La ministra de Medio Ambiente ha negado que haya una "paralización" en la reforma de la Ley de Aguas y afirmó que desde el Ministerio se están centrando los esfuerzos en "aproximar posiciones con los representantes del mundo del regadío", esperando lograr un acuerdo "en muy breve plazo de tiempo".
Según comentó la ministra, "estamos teniendo reuniones con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Federación de Regantes para intentar que el contenido de esta reforma, que es muy amplia y ambiciosa para adecuar nuestra legislación a la política europea del agua, cuente con el máximo consenso con los agricultores".
Narbona afirmó también que "ésa es la única razón por la que estamos trabajando todavía" y que se remitirá el texto al Consejo nacional del Agua en "muy breve plazo", en declaraciones realizadas en la inauguración en Sevilla de la IV Conferencia Internacional sobre Incendios Forestales.
Uno de los obstáculos que por el momento impide llegar a un consenso es el de la mayor participación de las comunidades autónomas sobre las cuencas intercomunitarias, que se deriva de la decisión de algunas de ellas, como Cataluña y Andalucía, de "blindar" mediante las reformas de sus estatutos el agua de los ríos que cruzan sus territorios.
Narbona aseguró que la reforma de las Confederaciones Hidrográficas "pasa, sin ninguna duda, por atribuir una mayor corresponsabilidad en la gestión del agua en las grandes cuencas de los ríos", aunque hizo hincapié en que "las grandes decisiones, la planificación hidrológica y todo aquello que en una cuenca pueda significar un efecto de un territorio sobre otro seguirá estando en el ámbito de decisión del Gobierno de la Nación".
