Producir más alimentos en la Unión Europea respetando el medio ambiente y apoyando al mismo tiempo a los países en desarrollo es todo un reto, especialmente en el actual contexto de crisis mundial. Analizamos las claves de este complicado equilibrio con el eurodiputado socialista portugués Manuel Capoulas Santos, ponente de varios informes sobre la revisión de la política agrícola común, y la popular irlandesa Mairead McGuiness, autora de un informe sobre la seguridad alimentaria en el mundo.
"Por primera vez desde la década de 1970, el mundo afronta una grave crisis alimentaria", alerta el informe redactado por la irlandesa del Partido Popular Europeo Mairead McGuiness. El documento subraya asimismo que el precio del trigo ha subido hasta un 180 por ciento, y asegura que el coste global de los productos alimenticios ha crecido alrededor del 83 por ciento a escala mundial. Para la ponente, "los precios de mercado son elevados en la Unión Europea porque demandamos altos estándares de calidad a los productores".
A su vez, el europarlamentario socialista portugués Manuel Capoulas Santos explica que "el mercado de productos agrícolas se caracteriza por una ran volatilidad", por lo que en su opinión "no podemos decir que los precios vayan a mantenerse a un nivel elevado".
Producción frente a precios
En cuanto a la posibilidad de que un aumento de la producción produjera una bajada de los precios, McGuiness afirma no estar segura "de que alguna de las políticas de las que disponemos actualmente permitiría que se produjeran más alimentos en Europa, porque toda la legislación medioambiental" va en dirección contraria.
De hecho, en su informe manifiesta su preocupación "por el hecho de que las propuestas legislativas de la Unión Europea" puedan causar "una grave limitación del instrumental de que disponen los agricultores para maximizar los rendimientos y, en última instancia, ocasionar una reducción drástica de la producción agrícola de la Unión Europea".
El texto, centrado en la política agrícola común y la seguridad alimentaria en el mundo, fue aprobado por la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo el lunes 8 de diciembre. El pleno de la Eurocámara debatirá y someterá el texto a votación a principios de 2009.
Ayuda al desarrollo
Otro de los elementos que deben ser tenidos en cuenta en el marco de la crisis mundial de alimentos es la situación de los países en desarrollo. Para McGuiness, la ayuda de 1.000 millones de euros aprobados recientemente por el Parlamento Europeo para apoyar a los agricultores de estos países debería haberse enviado antes.
En cualquier caso, su informe destaca que " La UE es el mayor donante de ayuda del mundo, con una contribución del 60 % de la ayuda al desarrollo total", aunque " En la década de los 80, alrededor de un diecisiete por ciento de la ayuda a desarrollo se dirigió a la agricultura, mientras que en 2006 esta cifra había descendido hasta un tres por ciento".
Capoulas Santos afirma que "esta ayuda tiene un alcance limitado, porque el problema de la hambruna en el mundo no es consecuencia de la política agrícola común", sino "de distribución de la riqueza a nivel mundial, y también de gobierno". "No es Europa quien puede modificar la nefasta política de algunos países en el mundo", continúa el eurodiputado, agregando que "sin embargo, Europa tiene la capacidad de influir sobre la regulación mundial" en el seno de organismos como la Organización Mundial del Comercio.