El Colegio Notarial de Cataluña abre a la ciudadanía su catálogo de testamentos cerrados, uno de los más importantes de Europa. Un testamento cerrado es aquel que se entrega a un notario en un sobre sellado y que no se puede abrir hasta que el testador haya fallecido. El Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona, alojado en el Colegio, cuenta con un catálogo de testamentos cerrados formado por 18.290 documentos, que datan del 1586 al 1897. Se trata de documentos que nadie ha reclamado.
El catálogo cuenta con testamentos sorprendentes. Como el de una niña de 12 años que data del 1863, o el de una mujer de Cuba, hija de esclava y libre desde el nacimiento, de 1855.
Este catálogo forma parte de los instrumentos de descripción del Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona (AHPB) y dispone de 18.290 entradas, con testamentos que datan desde el 1586 hasta el 1897.
Documentos no reclamados
En el caso de los incluidos en el catálogo, se trata de documentos que no fueron reclamados en su momento y, como toda la documentación notarial, se custodiaron en las propias notarías los primeros 25 años para, posteriormente, pasar al AHPB .
Estos testamentos pasan a ser públicos, en este caso y según criterio interno del Colegio, al alcanzar los 125 años de antigüedad – habitualmente los documentos notariales lo son a los 100 años.
Entre los documentos más curiosos, destacan testamentos de figuras reconocidas de la época, como el obispo Josep Torras i Bages. Ahora, los ciudadanos podrán disfrutar de un catálogo único y de gran relevancia histórica en formato online.
José Alberto Marín, decano del Colegio Notarial de Cataluña, afirma que “el Archivo Histórico de Protocolos de Barcelona ya cuenta con parte de la documentación medieval digitalizada y consultable, y organiza exposiciones virtuales, todos ellos ejemplo de la voluntad de poner a disposición de todos su riqueza documental y siguiendo la línea de potenciar la difusión de la función notarial, así como recurrir al uso de las nuevas tecnologías, ámbito en el que el Notariado cuenta con una Sede Electrónica Notarial que desarrolla aplicaciones, programas o el Portal Notarial del Ciudadano, para facilitar el acceso y ganar agilidad en la tramitación de determinados documentos”.
Existen tres tipos de testamentos: los testamentos abiertos, los más habituales, en los cuales el notario recoge la voluntad del testador y redacta la escritura correspondiente; los cerrados, que se entregan a un notario en un sobre sellado y que no se puede abrir hasta que el testador haya fallecido; y los testamentos ológrafos, escritos por el propio testador, que debe ser mayor de edad, validado por testimonios y que debe cumplir con unas características muy específicas para que sea válido y, posteriormente, protocolizado ante notario.