Redacción - Wolters Kluwer Formación | TLB

El proyecto de reforma fiscal aprobado el 1 de agosto por el Consejo de Ministros, significará que el Estado deje de recaudar importantes sumas de dinero en los próximos dos años, según se ha podido constatar en la memoria económica de la propuesta del Ejecutivo.

Así, el coste recaudatorio de las modificaciones que la reforma en el IRPF introducirá en España, podría ascender a 5.981 millones en 2015 y 2016, a lo que habría que sumar el impuesto sobre la renta de no residentes (IRNR), calculado en 110 millones, lo que arroja un total de 6.091 millones de euros. De este total, 3.366 corresponderían a 2015, mientras que 2.615 serían los que el Estado dejaría de ingresar en 2016.

En el documento se admite que, ya que el IRPF es un tributo parcialmente cedido a las administraciones autonómicas, el coste definitivo de las medidas sobre el IRPF dependerá de las decisiones y acciones que las CCAA ejecuten en cuanto al gravamen, y a los mínimos personal y familiar.

En tanto, los cambios en el Impuesto de Sociedades costarán unos 3.078 millones de euros a las arcas públicas entre 2015 y 2016, donde el 14,2% de las pérdidas (437 millones) se producirán el año que viene y el otro 85,8% (unos 2.641 millones), lo harán en 2016.

Si se miran únicamente estas cifras, el resultado es alarmante. No obstante, el Gobierno de España se muestra satisfecho con las proyecciones presentadas en la memoria por los efectos positivos que se producirían en otras áreas de la economía.

De esta manera, el documento afirma que el efecto de la reforma del IRPF sobre el Producto Interior Bruto (PIB) será del 0,17% en 2015 y del 0,30% en 2016; mientras que, en cuanto al empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, las cifras podrían ascender el 0,27% en 2015 y el 0,45% en 2016, según los cálculos presentados por el Ejecutivo.

Desde la perspectiva del Impuesto de Sociedades, la memoria afirma que se prevé que el PIB se incremente un 0,15% y un 0,23% en 2015 y 2016; mientras que el empleo aumentará un 0,23% y un 0,27% respectivamente en los dos ejercicios.

El Ministerio de Hacienda no ha considerado en sus estimaciones factores como el aumento de la renta disponible neta de impuestos de las familias, lo que podría redundar en un incremento recaudatorio en los impuestos directos e indirectos; o los beneficios que se puedan producir en la inversión y el consumo privados a causa de la bajada impositiva; o el efecto en el entorno empresarial que podría motivar la aparición de nuevas organizaciones y sociedades, aumentando así las bases imponibles existentes. De igual forma, no se incluye el efecto que el resto de medidas de la reforma fiscal tendrá en las variables macroeconómicas y que, a su vez, también podrían impactar en el Impuesto de Sociedades y en el IRPF.

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