Carlos Capa. - En el marco de las sesiones del II Congreso Aranzadi La Ley de Abogacía In House y Derecho de los Negocios que estos días se celebran en el auditorio del Ayuntamiento de Madrid, tuvo lugar la tarde del martes 19 una mesa de debate sobre la industria farmacéutica moderada por Natalia Gómez Bernardo, partner en Freshfields Bruckhaus Deringer y en la que participaron Marioti Hernández Corona, abogada en el departamento jurídico de ISDIN y Marta Grau Torres, compliance officer de Laboratorios Esteve.
La abundante actividad regulatoria supone una dificultad singular para los departamentos jurídicos y de compliance del sector farma. Las posibilidades que ofrece el desarrollo de la Inteligencia Artificial deben ser una herramienta fundamental para que los abogados in house puedan superar la dificultad de estar al día de una normativa compleja y de diversa procedencia y de la jurisprudencia que genera, según coincidieron en señalar las panelistas.
Marioti Hernández apostó por que los equipos legales trabajen de forma conjunta y coordinada con los equipos de negocio y los departamentos de marketing, salvando concepciones ya superadas en que, básicamente, se les requería para su conformidad en la fase final del proyecto o iniciativa de la empresa. “El reto es ser un área facilitadora, que tiene que compartir su expertise en el día a día y desde el primer momento con los gestores de negocio” indicó la abogada de ISDIN.
Coincidió con esta visión Marta Grau al afirmar que “el equipo legal no puede acabar siendo un corrector de estilo de la actividad de otras áreas” y para ello, según la compliance officer de Laboratorios Esteve, “hay que conseguir el equilibrio en la relación interna, siendo proactivos pero sin convertirse en un comodín para todo. Debemos estar al día de todos los elementos que conforman el negocio, pero sin olvidar que en muchas ocasiones los asuntos son comerciales o de negocio, sin una particular afectación jurídica”.
Al trabajar la industria farmacéutica en un ámbito tan sensible como la salud es necesario, mantuvieron las intervinientes, tener una visión de compliance que vaya más allá de lo penal y que tenga muy presentes códigos éticos y de responsabilidad social. Por ello, la visión de la responsabilidad de la empresa debe extenderse más allá de sus propios espacios organizativos y “ tener un espacial cuidado y vigilancia con las terceras partes” que intervienen en la cadena del negocio, según Marta Grau. En este sentido, la abogada consideró que el escenario actual con la Directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad obliga a dotarse de herramientas, como las Due Diligence a los proveedores, que permitan fiabilidad para saber cómo y con quien se puede contratar.
Marioti Hernández insistió en la transformación digital y en el uso la Inteligencia Artificial para armar sólidamente la protección jurídica de la industria farmacéutica junto a la capacitación y alienación de todas las personas que intervienen en los procesos de la empresa, con el objetivo del mejor cumplimiento de la regulación legal y los principios de la compañía, “buscando formas inteligentes para conseguir de forma ética lo que antes parecía que no se podía hacer, evitando en todo lo posible riesgos y costes reputacionales”.
Competencia
La lucha contra la competencia desleal y el fraude protagonizaron la segunda parte del debate en el que Natalia Gómez recomendó “ ser muy cuidadosos y claros con los mensajes comerciales huyendo de cualquier actitud que pudiera entenderse como el uso de conductas prohibidas”.
En esta dirección, Marioti Hernández señaló que ISDIN tiene como política comercial no usar determinados market places de gran popularidad, para evitar que su producto cosmético pueda ser confundido por imitadores y que usan mecanismos de refuerzo en sus presentaciones comerciales para garantizar al consumidor la autenticidad del artículo. ”Un producto farmacéutico o cosmético falsificado puede hacer mucho daño y debemos poner todos los medios para evitarlo”, aseveró la abogada de ISDIN.
Finalmente, las ponentes mirando al futuro inmediato constataron que los próximos años estarán marcados por lo irrenunciable de la apuesta por la sostenibilidad y lo ineludible del compromiso de reducción de emisiones, uso de materiales ecosostenibles, incorporación del reciclaje a todos los procesos y la implementación de planes de igualdad y diversidad en las empresas.
Tanto Marta Grau como Marioti Hernández advirtieron finalmente de que las empresas farmacéuticas tendrán que realizar importantes inversiones para que sus departamentos legales estén preparados para un escenario en el que la nueva Directiva sobre responsabilidad por los daños causados por productos defectuosos, aprobada por el Parlamento Europeo y que invierte la carga de la prueba estableciendo una «presunción de causalidad» con la que podrá ser suficiente que parezca razonablemente probable que existe un nexo causal entre el producto y el daño alegado para una condena o la regulación de las acciones colectivas en la legislación española obligaran a redoblar la atención de las compañías sobre sus responsabilidades legales.