Eduardo Romero. -El Reglamento General de Protección de Datos ha sido solo la primera piedra de los cambios que se avecinan en la legislación europea. Los nuevos reglamentos y directivas de la Unión Europea traerán de la mano importantes cambios que tendrán especial incidencia en la autentificación reforzada del cliente a la hora de realizar pagos así como en materia de derechos de propiedad intelectual

Autentificación reforzada del cliente

La Directiva de la Unión Europea 2015/2366 del Parlamento Europeo y del Consejo sobre servicios de pago consideró facilitar que los nuevos medios de pago lleguen a un mayor número de consumidores, así como asegurar una elevada protección del consumidor en el uso de esos servicios de pago en toda la Unión.

De esta forma nace la Autenticación Reforzada del Cliente (Strong Customer Authentication o SCA en su denominación original en inglés) con fecha de entrada en vigor el próximo 14 de septiembre de 2019, cuyo objetivo principal no es otro sino crear medios de pago seguros y evitar las operaciones fraudulentas

Dicha figura queda definida en la directiva como “la autenticación basada en la utilización de dos o más elementos categorizados como conocimiento (algo que solo conoce el usuario), posesión (algo que solo posee el usuario) e inherencia (algo que es el usuario), que son independientes —es decir, que la vulneración de uno no compromete la fiabilidad de los demás—, y concebida de manera que se proteja la confidencialidad de los datos de autenticación”. Expresado en otras palabras, ahora cualquier operación requerirá pasar obligatoriamente por un mínimo de dos de los tres factores siguientes:
•    Algo que solo conoce el usuario: contraseñas, PIN, preguntas secretas, etc.
•    Algo que posee el usuario; móvil, ordenador, tarjeta inteligente, token, etc.
•    Algo que es del usuario: huella dactilar, reconocimiento facial, por voz u ocular, ADN, etc.

Los Estados miembros deberán velar por que los proveedores de servicios de pago apliquen la autenticación reforzada en aquellos casos en los que el cliente acceda a su cuenta, inicie una operación de pago electrónico o realice por un canal remoto cualquier acción que pueda entrañar un riesgo o fraude en el pago. En virtud del artículo 42 de la Directiva, quedarán excluidos de los requisitos de información aplicables a los instrumentos de pago aquellas operaciones individuales que no superen los 30 euros o con un límite de gasto de 150 euros.

Sin embargo, no todo son ventajas. Una mayor seguridad para el cliente obtendrá como lado negativo unas pérdidas millonarias en su primer año de implantación. Así lo revela un estudio, que estima las pérdidas en más de 57 mil millones de euros.

Derechos de autor

Otro de los grandes puntos a tener en cuenta en el ordenamiento jurídico de la Unión Europea es lo relativo a los derechos de autor. El pasado mes de marzo de 2019 el Parlamento Europeo aprobó la nueva directiva europea que sirve de reforma a la antigua Directiva 2001/29/CE. Dicho articulado no ha quedado exento de polémica, sobre todo en lo que se refiere a su artículo 13, una nueva medida que impone importantes limitaciones en Internet que los países miembros tendrán que trasladar en el plazo máximo de dos años.

El contenido y los derechos de autor pasarán a contar con una especial protección, forzando a los distintos sitios webs a aplicar un filtro de subida que controle el contenido que llega a la plataforma. De esta forma, plataformas como Google, YouTube o Facebook deberán eliminar contenido que haya sido publicado sin permiso o derive en una infracción de copyright. Por otro lado, el artículo 11 prohíbe el enlace libre a otros contenidos sin el pago de un impuesto de manera similar a la conocida “Tasa Google” española, resultado de la reforma de Ley de Propiedad Intelectual que aplica el pago de un canon para poder enlazar ciertos contenidos protegidos por copyright.

Todo esto no quiere decir, al menos de momento, que no vayan a poder usarse enlaces en las distintas plataformas, pero sí será un verdadero problema para las empresas pequeñas al no contar con medidas suficientes para adoptar las prerrogativas de la directiva frente a los grandes de Internet. 

Los famosos ‘Memes’, también en peligro

Si de algo está plagado internet y las redes sociales es de memes o gifs (imágenes en movimiento). La originalidad de los autores deriva en una viralización masiva de este tipo de contenido que en la mayoría de casos, aun con fines humorísticos, lleva aparejado el uso de contenidos de autor. Su uso podría peligrar si en un futuro se emplean algoritmos que los eliminen si detectan cualquier tipo de infracción.