Jueces, secretarios, fiscales y funcionarios de los Juzgados de lo Social de Madrid se han concentrado este jueves en homenaje al juez Luis Ángel del Olmo Torres, quien falleció el pasado martes de un infarto cuando desempeñaba su trabajo.

Durante la concentración, se ha leído un comunicado en el que el colectivo ha expresado el malestar por las condiciones laborales que afrontan a diario los trabajadores de la Administración de Justicia madrileña.

Así, han recordado sus denuncias "ante los órganos internos de gobierno del poder judicial, del Ministerio de Justicia y ante la Comunidad de Madrid" respecto a "las graves carencias que presenta el edificio de la c/Princesa 3 de Madrid".

A su juicio, esta sede "no reúne las condiciones necesarias para garantizar la seguridad y la salud laboral de los funcionarios que allí prestan servicios ni la seguridad de los ciudadanos que, a miles, acuden a diario sus instalaciones".

"La situación puede resumirse en el hacinamiento de las personas y los profesionales en insufribles condiciones, de calor y falta de espacio, siendo la peor parte la que sufren los ciudadanos que permanecen en su gran mayoría de pie, a la espera de la celebración de los juicios, cuya duración puede demorarse durante horas debido al elevado número y la gran complejidad de los juicios que se celebran en los juzgados de lo social de Madrid", recoge el comunicado.

Además, han destacado que esta carga de trabajo "se ha visto agravada por la crisis económica que padece el país desde el año 2007 y por las recientes reformas laborales y procesales, que han provocado un aumento inasumible de los litigios que conocen estos Juzgados".

"Tras seis años de continuo incremento exponencial de la cantidad y la dificultad del trabajo, los Juzgados de lo Social estamos ya, más que saturados, al límite del colapso", han advertido.

"El incremento insoportable de la carga de trabajo no ha sido paliado con las medidas necesarias: más jueces, más secretarios judiciales y más funcionarios, y más medios eficientes, tanto procesales como materiales, para poder abordar de forma mínimamente racional el ingente trabajo", han denunciado.

En Albacete, jueces y fiscales protestan por la relación entre la carga de trabajo y la salud

En la mimsa línea, una veintena de jueces y fiscales de Albacete han participado este jueves, a las puertas del Palacio de Justicia de Albacete, en la protesta convocada por Jueces para la Democracia y Unión Progresista de Fiscales por las condiciones en las que trabajan los jueces y magistrados, tras el fallecimiento en Madrid el martes del magistrado Ángel Luis del Olmo Torres.

El presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Vicente Rouco, ha sido uno de los que han tomado parte y ha manifestado, en declaraciones a los medios, que lo ha hecho "como magistrado y como compañero, para solidarizarme por la muerte trágica" de Del Olmo. Rouco, además, ha afirmado que se "suma a la preocupación" mostrada desde el Tribunal Supremo, por la posible relación de esta muerte con la alta carga de trabajo de los magistrados.

Una preocupación que, ha añadido el presidente del TSJCM, "la tenemos todos los órganos de gobierno", que es lo que motiva la reivindicación de que "se tenga en cuenta estas especiales circunstancias para mejorarlas dentro de lo posible".

Vicente Rouco ha defendido la necesidad de que "mejoren las condiciones de trabajo de todos los jueces", y ha puesto de relieve que los magistrados y fiscales en Castilla-La Mancha "tienen mucho trabajo, muchas preocupaciones como consecuencia de su actividad laboral, que ha crecido mucho", y ese exceso "se refleja en su salud personal".

Por su parte, el portavoz de Jueces para la Democracia en Castilla-La Mancha, Antonio Nebot, ha mostrado el "malestar" del colectivo tras esta muerte. Para Nebot, "las condiciones de seguridad en el trabajo que tenemos son nulas" y, pese a ello, hay que sacar adelante "un trabajo abrumador".

De hecho, según Antonio Nebot, en la sede del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha "no hay absolutamente nada, sólo un médico que viene a firmarnos las recetas", y mientras tanto, "el trabajo entra a raudales".

"Yo vine a esta Audiencia de Albacete en 1992 y seguimos siendo seis magistrados, los mismos, cuando el trabajo se ha cuatriplicado", ha defendido. (EUROPA PRESS)