La Eurocámara ha subrayado la necesidad del sector bancario de crear capital sano que garantice la financiación de las inversiones en la economía real y sirva para evitar la asunción de riesgos excesivos. En una resolución aprobada por el pleno, los diputados piden a la Comisión que examine la posibilidad de introducir en la UE un impuesto sobre las transacciones financieras si no se logra acordar esta medida a escala mundial.

La resolución, aprobada por 536 votos a favor, 80 en contra y 33 abstenciones, subraya que la Unión Europea debe consensuar de cara a la próxima cumbre del G20 una posición común sobre las diferentes opciones existentes para que el sector financiero "contribuya de manera justa y sustancial a reparar los daños que ha infligido a la economía real y sufragar el coste derivado de las intervenciones de los gobiernos para la estabilización del sistema bancario".

Por eso, los diputados piden a la Comisión Europea que elabore una evaluación de impacto del impuesto sobre las transacciones financieras, examinando tanto sus ventajas como inconvenientes.

En esta evaluación de impacto, la Comisión debería aclarar si un impuesto sobre las transacciones financieras podría servir para evitar otra crisis financiera. Para ello, el Ejecutivo europeo tendría que definir distintos tipos de transacciones «no gratas».

Los diputados también solicitan a la Comisión y al Consejo que examinen cómo se podría utilizar este impuesto para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático y financiar la cooperación al desarrollo. Asimismo, también se debe evaluar el potencial de las diferentes opciones de impuestos para contribuir al presupuesto de la UE.

El texto hace hincapié en que cualquier solución debe evitar reducir la competitividad de la UE u obstaculizar la inversión, la innovación y el crecimiento sostenibles. También se debe examinar el impacto que tendría esta medida sobre los inversores particulares y las PYME.