El Senado aprobó ayer definitivamente la reforma del artículo 135 de la Constitución para incluir el principio de estabilidad presupuestaria, sin aceptarse ninguna de las 29 enmiendas presentadas por los grupos de izquierda y los nacionalistas catalanes, vascos y canarios. Al no haberse introducido ninguna modificación al texto que llegó del Congreso, no tendrá que volver a debate a la Cámara Baja.

El texto salió adelante con el apoyo de 232 senadores populares y socialistas (con algunas ausencias entre los senadores del PSOE) y uno de UPN; tres en contra (Coalición Canaria y Foro Asturias) y ninguna abstención. CiU, PNV e ICV no participaron en la votación final de la reforma, aunque sí de sus enmiendas, y permanecieron en el salón de Plenos. ERC y BNG sí que abandonaron el hemiciclo.

Ambos grupos mayoritarios defendieron la reforma, aludiendo a necesidades de la economía y al equilibrio fiscal. Se abre ahora un plazo de quince días en el que se podría convocar un referendum, pero no parece probabable, pues sería necesaria la firma de 26 senadores o 35 diputados.