La Sala del 61 del Tribunal Supremo decidió estimar por unanimidad las demandas de ilegalización de Abertzale Sozialisten Batasuna presentadas por la Fiscalía y por la Abogacía del Estado y acordó prohibir su inscripción en el Registro de Partidos Políticos al considerarla como continuadora de Batasuna.
Según el teniente fiscal del Supremo, Juan José Martín Casallo, ha señalado que estas demandas se basan en que ASB utiliza el mismo nombre ("Batasuna", cuyo sentido, según Martín Casallo, ha dejado de ser el original en euskera de "unidad" para convertirse en una seña de identidad de la izquierda abertzale) y su estructura organizativa es idéntica. Además, la formación ilegalizada y sus promotores forman parte de la Mesa Nacional de Batasuna. Por último, la cercanía a la violencia de la formación, ya que incluso alguno de los promotores de la misma está imputado por pertenencia a ETA.
El teniente fiscal del Supremo ha finalizado su intervención rechazando las críticas realizadas por la defensa a la ley de partidos y asegurando que lo que se pretende es "defender nuestro sistema jurídico frente a tramas defraudatorias que pretenden continuar la actividad de un partido disuelto".
Martín Casallo también señaló que en todos los procesos electorales que se han producido tras la ilegalización de Batasuna en 2003, existe una "estrategia defraudatoria única" para que la formación ilegalizada pudiera comparecer en los comicios que "se reitera a base de una hiperactividad". De esta forma se produjo la creación de ASB y previendo que no se permitiera su inscripción se idearon las agrupaciones electorales. Además, y "por si acaso todo ello falla" se han utilizado de manera parcial determinadas candidaturas de un partido ya constituido como es ANV.
El abogado defensor de ASB, Iñigo Iruin, aseguró que Abertzale Sozialisten Batasuna era el intento de la izquierda abertzale de "normalizar su situación legal atendiendo a los llamamientos del Gobierno y del partido socialista para que inscribiera nuevo partido", completamente alejado de Batasuna. Según Iruin, es la representación de la "voluntad colectiva de la izquierda abertzale de volver a crear un instrumento de participación política".
