fondo atlántico y el choque de África con Europa, condujo a una fractura de la corteza oceánica en bloques, al desplazamiento ascensional de éstos, y a la formación y salida de masas de magma entre ellos. El magma, junto a los bloques levantados, conformó la base de los edificios insulares a través de la cual se abrieron paso las posteriores emisiones magmáticas.
Las Islas no presentan la misma edad, dado que su formación no fue simultánea, sino que cada isla es el resultado de diferentes episodios eruptivos, separados por largos períodos de inactividad volcánica. Las más antiguas son Lanzarote, Fuerteventura, Gran Canaria y La Gomera, mientras que las más jóvenes son Tenerife, La Palma y El Hierro. Los diferentes ejes de construcción de los edificios (dorsales de forma triangular, alargada o circular) y la discontinuidad en la actividad constructiva, ha caracterizado el diferente y especial crecimiento, relieve y material que conforma cada la una de las Islas. Además, los agentes erosivos desmantelaron y excavaron de diferente manera los perfiles de cada una de las islas.
1.- LANZAROTE.
La superficie de Lanzarote es de 845.94 Km2(a lo que hay que incrementarle lo correspondiente a los islotes de La Graciosa, Montaña Clara, Alegranza y los dos Roques) con una longitud en este sentido de unos 60 Km. continental africana.
El extremo más occidental (Punta Ginés) tiene 13° 52' 48" y el más oriental (Punta Prieta),tiene 13° 28' 07" de longitud, siendo su dimensión mayor en este sentido de 21 kilómetros. Al NW separada por el estrecho del Río, de escasa profundidad, se encuentra la isla de La Graciosa, de unos 27 Km2. Montaña Clara, cuyo nombre se debe al color gris pardo de las tobas que la recubren, tiene un kilómetro cuadrado y se encuentra separada de La Graciosa por un canal de 1.750 m.
Al NE de esta isla se encuentra el Roque del Infierno o del Oeste de 0,06 Km2, que es un bloque rocoso de 50 metros de altura. A unos 10 kilómetros al Norte de La Graciosa se encuentra la isla de Alegranza de unos 12 Km2. El Roque del Este, el más oriental del archipiélago, tiene una superficie de 0,07 Km2.
La isla posee una morfología peculiar, con un gran óvalo central y dos apéndices, al norte yal sur, que se corresponden con Famara y los Ajaches, respectivamente. La altitud media es modesta en comparación con otras islas del Archipiélago Canario, alcanzándose la cota máxima en Peñas del Chache, a 670 metros.
2.- FUERTEVENTURA.
La Isla de Fuerteventura, entre 28º45’04’’ y 28º02’16’’ latitud norte y 13º49’12’’ a 14º30’24’’ longitud oeste.
Es la más árida de las Islas Canarias y también la más cercana a la costa africana, habiendo 97 km de distancia entre la Punta de la Entallada y el cabo Juby (Seguía-El-Hamra, Sáhara Occidental). La isla presenta una dimensión principal en sentido de Norte a Sur, que se prolonga hacia el Suroeste por la península de Jandía.
Es la de mayor longitud del archipiélago, con unos 100 km desde la Punta de la Tiñosa, en el Norte, a la Punta de Jandía, en el Sur; es también la segunda en extensión, con una superficie de 1659,74 km2 incluidos los 4,38 km2 de la isla de Lobos. Esta pequeña isla, situada al Noreste de Fuerteventura y considerada parte de ésta, debe su nombre a la existencia de lobos marinos en el pasado. Este islote está separado unos 2 km de Fuerteventura. El pequeño estrecho que las separa tiene profundidades comprendidas entre los 9 m y 13 m. La máxima altura de Fuerteventura es el Pico de la Zarza (807 m), en la Península de Jandía.
Fuerteventura es una isla con extensas planicies, fruto del proceso erosivo, al ser una de las islas con mayor antigüedad del archipiélago canario, aunque ha experimentado numerosas erupciones volcánicas a lo largo de la historia. Muchas zonas están cubiertas de lavas como Montaña de la Arena, Malpaís Grande y Chico.
Aunque el origen de la isla es volcánico, la actividad volcánica en la zona no es, ni ha sido nunca, continua. Los períodos eruptivos abarcan desde el Mioceno hasta hace unos pocos miles de años. La isla adquiere su configuración actual durante el Plioceno - Pleistoceno. De los materiales que afloran podemos establecer una primera separación entre los que formaron el zócalo insular (Complejo Basal) y aquellos otros, de naturaleza basáltica, originados por las etapas volcánicas subaéreas.
En el centro de la isla aflora la corteza oceánica: Morrete de Yeseros, Cuchillo de Agua Dulce. El tercio septentrional es un campo de volcanes activo. Son característicos los malpaíses volcánicos como los del norte, Arena, Chico, Grande, Jacomar y los tres pequeños volcanes de Pájara. El norte de la isla está dividido entre el Malpaís de Boyuyo y el Jable de Corralejo, una de las zonas de dunas más importantes de Canarias. Al Oeste se presenta la llanura de Punta Jandía.
La antigüedad del Complejo Basal implica una mayor exposición a la erosión. Este hecho y el que haya estado un largo tiempo bajo el nivel del mar, determinan una topografía muy suavizada de lomos redondeados y una red de barranquillos que desembocan en la costa occidental.
Fuerteventura se caracteriza por un relieve maduro con escasas formaciones montañosas. La máxima altura es el Pico de la Zarza con 807 m, en la Península de Jandía. El macizo de Betancuria es el relieve con un aspecto más montañoso, siendo el Pico de la Atalaya, con 762 m, su altura más destacada.
En la zona norte, la más reciente, se extiende un malpaís formado por lavas arrojadas por volcanes del Cuaternario, entre los que destacan el de Montaña la Mancha (151 m), Montaña San Rafael (117 m) y Bayuyo (269 m).
En el interior, entre Tiscamanita y Tuineje también se han producido erupciones recientes que formaron el Malpaís Chico, procedente de la Caldera de Gairía (461 m); y el Malpaís Grande, de la Caldera de la Laguna (301 m), Caldera de Liria (254 m), Caldera de los Arrabales (242 m) y la Caldereta.
En el Oeste está el Macizo de Betancuria y los tres barrancos centrales más importantes: La Peña, Ajuí y Pájara.
Las grandes llanuras del interior son las áreas más singulares, conformando los llanos más extensos de todo el archipiélago. Están rodeadas por los relieves montañosos del Macizo de Betancuria y los cuchillos orientales. Son los llamados "paisajes extensos" caracterizados por la fragilidad de sus ecosistemas, debido sobre todo a su aridez y a la erosión eólica.
La Península de Jandía, en el Sur, está atravesada por grandes y numerosos barrancos que nacen en la espina dorsal montañosa que separa las costas de barlovento y sotavento, cayendo hacia las orillas de sotavento. Entre estos barrancos destacan el del Ciervo, de los Canarios, del Mal Nombre y el de Esquinzo y Butihondo que bajan del Pico de la Zarza.
La costa de Fuerteventura es muy variada: bajas terrazas y acantilados se alternan con multitud de playas de las más diversas texturas y colores.
En Fuerteventura destaca la abundancia de playas levantadas y rasas (plataformas de abrasión emergidas), reflejo de las variaciones en el nivel del mar que han provocado avances y retrocesos de la línea de costa. La existencia de estas plataformas de abrasión extensas y poco profundas ha facilitado la vida de numerosos organismos cuyos restos son uno de los componentes más importantes de las arenas claras. Estas arenas, acumuladas en las playas y sobre todo en la bajamar de las rasas actuales, son arrastradas por los vientos que soplan del mar y depositadas tierra adentro en campos de dunas, conocidos con el nombre de "jables", como los de Jandía, Corralejo y Lajares - El Cotillo. Este efecto es significativo en la variada morfología litoral, donde tiene especial relevancia la gran extensión que ocupan las playas.
Otro aspecto muy a destacar en la geomorfología de Fuerteventura está bajo el mar. Goza del privilegio de poseer la mayor plataforma de todas las islas del archipiélago. Esta plataforma está unida a la de Lanzarote por el Norte y, en el Sur se prolonga varios kilómetros desde la Punta de Jandía. A ambos lados del centro de la isla, frente al faro de la Entallada y la Punta de la Herradura, tiene unas expansiones considerables denominadas "placeres".
3.- GRAN CANARIA.
La isla de Gran Canaria está situada en la zona central del Archipiélago Canario. Con una extensión de 1560,1 Km2 es, después de Tenerife y Fuerteventura, es la tercera isla de mayor extensión. Asimismo, es una de las más densamente pobladas, albergando a más del 40% de los canarios, en un territorio que representa tan sólo el 21% del total.
Su especial morfología hace que presente una compleja y accidentada topografía. Desde el punto de vista morfológico se presenta con planta casi circular de unos 45 kilómetros de diámetro. El perfil transversal cónico de esta cúpula tiene el punto más elevado de la isla en la zona central, en el denominado Pico de Las Nieves que tienen una cota máxima de 1.949 m.
Se encuentra excavada por una red radial de barrancos, que se dirigen hacia el litoral costero, presentando importantes desniveles, y una orografía muy abrupta. La costa litoral es muy irregular, con formas de grandes acantilados en la zona occidental y amplias playas y suaves plataformas en las zonas orientales y meridionales.
La línea desde el extremo noroccidental hasta el suroriental divide la isla en dos mitades, la mitad noreste y la mitad suroeste, con geología y clima muy dispares, bien reflejados en su morfología. Mientras que el suroeste presenta un perfil árido y muy abarrancado y sin erupciones modernas, el norte es de un relieve más suave, con dominio de los materiales procedentes de emisiones cuaternarias y recientes.
La costa de la zona norte está conformada por una línea de acantilados, separados del mar por una franja de tierra con algunos roques. Los accidentes más importantes de esta franja están constituidos por los numerosos conos de cínder que jalonan el tramo desde Arucas hasta Gáldar.
En la costa este la isla es llana y de carácter aluvial, donde se levantan algunos conos de cínder. La península de Gando está formada por un cono de piroclastos, unido a la isla por un tómbolo. Al sur de esta península, junto al mar, se alza el cono de cínder de la montaña de Arinaga, con una serie de pequeños centros de emisión alineados.
A partir del Barranco de Tirajana, coincidiendo con el comienzo del municipio de San Bartolomé de Tirajana, se extiende una comarca profundamente abarrancada. La zona está ocupada por las formaciones más antiguas. Las erupciones recientes no han modificado el ciclo erosivo, muy favorecido por las abundantes lluvias caídas durante el Cuaternario antiguo que ha podido labrar sus profundos tajos característicos.
El apéndice llano del extremo meridional de Maspalomas constituye un saliente deltaico formado por los aluviones de los grandes barrancos que descienden encajados desde las cumbres. Gran parte de ellos están cubiertos por un extenso campo de dunas de origen marino, bastante estables por no afectarlas los vientos alisios al quedar retenidos éstos en las montañas próximas. Finalmente, en la costa occidental, los barrancos son paralelos unos a otros, presentando acantilados de cortes muy verticales y accidentados. En su tramo final, de unos dos kilómetros de ancho, recibe el nombre de Barranco de La Aldea, con terrazas fluviales ensanchando su cauce.
4.- TENERIFE.
La isla de Tenerife es la mayor de las siete islas que componen el Archipiélago Canario; está situada entre los paralelos 28 y 29 N y los meridianos 16 y 17 O, y ocupa una posición central entre las islas de Gran Canaria, La Gomera y La Palma. Tiene 2.034 Km2 de superficie y una curiosa forma triangular, alzándose en su centro el gigantesco Pico del Teide, que con sus 3.718 metros de altura es el punto más elevado de toda España.
Tenerife es una isla de origen volcánico, cuyo nacimiento puede situarse en los periodos finales del Terciario. Hace siete millones de años emergieron las zonas de Teno, Anaga y Adeje, las cuales se unieron posteriormente entre sí hasta constituir la Cordillera Dorsal. En el centro de la isla, sobre la Caldera de Las Cañadas, se levanta el imponente cono del Teide (3.718m.), punto culminante de la isla y del territorio español.
La abrupta orografía isleña y su variedad de climas dan como resultado un territorio de múltiples paisajes y formas, desde el Parque Nacional del Teide hasta los Acantilados de Los Gigantes con sus paredes verticales, pasando por zonas semidesérticas con plantas resistentes a la sequedad en el sur, valles con cultivos tropicales y subtropicales, boscosos parajes de laurisilva en los macizos de Anaga y Teno y extensos bosques de pinos por encima de esta última formación vegetal relíctica de la Era Terciaria. La gran diversidad climática y paisajística de Tenerife se corresponde con una gran riqueza de ecosistemas, cada uno de ellos con su característica flora y fauna.
El relieve de Tenerife se organiza en torno a tres macizos: Anaga, Teno y Adeje; la dorsal de Pedro Gil y el edificio central.
Anaga ocupa el extremo nororiental. Tiene una dirección predominante NE-SO. Consta de una serie de valles profundos y angostos de corto recorrido, separados por estrechos interfluvios, rectilíneos que parten de las cumbres. Ésta ha quedado reducida a una estrecha cresta de escasa elevación, debido a la erosión. Debido a la erosión encontramos múltiples forma derivadas. En el fondo de los barrancos encontramos formas de acumulación de derrubios. Sus costas se caracterizan por la presencia casi continua de acantilados. Anaga enlaza con la dorsal de Pedro Gil a través de la depresión de La Vega de La Laguna. Este valle se formó por el aporte de lavas sobre un vacío topográfico entre el volcán del Teide y Anaga, siendo, en principio una depresión endorreica, que ha propiciado la acumulación, hasta la colmatación, lagunar de derrubios.
Teno se encuentre en el extremo noroccidental de la isla y tiene una dirección general NO-SE. Posee una morfología similar a la de Anaga, pero con barrancos mucho más abruptos y profundos. Sus acantilados son, también, más espectaculares. Aquí se encuentra el acantilado de Los Gigantes. También encontramos el valle de El Palmar, relleno de depósitos de derrubios. Este valle se formó por el cierre temporal de la zona debido a una colada de lava. Teno enlaza con el Teide a través de un activo campo de volcanes. Aquí vemos la cumbre de Abeque y los volcanes de Garachico y Chinyero, que entraron en erupción en 1706 y 1909, respectivamente.
Adeje se encuentra al sur de Teno. Tiene menor relevancia morfológica. Posee una dirección estructural N- S.
Anaga y el edificio central enlazan entre sí a través de la dorsal de Pedro Gil. Tiene una dirección NE-SO. Su morfología responde a las pautas volcánicas directas, muy poco desmanteladas, aunque no faltan los profundos barrancos, producto de la erosión. No obstante, estos no son tan profundos y los interfluvios son más amplios. Aquí encontramos el valle de La Orotava, en la ladera norte, y el valle de Güímar, en la vertiente sur.
El edificio central es el de mayor extensión y altitud. Es el que acoge el Teide. Es un sector muy complejo ya que aquí se encuentran las tres direcciones estructurales presentes. Presenta el típico relieve volcánico, muy poco desmantelado. Su dorso meridional configura el sur de la isla (las Bandas del Sur). Aquí encontramos un activo vulcanismo reciente. El Teide se caracteriza por un conjunto de rampas que se elevan desde el mar hasta el borde exterior de la caldera volcánica. El sector central del Teide está formado por Las Cañadas del Teide, una depresión tectónica que es una caldera volcánica sobre la que se han construido edificios secundarios más recientes: el pico del Teide (3.718 m) y Pico Viejo (3.135 m).
5. - LA PALMA.
La Isla de La Palma se encuentra situada al noroeste del conjunto de islas que definen el archipiélago Canario (sobre los 28º N y 17-18º O), situación determinante para muchos aspectos de su evolución histórica, también para explicar la biodiversidad de su medio natural y paisajístico.
La Isla de La Palma es con la isla de El Hierro las islas más recientes del archipiélago canario. Con una superficie de 708,32 km2. Esta juventud se evidencia en la morfología de los fondos de La Palma, donde predominan los escarpes y taludes escalonados, aún más pronunciados que en el resto de las islas.
Los volcanes de La Palma se sitúan constituyendo una dorsal de orientación Norte – Sur, con desplazamiento de la actividad volcánica hacia el Sur. La historia geológica de la isla puede dividirse en tres periodos eruptivos principales, separados por etapas de desplomes, colapsos y avalanchas.
Estos periodos eruptivos se corresponden con la formación del volcán de Taburiente, situado al Norte de la isla. Posteriormente y siguiendo la línea Norte – Sur un nuevo episodio eruptivo dio lugar a Cumbre Nueva y un tercer periodo, que llega hasta la actualidad, se identifica con la formación de la parte de la dorsal conocida como Cumbre Vieja. La última erupción volcánica, asociada a este periodo, fue la del volcán Teneguía en 1971.
Los sucesivos depósitos resultantes de estos periodos eruptivos han determinado la estructura estratigráfica y la morfología de La Palma y su entorno.
El relieve palmero, muy accidentado, se caracteriza por una morfología montañosa según el eje norte-sur y donde la porción central está dominada por la Caldera de Taburiente, inmensa depresión de origen erosivo, rodeada por un circo de cumbres de 8 Km de diámetro. Sus plataformas altitudinales discurren según laderas constituidas por lavas inclinadas hacia el mar en disposición periclinal, surcadas por barrancos con región de cabecera decapitada por La Caldera y con grado de encajamiento que refleja el régimen y distribución de lluvias. Las máximas elevaciones por encima de los 2.000 m de altitud son: el Roque de los Muchachos (2.426 m), lugar donde se encuentra ubicado el Observatorio Astrofísico Internacional que lleva su mismo nombre, Fuente Nueva (2.366 m), Pico de la Cruz (2.351 m), Piedra Llana (2.321 m), Pico Palmero (2.310 m), Tamagantera (2.299 m), Pico de las Nieves (2.247 m), Pico del Cedro (2.091 m) y Corralejo (2.044 m).
6. LA GOMERA.
La Isla de La Gomera se encuentra localizada al oeste de la isla de Tenerife, a una distancia aproximada de 28 km en el punto más próximo. Tiene forma redondeada (ligeramente más alargada en dirección este/oeste), con una superficie de 369.76 km2, por lo que es la isla más pequeña del archipiélago canario, después de El Hierro y La Graciosa y aproximadamente 100 km de costa, el pico Garajonay es su punto más elevado (1.484 m).
Es una isla oceánica con forma aproximadamente troncocónica, de planta redondeada y ligeramente ovalada en dirección Este-Oeste, donde alcanza un diámetro basal máximo de unos 25 km. Su perfil es aproximadamente cóncavo, pero está truncado en la zona más alta por una meseta central de unos 1000 m de altura media.
Su estado actual es el resultado de un antiguo edificio volcánico que no ha registrado erupciones recientes (en términos geológicos) y que ha sufrido una intensa erosión. La estructura general se concreta, por un lado, en cuatro grandes barrancos o depresiones, los de la Villa al este, Valle Gran Rey al oeste, al norte Valle o Vallehermoso yal nordeste Hermigua; otros menos desarrollados, pero también importantes por su encajonamiento, son los de Santiago y La Rajita en el sur, Majona en el nordeste o Las Rosas en el norte.
La mayor parte de la costa de la Isla de la Gomera es acantilada con frecuentes desplomes de bloques. Las mesetas acantiladas y surcadas por profundos tajos se muestran especialmente espectaculares en el norte, donde los frentes costeros alcanzan los 800 metros de altura y destaca el gigantesco desplome de Agulo; el litoral sur está más caracterizado por mesetas suavemente inclinadas hacia el mar, que no obstante terminan también en acantilados costeros, aunque de menor altura, y asimismo se encuentran surcadas por barrancos de relieve muy abrupto.
Por lo tanto, la isla presenta las características geomorfológicas propias de los macizos antiguos volcánicos oceánicos. Las aguas corrientes han excavado una red radial de profundos barrancos. Por su parte, la erosión marina ha hecho retroceder varios kilómetros la línea de costa original, como lo atestigua la anormalmente extensa plataforma insular, con la isobata de 100 metros situada a unos 4 km de distancia de la costa actual. Este retroceso ha originado un litoral muy escarpado, con acantilados de hasta 600 m de altura, en los que escasean las playas.
7. EL HIERRO.
La Isla de El Hierro ocupa el extremo más occidental del Archipiélago Canario, en el sudoeste del mismo.
Por su extensión, de 268,71 km2, El Hierro es también la más pequeña de las islas mayores del Archipiélago Canario y de las denominadas islas periféricas, por lo que su territorio representa sólo el 3,59 por ciento de la superficie regional, aunque su perímetro costero se acerca a los 100 km de longitud. Tiene forma sensiblemente triangular y un perímetro costero de apenas 95 km. La altura máxima de 1 501 m corresponde al Pico de Tinganar o Malpaso. La isla también es la más joven (apenas 1 millón de años) del archipiélago. La más reciente erupción volcánica en las islas Canarias se produjo en la Isla de El Hierro en octubre de 2011, después de un periodo de incremento de la actividad sísmica y las deformaciones del terreno que comienza a mediados de Julio de 2011, en el mes de octubre se registra un tremor volcánico producido por el flujo de lava o gases a unos kilómetros de la costa de La Restinga.
Por su posición geográfica, El Hierro es asimismo la isla más meridional del Archipiélago, formando parte desde el punto de vista administrativo de la provincia de Santa Cruz de Tenerife.
Los grandes desniveles, junto con la naturaleza geológica, determinan que la isla sea la de mayor dificultad a la hora de reconocer puertos abrigados, ya que casi toda ella está bordeada por acantilados, señalando únicamente dos puntos donde se desarrollan formaciones arenosas de playas, en el extremo Sur, en La Restinga y en la costa Este, en Las Playas. En el resto del territorio insular las playas no dejan de ser una acumulación de depósitos granulares más o menos gruesos procedentes de los acantilados o conos volcánicos cercanos.
Debido a la formación reciente de la isla, los materiales lávicos y piroclásticos poco meteorizados son dominantes, de ahí que la mayor parte de la superficie la ocupen suelos poco evolucionados y litosoles. Sin embargo, en la Meseta de Nisdafe se localiza una cierta extensión de suelos pardos, ocupando dichos materiales la zona central y nororiental de la isla en una extensión de aproximadamente 50 km2 que se encuentran salpicados por numerosos conos volcánicos.
Una de las características más significativas de la Isla de El Hierro en relación con otras islas del Archipiélago Canario es la falta de fenómenos de abarrancamiento, circunstancia debida al reciente proceso de formación de la isla, con suelos poco evolucionados y muy porosos.
Destacan también en el paisaje insular los dos grupos de islotes que flanquean la isla por los márgenes oriental y occidental: el conjunto del Roque de la Sal, en el extremo Oeste de la isla; y el de los Roques de Salmor, en el extremo Noreste del Golfo. Estos últimos son un conjunto de siete roques alineados en dirección Noroeste-Sureste, de tamaño relativamente reducido, pues el mayor no llega a superar los 0,05 km2.
I.- CLIMATOLOGÍA.
El clima de Canarias está condicionado geográfica y latitudinalmente por la situación de Archipiélago. Geográficamente por su proximidad al Continente Africano y al desierto del Sahara, y latitudinalmente porque se encuentra en una zona dónde la influencia del Anticiclón de las Azores, los vientos Alisios y la corriente fría de Canarias es decisiva. Además, la propia orografía de las Islas influye enormemente en la distribución de las precipitaciones, las temperaturas y la nubosidad.
Su posición geográfica establece a las masas de agua y corrientes, unas características oceanográficas especiales. Las aguas que llegan a las islas desde latitudes más septentrionales generan que las temperaturas del agua que rodean las Islas estén más frías de que lo que les correspondería por la latitud que ocupan.
El clima canario es de tipo oceánico subtropical. Las temperaturas son suaves en todas las estaciones (se sitúan entre los 18º y los 21º C) y las precipitaciones escasas, sobre todo en las vertientes meridionales de las montañas, y concentradas entre noviembre y marzo. Fuerteventura y Lanzarote son las islas más áridas: entre 150 y 200 mm de precipitaciones medias anuales. La predominancia e influencia de los alisios produce un efecto suavizador del clima. Los vientos procedentes del Sahara provocan subidas destacadas de la temperatura y suelen transportar polvo en suspensión.
I.1.- RÉGIMEN TÉRMICO.
El régimen térmico de Canarias se caracteriza por unas temperaturas suaves y moderadas debido a su especial situación tanto latitudinal como geográficamente hablando. La variabilidad de estas temperaturas depende de la orografía y de los fenómenos atmosféricos particulares que se presentan en la zona.
Los valores medios de temperatura que se dan en la costa oscilan entre los 18- 21oC en la vertiente Norte de las Islas, mientras que en la costa del Sur son más altas. En algunas ocasiones, y durante la estación estival, se pueden alcanzar temperaturas extremas que superan el umbral de los 40oC.
En las zonas de cumbres, por encima de los 1000 metros, las temperaturas son más bajas, aunque debido a la inversión térmica del alisio, las temperaturas tienen valores más altos de lo que le corresponde a esa altitud. Estas zonas están sometidas a una fuerte insolación, pero debido a la sequedad del aire, existen pérdidas de calor por radiación hacia la atmósfera produciéndose unas temperaturas medias en torno a los 9-11°C. En las áreas de medianías de barlovento, bajo la influencia del "mar de nubes" que desempeña un papel de filtro de la radiación solar, las temperaturas son moderadas y poco variables (entre 17 y 19oC).
I.2.- INSOLACIÓN Y NUBOSIDAD.
Debido a la localización latitudinal de las islas (latitudes subtropicales), éstas se encuentran expuestas a una fuerte radicación solar, limitada por la nubosidad y la magnitud y disposición de los accidentes geográficos significativos.
La nubosidad se reparte de forma muy desigual en cada isla en función de los fenómenos meteorológicos que las originan y de su orografía. En las costas y medianías del Norte del archipiélago la insolación es mucho menor, debido a la formación de nubosidad de estancamiento y al relieve de las Islas. Por el contrario, en las vertientes orientadas al Sur y en las islas más llanas, la cantidad de horas que reciben directamente la luz solar es mucho mayor. Los meses con mayor número de horas de sol coinciden con la época de primavera-verano desde mayo hasta agosto, recibiendo más horas de luz las cumbres, que las zonas con influencia de la capa nubosa.
En algunos sectores de costa en la vertiente Sur de las Islas, se produce una elevada insolación, con más de 12 horas de media en el verano.
I.3.- RÉGIMEN PLUVIOMÉTRICO.
Puede decirse que es su gran irregularidad el rasgo más destacado del régimen pluviométrico en Canarias, región en la que las sequías más pertinaces alternan con facilidad con episodios de aguaceros torrenciales, llegando al extremo de que en el corto espacio de unas horas puedan recogerse, en algunos puntos, cantidades de agua del mismo orden que los valores medios de la precipitación total anual. A ello hay que añadir la extraordinaria variabilidad interanual de la precipitación, que hace que los valores medios de las series pluviométricas sean muy poco representativos desde el punto de vista de la caracterización climatológica. Asimismo, es importante señalar la notable variabilidad geográfica de la pluviosidad, distinta según las diferentes islas, y, dentro de cada una de ellas, según la altitud y orientación de las distintas zonas. Así, la isla de La Palma es la más lluviosa de todo el archipiélago, siendo Lanzarote y Fuerteventura las de menor pluviosidad.
El régimen de precipitaciones en Canarias se halla íntimamente ligado a la evolución anual de la circulación del alisio, correspondiendo las lluvias más escasas a la época estival, que es cuando los vientos del NE asociados al borde meridional del anticiclón de las Azores ("alisios") soplan con mayor frecuencia e intensidad. La acción de dichos vientos -presentes durante la mayor parte del año, si bien debilitados durante el invierno- no propicia, sino al contrario, las precipitaciones, al llevar aparejada este régimen de vientos una gran estabilidad atmosférica asociada a la existencia de una fuerte inversión térmica que actúa como tapadera, impidiendo la formación de nubes de gran desarrollo vertical. Sólo cuando adviene una situación capaz de hacer desaparecer temporalmente dicha inversión de temperatura se rompe la estabilidad, produciéndose entonces precipitaciones que pueden registrarse a lo largo de 2 ó 3 días.
Estos temporales -típicamente invernales- obedecen, con mucha frecuencia, a invasiones de aire polar marítimo, con flujo del NW, que, forzado a ascender por el relieve, da lugar a la mayor parte de los episodios lluviosos que ocurren en la región. Otra situación de importante inestabilidad que ocurre en el Archipiélago tiene que ver con el descenso latitudinal de estas borrascas. Las masas de aire húmedas e inestables llegan entonces a penetrar en las islas por el sur y suroeste, pasando a ser las laderas meridionales y occidentales las más afectadas, se habla entonces de borrascas del suroeste. Sin embargo, se puede afirmar que, en general, las precipitaciones puntualmente más intensas se producen con vientos del sur en un tipo de situaciones que registran una muy escasa frecuencia de ocurrencia, y que están asociadas normalmente a la actuación de masas tropicales de aire húmedo. A este respecto, se ha puesto de manifiesto (Font, 1983) el importante papel que en la generación de estas precipitaciones de tipo torrencial que, muy ocasionalmente, afectan al archipiélago canario, desempeñan las perturbaciones ondulatorias que se generan en la corriente general del Este, así como el del paso de perturbaciones tropicales que, aún mas esporádicamente, pueden llegar a afectar al archipiélago, en general procedentes del sur o suroeste. Por otro lado, es evidente la importante contribución que las depresiones frías en altura aportan, en relación con la ocurrencia de las precipitaciones máximas en 24 horas que son objeto de este estudio. Es frecuente que cuando actúa alguno de los factores antes citados se produzcan precipitaciones que, en un solo día, pueden incluso llegar a superar los valores de la precipitación media anual. Cabe resaltar, a modo de ejemplo de estas copiosísimas precipitaciones que se pueden producir en el archipiélago canario, el valor de precipitación máxima diaria acaecido en la isla de El Hierro, con 590 l/m2, lo que constituye un récord en la comunidad canaria, y que se produjo durante el temporal de finales de febrero de 1988, que afectó especialmente a esta isla, de forma que en casi todas las estaciones de la misma se totalizaron más de 200 mm a lo largo del episodio de lluvias (Font, 1983).
Por lo que respecta a la pluviosidad media de las distintas islas del archipiélago, cabe distinguir claramente entre las islas de menor relieve (Fuerteventura y Lanzarote) y el resto de las islas del archipiélago (Tenerife, Gran Canaria, El Hierro, La Gomera y La Palma) que tienen un relieve muy abrupto. En las islas de escaso relieve las precipitaciones medias anuales no llegan a los 200 mm, e incluso en amplias zonas ni siquiera a 100 mm; así en el aeropuerto de Fuerteventura la precipitación media anual (período 1961- 1990) es de tan solo 91 mm, en tanto que en el de Arrecife de Lanzarote alcanza los 112mm para el período de referencia antes citado. En las islas de mayor relieve, por las causas antes expuestas, los factores topográficos constituyen elementos decisivos en relación con la precipitación media que se totaliza anualmente, de forma que los mayores valores se registran en los valles y laderas montañosas expuestos a los vientos del norte, encontrándose los máximos pluviométricos en las zonas de una altitud media de entre los 1 000 y 1 500 metros sobre el nivel del mar, en tanto que son las zonas de estas islas orientadas hacia el sur, que quedan resguardadas de los vientos alisios dominantes, las que registran valores más bajos de precipitación. Estos máximos de precipitación se sitúan por encima de los 750 mm en una amplia faja que se extiende a lo largo de la vertiente norte de la isla de Tenerife; valores superiores a esta cantidad se observan también en la zona central más elevada de la isla de Gran Canaria, así como en un pequeño núcleo central de la isla de La Gomera y, en buena parte de la isla de La Palma, que como se ha citado anteriormente es, en conjunto, la de mayor pluviosidad de todo el archipiélago. En la isla de El Hierro se aprecia también un máximo pluviométrico relativo en el centro de la isla, aunque menos acusado que en el resto de las islas citadas anteriormente, con valores de precipitación media anual comprendidos entre 500 y 700 mm. Frente a ello se registran valores de la precipitación anual inferior a 100 mm en las zonas más resguardadas a los vientos alisios del sur de Tenerife, Gran Canaria y La Gomera, y valores de entre 100 y 200 mm en zonas del sur de El Hierro y sureste de La Palma.
Si se compara la distribución espacial de las precipitaciones máximas diarias para un determinado período de retorno con la de las precipitaciones anuales medias, se observa una correspondencia bastante ajustada, en términos generales, entre los núcleos en los que ambos parámetros alcanzan sus valores más elevados; así en el caso de las islas de Tenerife, Gran Canaria, La Gomera y La Palma se observan núcleos aislados en las zonas centrales de las islas en las que los valores de la precipitación máxima para un período de retorno de 100 años llegan a alcanzar valores del orden de los 300 mm, lo que representa en tomo a un 40% de la precipitación media anual en dichas zonas; valores incluso más elevados de este porcentaje se llegan a alcanzar en la zona central de la isla de El Hierro, en la que se alcanzan valores de la precipitación máxima para un período de retomo de 100 años de hasta 500 mm, que prácticamente igualan a los de la precipitación media anual. Estas cifras ponen de relieve la importante contribución de las precipitaciones de tipo torrencial a la precipitación total anual en las islas del archipiélago canario. Por lo que respecta a las zonas más secas de las islas de mayor relieve, los valores de la precipitación máxima para un período de retorno de 100 años registran también en estas zonas sus valores mínimos, en correspondencia con los mínimos que se aprecian en los mapas de precipitación media anual, oscilando en general este parámetro entre los 100 y los 140 mm, valores que resultan ser similares a los de la precipitación media anual; esta misma circunstancia se aprecia en las islas orientales en las que tanto los valores de la precipitación media anual como los de la precipitación diaria para un período de 100 años se sitúan en torno a los 100 mm.
I.3.1.- LANZAROTE.
En Lanzarote las precipitaciones son escasas, aunque con carácter torrencial cuando acontecen, y suelen estar concentradas entre los meses de noviembre y marzo.
La pluviometría media anual es de 136.23 mm. Los valores más elevados de precipitación de localizan en el municipio de Haría, fundamentalmente hacia la parte centro-occidental, en la zona de Montaña de Haría. Por el contrario, los valores más bajos tienen lugar en la zona de Arrecife.
Desde el punto de vista de la caracterización climática, quizás lo más determinante sea la propia posición geográfica que ocupa Lanzarote -situada en la zona de influencia de las altas presiones subtropicales- y su escasa altitud media, que explica que la isla no alcance la cota de inversión del alisios (1.200-1.500 m.) y no pueda disfrutar, por esa razón, de la lluvia horizontal que tanto beneficia a las islas occidentales.
Las temperaturas muestran unos valores medios bastante constantes, registrándose las mínimas durante los meses de enero y febrero y las máximas en agosto y septiembre. Como regla general, se puede indicar que las fachadas expuestas a los alisios (barlovento) registran temperaturas algo más frescas que las de sotavento.
I.3.2.- FUERTEVENTURA.
Fuerteventura, al igual que el resto de las islas, se ve afectada por tres factores geográficos con influencia determinante en el clima: los vientos alisios, la corriente marina fría de Canarias y la proximidad del continente africano. Todo ello produce los rasgos peculiares en el clima de la isla.
Los alisios, procedentes del flanco oriental del anticiclón de las Azores, son vientos con una velocidad media muy regular (20-22 km/h) y dirección constante E-NE. En verano, su presencia es casi permanente (en junio su frecuencia es del 90%), mientras que en invierno se reparten casi a la par con situaciones procedentes de latitudes templadas. Su disposición en dos capas, una inferior húmeda y fresca y otra superior cálida y seca, tiene importantes consecuencias en el clima terrestre.
En contacto continuo con las aguas frías de la corriente de Canarias, los alisios aportan a las islas aire fresco y húmedo en superficie. Sobre esta capa superficial se superpone otra capa de aire más cálida y seca que impide el ascenso de la primera, lo que origina gran estabilidad atmosférica y un mar de nubes entre los500 y 1.200 m de altitud. La isla de Fuerteventura no cuenta con relieves de la altura requerida para ejercer de barrera a los vientos alisios, por lo que no aparecen en ella las áreas de barlovento húmedas y permanentemente sumergidas en la niebla que caracterizan a otras islas. A pesar de ello, se evidencian diferentes condiciones climáticas entre las vertientes de barlovento y sotavento, tanto en las zonas bajas -con unas temperaturas más suaves y una sequía moderada por la influencia marítima en las primeras-, como en las zonas altas -con mayor humedad ambiental a barlovento que a sotavento.
Con respecto al régimen de precipitaciones en la isla de Fuerteventura, las masas de aire húmedo e inestable que alcanzan la isla encuentran en su trayectoria obstáculos montañosos de cierta entidad, especialmente en el Macizo de Betancuria y Jandía, y sufren un sensible incremento en su proceso de condensación, lo que provoca un cierto aumento de los registros pluviométricos, apreciable a nivel insular, en comparación con las precipitaciones habituales en la costa. La irregularidad anual e interanual es el rasgo más llamativo de la variable pluviométrica. A un año excepcionalmente lluvioso pueden antecederle, o seguirle, años de marcada aridez.
Cuando el anticiclón desaparece, los vientos cambian de dirección y procedencia, teniendo varios orígenes: origen atlántico (SE) o polar (N o NE), que producen las temperaturas mínimas del año y la "gota fría" cuando son de origen polar, además de la mayoría de las precipitaciones. De origen tropical continental, procedente de África, es lo que se denomina tiempo sur o levante y, por lo general, viene acompañado de polvo en suspensión (calima).
Las precipitaciones son globalmente escasas (120.8 mm de media para la red de pluviómetros del CIAF). Como se observa, las áreas costeras son las que menor precipitación media reciben, mientras que los datos más elevados se registran en las estaciones de los llanos centrales y de los relieves del macizo de Betancuria y La Muda-Aceitunal. Con estas medidas, puede concluirse que la aridez constituye el rasgo climático más destacado de Fuerteventura.
Las precipitaciones más copiosas aparecen, generalmente, con la irrupción de borrascas por el cuadrante suroeste que, en contadas ocasiones, afectan a la isla a lo largo del año, y que, cuando lo hacen, descargan violentos aguaceros. Si se observa el porcentaje de precipitación diaria >50 mm respecto a la precipitación total (esta cifra se considera la cantidad mínima susceptible de causar dificultades de orden geomorfológico, social y económico) de cada estación por año, se constata que estos eventos pueden constituir un porcentaje importante de la precipitación total anual que registra cada estación. En los pluviómetros que registran una menor pluviometría anual (los costeros) es donde el porcentaje de precipitación total que pueden suponer estos eventos lluviosos alcanza mayores valores, dada la escasa pluviometría que registran generalmente a lo largo del año.
Todas las estaciones señalan al invierno como el periodo que registra valores más elevados, que oscilan en torno al 60% del total; sin embargo, se observan ligeras diferencias. Sólo la primavera de los sectores del interior de la isla resulta algo húmeda. El otoño muestra valores en torno al 20%. Durante el verano todas las estaciones pluviométricas registran una marcadísima sequía. Durante estos meses la circulación general de la atmósfera está determinada por la presencia casi constante de los vientos alisios, que si bien aportan un cierto atemperamiento térmico y elevado grado de humedad a la isla, no descargan precipitaciones apreciables. La estación lluviosa suele comenzar en noviembre, con registros que superan los 20 mm en las zonas de mayor altitud, alcanzándose las precipitaciones máximas en diciembre. Las lluvias pueden prolongarse hasta abril, siendo siempre los registros más relevantes en las zonas de mayor altitud. Los sectores que registran valores más exiguos son los localizados en la franja litoral, donde la precipitación media anual no alcanza los 100 mm.
I.3.3.- GRAN CANARIA.
El clima de Gran Canaria se debe a una combinación de dos factores: las condiciones atmosféricas que representan gran dinamismo y movilidad (componente vertical) y los factores geográficos territoriales, de naturaleza estática (componente horizontal) que son los responsables de las diferencias climáticas entre distintas zonas de la isla.
Gran Canaria se localiza en el tránsito de la latitud templada a la tropical. De la primera son los vientos del oeste, que predominan a partir de los 2.000 m de altura; de la segunda, los vientos alisios, que soplan en superficie. Estos alisios presentan dirección dominante del primer cuadrante que, junto con su velocidad moderada, en torno a los 20 km/h, los convierte en vientos que suavizan el clima local.
Los alisios se originan en el flanco oriental del anticiclón de las Azores. Unido a ello, se tiene que, además, Gran Canaria está bañada por la corriente oceánica fría de Canarias, que es la rama meridional de la corriente del Golfo, lo que provoca un efecto regulador de las temperaturas del litoral, especialmente en verano, mientras que en invierno se amortiguan las mínimas e incluso las retrasa a enero y febrero.
La proximidad al continente africano es la responsable de los días más calurosos y secos en las islas.
La altitud y disposición del relieve son los causantes de la diferente distribución espacial de los elementos climáticos, con variaciones térmicas importantes en la vertical y con posibilidad de estancamiento de la nubosidad por la presencia de barreras orográficas que hace que, por efecto Foehn, las vertientes septentrionales sean más húmedas y las meridionales más secas.
Los regímenes pluviométrico e hidrológico se caracterizan, por la gran irregularidad de su distribución espacial y temporal; las diferencias son importantes debido a la gran variedad climática y geomorfológica que se ha reseñado previamente. Así pues, los valores hidrológicos medios insulares mencionados deben considerarse solamente como una primera aproximación a la realidad y permiten identificar, en parte, los problemas hídricos locales.
De forma general las precipitaciones son escasas, en ningún caso rebasan los 300 mm anuales. En la costa norte, no superan los 200 mm. Las temperaturas resultan bastante suaves y relativamente homogéneas lo largo del año, entre 15-20 ºC. La humedad ambiental, tanto por su proximidad al mar como por el estancamiento del mar de nubes, es elevada. Los reducidos porcentajes de insolación y evaporación y al encontrarse abierta a la influencia de los vientos alisios, se alcanza un grado de humedad en torno al70%.
El tramo occidental del litoral se halla protegido de los vientos dominantes por la disposición casi paralela a la costa del macizo de Tamadaba, lo que confiere a este sector rasgos de gran aridez.
La franja meridional de la isla recibe precipitaciones escasas e irregulares; éstas muestran, además, un marcado carácter torrencial. La insolación resulta aquí muy elevada; además, en la franja oriental, los vientos son fuertes y relativamente constantes a lo largo del año. Las temperaturas medias anuales son regulares.
En definitiva, el clima insular está condicionado por precipitaciones bajas, poco frecuentes, irregulares e impredecibles, escasez de agua disponible para el consumo y vegetación y animales adaptados a las condiciones climáticas (resistentes al calor y a la escasez de agua) lo que configura un régimen árido.
La aridez es el resultado de la interacción entre diferentes factores climáticos tales como la lluvia, la temperatura, el viento y la evapotranspiración. La combinación de estos factores determina el crecimiento de las plantas y la capacidad de los animales y de los seres humanos para vivir convenientemente en la isla de Gran Canaria, donde los recursos hídricos naturales son insuficientes para los usos que alberga..
I.3.4.- TENERIFE.
A Tenerife, por su latitud, le corresponde un clima seco y cálido con escasas precipitaciones, caracterizado por la presencia de los vientos alisios. Éstos soplan con una dirección dominante NE, cargándose de humedad en su discurrir por la superficie oceánica, manteniéndose frescos gracias a la corriente fría de Canarias.
La acusada orografía y el efecto barrera de la cordillera central de la isla hace que, en la vertiente norte, se generen procesos de enfriamiento y condensación, que producen una diferenciación climática importante respecto de la sur en un territorio de poco más de 2.000km2 (2.034 km2).
Debido a la accidentada topografía y a la diversidad microclimática de Tenerife, el conocimiento de la distribución espacial y temporal de sus variables climáticas, requiere una red de control mucho más densa que la existente en el medio continental.
Dentro de cada vertiente existe también una considerable variación climática dependiendo de la altitud, pudiéndose diferenciar tres zonas: costas, medianías y cumbres. Esta diferencia entre el clima de estas tres zonas es igualmente relevante en la precipitación media anual, presentando 223, 559 y 487 mm en cada una, por orden de altura.
El agua que cae en la Isla lo hace fundamentalmente en forma de lluvia, siendo menos frecuente la nieve y rocío; la precipitación media insular es de unos 394 mm/año. Se aprecia un aumento gradual de la pluviometría desde la costa hasta la cumbre, invirtiéndose esta tendencia por encima de los 2.000 metros de altitud. La máxima pluviometría, con medias superiores a los 1000 mm/año, se alcanza en las cumbres de la dorsal noreste, concretamente, sobre los municipios de La Matanza y La Victoria. Por el contrario, la costa del sur es la zona más seca de la Isla, con una media de precipitación de unos 150 mm/año.
La precipitación que miden los pluviómetros instalados normalmente en zonas abiertas y alejados de cualquier tipo de obstáculo – coincide con la luvia directa convencional más el aporte de la nieve.
El valor de la precipitación anual media insular, obtenido a partir del análisis estadístico de las series históricas de precipitación del período 1944/45‐2005/06, se establece en unos 423 mm, equivalente a 860 hm3/año. La correspondiente a la situación actual (periodo 1975/76‐2005/2006) es de 384 mm, equivalente a 781 hm3/año.
Diciembre es pues, el mes que registra mayor valor de precipitación media (83 mm/mes), mientras que julio con poco más de 1 mm/mes es el más seco del año.
Geográficamente, la pluviometría media anual oscila entre los 100 mm de la costa del sur y los 1000 mm del casquete de cumbres de la «Dorsal Este» que se extiende entre las cotas de 1600 y 1800 metros. La cumbre de Anaga es, a continuación, el sector que recibe mayores precipitaciones.
Del análisis de datos de toda la serie histórica (período 1944/45-2009/10), se deduce también que las lluvias torrenciales son cada vez más frecuentes. Ciertamente, en los últimos años se han presentado en la Isla varios fenómenos meteorológicos adversos que han descargado precipitaciones elevadas en cortos intervalos de tiempo, originando unas escorrentías importantes con arrastres de grandes cantidades de sedimentos.
Algunos de estos fenómenos meteorológicos extraordinarios han alcanzado intensidad de precipitación de magnitudes hasta ahora desconocidas en las series de datos históricos, como sucedió con la tormenta que descargó el día 31 de marzo de 2002 en Santa Cruz de Tenerife. Fue excepcionalmente intensa y prolongada: durante casi una hora seguida se sobrepasaron los 100 litros por metro cuadrado, llegando a superar los 160 en cortos intervalos.
Tomando como referencia el plano precedente de isolíneas de precipitación máxima en 24 horas para un tiempo de retorno de 500 años se deduce que:
Existe una correspondencia clara entre la altitud y las máximas intensidades de precipitación. La vertiente meridional de la isla si bien recibe menores precipitaciones totales que la septentrional, en lo relativo a precipitaciones extremas se equipara e incluso supera ligeramente a esta última. Los meses de noviembre a marzo son los más proclives a este tipo de fenómenos, aunque en alguna ocasión el suceso ha llegado a ocurrir en abril, en mayo e incluso en junio y septiembre.
Las curvas Intensidad-Duración-Frecuencia (IDF) expresan la probabilidad de que se iguale o supere en un punto una lluvia de duración e intensidad dada. Con la tormenta que descargó el día 31 de marzo de 2002 en Santa Cruz se midieron intensidades de lluvia muy superiores a las registradas históricamente en la isla de Tenerife.
I.3.5. LA PALMA.
La isla de La Palma goza de unas condiciones generales de mayor humedad y de temperaturas algo más suaves que las otras islas, aunque sin romper el marco general de semi-aridez que caracteriza al conjunto del Archipiélago.
La configuración de la isla, en forma de huso, y la disposición general norte-sur de la línea de cumbres provocan una particular organización de las áreas climáticas, resultado de la relación de los vientos alisios con el relieve. Más aún al tratarse de la segunda isla en altitud del archipiélago (Roque de los Muchachos:
2.426 m).
Los alisios llegan desde el Nordeste cargados de humedad y afectan de un modo directo a la vertiente norte y a la vertiente este, atenuándose progresivamente su efecto hacia el extremo sur de la isla. El área de influencia de los alisios es la más lluviosa, de mayor humedad atmosférica, la menos soleada y de temperaturas más suaves de La Palma.
Comparte con el resto de las islas montañosas del Archipiélago la presencia del «mar de nubes» en las zonas situadas a barlovento de la isla. Las capas bajas de los alisios, más frías que las situadas por encima, a consecuencia del contacto con las aguas frías de la Corriente de Canarias, se encuentran con el obstáculo que resulta la orografía de la isla, lo que obliga a esa capa de aire a ascender. Al hacerlo se incrementa la inestabilidad, el aire no es capaz de albergar la misma cantidad de humedad, que se condensa formando una capa de nubes con un desarrollo vertical limitado por la inversión térmica, lo que da lugar al denominado «mar de nubes».
La presencia de las nubes provoca que la insolación se atenúe y que las temperaturas se suavicen, especialmente en verano, cuando la ubicación y profundidad del anticiclón de las Azores intensifica la fuerza de los alisios.
La vertiente occidental de La Palma, situada a resguardo del influjo del viento predominante, presenta una atmósfera con menor humedad ambiental en general y un régimen de precipitaciones más bajo que en la sección situada a barlovento. Por otra parte, la ausencia del mar de nubes aumenta la insolación, que favorece la elevación de las temperaturas, a lo que también contribuye el descenso por esta vertiente del aire que anteriormente descargó su humedad en la otra cara de la montaña y ahora es un aire seco y más cálido.
Las precipitaciones constituyen la base de los recursos hídricos insulares, tanto superficiales como subterráneos. La forma más habitual de manifestarse la precipitación es por medio de la lluvia convencional, y en menor medida la Isla cuenta con la denominada lluvia horizontal y la nieve.
El valor de la precipitación insular anual media, obtenido a partir de de las series históricas de precipitación (1935-2008), y ponderado con su distribución territorial, se establece en unos 737 mm, oscilando entre los valores medios de 986 y 488 mm para los años húmedo y seco, respectivamente.
El régimen pluviométrico de cada zona viene determinado por su vertiente y cota. Son más húmedas las zonas abiertas a los temporales habituales y que aportan lluvias intensas (Norte-Noreste), y con una correspondencia clara entre cota y pluviometría.
En los meses de invierno se registran los mayores valores medios de precipitación (137 mm/mes), mientras que en la época estival descienden hasta los 1,3 mm/mes.
Como se observa en la siguiente figura, la pluviometría media anual oscila geográficamente entre los 200 mm de la costa del Sur-Suroeste, y los 1.200 mm en las cumbres de los municipios de Barlovento, y San Andrés y Sauces, manteniéndose prácticamente por encima de los 1.000 mm a lo largo de la dorsal.
I.3.6. LA GOMERA.
El clima de La Gomera es de tipo subtropical fuertemente condicionado por el régimen alternativo de alisios y frentes noratlánticos, así como por su accidentada orografía, las altitudes que se alcanzan en la isla, su proximidad al continente africano y la incidencia de una corriente oceánica fría.
La altitud y disposición del relieve provocan, además de variaciones térmicas importantes, el estancamiento de la nubosidad, lo que origina que por efecto Foehn, las vertientes septentrionales sean más húmedas que las meridionales.
Las montañas existentes interceptan los alisios y condicionan el clima haciendo que las zonas bajas del norte, situadas a cotas inferiores a 500 m.s.n.m., presenten un clima subtropical que varía de seco a semihúmedo, con medias anuales de temperaturas comprendidas entre 18º C y22º C y de pluviosidad entre 125 y 600 mm, mientras que las franjas costeras del Sur presentan, sin embargo, condiciones áridas muy pronunciadas.
Al encontrar una barrera orográfica como la de La Gomera (con casi 1.500 metros de altitud máxima), este efecto produce la formación de bancos de estratocúmulos en la vertiente norte, el mar de nubes conocido como «panza de burro», que circula en dirección general NE/SO y produce la niebla goteante o precipitación horizontal, fundamental para la formación de las comunidades arbóreas.
El desarrollo vertical de los estratocúmulos es responsable de las precipitaciones débiles, frecuentes en altitud, pero raras en el litoral. Por el contrario, las precipitaciones generales más importantes son debidas a borrascas noratlánticas que suelen producirse a finales de otoño o principios de invierno, cuando la ausencia de la situación normal del alisio permite la llegada de grandes frentes fríos.
Por otro lado, la influencia del continente africano es poco frecuente, provocando la rápida sustitución del alisio por aire caliente y seco de dirección sur (frecuentemente, viento fuerte), con incrementos térmicos del orden de 15ºC. Su efecto negativo sobre la agricultura no suele alcanzar a las zonas bajas, en donde la humedad del aire marino amortigua la brusquedad del cambio.
Respecto al régimen de precipitaciones, tal y como señala el Plan Hidrológico Insular vigente la precipitación media anual convencional, prescindiendo de la horizontal, sobre La Gomera se estima en 370 milímetros, ligeramente superior a la de El Hierro, algo inferior a la de Tenerife y prácticamente la mitad que la de La Palma; el volumen anual correspondiente de precipitación es, por tanto, 137 hm3.
Las precipitaciones en La Gomera tienen un carácter estacional, concentrándose en los meses de octubre a marzo, alcanzando las máximas mensuales en noviembre y diciembre, y las mínimas en junio y julio. Además, el valor que alcanzan estos registros, combinados con los escasos días de lluvia, dan muestra del carácter a menudo torrencial de estas lluvias.
Las precipitaciones se concentran en la mitad nororiental de la isla, donde oscilan entre los 500 mm anuales de la costa hasta los 800 mm anuales (e incluso más) de las medianías y cumbres. El contraste con la fachada de sotavento es grande, donde se mantienen los 800 mm/año en las cumbres, pero desciende de manera muy acusada hasta los apenas 100 mm/año de la costa. Además, en el sur no existe un área de influencia del alisio como el que sí existe en barlovento, donde el mar de nubes se topa con el relieve y lo deja inmerso en la niebla que contribuye a incrementar el aporte de humedad en un doble proceso: reducción de la insolación e incremento de humedad a partir de la denominada «lluvia horizontal».
La correlación entre precipitación y altitud varía, en líneas generales, entre 30 y 60 mm por cada 100 metros de desnivel, correspondiente los mayores gradientes al NE y los menores al SO.
I.3.7. EL HIERRO.
La isla de El Hierro presenta unas condiciones climáticas semejantes a las del resto de las islas de mayor altitud del archipiélago, donde los fenómenos climáticos están en estrecha relación con la altitud y la orientación, sobre todo respecto a la dirección de los vientos alisios.
En las zonas costeras la pluviometría es menor, siendo las que presentan orientación Oeste las más áridas, con precipitaciones entre los 100 y 200 mm/año, alcanzándose valores de 300 mm/año en las zonas del sector Norte-Noreste. A medida que aumenta la altitud aumenta también la pluviometría media, registrándose los totales pluviométricos más elevados en la Meseta de Nisdafe y una amplia zona de Valverde, con valores superiores a 600 mm/año. La ladera Suroeste de la isla es más seca, con precipitaciones medias en torno a 400 mm en la cumbre.
Las precipitaciones se caracterizan, por lo general, por su extraordinaria irregularidad e intensidad. Los meses más lluviosos se dan en invierno, como consecuencia de la llegada a las islas de aire polar marítimo, mientras que los más secos son los de verano, debido a la influencia de los alisios.
Las precipitaciones se caracterizan, por lo general, por su extraordinaria irregularidad e intensidad. Los meses más lluviosos se dan en invierno, como consecuencia de la llegada a las islas de aire polar marítimo, mientras que los más secos son los de verano, debido a la influencia de los alisios.
A las lluvias ordinarias hay que añadir el efecto de la llamada precipitación horizontal, como se denomina a los aportes hídricos procedentes de las condensaciones ligadas al «mar de nubes» de los vientos del Noreste. En las vertientes orientadas a estos vientos húmedos, las zonas con altitudes superiores a 500 ó 600 m se ven afectadas por una importante condensación.
El efecto de estas brumas también se nota en las laderas de sotavento de la isla. Al rebasar las cumbres de la isla, desbordan hacia el sur, alcanzando parte de la vertiente hasta que tienden a disiparse hacia los 800 metros de cota por efecto Foehn.
Otro fenómeno climático de consideración en la Isla es la aparición de vendavales violentos que periódicamente se producen en los meses de invierno, y que suelen producir daños de consideración en la agricultura.
II.- VIENTOS.
Los vientos predominantes en las Canarias son los vientos alisios. Estos vientos proceden del sector NE y son generados por la circulación del Anticiclón de Las Azores. Los vientos alisios soplan de forma casi permanente durante todo el año con una especial intensidad durante el verano. Durante los meses de octubre a abril se da una mayor incidencia de vientos procedentes de otras direcciones, apareciendo periodos de calma más prolongados que en el resto del año. En el entorno litoral, estos vientos generales se ven intensamente afectados por la influencia de la orografía y por las brisas generadas por el gradiente térmico tierra-mar. Los vientos alisios tienen una gran influencia en la costa este del Archipiélago, fundamentalmente durante el periodo abril-septiembre, en el cual los periodos de calma son prácticamente inexistentes. En el litoral, la influencia del contorno de las islas sobre la circulación atmosférica hace que las direcciones finales de incidencia de los vientos varíen desde el sector N al NE.
II.1.- ALISIOS.
El anticiclón de las Azores genera en las Islas un régimen de vientos alisios que soplan de componente Noreste y Norte-Noreste con una velocidad media de 20 Km/h, pudiendo alcanzar en algunas ocasiones velocidades de hasta 60-70 Km/h. El régimen de vientos alisios domina en Canarias desde mediados de abril hasta mediados de septiembre, soplando con mayor frecuencia e intensidad en el verano.
Se originan por la presencia de una zona de altas presiones situada en el paralelo 30ºN - 30ºS, próxima al archipiélago de las Azores, denominándose por ello el Anticiclón de las Azores.
Está caracterizado por la presencia de una:
- • Una masa de aire (Alisio Inferior) fresco y húmedo por permanecer durante gran parte de su recorrido en contacto con una superficie oceánica fría (Corriente marina fría de Canarias).
- • Una masa de aire (Alisio Superior) cálido y seco por no estar en contacto con el mar, situado sobre los 1.500m de altitud.
La confluencia de estas dos masas de aire tan diferentes provoca la existencia de una capa más cálida sobre otra más fría, produciéndose una inversión térmica: Esta inversión genera estabilidad en las Islas, ya que impide que se produzcan movimientos de convección (ascenso del aire inferior) y limita el desarrollo vertical de las nubes.
La retirada del anticiclón de Azores hacia el Oeste o Noroeste, permite que las borrascas, frentes, vaguadas, etc. de la zona templada afecten a Canarias, produciendo un tiempo muy inestable, con lluvias intensas, vientos fuertes, descenso de temperaturas y generando un fuerte oleaje en alta mar y en las costas. Cuando el Anticiclón de Azores se debilita y se sitúa sobre Canarias se dan vientos débiles o están en calma y con el Anticiclón de Azores al NO de Canarias se dan vientos dominantes de componente NO: verano, otoño e invierno.
El efecto de la inversión térmica es diferente según la orografía de las islas a las que afecta. Las islas con:
- • Escasa altura (Lanzarote y Fuerteventura): el aire calentado por el contacto con la superficie terrestre, generará pequeños movimientos ascendentes que producen pequeños cúmulos.
- • Elevada y media altura: (La Gomera, El Hierro, o Gran Canaria) dónde se alcanza la cota de la inversión térmica, la masa de aire se ve obligada a remontar el obstáculo, con el consiguiente enfriamiento y condensación, formándose una capa de estratocúmulos, que generan la presencia de nieblas en sus cumbres, la aparición de lluvia horizontal sobre hojas de árboles o rocas y el efecto Föehn a sotavento. Tras rebasar la barrera montañosa, el viento desciende por la vertiente de sotavento como un aire seco, experimentando un calentamiento adiabático (comprensión adiabática) que acentuará su sequedad. Si se alcanzan cotas superiores a la de la inversión térmica (Tenerife y la Palma), esta inversión impide que las nubes continúen ascendiendo por la montaña, quedando retenidas a barlovento de los sistemas montañosos y se forman nubes estratiformes como los estratocúmulos, los cuales forman el llamado mar de nubes.
La presencia del Anticiclón de las Azores y la cota de la inversión térmica no son constantes a lo largo del año. Dependiendo de la estación y de su posición con respecto a las islas, afectará directamente al tiempo que se dará en ellas:
- • Durante el verano el Anticiclón suele situarse sobre Azores: los vientos recorren más superficie marítima, siendo más húmedos y fríos. La inversión térmica se sitúa a niveles más bajos y entonces las nubes adquieren mayor desarrollo vertical: la proporción de estratocúmulos es mayor.
- • En el invierno el anticiclón se sitúa entre Madeira y Canarias, tiene menor recorrido sobre el Océano y la proporción de estratocúmulos es menor. La inversión térmica alcanza cotas muy altas, llegando casi a los 2000m. Cuando el Anticiclón se sitúa al N de las Islas, bloquea las borrascas y frentes que proceden de la zona templada. Esta situación suele darse con mayor frecuencia en el invierno.
En resumen, la influencia de este régimen de vientos provoca un tiempo estable, con cielos cubiertos por masas nubosas en las áreas de medianías y costas septentrionales de las islas, y despejados en las vertientes meridionales.
Además, los vientos alisios producen en la zona costera y vecina de África un afloramiento que consiste en el ascenso de las aguas profundas y frías de la «Contracorriente de Canarias».
II.2.- VIENTOS SAHARIANOS DEL ESTE.
Se trata de vientos procedentes del Sahara, secos, cálidos y cargados de polvo (calima). Las características meteorológicas más importantes que se producen sobre las islas son:
- • Temperaturas altas: pueden alcanzar valores de hasta 40oC o incluso superarlos.
- • Humedad relativa baja, descendiendo hasta llegar a valores muy bajos.
- • Enturbiamiento del aire debido al polvo en suspensión o calima: disminución de la visibilidad, que puede llegar a ser inferior a un kilómetro.
- • Dirección dominante del viento de componente Este y Sureste, su velocidad varía, aunque lo más frecuente es que el viento esté en calma.
- • La duración de estas invasiones de aire sahariano oscila entre 3 y 15 días, pudiendo llegar a tener, en algunos casos, duraciones más largas.
III.- CLASIFICACIÓN CLIMATOLÓGICA.
Dentro de la región, la altitud y la orientación de las laderas son factores que condicionan decisivamente tanto el clima como la vegetación, poniéndose de manifiesto la variedad de tipos que en esos aspectos presenta la región en la relativa diversidad de paisajes que dentro de ella se puede apreciar. Así, si nos atenemos a la clasificación climática de Köppen, dentro del archipiélago canario cabe distinguir dos tipos climáticos diferentes a saber, el tipo B (clima seco) y el tipo C (clima templado-cálido). Dentro del primero de ellos, se presentan dos subtipos, BW y BS, correspondientes a los climas desértico y estepario, respectivamente, que son los predominantes en el conjunto de la región. Del segundo tipo climático mencionado sólo aparece el subtipo Cs, que corresponde al clima templado lluvioso con verano seco (también conocido como "clima mediterráneo"). Las citadas categorías climáticas pueden desglosarse, con mayor precisión, en un subtipo y variedades, las cuales, junto con las zonas correspondientes, señalamos a continuación:
- • clima desértico (subtipo BW), que es propio de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, anillo prelitoral de Gran Canaria y zona costera meridional de Tenerife;
- • clima estepario cálido (variedad BSh, con temperatura media anual superior a 18 °C) característico de las tres islas más occidentales del archipiélago (El Hierro, La Palma y La Gomera), la franja costera oriental de Tenerife y una banda anular de altitudes medias en Gran Canaria;
- • clima estepario frío (variedad BSk, con temperatura media anual inferior a 18 °C), que se presenta en una amplia banda prelitoral del norte de Tenerife;
- • clima templado lluvioso con verano seco y caluroso (variedad Csa; la temperatura media del mes más cálido es superior a 22 °C), que corresponde a una amplia zona del interior de Tenerife, que se extiende hasta el litoral occidental de esta isla, presentándose también en un amplio círculo central de la de Gran Canaria;
- • clima templado lluvioso con verano seco y cálido (variedad Csb; la temperatura media del mes más cálido es inferior a 22 °C) presente tan solo en una pequeña área del centro de Gran Canaria.
IV.- HIDROLOGÍA E INFRAESTRUCTURAS HIDRÁULICAS. IV.1.- LANZAROTE.
Excepto en los macizos de Famara y Femés, la red de drenaje es incipiente o inexistente. En Famara no existe prácticamente ningún barranco en los acantilados de la vertiente Oeste, siendo el más importante el Barranco de La Poceta. Hacia el Este bajan algunos barrancos bien encajados que cortan los basaltos tabulares. Los situados más al Norte desaparecen al llegar al malpaís de La Corona y únicamente los situados más al Sur llegan al mar, siendo los más importantes los de Tenesia (pasa por Haría y desemboca en Arrieta), Temisa, El Palomo (pasa por Mala), Tenegüime (pasa por Guatiza) y La Espoleta.
En los llanos de El Jable y de los malpaíses no existe ningún barranco identificable. Al Noreste y al Suroeste de Arrecife la red de drenaje está sólo tímidamente insinuada. Al Este del macizo de Femés (Los Ajaches) existen profundos y cortos barrancos, de menos de 5 Km de longitud, el mayor de los cuales es el de La Higuera.
En el resto de la isla, los barrancos son incipientes dada la juventud de los materiales en los que se encajan. En general, todos ellos están secos durante todo el año, consecuencia de las bajísimas precipitaciones.
El único embalse existente en la isla de Lanzarote es el de Mala, en el barranco del Palomo, a la cota 135, algo aguas arriba del caldero de salida del macizo de Famara al llano litoral. Tiene una capacidad de 180000 m3, si bien presenta problemas de permeabilidad, lo que hace que su aprovechamiento se vea disminuido.
En la isla no existen otros aprovechamientos importantes de aguas superficiales. No obstante, el agua de lluvia y las pequeñas escorrentías locales se recogen en un gran número de aljibes (unos 6000, con capacidad media de 30m3). Otra forma de aprovechamiento de las aguas superficiales la constituyen los tradicionales nateros y gavias.
IV.2.- FUERTEVENTURA.
En la isla de Fuerteventura se diferencian cuatro sectores hidrográficos, distribuidos de norte a sur de la siguiente manera: En el norte se localiza un área endorreica en una zona de Jable, localizado en Lajares, entre la montaña La Blanca y La Oliva, produciéndose encharcamientos e inundaciones ocasionales. Este ámbito se caracteriza por la práctica inexistencia de una red de drenaje definida, ya que se trata de una zona llana conformada por malpaíses y jables, en terrenos pocos evolucionados y con una permeabilidad de sus materiales muy alta.
La parte central de la Isla, donde predominan relieves antiguos y rampas, conforma una cuenca de relieves contrastados, con una altitud máxima de 689 metros, y una pendiente dominante de carácter moderado, siendo la ladera occidental más pronunciada que la oriental.
La mayor pendiente de la ladera occidental elabora una red de drenaje de corto recorrido, con un menor número de barrancos tributarios; al contrario que en la oriental, donde se localizan el mayor número de barrancos, al tratarse de un área de llanuras con pendiente suave y homogénea, que permite la formación de incisiones largo y más sinuoso recorrido, además de tener mayor cantidad de barrancos tributarios.
Otro sector corresponde al Macizo de Betancuria, formación montañosa labrada en el Complejo Basal, con una pendiente dominante más acusada, sobre todo en la zona occidental, donde predominan los barrancos de corto recorrido y encajados por causa de la pendiente. En la cara oriental, los barrancos poseen un mayor recorrido, y cauces amplios, que junto a la suave pendiente conforman unos barrancos sinuosos, con una red de barrancos tributarios muy amplios.
El último sector se localiza en el macizo de Jandía, donde se sitúa la mayor altitud de la Isla, localizada en el Pico de la Zarza, con 807 metros de altitud. En la zona de barlovento se localizan las mayores pendientes del sector con barrancos de menor recorrido, lo que implica la inexistencia de red de drenaje. En sotavento, se localizan los barrancos de esta cuenca, ya que posee un mayor recorrido con una pendiente acentuada, dando barrancos muy encajados y con una escasa existencia de tributarios.
Las características naturales de la superficie insular hacen que, a pesar de la escala de precipitación, ésta tenga lugar pocos días del año, dando en ocasiones valores de intensidad altos por precipitaciones en forma de fuertes aguaceros, con lo que la escorrentía por los barrancos suele ser ocasional y su régimen torrencial.
Según los resultados obtenidos en el estudio sobre la Ordenación Agrohidrológica de Fuerteventura (1989), y en base a unas fórmulas empíricas y a los valores sobre intensidades máximas horarias registrados de la precipitación, se determinan los siguientes caudales máximos circulantes para un período de retorno de 50 años:
El aprovechamiento de estos recursos se efectúa mediante presas de embalse, presas secas o charcas, gavias, nateros y aljibes.
En la isla existen tres presas de embalse que entren en la categoría de grandes presas (esto es, que tengan una altura máxima de muro de al menos 15 m): la presa de Las Peñitas, la presa de Los Molinos y la presa del Bco. de Río Cabras.
No obstante, el enorme arrastre de sólidos por la erosión de sus cuencas vertientes ha hecho que las presas de Las Peñitas y Río Cabras se hayan colmatado totalmente de sedimentos, por lo que están inutilizadas como obras de captación y embalse. El vaso de la presa de Río Cabras se ha limpiado parcialmente en el año 2012. El volumen de almacenamiento de agua tras esta limpieza se estima en unos 47.900 m3.La Presa de Los Molinos es la única que aún cuenta con capacidad de almacenamiento. El resto de los sistemas están más adaptados a las características geomorfológicas y climáticas de la isla:
Las presas secas o charcas son obras que no son inicialmente estancas, aunque se van impermeabilizando de forma natural por decantación de los finos arrastrados por la avenida. Cumplen en principio una doble función: la de almacenar temporalmente el agua y la de favorecer la infiltración.
En ocasiones se impermeabilizan con una lámina de plástico; pero tiene el inconveniente de que, dadas las altas tasas de evaporación y el poco volumen almacenado, el agua se saliniza si se almacena durante mucho tiempo.
El Consejo Insular de Aguas de Fuerteventura ha realizado un ‘Inventario de Infraestructura hidráulica de aprovechamiento del recurso hídrico superficial’, en el que ha identificado las presas, charcas y maretas mediante las coordenadas de su alimentación. El número de obras de captación y almacenamiento de aguas superficiales asciende según este inventario a 1188.
IV.3.- GRAN CANARIA.
La red de drenaje de Gran Canaria está formada por numerosos cauces que desembocan en todo el perímetro insular, configurando una serie de cuencas de diferente tamaño que son el resultado de las interacciones o interferencias, en el espacio y el tiempo, de los eventos eruptivos y los procesos erosivos. Se trata de una red de drenaje bien desarrollada que conforma una orografía escarpada y de tipo radial desde el centro de la isla.
Las cuencas se pueden agrupar en 16 principales y 12 intercuencas que integran las cuencas menores formadas por el territorio con barrancos poco desarrollados entre los barrancos principales. Los mayores cauces corresponden a los barrancos de La Aldea y de Maspalomas, con una superficie de 180 km2 y 133 km2 respectivamente y una longitud de cauce principal de 127 Km en ambos. El Barranco de Tirajana es el que capta las aguas del punto más alto de la isla, situado a 1.956 metros de altura.
La longitud total de los cauces principales significativos (cuenca vertiente mayor a 1 km 2) en Gran Canaria es de 1.325 km. La longitud total de los cauces depende de las áreas de captación consideradas siendo 3.600 km la longitud total de los cauces que tienen áreas de captación menores de 10 ha y casi de 10.000 km las que tienen un área de captación menor a 1 ha.
En sus pocos 1.500 km2la isla de Gran Canaria, tiene más de 65 grandes presas. También cuenta con cerca de 800 concesiones de aprovechamientos de agua superficiales, materializadas en grandes presas que embalsan el agua en el propio barranco o tomaderos que la derivan a otras presas o estanques.
Las presas tienen gran importancia estratégica pues, aunque satisfacen menos del 7% de la demanda de la isla en año medio, en algunas cuencas como la de la Aldea son la principal fuente de suministro para la agricultura.
IV.4.- TENERIFE.
Tenerife cuenta con una extensa red de drenaje, que tiene como soporte principal 319 barrancos "de primer orden" por los que esporádicamente circulan las aguas superficiales de sus respectivas cuencas hidrográficas hasta alcanzar el mar.
Esta intrincada red, compuesta por barrancos, barranquillos y barranqueras que se han venido conformando por la erosión de nuestra cobertera geológica durante millones de años, se caracteriza por la extremada ramificación de los afluentes al barranco principal, llegándose a contabilizar unos 5.346 cauces que totalizan en su conjunto una longitud de 5.617 km.
La gran irregularidad de las precipitaciones y la escasa cuenca aportadora de cada uno de los cauces, combinados con una geología que favorece extraordinariamente la infiltración, determinan un régimen habitual en donde, excepto con ocasión de grandes lluvias torrenciales, los cauces llevan más agua en las cabeceras que en los tramos cercanos a la desembocadura, de tal manera que éstos están secos durante casi todo el año.
El Consejo Insular de Aguas de Tenerife ha catalogado 45 presas de embalse en barrancos que suponen una capacidad conjunta de 5.13 hm3 y una superficie total de agua en el supuesto de estuvieran llenos, de unos 622.000 m2.
Las balsas reguladoras consisten en oquedades o depresiones naturales del terreno que se conforman artificialmente, suavizando los taludes e impermeabilizando mediante la colocación de una lámina delgada que evita las filtraciones. Su número actual es de 17, que totalizan 4.38 hm 3y unos 431.000 m2 de superficie de agua en coronación.
IV.5.- LA PALMA.
La red hidrográfica insular, accidentada y con laderas de gran pendiente, se encuentra constituida por 152 cauces principales, gran parte de los cuales discurren desde la cumbre hasta el mar. De ellos, una decena tienen una superficie de cuenca vertiente superior a los 10 km2, destacando los barrancos de Tenisca (56,67 km2), Las Angustias (56,14 km2 ), El Socorro (23,12 km2) y Las Nieves (19,94 km2).
Con carácter genérico se distinguen tres zonas en la Isla; Norte y Centro con una red hidrográfica muy ramificada, conformada por cauces encajados y paralelos, próximos entre sí, y otra Sur donde la red es de escaso desarrollo.
Zona Norte: Correspondiente a los municipios de Tijarafe, Puntagorda, Garafía, Barlovento, San Andrés y Sauces y Puntallana, la red hidrográfica se encuentra muy consolidada, con cuencas radiales de extensión media.
Zona Central: Sensiblemente coincidente con los municipios de El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte, Santa Cruz de La Palma, Breña Alta y Breña Baja, en esta zona se sitúan los grandes barrancos citados anteriormente con las superficies de cuenca más importantes de la Isla.
Zona Sur: Comprendiendo los municipios de Mazo, Fuencaliente y las cuencas situadas al Sur de los de El Paso y Los Llanos de Aridane, esta zona se caracteriza por tener una red hidrográfica poco desarrollada, y con cuencas de superficie reducida con orientación Este y Oeste.
Los barrancos de la isla de La Palma sólo llevan agua después de aguaceros muy fuertes, exceptuando los barrancos de la Caldera que son unos de los únicos con flujos continuos en las islas. El flujo de los barrancos es torrencial, con un frente de avenida que transporta una gran cantidad de arrastres.
La morfología de los cauces del Norte es la típica de las redes de avenamiento bien desarrolladas. La vertiente Noroeste (Tijarafe, Puntagorda y Garafía) está surcada por barrancos muy consolidados, varios con cuencas hidrográficas relativamente amplias y capaces de generar escorrentía tras aguaceros de intensidad mediana. Sus avenidas son frecuentes y resultan raros los inviernos en que no se produce alguna. La vertiente Noreste (Barlovento, San Andrés y Sauces, Puntallana y Santa Cruz de La Palma) presenta la red de barrancos de mayor desarrollo. Sus torrentadas son aún más frecuentes, como consecuencia de la mayor pluviosidad.
La Caldera de Taburiente es una de las cuencas hidrográficas más extensa de Canarias (56 km2), y de las de mayor aportación hídrica. Por los barrancos de su interior discurren una serie de arroyos que en la actualidad constituyen uno de los pocos ejemplos en el Archipiélago de corrientes superficiales permanentes. Coincidiendo con las épocas de lluvia, el caudal aumenta significativamente, llegando a conformar avenidas de notable caudal y violencia. La Caldera desagua a través del profundo tajo que constituye el barranco de Las Angustias.
Más al Sur, la red hidrográfica de la vertiente Oeste (Tazacorte y Los Llanos de Aridane) se limita a un sistema de barranqueras poco desarrollado, que normalmente no conduce agua. La vertiente Este (Villa de Mazo, Breña Baja y Breña Alta y parte de El Paso) tiene características similares, pero con un sistema de barranqueras paralelas y muy próximas, algo más desarrollado. Las cuencas son estrechas y tienen poca superficie, sin más escorrentía que la ocasional, derivada de los temporales más fuertes, pero con aluviones que pueden alcanzar gran violencia. La zona Sur (Fuencaliente) no tiene una red hidrográfica desarrollada debido a la juventud de su relieve.
La infraestructura de almacenamiento, en lo que a depósitos descubiertos se refiere, se caracteriza porque la gran mayoría son de iniciativa privada, por la presencia de numerosos embalses y estanques de poca capacidad y porque los caudales «que recibe» son de origen subterráneo. A este respecto se determina una alta necesidad en el reforzamiento de la capacidad del sistema, para evitar o en su defecto reducir al máximo, la expulsión de aguas sobrantes al mar, que actualmente es un 72% de las aguas subterráneas, y como resultado hacer efectivo el almacenamiento de aguas sobrantes en el invierno para el aprovechamiento estival.
La capacidad de almacenamiento de agua en la Isla alcanza los 13,26 hm3, localiza en más de 6.400puntos de regulación (balsas y estanques).
Una gran mayoría de estos elementos (más de 4.500 unidades) tienen una capacidad reducida (menor de 1.00 m3). Sin embargo, tan solo una docena de balsas suponen cerca de la mitad de la capacidad de almacenamiento de la Isla (La Laguna de Barlovento con 3,12 hm3, supone el 24% de dicha capacidad). Las balsas existentes de mayor capacidad en la isla además de la Laguna de Barlovento son: Adeyahamen, Las Lomadas, Balsa Puntagorda, Dos Pinos y Cuatro Caminos.
IV.6.- LA GOMERA.
La morfología cónica inicial de la isla, típica de muchas estructuras volcánicas, hace que la red de drenaje se disponga radialmente, con las cuencas hidrográficas principales divergiendo a partir de una divisoria central.
Estas cuencas presentan como rasgo característico una extensión reducida (que no supera los 35 km2, en ningún caso) y unas elevadas pendientes medias, que rondan el 15%. Este hecho, unido a la torrencialidad de las precipitaciones que incrementa su poder erosivo, ha originado barrancos profundos.
En la isla de La Gomera existen varios barrancos importantes, entre los que destacan:
- • Barranco de la Villa al este.
- • Valle Gran Rey al oeste.
- • Vallehermoso al norte.
- • Hermigua al nordeste.
- • Barranco de Santiago al Sur
Existen otros barrancos menos desarrollados pero importantes también algunos de los cuales se muestran en la figura y tabla adjuntas.
Los barrancos principales forman, en general, cuencas alargadas, con superficies que oscilan entre los 32,3 km2 de la cuenca de Hermigua a los 24,4 km2 de la cuenca de Santiago.
Las cuencas hidrográficas de la isla, que muestran en su mayoría una planta elongada, se caracterizan por su extensión reducida, que no supera los 35 km2 en ningún caso, y por sus elevadas pendientes medias, que rondan el 15%. En general, los gradientes más altos, que oscilan entre los 45o y más de 75o, son los de los afluentes de orden menor (1 a 3), situados en zonas cercanas a las divisorias de las cuencas, mientras que los cauces de mayor orden presentan pendientes menores de 45 o, que se reducen por debajo de los 15o en los tramos bajos. La desembocadura de los cauces principales está formada por playas que alcanzan varios cientos de metros de longitud.
Las cuencas principales de la red de drenaje insular son las de Hermigua, Vallehermoso, La Villa, Valle Gran Rey y Santiago.
- • Cuenca de Hermigua. Es de planta alargada y tiene un área de 32,3 km2, la mayor de la isla, y desemboca al mar por la Playa de Hermigua, de unos 250 m de longitud. Su característica principal es la gran asimetría morfológica que muestra la red de drenaje en sus dos vertientes, provocada por su encajamiento en materiales con propiedades muy diferentes.
-
• Cuenca de Vallehermoso.Su extensión (A=30,5 km2) es la segunda mayor de la isla, con la desembocadura en la Playa de Vallehermoso, de unos 100 metros de longitud.
Es una cuenca alargada, que presenta en su cabecera un escarpe litológico subvertical denominado Arco de Vallehermoso. Esta pared, formada por erosión diferencial, se emplaza sobre el contacto entre los materiales infrayacentes del Complejo Basal que forman la casi totalidad de los terrenos de la cuenca y los Basaltos Subrecientes de la meseta central que se disponen horizontalmente.
Presenta unas elevadas tasas de escorrentía producidas por la gran pluviometría anual de la zona y la fuerte impermeabilidad de los materiales del Complejo Basal. Este factor, unido a la poca resistencia a la erosión de estas rocas, hace que su red de drenaje sea la más densa y de mayor frecuencia de toda la isla. Los interfluvios entre los cauces de la cuenca muestran la morfología en crestas estrechas de pendientes uniformes, típicas de los terrenos antiguos y fuertemente erosionados de la isla.
Algunos de los barrancos de la cuenca de Vallehermoso muestran un fuerte control tectónico al estar excavados en zonas lineales de debilidad constituidas por fallas rectilíneas o curvadas. Es el caso de los Barrancos de La Cañada del Lunchón, La Culata, El Garabato, El Cabezo y otros.
- • Cuenca de La Villa. Es la tercera en extensión de la isla, con un área de 29,8 km 2. Su cauce más largo, Barranco de la Villa-de La Laja, presenta como afluentes principales los barrancos de Barranco Seco, Aguajilva e Izcague, los cuales confluyen en la margen izquierda a cotas de 35, 180 y 250 m sobre el nivel del mar, respectivamente. En su tramo bajo, el cauce principal es muy ancho (250 m) y alberga amplios depósitos de aluvión, desembocando en la Playa de San Sebastián, de unos 500 m de longitud. Está excavada casi en su totalidad en los materiales de la Serie Antigua Superior, sobre los que se dispone una delgada cobertera de Basaltos Subrecientes en algunas zonas periféricas y cercanas a la divisoria de la cuenca.
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• Cuenca de Valle Gran Rey. Su cauce más largo, Barranco de Valle Gran Rey-Barranco del Agua, presenta tres afluentes principales, todos ellos en la margen derecha, llamados Barrancos de Arure, Las Hayas y Las Lagunetas, que confluyen en el cauce principal a cotas 140 m, 330 m y 790 m sobre el nivel del mar, respectivamente.
La desembocadura se produce por la Playa de Valle Gran Rey. Su cuenca es de 27,6 km 2 y la escasa pluviosidad anual y la presencia de extensos afloramientos periféricos de Basaltos Subrecientes, dispuestos periclinalmente, dificultan el encajamiento y expansión lateral de los barrancos, que solo han podido profundizar allí donde las condiciones estructurales lo han permitido.
La captura de los cauces de la meseta central que vertían hacia el Oeste por las cuencas de Vallehermoso y Valle Gran Rey ha restado una considerable extensión a las cuencas del sector occidental (Taguluche, Alojera, etc.), un proceso que continúa con el barranco de Argaga, por ejemplo.
La erosión remontante de los barrancos del Cañón de Arure y Valle Gran Rey profundizó lo suficiente como para dejar al descubierto en esta zona las formaciones infrayacentes, los Basaltos Antiguos Superiores e Inferiores, lo que provocó la aparición de un escarpe litológico vertical en el contacto y el ensanchamiento de sus cauces. Como consecuencia, Valle Gran Rey ha limitado drásticamente la longitud y el área de recepción de los barrancos que vierten al acantilado del Risco de Heredia, por lo que, reducida su capacidad de incisión, han quedado colgados sobre el escarpe tallado por la erosión marina.
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• Cuenca de Santiago. Tiene 24,2 km2 de extensión y desemboca en Playa de Santiago, de unos 500 m de longitud. Es un barranco muy encajado, de cabecera ensanchada y limitada por un escarpe litológico desarrollado sobre el contacto entre los Basaltos Subrecientes horizontales y las Series Basálticas Antiguas infrayacentes.
En cuanto a las cuencas secundarias, pueden incluirse casi todas ellas dentro de tres tipos morfológicos. Un primer tipo correspondería a las cuencas de planta cuadrangular de la vertiente oeste de la isla (Barrancos de Tazo y Alojera), que presentan las características morfológicas propias de las cuencas excavadas en los terrenos alterados, poco permeables y muy erosionados de la Serie Antigua Inferior, es decir, redes de drenaje de gran densidad y frecuencia e interfluvios en forma de crestas estrechas.
En un segundo tipo pueden incluirse las cuencas alargadas y profundamente incididas del sector Este (barrancos de Majona, La Guancha, Juan de Vera), excavadas en los Basaltos Antiguos Superiores, cuyas densidades y frecuencias de drenaje son también elevadas, aunque en menor medida que las anteriores, variando en cada caso con las condiciones geológicas locales.
En tercer y último lugar aparecen las cuencas muy alargadas y poco incididas excavadas en los Basaltos Subrecientes del Sur (barrancos de Argaga, Iguala, La Negra, Charco Hondo, Tapahuga y Chinguarime), con densidades y frecuencia de drenaje pequeñas.
Datos relativos a la red de las cuencas principales.
En la isla de La Gomera existen un total de 37 presas y 2 balsas (dos terceras partes de titularidad pública y un tercio privada), cuya capacidad total es de 5,06 hm3 y con las que se logran regular 3,4 hm3 anuales (el 70% de su capacidad total), según estimaciones no actualizadas.
Las mayores presas son las de Amalahuigue (Agulo), La Encantadora (Vallehermoso), Mulagua (Hermigua) y Chejelipes (SanSebastián). Por su parte, las dos grandes balsas son la de Alojera (Vallehermoso) y la de Taguluche (Valle Gran Rey).
IV.7.- EL HIERRO.
La red hidrográfica insular es muy irregular, ciñendo su presencia a la mitad oriental de la Isla, en la que pueden distinguirse tres vertientes:
- • En la vertiente "Guarazoca-Mocanal" las cuencas de los barrancos consisten en estrechas franjas de terreno, que se extienden desde la cumbre hasta el mar abarcando escasas superficies y no permiten generar aguas de escorrentía susceptibles de ser aprovechadas.
- • La vertiente "Mocanal-Valverde-Tinor" dispone de la red hidrográfica más desarrollada. Existen en ella barrancos cuyas cuencas tienen la entidad suficiente (dentro del marco isleño) como para presumir que en ellas puedan darse corrientes de agua. Las dos cuencas más importantes son ya explotadas desde hace años, sin que se tenga un conocimiento real del alcance o beneficio del aprovechamiento. Debe ser una zona para el estudio y control de sus características hidrográficas para llegar al óptimo aprovechamiento de sus caudales.
- • Las barranqueras de la vertiente "Tinor-San Andres-Taibique" son, en general, de corta longitud, escasa superficie vertiente, fuertes pendientes y una moderada impermeabilidad. Rasgos estos que posibilitan la fácil creación de torrenteras periódicas, aunque de un aporte insignificante, pero que, consideradas en conjunto, bien pudieran representar un volumen apreciable para su aprovechamiento mediante una serie de pequeños tomaderos con acceso a un canal general que transporte las aguas captadas hasta un embalse regulador.
V.- ZONAS CON ALGÚN TIPO DE PROTECCIÓN.
La Directiva Marco de Aguas exige la inclusión en el Registro de Zonas Protegidas de al menos las designadas en aplicación de las Directiva de Hábitats 92/43/CEE y de Aves 2009/147/CE, es decir, las integradas en la Red Natura 2000 en las que el mantenimiento o mejora del estado del agua constituya un factor importante para su protección.
La Red Natura 2000 es una red de espacios protegidos que integra los espacios designados como ZEPAS (Zonas de Especial Protección para las Aves) por la Directiva de Aves (Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 30 de noviembre de 2009 relativa a la conservación de las aves silvestres) y las Zonas Especiales de Conservación ZEC establecidas por el Decreto 174/2009, de 29 de diciembre, por el que se declaran Zonas Especiales de Conservación en Canarias.
Cabe señalar que en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias existen otras figuras de protección ambiental, incluidas en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos (que incorpora también los Parque Nacionales).
V.1.- ESPACIOS NATURALES PROTEGIDOS.
La Red de Espacios Naturales Protegidos de Canarias está constituida, tal y como se detalla en la derogada Ley 12/1994 de Espacios Naturales de Canarias e integrada posteriormente en el Texto Refundido de las Leyes de Ordenación del Territorio de Canarias y de Espacios Naturales de Canarias (Decreto Legislativo 1/2000), por una serie de espacios en los que están representados los hábitats naturales más significativos y los principales centros de biodiversidad de Canarias.
Estos espacios se clasifican en las siguientes categorías:
- • Parques Nacionales, declarados por las Cortes Generales, que quedan incorporados a la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.
- • Parques: Rurales y Naturales.
- • Reservas Naturales: Integrales y Especiales.
- • Monumentos Naturales.
- • Paisajes Protegidos.
- • Sitios de Interés Científico.
V.2.- RED NATURA 2000.
En 1992, la Unión Europea publicó la Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres. En su artículo 3, se establece la declaración de una red ecológica europea coherente de zonas especiales de conservación, cuya denominación final es Natura 2000. La citada red está compuesta por las Zonas de Especial Protección para las aves (ZEPAS) y las Zonas Especiales de Conservación (ZECs).
V.2.1.- ZONAS ESPECIALES DE CONSERVACIÓN (ZEC).
La lista de los lugares de importancia comunitaria de la Macaronesia propuesta por la Comunidad Autónoma de Canarias fue aprobada por Decisión de la Comisión Europea el 28 de diciembre de 2001(D.O.C.E. nº L 5, de 9.1.02). Posteriormente la lista fue ampliada mediante la Decisión 2008/95/CE de la Comisión, de 25 de enero (D.O.U.E. nº L 31, de 5.2.08). La Directiva 92/43/CEE establece que una vez elegido un lugar de importancia comunitaria, éste deberá ser declarado zona especial de conservación en el plazo máximo de seis años.
V.2.2.- Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs).
Las aves del territorio europeo constituyen un patrimonio común, cuya protección supone unas responsabilidades comunes. Por ello, el Consejo de las Comunidades Europeas en 1979 adoptó por primera vez la aprobación de una Directiva relativa a la conservación de las aves silvestres (Directiva 79/409/CEE). Su objetivo ha sido la protección y adecuada gestión de todas las especies de aves que viven en estado salvaje en el territorio de la Comunidad.
Los Estados miembros tienes la obligación de conservar los territorios más adecuados, en número y superficie suficiente para garantizar su supervivencia. Estos territorios son las Zonas de Especial Protección para las Aves.
Las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAs) que se han declarado son:
VI.- FLORA Y FAUNA. VI.1.- FLORA.
En la actualidad se han inventariado en Canarias más de 2.000 especies terrestres de plantas vasculares y de 3.600 de flora criptogámica no vascular (Esquivel et al., 2005). No obstante, en un muy alto porcentaje de la flora descrita se localiza en el medio acuático, unas 1.150 especies marinas (Esquivel et al., 2010).
Distribución espacial.
La orografía y el clima existente en las islas, favorecen la creación de ámbitos o zonas de vegetación y/o hábitats que pueden agruparse según características y especies en común. Estas zonas, suelen encontrarse a altitudes más o menos definidas, aunque la distribución de la especie en altitud varía según la orientación (la cual tiene mucha influencia en las precipitaciones y/o lluvia horizontal) y la orografía de la isla o zona de la isla en la que se encuentre. En este sentido, la distribución de la flora en Canarias en diferentes pisos, está fuertemente condicionada por aspectos como: la altitud, los vientos, las lluvias, la orografía y los tipos de suelos, en cada una de las islas. Según se puede observar, en el siguiente esquema:
Se produce una concordancia directa entre relieve, clima y vegetación, es el propio relieve el que da lugar a la existencia de distintos pisos climáticos. Efectivamente, la vegetación en su estado natural, se asocia a los distintos tipos de climáticos existentes en las islas. En este sentido, se puede hablar de las siguientes formaciones vegetales y su consiguiente relación con los pisos bioclimáticos, que a continuación se describen:
- 1.- Zona Baja o xerofítica y psamófila del piso basal y ambientes salinos. - (únicamente en la franja costera, desde la zona intermareal) zonas con clima mediterráneo o sahariano.En este ámbito, se distribuyen formaciones de escasa entidad y desarrollo espacial, pues aparecen únicamente en la franja costera, sobre sustratos arenosos y en ambientes afectados por la maresía. Pertenecen a esta formación plantas crasas y achaparradas muy adaptadas a la escasez de precipitaciones, temperaturas elevadas y una fuerte evapotranspiración. Localizándose especies tales como Schizogyne serícea (salado),Traganum moquinii (balancón), Launaea arborescens (aulaga) y otras especies menores.
- 2-. Matorral xerófilo de Cardonal -Tabaibal.-Su distribución varía según sea la vertiente de barlovento o sotavento, ocupando la franja de costa o piso basal. Se trata de formaciones propias del piso altitudinal de costa y, por tanto, adaptada a las condiciones climáticas de este piso. Se pueden localizar especies de cardón (Euphorbia canariensis) y tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera) con distribución desde la costa hasta los 400 m. de altitud, en la mitad septentrional de las islas de mayor relieve, y hasta los 600 m. y más, en las fachadas meridionales. Su fisionomía es la de un matorral abierto, salpicando el paisaje.
- 3-. Bosque termófilo o termoesclerófilo. -Su distribución característica es del piso basal en su estrato superior e incluso de las cotas más bajas de las medianías, haciendo de transición entre la zona xerófita y la forestal, con un clima también tipo mediterráneo. Se trata de formaciones más ricas y variadas, constituyendo en muchos casos bosquetes. En la parte norte es frecuente ver acebuche(Olea cerasiformis), drago (Dracaena draco), almácigo (Pistacia atlantica), lentisco (Pistacia lentiscus) y la palmera canaria (Phoenix canariensis). En la parte sur, el bosque termófiloqueda reducido a pequeños manchones de palmera y sabina (Juniperus turbinata), y algunos individuos muy aislados de dragos.
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4-. Zona de laurisilva o monteverde. -Ocupa mayoritariamente las zonas más húmedas de las medianías de la fachada norte de las islas, aproximadamente, entre los 600 y 1200 m de altitud, en zonas con temperaturas relativamente estables. Suelen ser terrenos de lluvia abundante beneficiándose así de la humedad proporcionada por los vientos alisios al formar éstos un mar de nubes.
Comprende dos subtipos de bosque: la laurisilva y el fayal-brezal. Su riqueza vegetal es más elevada y muy variada, destacan mocán (Visnea mocanera), viñátigo (Persea indica), palo blanco (Picconia excelsa), acebiño (Ilex canariensis), barbusano (Apollonias barbujana), tilo o til (Ocotea foetens) y las especies más frecuentes brezo (Erica arborea) y faya (Morella faya). En algunas situaciones, las fayas y los brezos forman algunos bosquetescaracterísticos de una fase de degradación de la laurisilva, dando lugar al conocido como fayal-brezal, con localización entre el bosque termófilo y el monteverde.
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5-. Pinar.-Este ecosistema es bastante pobre desde el punto florístico, pues está constituido casi exclusivamente por una sola especie arbórea y de amplia distribución espacial. El pino canario (Pinus canariensis) ocupa un área situada entre los 1.200 m. y los 2.000 m. de altitud. Los alisios secos del noroeste impiden el ascenso del mar de nubes, y la insolación aumenta y las temperaturas diurnas y estaciones son más uniformes, por ello en esta zona se dan pocas precipitaciones. En ocasiones, se producen heladas y nevadas durante el invierno, lo que explica la disminución en la diversidad biológica de las especies. Los suelos pueden ser de gran desarrollo en las zonas antiguas, pero escasean en terrenos jóvenes, muy pedregosos.
Estas son las condiciones climáticas en las que se ocupa el pinar. No obstante, también son frecuentes verlos descender hasta cotas muy inferiores. El pinar de la fachada norte (pinar húmedo), suele tener un sotobosque más poblado (fayas, brezos, codesos, escobones, etc…). Mientras que en la fachada sur (pinar seco), el pinar es más abierto y con un sotobosque más pobre como la jara y el tomillo.
- 6-. Vegetación de cumbre o alta montaña. -En general se localizan formaciones muy adaptadas a condiciones climáticas muy extremas, ocupando un área por encima de los 2.000 m., principalmente en las islas de Tenerife y La Palma. La formación dominante en estas altitudes son la arbustiva donde destacan las leguminosas como la retama y el codeso, aunque también existen algunas otras singulares como el tajinaste rojo y la violeta del Teide.
A este modelo de distribución espacial, hay que añadir importantes bosquetes de especies introducidas como los eucaliptares y los castañares, así como diversas especies foráneas de pinos además de otras especies exóticas introducidas, en los diferentes espacios libres y jardines en las islas.
VI.2.- FAUNA.
A grandes rasgos y al igual que ocurre con la flora, las características y peculiaridades de las comunidades faunísticas presentes en Canarias, están determinadas por el origen y la morfología del archipiélago, la insularidad, por la posición geográfica y por las condiciones oceanográficas.
En este sentido, el hecho de la insularidad ha limitado la presencia de grupos de fauna, tanto de vertebrados como de invertebrados, que no han conseguido colonizar las islas. Algunos grupos por imposibilidad física para llegar desde el continente, otros por no encontrar los nichos ecológicos adecuados, como ocurre con los grandes coprófagos La reducida extensión de cada ecosistema también limita la diversidad faunística en las islas y por tanto, la presencia de comunidades menos variadas.
La posición geográfica de las islas, en una latitud subtropical y próximas a la costa atlántica europea y sobre todo a la africana, hace que Canarias presente una comunidad faunística diversa, donde coexisten elementos atlánticos, mediterráneos, tropicales, subtropicales, macaronésicos y endémicos.
Con carácter general, desde el punto de vista faunístico las islas de menor edad geológica y menor altitud como son las islas de Lanzarote y Fuerteventura, son las que cuentan con menor presencia de especies exceptuándose las aves. Esta poca diversidad es compensada en gran medida debido a su posición geográfica, al estar presente en las rutas migratorias, lo que implica la presencia de especies de aves únicas como la tarabilla canaria ( Saxicola dacotiae), el halcón de Eleonor (Falco eleanorae); mamíferos como la musaraña canaria (Crocidura canariensis) o reptiles como la lisneja (Chalcides simonyi), una especie de lagarto de la familia Scincidae, que habita en enclaves de bosque termófilo y matorrales. Por el contrario, las islas de más altitud y menor edad geológica (Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, El Hierro y La Palma) poseen mayor número de especies, pero menos en endemismos.
VI.2.1.- Distribución espacial.
Las especies faunísticas existentes en las islas, se adaptan a sus diferentes hábitats. La disponibilidad de nichos ecológicos condiciona la aparición y desarrollo de las comunidades animales. Por ejemplo, la distribución y el tipo de vegetación que se localiza en las distintas áreas, así como otros condicionantes de carácter abiótico influyen en las especies que se pueden encontrar y, también, en la abundancia de las mismas.
En este sentido, la estrecha relación que existe entre las comunidades vegetales y faunísticas de cada zona, indicadora de la biocenosis de las mismas, permite plantear el análisis de la fauna según los distintos tipos de hábitats. Por ello, en el tratamiento de las comunidades faunísticas que se realiza en el presente epígrafe, se adoptan los principales hábitats canarios, fuertemente condicionados por las comunidades vegetales.
Comunidades faunísticas asociadas a la vegetación xérica.- Desde el nivel del mar y hasta aproximadamente los 400 metros de altitud en la banda de barlovento, y hasta los 600 en la de sotavento, en las islas más montañosas, y en la práctica totalidad de Lanzarote y Fuerteventura, domina el denominado piso basal de vegetación, caracterizado por sus condiciones xéricas.
Considerando la fauna vertebrada, la vegetación xérica constituye el hábitat de múltiples especies de aves, que en muchos casos también nidifican en el suelo facilitada por la escasez de formaciones arbóreas. Desde el punto de vista ornítico, la diversidad interna de biotopos que presenta el hábitat permite señalar algunas diferencias que facilitan subdividirlo en:
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a) Islotes, acantilados costeros bajíos, playas y saladares: estos biotopos constituyen el refugio para la nidificación y el descanso de varias especies de aves marinas.
Asociadas a tales biotopos aparecen los vencejos (Apus pallidus y Apus unicolor), el halcón de berebería (Falco pelegrinoides), petreles (Bulweria bulwerii), el águila pescadora (Pandion haliaetus), el halcón de Eleonor (Falco eleonorae), el chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y la focha común (Fulica atra).
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b) Zonas arenosas, llanos terrosos y pedregosos: Destacan especialmente en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria. Desde el punto de vista de la avifauna, se definen por la presencia de las nidificantes terrera marismeña (Calandrella rufescens polatzeki), bisbita caminero (Anthus berthelotii), alcaudón real (Lanius excubitor koenigi), alcaraván (Burhinus oecdicnemus distinctus), la abubilla (Upupa epops) y, en menor medida, el hornero (Philloscopus canariensis), corredor (Cursorius cursor), búho chico (Asio otus canariensis) o el camachuelo trompetero (Bucanates githagineus).
Asimismo, numerosas especies migradoras son visitantes asiduas de tales áreas litorales, principalmente durante los pasos migratorios de otoño y primavera, siendo las más comunes el vuelvepiedras (Arenaria interpres), chorlitejo grande y chico (Charadrius hiaticula y Charadrius dubius, respectivamente), andarríos chico (Actitis hypoleucos), agujas (Limosa sp.), gaviota reidora (Larus ridibundus), golondrina común (Hirundo rustica), aviones (Delinchon sp.), garza real (Ardea cinerea) y garceta común (Egretta garzetta); estas dos últimas frecuentan también los embalses agrícolas de la zona.
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c) Cardonal – tabaibal: este tipo de matorral constituye la imagen más típica de la vegetación xérica del piso basal. Albergan una rica fauna ornítica, presentándose de forma destacada el cernícalo común (Falco tinnuculus canariensis) y múltiples paseriformes: alcaudón real (Lanius excubitor koenigi), bisbita caminero (Anthus berthelotti), curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra), y canario (Serinus canarius).
Por lo que respecta a los demás grupos de vertebrados, destacan los siguientes reptiles: lagarto gigante de Gran Canaria y Fuerteventura (Gallotia stehlini), lagarto gigante de La Palma (Gallotia auaritae), lagarto gigante de La Gomera (Gallotia Bravoana), lagarto pequeño de La Gomera y El Hierro (Gallotia caeseris), lagarto occidental de La Palma y Tenerife (Gallotia galloti), lagarto gigante de Tenerife (Gallotia intermedia), lagarto gigante de El Hierro (Gallotia simonyi), lagarto atlántico de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura (Gallotia atlantica), lisa de Gran Canaria (Chalcides sexlineatus), lisa de Salvador de La Gomera y El Hierro (Chalcides coeruleopunctatus), lisneja de Lanzarote y Fuerteventura (Chalcides simonyi), lisa dorada de Tenerife, La Gomera y El Hierro (Chalcides viridanus), salamanquesa rosada de Canarias (Hemidactylus turcicus), perenquén de Gran canaria y El Hierro (Tarentola boettgeri), perenquén majorero de Fuertevntura y Lanzarote (Tarentola angustimentalis), perenquén común de La Palma y Tenerife (Tarentola delalandii), perenquén gomero (Tarentola gomerensis), la culebra real de California (Lampropeltis californiae), asilvestrada en Gran Canaria, y la culebra ciega de las macetas (Ramphotyphlops bramius), introducida en todas las islas excepto en La Palma y El Hierro.
Dentro del grupo de los mamíferos destacan los introducidos por el hombre, como el conejo (Oryctolagus cuniculus), el erizo moruno (Atelerix algirus), el ratón doméstico (Mus musculus) y las ratas (Rattus sp.). También destaca la musañara endémica de Canarias (Crocidura canariensis), que está presente en las islas de Lanzarote, Montaña. Clara, Fuerteventura y Lobos.
Comunidades faunísticas asociadas a las formaciones termófilas. - Las formaciones termófilas son líneas de encuentro de la fauna montana con la procedente de las formaciones xéricas. Su composición faunística es muy ecléctica, aunque parece mantener una mayor relación con los elementos zoológicos del piso basal.
Entre las aves más significativas están las que necesitan de los matorrales para la nidificación, como el petirrojo (Erithacus rubecula superbus), mosquitero común (Phylloscopus canariensis), curruca capirotada (Sylvia atricapilla obscura), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra), canario (Serinus canarius) y verdecillo (Serinus serinus).
Con frecuencia, el bosque termófilo se refugia en los barrancos, que constituyen verdaderos pasillos de flujo de elementos biológicos y material genético. Allí se asientan abundantes especies de aves que requieren de relieves abruptos e inaccesibles para desarrollar sus procesos biológicos. Entre ellas destacan el ratonero común (Buteo buteo insularum), cernícalo común (Falco tinnunculus canariensis), vencejo unicolor (Apus unicolor) y paloma bravía (Columba livia canariensis). Esta última ocupa el límite inferior del monteverde y los escarpes localizados en dominio del termófilo. También hay otras especies con menos requerimientos en lo referente a la nidificación, como el caso del búho chico ( Asio otus canariensis). Dentro del grupo de las paseriformes, en las laderas y lomos termófilos, se localizan colonias de gorrión moruno o palmero (Passer hipaniolensis hispaniolensis) y herrerillo común(Cyanistes teneriffae), especies insectívoras de amplia valencia ecológica. En aquellos barrancos con acequias y estanques se encuentra la lavandera cascadeña (Motacilla cinerea).
Las especies de reptiles en este tipo de hábitat son básicamente las mismas que en las comunidades de vegetación xérica, siendo más abundantes los perenquenes. Igual ocurre con el grupo de los mamíferos, aunque a las especies citadas anteriormente ahora hay que añadir la presencia de la musaraña de Gran Canaria (Crocidura russula) y musarañita de Tenerife (Suncus etruscus).
Entre los anfibios, se pueden encontrar dos especies de ranas introducidas en el archipiélago: la ranita meridional (Hyla meridionalis) y la rana común (Rana perezi), que se reproducen en los ambientes dulceacuícolas (charcas, estanques y presas) y realizan posteriormente migraciones a los ambientes de los alrededores.
Comunidades faunísticas asociadas al Monteverde. - El monteverde se caracteriza por tener una elevada humedad relativa, temperaturas con variaciones anuales no muy marcadas, poca luminosidad en su interior, gran diversidad florística, alta productividad, suelos ricos y profundos, etc. Todo ello trae consigo una gran diversidad de especies animales gracias a la disponibilidad de nichos ecológicos distintos.
Los vertebrados están representados sobre todo por aves y murciélagos, dado que los reptiles no son amantes de hábitats húmedos y sombríos. Entre las aves destacan la paloma rabiche (Columba junoniae) y la paloma turqué (Columba bollii), como elementos endémicos exclusivos del monteverde; siendo también típicos el mirlo (Turdus merula cabrerae), la chocha perdiz(Scolopax rusticola), la curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis), la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra) y el mosquitero común (Phylloscopus canariensis), el reyezuelo (Regulus regulus) y el pinzón vulgar (Fringilla coelebs). Respecto a los murciélagos, su distribución no es exclusiva del monteverde, aunque sí son típicos de él. Destacan el orejudo canario (Plecotus teneriffae) de Tenerife, La Palma y El Hierro, de hábitos cavernícolas; el murciélago de Madeira (Pipistrellus madeirensis) de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, que ocupa todos los hábitats. Ampliamente extendido también están los murciélagos de borde claro (Pipistrellus kuhlii) de Tenerife y Fuerteventura, aunque también posible en Lanzarote y Gran Canaria; el murciélago rabudo (Tadarida teniotis) de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro; y el murciélago montañero (Pipistrellus savii) de El Hierro, Tenerife, La Gomera, La Palma, Gran Canaria y Fuerteventura; siendo más propio del monteverde el murciélago de bosque (Barbastella barbastellum) de Tenerife y La Gomera. En general, los restantes vertebrados identificables son los mismos que se han citado para las comunidades anteriores, destacando especies introducidas como ratas Rattus sp., ranita meridional (Hyla meridionalis) y gato cimarrón (Felix silvestris).
Comunidades faunísticas asociadas al pinar. - Si se consideran los vertebrados, como especie de ave característica de los pinares naturales de las islas, se encuentran el pico picapinos (Dendrocopos major). Junto a él, en sectores de pinares situados fuera de la zona estudiada también aparece el pinzón azul (Fringilla teydea), que es una especie endémica de Canarias muy escasa. Además de estas especies existen otras que no son exclusivas del pinar, talescomo el canario (Serinus canarius), herrerillo común (Cyanistesteneriffae), mosquitero común (Phylloscopus canariensis), paloma bravía (Columba livia canariensis), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra), verderón (Carduelis chloris) y búho chico (Asio otus canariensis).
Por su parte, los pinares de repoblación son formaciones boscosas que presentan un interés faunístico derivado de la densidad de determinadas especies de aves que en ellos se localizan, como son el canario (Serinus canarius), herrerillo común (Cyanistes teneriffae), curruca capirotada (Sylvia atricapilla obscura), el mosquitero común (Phylloscopus canariensis), petirrojo (Erithacus rubecula) y mirlo (Turdus merula cabrerae). También se localizan algunas poblaciones de rapaces, como el aguililla (Buteo buteo insularum), y el búho chico (Asio otus canariensis).
Otros vertebrados presentes en los pinares son los reptiles de amplia distribución ya mencionados. Entre los mamíferos destacan los conejos (Oryctolagus cuniculus) y los murciélagos, apareciendo, junto a los ya mencionados de amplia distribución, el nóctulo pequeño (Nyctalus leisleri) de Tenerife y La Palma. No obstante, quizás el mamífero introducido con más éxito en el pinar sea el ratón común (Mus musculus) y el gato cimarrón (Felix silvestris), aunque en las cotas más altas de de esta formación vegetal se adentran también el muflón (Ovis orientalis musimun) en Tenerife y el arrui (Ammotragus lervia) en La Palma, especies cinegéticas de caza mayor introducidas.
Comunidades faunísticas asociadas al matorral de alta montaña. - En la alta montaña canaria, en las islas de Tenerife y La Palma, la falta de bosque y la gran insolación y luminosidad, permite que muchos de los vertebrados ausentes de las zonas boscosas, reaparezcan aquí en altitud. Tal es el caso de los lagartos (Gallotia sp.), erizos (Atelerix algirus) y conejos (Oryctolagus cuniculus) como especies sedentarias. Algo parecido ocurre con varias aves como el canario (Serinus canarius), el alcaudón (Lanius excubitor), el caminero (Anthus berthelotii), el cernícalo (Falco tinnunculus canariensis) y el cuervo (Corvus corax canariensis). El muflón (Ovis orientalis musimun) y el arruí (Ammotragus lervia), junto al gato cimarrón (Felix silvestris), son los grandes mamíferos introducidos, estando también presentes los murciélagos orejudos (Plecotus teneriffae) y de Madeira (Pipistrellus madeirensis).
Comunidades faunísticas asociadas a medios dulceacuícolas. - El medio acuático constituye un tipo de hábitat muy importante para determinadas especies y poblaciones de vertebrados terrestres. Estos hábitats se caracterizan por la presencia más o menos constante de agua, en algunos casos embalsada y, en otros, corrientes. Como especies características de estas zonas se pueden encontrar a la alpispa o lavandera cascadeña (Motacilla cinérea canariensis), la gallineta común o polla de agua (Gallinula chloropus) y la focha común (Fulica atra), estas dos últimas especies son migratorias y crían cuando las condiciones lo permiten, pudiendo trasladarse a otro lugar.
Los embalses de agua funcionan como lugares de descanso para muchas especies migratorias, tal es el caso de las presas y embalses agrícolas que se localizan en todos los ámbitos de estudio. En estos lugares se puede observar la lavandera blanca (Motacilla alba), andarríos chico (Actitis hypoleucos), agachadiza común (Gallinago gallinago), chorlitejo chico (Charadrius dubius), garza real (Ardea cinerea), garceta común (Egretta garzetta) y algunas especies de patos (Anas spp.).
Como especies que frecuentan los matorrales asociados con el agua y en las laderas de los barrancos, destacan el mirlo (Turdus merula cabrerae), mosquitero común (Phylloscopus canariensis), herrerillo común (Cyanistes teneriffae), curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis), curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala leucogastra), curruca capirotada (Sylvia atricapilla heineken), alcaudón (Lanius excubitor), abubilla (Upupa epops), búho chico (Asio otus canariensis), lechuza común (Tyto alba), cernícalo común (Falco tinnunculus canariensis), bisbita caminero (Anthus berthelotii), paloma bravía (Columba livia canariensis), tórtola común (Streptopelia turtur), pardillo común (Carduelis cannabina meadewaldoi) y canario (Serinus canarius).
Otros representantes de los vertebrados en estas aguas y terrenos adyacentes son los anfibios: la ranita meridional (Hyla meridionalis) y la rana común (Rana perezzi).
En las zonas de cultivos se identifican la mayor parte de los reptiles, anfibios y mamíferos citados con anterioridad.
VII.- POBLACIÓN.
La Comunidad Autónoma de Canarias ocupa el octavo puesto entre las comunidades autónomas por número de habitantes, lo que supone el 4,50% de la población de España. El censo de población registra en 2015 una cifra de 2.100.306 habitantes sobre una superficie total de 7.447 km2, lo que supone una densidad de 282 habitantes/km 2 frente a los 93 de la media nacional.
La presión de la población sobre el territorio es muy desigual si comparamos las distintas islas, encontrándonos con islas como El Hierro, con una densidad de población de 38 habitantes/km2, y otras como Gran Canaria con 543 habitantes/km2. La elevada densidad de población se traduce en un incremento de las necesidades de infraestructuras, equipamientos y servicios públicos.
A esta alta tasa de densidad, se añade el alto porcentaje de ocupación turística durante todo el año, que en 2015 se superó a la cifra de 13 millones de visitantes.
De forma particular, en el ámbito medioambiental, la elevada densidad de población, concentrada principalmente en las zonas costeras, supone una extraordinaria presión sobre el territorio, al tiempo que genera la producción de grandes volúmenes de residuos urbanos en espacios relativamente pequeños, agravando uno de los problemas de las Islas Canarias en lo que se refiere a la recogida y tratamiento de residuos.
En las tablas siguientes se muestra la evolución de la población y la densidad, respectivamente, en los últimos años
Por Islas, El Hierro es la que tiene un menor número de habitantes, su población se reparte equitativamente entre sus municipios, Valverde, la Frontera y el Pinar. Es una de las pocas islas donde la población no se concentra en el litoral, sino que se reparte más bien por el interior. Su población se ha mantenido bastante constante en los últimos años.
En la isla de La Palma, la población se concentra en las medianías y en la franja costera. Sus habitantes se reparten principalmente en los puntos centrales al este y oeste de la isla, en Los Llanos de Aridane y Santa Cruz de la Palma, los dos municipios donde se ha experimentado el mayor incremento de población en los últimos años.
La Gomera es la segunda isla con menor número de habitantes del archipiélago. Su población se concentra básicamente en la franja costera, sobre todo en la capital, San Sebastián de la Gomera, que reúne casi el 38% de la población de la isla. El crecimiento experimentado en los últimos años ha sido bastante constante.
Tenerife la isla con mayor número de habitantes del archipiélago concentra gran parte de su población en la franja costera. Ésta se centraliza al noreste, en torno a Santa Cruz de Tenerife, y distribuida por la franja norte litoral. Esta isla ha experimentado un crecimiento considerable en los últimos años.
Gran Canaria es la segunda isla en cuanto a concentración de habitantes del archipiélago. La distribución de la población es esencialmente en el litoral, salvo en su cuadrante noreste, donde se extiende por las medianías hacia el interior. Hay una fuerte concentración al norte, en torno al municipio de Las Palmas de Gran Canaria, que centraliza prácticamente la mitad de la población de la isla. El crecimiento de población en los últimos años es bastante constante y repartido en toda la isla.
La isla de Fuerteventura está muy poco poblada en relación a su extensión. La mayor parte de la población se concentra en la franja costera del este de la isla, estando el oeste bastante despoblado. El interior aparece salpicado por pequeños asentamientos. Destaca la concentración urbana del Puerto del Rosario. El crecimiento de población experimentado en Fuerteventura en los últimos años es muy constante, salvo en el municipio de Puerto del Rosario, donde este crecimiento ha sido muy notorio.
La mayor parte de la población de Lanzarote se concentra en el cuadrante costero sureste. Destaca la capital, Arrecife, que aglutina casi el 45% de la población de Lanzarote. El resto de isla se encuentra salpicado por pequeños asentamientos, diseminados tanto por la costa como por el interior. El crecimiento más destacado de población en los últimos años lo han experimentado los municipios de Arrecife, San Bartolomé y Tías, al este de la isla.
VIII.- ACTIVIDAD ECONÓMICA.
Del análisis de la contribución de los distintos sectores productivos al Valor Añadido Bruto de Canarias, destacan los siguientes aspectos:
- • Alto grado de terciarización de la economía con un elevado nivel de especialización en el sector servicios (81% vs. 69% a nivel nacional).
- • Reducido peso de la industria manufacturera (5% vs. 13% a nivel nacional).
- • Limitada participación del sector primario (1% vs. 3% a nivel nacional).
- • Menor peso de la construcción (9% vs. 11% a nivel nacional).
- • Sector energía y agua superior a la media nacional, debido al alto coste de estos recursos en los sistemas insulares.
Aunque el peso del sector primario en la estructura productiva de Canarias es bajo, hay que destacar que los sectores tradicionales, como el agrícola y ganadero, contribuyen a mantener el paisaje cultural y medioambiental único de esta región.
El sector agrícola en Canarias, debido a la fragmentación del territorio, su orografía y demás hándicaps por su condición de región ultraperiférica, presenta limitaciones en su superficie destinada a la explotación agraria y en el tipo de las mismas, más pequeñas y familiares que en el resto de España y Europa. No obstante, el empleo, en el 2012, en el sector agrícola representa un 2,4% del total de la población ocupada y un 0,1% en el sector forestal (fuente INE) y pese a su menor representación en el mercado laboral hay que tener en cuenta la importancia de esta mano de obra ya que garantiza el suministro de alimentos locales, así como la exportación de bienes. Por tanto, es un sector importante que necesita diversificarse y fomentar la especialización de productos con el apoyo de inversiones en investigación e innovación.
La estructura de la economía canaria se encuentra mucho más orientada hacia el sector servicios que el promedio de la economía española (alrededor de 10 puntos por encima), lo que reduce el peso relativo de los otros sectores. La aportación del sector de la construcción es similar a la media nacional, sin embargo, el descenso progresivo de su tasa de crecimiento en los últimos años ha contribuido también a aumentar el peso del sector servicios en la economía local.
En el sector servicios tiene especial relevancia el subsector turístico. El estudio Impactur Canarias 2014 pone de relieve que el turismo se mantiene como un sector clave de la economía canaria a pesar de la crisis. En el año 2014, generó 13.032 millones de euros y dio empleo a 274.000 personas en Canarias, lo que sitúa su aportación al conjunto de la economía en el 31,4% y a la generación de empleo en el 35,9%.
En relación con la composición del tejido empresarial de Canarias se destacan los siguientes aspectos:
- • Elevada presencia de micropymes (menos de 10 empleados) en el tejido empresarial canario (al igual que a nivel nacional).
- • Alta concentración de las micropymes en el sector servicios (95,8%).
- • Poco significativa presencia de las empresas canarias en el exterior
- • Alta importancia de los trabajadores autónomos, que suponen el 55% del total de empresas.
Los sectores industriales y de energía y agua cuentan con un mayor porcentaje de empresas de mayor tamaño.
ANEXO III.
- EVALUACIÓN DE RIESGOS
1.- RIESGO DE INUNDACIONES.
En esta etapa de estudio se realizó por parte de cada una de las Demarcaciones Hidrográficas de Canarias a una evaluación preliminar del riesgo de inundación, determinando como resultado de dicho estudio, las zonas del territorio para la cuales existe un Riesgo Potencial de Inundación Significativa o en las cuales la materialización de ese riesgo puede considerarse probable en los términos indicados en la Directiva 2007/60/E sobre evaluación y gestión de riesgos de inundación.
Estas áreas engloban la mayor parte del riesgo potencial del territorio asociado a los episodios de inundación con origen fluvial y marino, tanto en lo relativo a posibles pérdidas de vidas humanas como en lo referente a daños económicos y a la afección al medio ambiente. Un adecuado análisis de la situación, que incluya la selección y diseño de las medidas más eficaces y sostenibles para la mitigación de los efectos adversos de las inundaciones, tanto estructurales como no estructurares, requiere de un detallado conocimiento del problema, lo que implica el desarrollo de los trabajos topográficos, hidrológicos, hidráulicos y geomorfológicos necesarios para la elaboración de los denominados mapas de peligrosidad y riesgo de inundación.
La obtención de esta cartografía en los tramos fluviales y marinos, clasificados como ARPSI’s fueron objeto de la segunda fase de aplicación de la Directiva Europea de Inundaciones en cada una de las Demarcaciones Hidrológicas de Canarias.
Los mapas de peligrosidad comprenden la delimitación gráfica de la superficie anegada por las aguas para la ocurrencia de avenidas con periodos de retorno de 10, 100 y 500 años, valores que, a efectos de representación superficial en los mapas de peligrosidad, en aplicación del artículo 8.1 del Real Decreto 903/2011, se han convenido como referencia para los eventos de alta, media y baja probabilidad, respectivamente. Esta información, acompañada de la estimación de las variables que caracterizan el efecto potencial adverso de las crecidas, como son el calado y la velocidad de la corriente, permite establecer el grado de exposición al fenómeno de las distintas partes del territorio. Adicionalmente y en cumplimiento de Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, por el que se modifica el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, los mapas de peligrosidad incluyen también tanto la delimitación de la Zona de Flujo Preferente como la definición del Dominio Público Hidráulico.
Para obtener la cartografía de Riesgo de Inundaciones debe cruzarse la cartografía de peligrosidad (mapas de peligrosidad) con la información relativa a la vulnerabilidad del territorio en lo relativo a la salud humana, el medio ambiente y la actividad económica, para la determinación pormenorizada del riesgo por inundación y la elaboración de los mapas asociados. Estos mapas deben servir de punto de partida para la posterior redacción de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, y, por tanto, deben aportar los elementos de juicio para una elección razonada de soluciones. Siguiendo las indicaciones del artículo 7 de la referida Directiva 2007/60/CE de Inundaciones, la adecuada gestión del riesgo de inundación debe efectuarse teniendo en cuenta los costes incurridos en su reducción y los beneficios esperados. En consecuencia, los mapas de riesgo confeccionados en las Cuencas establecidas por el EPRI se han centrado no solo en la identificación de los mayores riesgos potenciales sino también en su cuantificación rigurosa.
2.- INUNDACIONES FLUVIALES/PLUVIALES.
2.1.- LANZAROTE.
2.2.- FUERTEVENTURA
2.3.- GRAN CANARIA
2.4.- TENERIFE
2.5.- LA GOMERA
2.6.- LA PALMA
2.7.- EL HIERRO
3.- INUNDACIONES MARÍTIMO-COSTERAS.
3.1.- LANZAROTE.
3.2.- FUERTEVENTURA.
3.3.- GRAN CANARIA.
3.4.- TENERIFE.
3.5.- LA GOMERA.
3.6.- LA PALMA.
3.7.- EL HIERRO.
ANEXO IV.
- CRITERIOS DE CLASIFICACIÓN DE RIESGOS DE PROTECCIÓN CIVIL PARA PRESAS Y BALSAS
ANEXO V.
- IDENTIFICACIÓN DEL RIESGO MUNICIPAL.
Criterios básicos de clasificación municipal de riesgo de inundaciones:
- - PRESAS/BALSAS: Tipo A: 5 Tipo B: 3 Tipo C: 1 Ponderación Presas/Balsas= Σ nº presas A *5, B*3, C*1
- - ARPSIS PLUVIALES *10
- - ARPSIS MARÍTIMOS *5
-
- (*) Población costera *2
RIESGO MUNICIPAL = Σ ARPSIS Pluviales, Marítimos, Ponderación Presas/Balsas.
- - Muy Bajo 0-2
- - Bajo >2-10
- - Moderado >10-20
- - Alto >20-40
- - Muy alto >40
ANEXO VI.
- CRITERIOS PARA LA ELABORACIÓN DE LOS PROTOCOLOS DE ALERTA HIDROLÓGICA
En el desarrollo de los Protocolos de Alerta Hidrológica, verificado la suficiente cobertura de los puntos de control, se tendrán en cuenta los siguientes criterios:
A. Valores umbrales.
Para cada una de las variables escogidas en cada punto de control seleccionado, se determinará un umbral de referencia. Su estimación inicial podrá ajustarse progresivamente hasta su calibración definitiva. El umbral de referencia se establecerá para el nivel de aviso. Por encima de éste se definirán otros dos umbrales que marquen la gravedad de la inundación (alerta y desbordamiento inminente).
El valor umbral de una determinada medida para un determinado punto, define el inicio de una avenida, debiendo tenerse en cuenta la consideración de riesgo o daño.
El criterio para el establecimiento de estos valores será:
- • Según valores estimados por los elementos de información hidrológica siguiendo una metodología estándar.
- • A propuesta de los órganos de protección civil, supervisado por los elementos de información hidrológica, teniendo en cuenta tanto los datos históricos como las evidencias de posibles daños.
Se definirán como valores del nivel, que puede ir acompañado de los correspondientes caudales.
- a. Embalses: Considerando que, en general, los embalses cuentan con una capacidad de almacenamiento que altera de forma significativa los caudales que circulan por el barranco, se estima necesario definir para estas zonas, al menos tres valores umbrales que definan el porcentaje de su ocupación.
A. Normalización de la información con destino a los órganos de protección civil en situación de emergencia por inundaciones.
Cuando alguna de las variables elegidas en cualquiera de las estaciones de aforo de los elementos de información hidrológica para la previsión y seguimiento de inundaciones supere el umbral predeterminado, con independencia del seguimiento en tiempo real de las estaciones seleccionadas, se generará automáticamente un fichero normalizado que se actualizará al menos con periodicidad horaria.
En aquellos casos en los que se calculen valores en lugares no monitorizados y resulten relevantes para el seguimiento de avenidas, éstos podrán ser incluidos con criterios de presentación similares a los anteriormente expuestos.
-
a. Datos de presas y embalses:
- - Porcentaje de agua embalsada y tendencia observada.
- - Caudal de salida (m3/s).
- - Volumen embalsado (hm3).
- - Caudal de entrada (m3/s): si los elementos de información hidrológica han podido obtener los dos anteriores tipos de datos para una presa y embalse, puede también, por balance de masas obtener esta magnitud.
- - Posiciones de órganos de desagüe (%).
- - Previsiones.
A. Activación del sistema de Alertas.
El seguimiento de las diferentes variables se realizará de forma continua. Se producirá una activación de las alertas cuando concurra alguna de las dos situaciones siguientes:
- • El órgano competente de protección civil, conforme a lo establecido en el Protocolo, declara alguna de las fases previstas en el epígrafe 4 del presente Plan.
- • Alguna de las variables elegidas en los puntos de control de los elementos de información hidrológica seleccionados supera cualquier valor umbral, teniendo en cuenta además los modelos realizados para determinar la evolución de la onda de avenida.
En ambos casos se procedería a la generación de los ficheros normalizados anteriormente previstos, que complementarán las informaciones del seguimiento continuo.
La comunicación se efectuará según indica el Plan Estatal de Emergencias por Inundaciones y a la Dirección General de Seguridad y emergencias del Gobierno de Canarias, mediante aviso al CECOES 1-1-2
Con el fin de tener en cuenta el agravamiento de una situación de inundación por la acción de las mareas, en los Protocolos de Alerta Hidrológica se establecerán los sistemas de información sobre mareas a utilizar, así como el organismo de referencia y los protocolos de comunicación de las distintas variables para los diferentes puntos conflictivos.
ANEXO VII-
MODELOS DE DECLARACIONES DEL PEINCA.
ANEXO VIII.-
ANEXO IX.-
RECOMENDACIONES A LAS ENTIDADES LOCALES ANTE EL RIESGO DE INUNDACIÓN.
MUNICIPIOS
En aplicación del PEINCA, la Dirección General de Seguridad y Emergencias RECOMIENDA A LOS MUNICIPIOS QUE EJECUTEN LAS SIGUIENTES ACTUACIONES.
1. Mantener limpios los alcantarillados, imbornales, los sumideros, los posibles pasos de agua, etcétera, a fin de que el agua pueda drenar rápidamente.
2. Eliminar la hojarasca, la acumulación de tierras y/o otro tipo de material que puedan atascar y tapar las alcantarillas, los cauces, etc, y revisar estos puntos de desagüe siempre que se produzcan avisos de lluvias o después de chubascos fuertes.
3. Estar atentos a la información meteorológica y, en especial, a los avisos realizados por el CECOES 1-1-2. Establecer los mecanismos de vigilancia e información sobre la situación
4. Prever la señalización de las zonas inundables del municipio (aparcamientos de vehículos, zonas de acampada, etc).
5. Controlar zonas de posibles desprendimientos.
6. Informar y poner en alerta a los responsables municipales y los integrantes de la organización municipal.
7. Puntos de vigilancia:
- a. Señalizar o balizar las zonas inundables del municipio: evitar en él el aparcamiento de vehículos, vigile que no hay campistas, asegurarse de que no se realizan actividades que puedan quedar afectados, ...
- b. Vigilar especialmente aquellas zonas de barrancos que suelen dar lugar a inundaciones muy rápidas y peligrosas.
- c. En situación de riesgo inminente, cortar el tráfico de aquellas carreteras o caminos que lleven a las zonas inundables (control de tráfico). Especialmente señalizar y cortar los vados.
- d. Avisar a la población que se encuentre en las áreas donde la evolución de la situación hace previsible que se produzca la inundación.
8. Hacer una previsión de los medios disponibles y necesarios.
9. Establecer los avisos correspondientes a los servicios de emergencias, los servicios básicos y las entidades. Hay que avisar a los integrantes de la organización municipal de la emergencia para comunicar la situación de alerta máxima. En especial, constitución del Comité Asesor de Emergencias del PEMU.
10. Comunicar la Situación de activación del plan de emergencias municipal al CECOES 1-1-2.
11. Utilice para las comunicaciones con el CECOES 1-1-2, en el caso de su disposición, la red TETRA RESCAN
12. Evaluar la Constitución del CECOPAL y los órganos de dirección y asesoramiento del PEMU.
13. Evaluar la necesidad de cerrar actividades, deportivas, docentes, culturales, etc.
14. Otras tareas que considere adecuadas para esta situación.
El PEINCA se mantendrá en alerta MÁXIMA mientras la situación se pueda solucionar con los medios habituales de gestión de emergencias y la afectación a la población sea nula o reducida. Dado que se puede provocar la alarma entre la población o puede evolucionar a un empeoramiento de la situación meteorológica, la actuación del PEINCA irá encaminada a la información y el seguimiento. Por lo tanto, se comunica a todos los grupos de actuación y se informa a las autoridades e instituciones.
CABILDOS INSULARES
En aplicación del PEINCA, la Dirección General de Seguridad y Emergencias RECOMIENDA A LOS CABILDOS QUE SIGAN LAS SIGUIENTES ACTUACIONES.
1. Informar y poner en alerta a los responsables insulares y los integrantes de la organización insular.
2. Estar atentos a la información meteorológica y, en especial, a los avisos realizados desde el CECOES 1-1-2. Establecer los mecanismos de vigilancia e información sobre la situación.
3. Puntos de vigilancia:
- a. Establecer comunicación para conocer la situación de presas/balsas y otras instalaciones con riesgo de desbordamiento por inundaciones.
- b. Señalizar o balizar la red de carretera insular, especialmente en las zonas inundables.
- c. Vigilar especialmente aquellas zonas de barrancos que suelen dar lugar a inundaciones muy rápidas y peligrosas.
- d. En situación de riesgo inminente, cortar el tráfico de aquellas carreteras o caminos que lleven a las zonas inundables (control de tráfico). Especialmente señalizar y cortar los vados.
- e. Avisar a la población que se encuentre en las áreas donde la evolución de la situación hace previsible que se produzca la inundación.
4. Alertar e informar a Camping, áreas recreativas y otras zonas que puedan ser afectadas al fin de establecer la estrategia de actuación adecuada.
5. Alertar a los servicios medioambientales y carreteras.
6. Controlar zonas de posibles desprendimientos.
7. Hacer una previsión de los medios disponibles y necesarios.
8. Establecer los avisos correspondientes a los servicios de emergencias, los servicios básicos y las entidades. Hay que avisar a los integrantes de la organización insular de la emergencia para comunicar la situación de alerta máxima.
9. Utilizar para las comunicaciones con el CECOES 1-1-2 la red propia del Gobierno de Canarias, en caso de disponibilidad utilizar la Red TETRA RESCAN.
10. Comunicar la activación del plan de emergencias insular al CECOES 1-1-2.
11. Evaluar la necesidad de cerrar actividades, deportivas, docentes, culturales, que pudieran afectar a varios municipios.
12. Otras tareas que considere adecuadas para esta situación.
El PEINCA se mantendrá en alerta MÁXIMA mientras la situación se pueda solucionar con los medios habituales de gestión de emergencias y la afectación a la población sea nula o reducida. Dado que se puede provocar la alarma entre la población o puede evolucionar a un empeoramiento de la situación meteorológica, la actuación del PEINCA irá encaminada a la información y el seguimiento. Por lo tanto, se comunica a todos los grupos de actuación y se informa a las autoridades e instituciones.
ANEXO X.
- REGISTRO DEL CATÁLOGO NACIONAL DE INUNDACIONES.
ANEXO XI.
- RECOPILACIÓN DE INUNDACIONES HISTÓRICAS.
1645: El 11 de diciembre tiene lugar el conocido «Diluvio de San Dámaso» en Garachico. Se calcula que murieron más de cien personas, destruyendo ochenta hogares y cuarenta embarcaciones en el puerto.
1684: El 22 de noviembre se produce el desbordamiento del Bco. El Socorro (La Palma) arrasando la ermita y castillo de la playa de Bajamar.
1713: El 25 de enero tiene lugar un fuerte temporal en Gran Canaria y Tenerife con graves daños materiales. Desbordamiento del Barranco de La Vega en Arucas.
1766: «Temporal de Reyes» El 6 de enero se producen lluvias torrenciales en Gran Canaria, provocando grandes catástrofes: avenida del Barranco de Guiniguada y destrucción del «puente de palo» que unía Vegueta y Triana en la capital, así como las murallas de ambos barrios; alud de piedras y lodo en Agüimes; fuertes inundaciones. Se prolongó durante tres días.
1783: El día 9 de octubre se producen inundaciones en S/C de La Palma ocasionando 3 víctimas, así como daños en siete casas. El monte se quemó en julio de ese año.
1826: «El temporal de 1826»: El 7 y 8 de noviembre de este año se tiene lugar la que tal vez sea la mayor catástrofe meteorológica de las islas: un fortísimo temporal de agua y viento se ceba con especial virulencia en El Valle de La Orotava, si bien afectó también a La Guancha, Güimar, La Laguna, Santa Cruz de Tenerife, Candelaria y Las Palmas de Gran Canaria. Según las crónicas se llevó la vida de 253 personas, cientos de animales y dejó pérdidas por valor de 350.000 libras esterlinas de la época.
1841: El 8 de noviembre se producen daños por avenida en el Bco. Aduares, en el municipio de Breña Alta (La Palma), destruyendo una casa y ocasionando 10 víctimas.
1848. El 18 de noviembre se originan fenómenos meteorológicos de lluvia y viento en varios municipios de la isla de La Palma, provocando el desbordamiento del Bco. Dolores y ocasionando 10 víctimas.
1879: Inundaciones en Tenerife y Gran Canaria con 5 fallecidos.
1894. Inundaciones en Gran Canaria con 1 fallecido.
1895: Grandes temporales en La Palma y Tenerife.
1902: El día 4 de noviembre, se producen en el municipio de la Villa de Mazo (La Palma), inundaciones que causan el desbordamiento del Bco. Hondo y Bco. De la Reja, se incluye rotura de carretera y destrozo de viviendas con dos víctimas. Ese año se produjo un incendio forestal.
1910: Temporal en la isla de Gran Canaria. Se recogen 117,5 l/m2 en 24h en el Observatorio de Las Palmas de Gran Canaria. 1 fallecido.
1912: Temporal de viento en Gran Canaria. Se producen inundaciones en Las Palmas por invasión del mar en el litoral.
1918: El 8 de noviembre se produce el desbordamiento de barrancos y daños estructurales, así como 2 víctimas en el Bco. Tamanca situado en el municipio de Los Llanos de Aridane (La Palma). Dos años antes se había producido un incendio forestal.
1926: Fuerte temporal en Canarias. Se recogen 240 l/m2 en 24h en Hoya del Gamonal en Gran Canaria. 6 fallecidos.
1941: Octubre. Temporal en La Gomera causando 8 muertes y afectando especialmente la zona de Valle Gran Rey.
1946: Temporal en Gran Canaria. Se recogen entre 160 y 217 l/m2 en 24h en distintos puntos de la isla. Desbordamiento de barrancos. 4 fallecidos.
1950: En el mes de noviembre se producen intensas precipitaciones en Canarias. En Gran Canaria se recogen entre 190 y 300 l/m2 en 24h en distintos lugares. Se pierde el 80 % de la cosecha de tomate. En Tenerife la prensa habla de la tromba de agua más fuerte del siglo. El 11 de noviembre, el pluviómetro de Izaña arroja una lectura de 360 l/m2, lo cual supone la máxima precipitación acumulada en 24 h para dicho observatorio.
1956: En Febrero se recogen de 290 a 400 l/m2 en 24h en Gran Canaria. Se producen fuertes vientos. Febrero del 56 es también una fecha mítica en la meteorología peninsular, tendiendo lugar uno de los inviernos más crudos del siglo.
1957: Las lluvias se concentraron en el Este de La Palma, donde se superaron los 500 mm en 48 horas dando lugar a la pérdida de 32 vidas (Marzo, 1988). Caen 207 l/m2 en Garafía y 250 l/m2 en San Andrés y Sauces, ambos en La Palma.
1960: noviembre Una tormenta anclada deja la máxima de 320 l/m2 en 24 h en San Sebastián-Faro (La Gomera).
1971: Temporal en toda Canarias en febrero que deja intensas precipitaciones de hasta casi 200 l/m2 en 24h en algunas zonas de Gran Canaria. En Izaña se recogen 197 l/m2 en 24h el día 12 en forma de nieve, alcanzándose en vestinqueros el metro de altura. Se producen intensas granizadas en Güímar. Nevó en la isla del meridiano, algo muy poco usual en El Hierro. También en este mes, el día 26, se registra la temperatura mínima absoluta en el observatorio de Izaña: -9,2 º C.
1974: Febrero Temporal de lluvias. Máxima de 198,7 l/m2 en Puntallana (La Palma).
1975: El 14 de diciembre Canarias sufre el paso de una tormenta subtropical con rachas de 216 km/h en Izaña, 162 km/h en Santa Cruz de Tenerife y 139 km/h en Los Rodeos. La isla queda parcialmente incomunicada y sin suministro eléctrico durante horas.
1977:abril Temporal de lluvias de varios días que deja núcleos de precipitación de 290 l/m2 en Esperanza, 270 l/m2 en Anaga y 235,4 l/m2 en La Laguna que queda parcialmente incomunicada varios días.
1979: Mientras Europa era asolada por una ola de frío ese invierno, en enero se producen una serie de temporales en Canarias que convierten a este mes en un mito de la meteorología canaria del siglo XX. En Gran Canaria se acumulan en las cumbres hasta 1000 l/m2 en el mes, 700 l/m2 en medianías de Tenerife y en torno a 1600 l/m2 en la Caldera de Taburiente. En Izaña se acumulan 957 l/m2, casi todos en forma de nieve, ya que ese mes se registraron hasta 15 días de nevadas.
1980: La mañana del 26 de enero se registran lluvias torrenciales de 71 l/m2 en 24h en toda la isla de Lanzarote, especialmente destacar la zona de La Vega, donde el barro y el agua acumulados alcanzó la altura de 1,80m, y 0,70m en el interior de viviendas de algunas calles. En Teguise, fueron arrasadas por el agua 35 Ha de enarenados con cultivos de cebolla y leguminosas. Así mismo, los daños materiales solo en comercios superaron los 100 millones de las antiguas pesetas.
1987: Temporal de lluvias en Canarias que deja 250 l/m2 en Anaga (Tenerife), de 190 l/m2 en La Gomera y de más de 100 l/m2 en La Palma.
1988: Temporal de lluvias en Canarias que afecta principalmente a El Hierro, norte de Tenerife y La Palma. Se registra la máxima de precipitación en 24h observada en Canarias: 590 l/m2 en San Andrés (El Hierro). La mayor parte de las estaciones de la isla superan los 100 l/m2 en 24h.
Febrero Temporal de lluvias que registra la máxima de 450 l/m2 en 24h en La Palma. El Hierro recoge 370 l/m2; La Gomera, 160 l/m2; el este de La Palma, 250 l/m2; y la costa sureste de Tenerife, 110 l/m2.
1989: En febrero se producen inundaciones en Gran Canaria recogiéndose entre 140 y 180 l/m2 en 24h. Daños en los barrios de San Cristóbal y Triana. Cierre del Puerto de La Luz.
Noviembre Uno de los temporales más duros de noviembre en Canarias. Deja entre 230 l/m2 y 270 l/m2 en zonas altas de Gran Canaria.
1991: Fuertes inundaciones en Mogán y La Aldea de San Nicolás en Gran Canaria. Hasta 200 l/m2 en 24 h. Uno de los temporales más duros observados en las islas Canarias durante el mes de diciembre deja núcleos de precipitación de 278 l/m2 en San Mateo (Gran Canaria).
Entre los días 4 y 8 de diciembre se producen en varios municipios de Lanzarote lluvias continuas y torrenciales, especialmente el día 5 se registran 51 l/m2.A efectos generales se ocasionan graves daños en la isla; Aeropuerto encharcado, puerto cerrado con cortes de carreteras, inundación de sótanos de viviendas, desbordamientos de alcantarillado y cuantiosas pérdidas en el sector agrícola entre otras.
1995: Diciembre Temporal de lluvias con 120 l/m2 en La Palma y 217 l/m2 en El Hierro y 219 l/m2 en Buenavista (Tenerife).
1996: Febrero Temporal de lluvias en Anaga (Tenerife) se miden 155 l/m2.
1998: Las precipitaciones del 5 de diciembre ponen de manifiesto la influencia que tienen las inundaciones producidas en Arrecife (Lanzarote). Con tan solo 22l/m2de lluvia contante y persistente caídas en 14 horas se produjeron daños de suma importancia, especialmente en los municipios de Arrecife, Costa-Teguise y Haría, los daños causaron el desbordamiento del sistema de alcantarillado, puentes inundados, despedimientos en carreteras del Norte e inundaciones en viviendas y locales entre otros.
1999: La madrugada del 6 al 7 de enero se produce un intenso temporal de viento y agua. Se superan los 100 km/h en muchos puntos de Canarias. Unos días más tarde nos visitaría otra depresión. En ese mes se acumularon en algunos lugares del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide hasta cuatro metros de nieve. El 27 de octubre se registran lluvias torrenciales en la isla de Lanzarote que dejan 24 l/m2afectando la zona de Arrecife y Puerto del Carmen donde se registran daños por desbordamientos de alcantarilla, colapso del tráfico y el derrumbe de un muro particular. Destacar la importancia que supone la paralización absoluta del aeropuerto quedando anegado por dichas lluvias.
2001:Noviembre: Una tormenta anclada en las cumbres de isla de La Palma provoca una riada en el barranco de Las Angustias que causa cuatro muertos y cuantiosos daños. Se registra la intensidad máxima de precipitación de Canarias: 240 l/m2/h.
2002: El 31 de marzo un sistema frontal atraviesa Canarias. En el resto del archipiélago no deja de ser otro frente más, pero en Santa Cruz de Tenerife se produce un fenómeno muy localizado que deja fortísimas precipitaciones en un lapso muy corto de tiempo. Se recogen 232,6 l/m2 en 24 h y 129,9 l/m2 en 1 hora, suponiendo éste último dato una efeméride a nivel nacional. Las empinadas calles de Santa Cruz y de sus barrios se convierten en auténticos ríos que arrastran cuanto encuentran a su paso. Hubo que lamentar 7 víctimas.
Diciembre. Temporal de lluvias con casi 200 l/m2 en las cumbres de Gran Canaria, 160 l/m2 en Tenerife y más de 100 l/m2 en el resto de islas occidentales.
16diciembre. Temporal de lluvias torrenciales, que afecta especialmente a las islas centrales y occidentales, con núcleos de entre 100 y 150 l/m2. En las Cañadas se recogen 277 l/m2.
2004: Febrero. Precipitación máxima de 183,6 l/m2 en La Palma-aeropuerto.
Diciembre. Una tromba marina se adentra en la costa y causa daños en viviendas de El Sauzal (Tenerife).
2005:Enero. Una tormenta anclada produce lluvias torrenciales e inundaciones en San Sebastián de la Gomera que recoge 254 l/m2 en pocas horas.
Agosto. Anómalo e inédito episodio de copiosas precipitaciones estivales enCanariascausado por una perturbación subtropical. Las lluvias más importantes se sitúan en el suroeste de Tenerife, con núcleos de precipitación de 115 l/m2.
El 28 de noviembre Tormenta Tropical Delta Se bate el record de racha máxima de viento en numerosos observatorios de Canarias, registrándose nuevas efemérides con vientos de 113 km/h en Gando, 132 en el aeropuerto de Lanzarote, 134 en el aeropuerto Reina Sofía, 136 en El Hierro, 147 en Los Rodeos y 247 Km/h en Izaña, si bien en este último observatorio la instrumentación quedó fuera de uso y los observadores calcularon velocidades superiores a los 300 Km/h. Las pérdidas económicas fueron muy elevadas y algunas zonas de santa Cruz de Tenerife permanecieron una semana sin fluido eléctrico.
Diciembre. Un temporal deja una máxima de 153,3 l/m2 en 24h en Tuineje (Fuerteventura).
2006: Enero Temporal de lluvias con núcleos de precipitación de 100 l/m 2 en Gran Canaria y de 90 l/m2 en Tenerife.
Octubre temporal de lluvias que afecta principalmente a La Gomera, con 112 l/m2 en Vallehermoso.
2007: En enero se producen fuertes precipitaciones que en Tenerife y Gran Canaria superan los 150 l/m2, dejando acumulados de 500 l/m2 en 48 h en la isla de El Hierro según se recoge en el Real Decreto sobre indemnizaciones aprobado.
2008: Diciembre. Grandes trombas cercanas al puerto de San Sebastián de La Gomera. En Playa Santiago, una de ellas se convierte en tornado y causa daños en casas cercanas a la costa.
2009: En relación a los episodios de inundaciones destacan, en el mes de noviembre Las Palmas de Gran Canaria y Tenerife, en diciembre en la isla de Tenerife se registraron pequeñas inundaciones y en febrero tanto en la isla de La Palma como en Tenerife las inundaciones fueron más cuantiosas generando mayores daños que las anteriores, pero todos ellos de tipo material: cortes de carreteras, casas, bajos y locales anegados, algunos municipios quedaron incomunicados por carretera y hubo que suministrarles agua y alimentos con helicóptero. Las clases se suspendieron en Gran Canaria, Tenerife y La Palma ante el peligro de nuevas inundaciones.
Diciembre. Intensas lluvias con 335,2 l/m2 en Santa Cruz de La Palma.
2010: 1-Feb.- En Santa Cruz de Tenerife se recogieren cerca de 200 l/m2, con inundaciones de calles, establecimientos comerciales, sótanos, etc. En La Laguna 213 l/m2 en 7 hora, 270 l/m2 en 24 horas y en Anaga 253 l/m2 en 12 horas. La borrasca atlántica con componente tropicales dejó otros registros importantes como 150 en Breña Baja, 149 en Corral de Juncos, 129 en Guarazoa (Hierro), 145 El Paso (La Palma), 202 en Güimar. 146 en La Culata (Gran Canaria), Arafo, 194 Todos en 24 horas. En Puerto de Mogán se recogieron 45,4 litros, con una intensidad máxima de 96,6 litros por metro cuadrado y hora en plena madrugada.
18-Feb. Alerta en el archipiélago. Una profunda borrasca afecta de forma severa el archipiélago causando complicaciones debido al viento y la lluvia. 900.000 habitantes de la isla de Tenerife quedan sin suministro eléctrico. Los datos del viento son Izaña 168 Km/h, Candelaria (Tenerife) 138, Arico (Tenerife) 127, Aeropuerto La Palma 128, Maspalomas 121, Agaete 131, Aeropuerto Fuerteventura 108. Lluvias: Valsequillo
(GC) 141 l/m2, Tunte 141, Tejeda 109, San Andrés (Hierro) 121, San Mateo 105, todos en 24 horas.
26- Feb. Alerta Máxima en las cumbres de la isla y Alerta en el resto por el paso por las islas de la tormenta Xynthia, una ciclogenesis explosiva que posteriormente causaría estragos en el norte de España y Francia.
Octubre. Fuerteventura. Las fuertes lluvias provocando inundaciones en calles y sótanos y la caída de algún poste de tendido eléctrico en Gran Tarajal, en el municipio de Tuineje (Fuerteventura). No hubo heridos ni evacuaciones. 45 l /m2 en 15 minutos en Gran Tarajal.
Noviembre. Fuerte borrasca que barre el archipiélago de oeste a este, acompañado con vientos cercanos a los 200 km por horas, tormentas y lluvias fuertes.
Precipitaciones en 24 horas: Parador de las Cañadas (Tenerife): 154 l /m 2, Izaña 85, San Bartolomé de Tirajana 68, San Juan de la Rambla 61, Arico 47.
Ráfagas máximas viento: Izaña 192, Puerto de la Cruz 169, San Juan de la Rambla 162, Tejeda 143, Aeropuerto del Hierro 138, San Andrés (Hierro) 138,San Andrés y Sauces 130, Aeropuerto de la Palma 130, Juego de Bolas (Hierro) 130, Arico 133, Parador de Las Cañadas 127, Aeropuerto Reina Sofía 122, Agaete y Agüimes 121, Candelaria 116, Maspalomas 116, La Oliva (Fvta) 110, Tinajo (Lanzarote) 111, Morro Jable 106, Haría 100, Arucas 102, Gando 100.
2011: Enero. En Arrecife se alcanzaron los 60 litros por metro cuadrado, mientras la media en el resto fue de 25 l/m2. La nieve cubrió el Teide y el Roque de los Muchachos y granizó en el Pico de la Nieves.
Inundaciones en Gran Canaria causando graves incidencias en las distintas zonas de la isla. Sin daños personales, aunque se produjeron graves desprendimientos de tierra, caída de piedras e inundaciones que anegaron calles y entraron en viviendas, bajos y garajes, afectando a cientos de vehículos.
En 24 horas: Las Palmas de GC, 108 l/m2 (85 en 4 horas), Tafira 104, Teror 89, Firgas 80, Telde 33 l/m2.
En 48 Horas: Jardín Canario 220 l/m2, Teror 134, Montaña Alta (Guía) 120, Lomo Ajorraderos (San Mateo) 110, Las Madres (Valleseco) 108, Aeropuerto de La Palma 140 l/m2.
Agosto Inundaciones costeras en San Andrés (Tenerife). Como consecuencia de la subida de la pleamar cinco viviendas y quince vehículos resultaron afectados.
Octubre: Caldera Taburiente (La Palma). Súbita crecida del Barranco de Las Angustías en la Caldera de Taburiente con personas aisladas en el interior.
2012: Noviembre. Máxima de 127,8 l/m2 en Teror (Gran Canaria).Máxima de 139,3 l/m2 en Valleseco (Gran Canaria). El 27 de noviembre Máxima de 127,2 l/m2 en Valsequillo (Gran Canaria).
Intensas lluvias en el Puerto de la Cruz, 150,6, La Laguna 150,4, La Victoria de Acentejo 149, San Andrés y Sauces 131, San Juan de la Rambla 123, Firgas 102, Valverde 91, 85 en Moya, Los Rodeos 76, El Rincón de Teror 92, Valleseco 55. Las lluvias causaron importantes problemas en toda la provincia occidental y en Gran Canaria.
Lluvias en Arrecife (Lanzarote) causando carreteras cortadas, vehículos bloqueados y viviendas y comercios inundados.
2013: Diciembre: Inundaciones en La Palma, El Hierro, La Gomera y Tenerife afectando al tráfico aéreo y marítimo, desprendimientos en carreteras y con afectación a las actividades lectivas. Cero energético en La Palma. Las islas orientales se vieron afectadas en menor medida.
2014: 19 de octubre: Inundaciones en Santa Cruz de Tenerife. Con precipitaciones hasta las 15:20 horas de 139,2 l/m2 sobre la ciudad. Estos datos solo se vieron superados el 22 de marzo de 2002 en los últimos 70 años. Resultó fallecida una persona.
ANEXO XII.
DESARROLLO EXPLICATIVO DE LA UTILIZACIÓN DEL MODELO IBER PARA EL CÁLCULO DE LAS ZONAS INUNDABLES EN PRESAS Y BALSAS DE CANARIAS
La aplicación informática IBER es un modelo numérico de simulación de flujo turbulento en lámina libre en régimen no permanente, y de procesos medioambientales en hidráulica fluvial. El rango de aplicación de IBER abarca la hidrodinámica fluvial, la simulación de rotura de presas, la evaluación de zonas inundables, el cálculo de transporte de sedimentos y el flujo de marea en estuarios.
IBER ha sido desarrollada por el equipo de investigación FLUMEN, del departamento de Ingeniería Hidráulica, Marítima y Ambiental de la Escuela Técnica Superior de Caminos Canales y Puertos de la Universidad Politécnica de Cataluña.
El modelo IBER está desarrollado para simulaciones hidrodinámicas en geometrías irregulares, utiliza malla irregulares de triángulos o cuadriláteros, y en una dimensión agregan secciones transversales (canal principal y llanuras de inundación).
También incorpora procesos para considerar el mojado y secado el dominio, así como la variación de la rugosidad en el espacio y con las características del flujo. Finalmente, el sistema, que utiliza las ecuaciones de Saint Venant también se puede utilizar como modelo hidrológico, plenamente integrado con el modelo hidráulico.
En el proceso de modelización se ha utilizado la versión IBER 2.1. El modelo IBER consta de 3 módulos de cálculo principales: un módulo hidrodinámico, un módulo de turbulencia y un módulo de transporte de sedimentos. Todos los módulos trabajan sobre una malla no estructurada de volúmenes finitos formada por elementos triangulares o cuadriláteros.
En el módulo hidrodinámico, que constituye la base de IBER, se resuelven las ecuaciones de aguas someras bidimensionales promediadas en profundidad (ecuaciones de St. Venant 2D). El módulo de turbulencia permite incluir las tensiones turbulentas en el cálculo hidrodinámico, pudiéndose utilizar para ello.
Consideraciones respecto a la utilización de la aplicación IBER.
Los esquemas numéricos en dos dimensiones proporcionan una herramienta útil dentro de la modelación hidráulica de una corriente ya que permite estudiar ciertos casos que antes resultaban inviables para los modelos 1D. Este es el caso flujos en las llanuras de inundación, flujo fuera de cauces, obras hidráulicas, rotura de presas etc.
El principal inconveniente es que se logra un cálculo más preciso de lo que pasa en este tipo de flujo, pero a costa de un mayor coste computacional.
A modo de resumen a continuación se comentan las características principales del modelo IBER:
- • Modelación bidimensional (más cercana a la realidad)
- • Esquemas de Alta Resolución (estabilizan el esquema de cálculo)
- • Método de los volúmenes finitos.
- • Esquema explicito sujeto a la condición de Courant.
- • Capacidad para simular un volumen de agua determinado
- • Capacidad para simular las acciones de:
- • Tiempo de cálculo depende de la discretización de la malla (mallas muy finas requieren de un gran tiempo de cálculo).
- • La modelación de la simulación requiere una buena geometría y una resolución de malla razonable con la orografía del terreno
METODOLOGÍA DE CÁLCULO PARA MODELIZACION DE PRESAS Y BALSAS EN CANARIAS
La metodología seguida para la realización del estudio hidráulico ha sido la caracterización del lecho, evaluando el funcionamiento hidráulico del curso de agua y la cota de la lámina de agua, así como la superficie de inundación durante el proceso de rotura de la balsa de laminación.
Los pasos a seguir son:
- 1. Creación de la geometría. Obtención de la RTIN.
- 2. Definición de las condiciones de contorno.
- 3. Creación de la malla.
- 4. Asignación de los Usos del suelo (coeficiente de Manning).
- 5. Definición de los datos del problema.
- 6. Computación del modelo.
- 7. Extracción de resultados.
- 8. Obtención de los mapas de inundación.
Creación de la geometría y de la malla de cálculo
El primer paso es crear el proyecto. Lo nombramos y guardamos. Una vez guardado vamos a crear la geometría a partir del archivo ASCII que disponemos como definición del terreno.
La metodología usada en este caso es la de importar el archivo MDT (ASCII) de la geometría proporciona por Cartográfica de Canarias GRAFCAN como una superficie entera, desde la opción Herramientas Iber_MDT_Importar MDT y seleccionamos el archivo ASCII donde figura la información de nuestro terreno.
Para definir la geometría de la balsa nos importamos el archivo utilizando herramientas QGIS donde se encuentra definida, y una vez la tenemos introducida procedemos a crear las superficies.
Definición de las características del flujo.
Este paso consiste en asignar al modelo las condiciones necesarias para definir el flujo lo realizamos desde Datos_Hidrodinàmica. Las características a definir son:
- • Condiciones iniciales:
-
• Condiciones de contorno
- - Condiciones de entrada 2D: Debido a que el flujo se produce a partir de la rotura de la balsa y no entra desde un lado de la geometría, con lo podría hacer una zona inundable por lluvias en un barranco, no se asignan condiciones de entrada.
- - Condiciones de salida 2D: Asignamos las condiciones de salida en el parámetro aguas abajo de la malla, por donde prevemos que saldrá el flujo. La condición del flujo en este punto es supercrítica. No obstante, el modelo no se considera sensible a las condiciones de flujo aguas abajo ya que se moverá dada su naturaleza en régimen rápido.
Asignación de la rugosidad (Usos del suelo, coeficiente de Manning).
Para asignar los usos del suelo y los coeficientes de Manning se han utilizados valores genéricos a las posibles zonas de inundación tomando como valor del conjunto Río Manning 0.025
Definición de datos del problema.
Se deberá definir las características necesarias de la simulación desde datos_datos del problema e indicamos el tiempo considerado de la simulación en intervalos de 60 seg.
Desde la pestaña de resultados indicamos todas las características que queremos que nos calcule el programa, incluyendo el riesgo con el fin de obtener luego los mapas de riesgo correspondientes, y el vector calado, esta opción nos permitirá luego apreciar la deformación de la balsa y proceso de la brecha gráficamente.
Por último, indicamos las características de la rotura. A diferencia de HEC RAS no es necesario indicar las características de la rotura, tan solo hemos de introducir las características de la balsa y IBER calculará el tiempo de rotura y ancho de la brecha siguiendo la instrucción.
Computo del modelo.
La teoría que utiliza el programa es la clásica de les ecuaciones de Saint Venant en 2D. Una vez hemos introducido todos los parámetros necesarios para la definición del modelo pasamos al cómputo de la simulación. En este caso a diferencia de HEC RAS no tenemos que indicar el tipo de régimen sino que el programa lo detectará y lo hará correr en el régimen adecuado, que en este caso será mixto dado el carácter variable de la simulación. Desde la pestaña Calcular_calcular comenzamos el proceso.
Obtención de los mapas de resultados.
Para encontrar los planos de inundación tenemos que ir a ventana_ver resultados_areas coloreadas suaves/mapa de máximos/calado y obtenemos los calados máximos que se dan en toda la inundación.
Los resultados gráficos se pueden consultar en la página web:
Una vez obtenidos los Mapas de resueltos, básicamente Mapas de calados máximos, ajustando los máximos y los mínimos en función de la resolución de la cartografía se obtienen los Mapas raster que se exportan a QGIS para realizar la evaluación de riesgos.
La evaluación de riesgos seguida utiliza métodos clásicos de superposición de los Mapas de peligrosidad obtenidos anteriormente con IBER, con los elementos vulnerables establecidos a los efectos de Protección civil ponderados según criterios propios.