La Unión Europea ha alcanzado un acuerdo para tipificar la incitación al racismo y la xenofobia como delito en todos los países que integran la Comunidad, aunque manteniendo ciertas garantías en los países en los que la libertad de expresión permite esas manifestaciones.
Los ministros de Justicia de la Unión han adoptado una decisión marco que establecerá penas de entre uno y tres años de prisión para todo tipo de incitación a la violencia contra grupos por su etnia o nacionalidad, así como para la negación de cualquier crimen contra la Humanidad, o los genocidios reconocidos por los tribunales internacionales, lo que supondrá, además, la inclusión del Holocausto y los crímenes nazis.
Polonia, Estonia y Lituania querían que se englobase también a los crímenes estalinistas en este marco, aunque tras la retirada de esta petición por los dos primeros, finalmente el acuerdo incluirá una declaración que señala que esta decisión marco "no cubre" los crímenes cometidos por regímenes totalitarios, si bien "el Consejo deplora todos estos crímenes".
El Ministro español de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, ha señalado que los países bálticos "tienen razón" al pedir que "se vea reflejado su sufrimiento", aunque ha indicado que ese objetivo "se sale de los márgenes de la decisión" acordada.