El 20 de abril de 2023 se ha publicado la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. Este acuerdo establece las actuaciones que se llevarán a cabo en la Prevencion de Riesgos Laborales (PRL) hasta 2027. La principal es una mejora de la seguridad y salud laboral, reduciendo a su vez la siniestralidad. Establece 6 objetivos para conseguirlo.
Prevención
En el año 2015 se produjeron 3.300 accidentes de trabajo en jornada de trabajo, por cada 100.000 asalariados/as. En los últimos cinco años esta cifra ha presentado una tendencia creciente, alcanzando los 3.400 accidentes por cada 100.000 asalariados/as en 2019. Tras el paréntesis de la pandemia y su correspondiente inflexión, los datos correspondientes a 2021 revelan cierto descenso en estas incidencias, situándose en 2.810. El sobreesfuerzo físico sigue siendo el principal mecanismo de materialización de un accidente de trabajo, representando el 31% de los mismos.
Por ello, se quiere, mejorar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales reduciendo los daños en la salud de las personas trabajadoras.
Un alto porcentaje de los accidentes se pueden evitar, por ello esta Estrategia pretende mejorarlo incidiendo en la investigación y el conocimiento de las causas que originan estos incidentes, intensificando las actuaciones de concienciación sobre los riesgos y los posibles daños en la Salud.
De las enfermadedes profesionales, la Estrategia incide en el cáncer, considerándolas como la principal causa de las muertes relacionadas en el trabajo en la UE. Entre los objetivos destacamos el impulso y el fortalecimiento de los protocolos de declaración de las sospechas de enfermedad profesional. Tambien se promoverá la prevención del cáncer de origen profesional, atendiendo al amianto, al polvo respirable de sílice cristalina y al polvo de madera a través de medidas de protección. Otro punto importante es la mejora en la disponibilidad de datos y la calidad de información.
Mejoras frente al cambio climático
Los efectos del cambio climático provocan la necesidad de estar alerta sobre la necesidad de mejorar la protección de las personas frente a condiciones climatológicas más extremas.
Las exigencias de las tareas cada vez llevan implícita mayor carga mental, incrementada por las nuevas formas de organización del trabajo. Según datos de la Encuesta de Población Activa 2020, un 32% de la población ocupada refiere estar expuesta a presiones de tiempo o sobrecarga de trabajo con potenciales efectos sobre la salud mental, siendo este porcentaje muy similar en hombres y mujeres. No obstante, estas exigencias no se distribuyen por igual en todos los sectores, destacando la prevalencia en sectores tan dispares como el sanitario (49% de la población ocupada) o el financiero (46%).
No nos podemos olvidar de que la digitalización presenta oportunidades desde la óptica de la PRL (monitorización, formación online, apps para identificación...), pero puede dar lugar a riesgos nuevos o emergentes derivados de su uso de la propia tecnología, de la organización del trabajo, o de las nuevas formas de empleo, con una mayor prevalencia de riesgos ergonómicos y psicosociales.
Con el objetivo de gestionar la transformación digital, ecológica y demográfica, como el cambio climático, desde la óptica preventiva, la Estrategia establece:
- Analizar las disposiciones legales en materia de seguridad y salud identificando las carencias
- Estudio de los riesgos emergentes en las transiciones digital, ecológica y demográfica, asi como el impacto en el cambio climático
- Concienciación de las empresas en el ámbito de cuidado de la salud, en especial de la salud mental. Además se ayudará a las empresas para que se adopten a los cambios tecnológicos y ambientales a través de nuevos modelos de trabajo
Atención de los colectivos más vulnerables
El envejecimiento de la población acentuará, inevitable y significativamente a un aumento de trabajos relacionados con el cuidado y asistencia de las personas, por ello se pretende elevar su nivel de protección a aquellos colectivos que se dedican a este ámbito. Otra de las soluciones que la Estrategia ofrece son:
- Mejorar la protección de personas trabajadores autónomas
- Identificar aquellas personas trabajadoras que presenten peores datos de salud analizando los factores que les hacen vulnerables para poder incorporar la PRL transveralmente en otras políticas públicas
- Mejorar la protección de las personas con discapacidad, trabajadores móviles, immigrantes (incluidadslas temporeras), trabajodores jovenes y menores de edad entre otros…
Perspectiva de género
Otra de las novedades es incorporar la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud laboral. En los últimos años se viene produciendo una significativa incorporación de la mujer en prácticamente todos los sectores de actividad. En el año 2000, la mujer representaba el 38% de la población ocupada, situándose en 2020 en el 46%. Para conseguir esta integración se pretende
- Actualización del marco normativo para incorporar la perspectiva de género a las actuaciones preventivas, promoviendo eliminar las desigualdades de hombres y mujeres en el conjunto de políticas publicas
- Incorporar la perspectiva de género en los procesos de toma y análisis de información, estudiar las condiciones de seguridad y salud para poder mejorar el conocimiento a la exposición de riesgos laborales y daños a la salud de las mujeres
- Se implantarán actuaciones de sensibilización sobre la necesidad de integrar la perspectiva de género transversalmente en las políticas preventivas
Fortalecer el Sistema de Seguridad
El objetivo es afrontar con éxito las futuras crisis, a través de mejorar las instituciones y mecanismos de coordinación. La pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del Sistema Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo en la respuesta a las emergencias de salud pública. Por ello, tiene que estar dotado de instituciones fuertes y mecanismos de coordinación e intervención ágiles y eficientes, que sean capaces de gestionar con éxito el cambiante mundo del trabajo y las posibles situaciones de amenaza para la salud de las personas trabajadoras.
Todo ello a través de:
- Establecer mecanismos de coordinación institucional para futuras crisis. Además, se desarrollará y fortalecerá el Sistema para aprobar criterios de aplicación uniforme y optimizar el uso de recursos públicos.
- Reforzar y desarrollar los mecanismos de coordinación y estrategias conjuntas entre administraciones públicas con competencia en seguridad y salud en el trabajo
- Mejorar la resiliencia del sistema poniendo el foco en la formación y capacitación de personas expertas y profesionales, empresarios y recursos preventivos de las empresas, de los delegados de prevención y de los propios trabajadores para una adecuada gestión de los riesgos.
- Refuerzo del papel de los interlocutores sociales y de los órganos de participación institucional, para implementar políticas preventivas eficaces y consolidar avances en prevención de riesgos que se materialicen en entornos de trabajo seguros y saludables.
Pymes
El acuerdo quiere mejorar la gestión de la seguridad y salud en las pymes, a través de integrar la PRL en las pequeñas empresas promoviendo una mayor implicación de recurso propios. En definitiva, se quiere fomentar la participación directa de las personas trabajadoras en la actividad preventiva, favorecer la integración de la prevención y el arraigo de la cultura de la seguridad y salud en la empresa.
Conviene traer aquí a colación que el 97% de las empresas españolas cuenta con menos de 50 personas trabajadoras y el 95% menos de 26. Por tanto, las pequeñas empresas constituyen una parte fundamental para el desarrollo productivo de nuestro país en todos los sectores de actividad económica. Esta atomización en pequeñas empresas no es ajena a su proyección en términos de siniestralidad, pues el 60% de los accidentes graves y de los accidentes mortales se materializan en empresas de hasta 25 trabajadores.
La estrategia establece estos puntos para acercar la PRL a las pequeñas empresas y apoyarlas en su gestión.
- Analizar y modificar la normativa para facilitar su aplicación a las pymes, para mejorar y favorecer la integración de la prevención, a través de un equilibrio adecuado entre recursos propios y ajenos en la organización preventiva.
- Mejorar la formación de empresarios y trabajadores para gestionar de manera eficaz la seguridad y salud de sus organizaciones.
- Mejorar las herramientas de apoyo a las pequeñas empresas para llevar a cabo una gestión de los riesgos de manera eficaz en función de la naturaleza de su actividad y riesgos.
Prevención del cáncer laboral
La Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer de origen Profesional establece unas líneas de actuación:
- Impulsar la prevención del cáncer laboral, disminuyendo y controlando la exposición a factores de riesgo cancerígenos y mutágenos.
- Determinar para cada actividad los agentes y procesos de forma clara y concreta.
- Proteger a los trabajadores frente a los agentes cancerígenos y mutagénicos, siguiendo en todo momento el cumplimiento de la normativa.
- Fomentar la formación, información y comunicación a los trabajadores y trabajadoras de la información relativa a la peligrosidad de las actividades y sustancias a las que están expuestos.