La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), María Emilia Casas, pidió este lunes respeto al alto tribunal y a los magistrados que trabajan en él ante la "desproporcionada e intolerable campaña de desprestigio" que está sufriendo por su retraso en el dictamen del Estatut de Cataluña.
Ante las críticas que ha recibido el TC, yo pido respeto a la alta función de esta institución por la desproporcionada e intolerable campaña de desprestigio emprendida desde ciertos sectores políticos y mediáticos. Hago un nuevo llamamiento al respeto de la institución y de las personas que allí desempeñamos el ejercicio de la interpretación constitucional", señaló.
Tras dedicar en el Club Siglo XXI de Madrid unas elogiosas palabras al alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, Casas aseguró que quería hacer "una breve referencia a la crisis institucional que padecemos y que, desgraciadamente, sufre el TC".
La presidenta del alto tribunal recordó que las instituciones democráticas son los "pilares básicos para la convivencia" y pidió respeto, aunque sin citarlo expresamente, ante la tardanza del TC sobre el Estatut de Cataluña.
"Desde luego que cabe la crítica razonada y razonable hacia sus resoluciones, pero lo que no puede ser aceptado es la crítica interesada e irracional a una institución que ha servido para defender la Constitución y su interpretación y aplicación cotidiana, y cuya jurisprudencia ha permitido a los españoles profundizar sus convicciones democráticas", continuó.
Casas glosó el "éxito" sin precedentes de la Constitución de 1978, lo que vinculó con "la concordia y el consenso político", y reivindicó el papel que en este sentido ha jugado el TC, del que "en apenas dos meses se cumplirán 30 años de su solemne constitución".
"Seguir ofreciendo un marco de convivencia democrático y estable, basado en los valores superiores de la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político requiere de ese mismo espíritu --dijo en referencia al clima que propició la aprobación de la Constitución--, que se traduce en las democracias más asentadas que la nuestra, en el respeto institucional a los órganos y actores de la vida política".