La Audiencia Nacional ha convocado aproximadamente a unos 700 testigos y peritos para que a partir del 15 de febrero presten declaración sobre los atentados del 11-M. El juicio sentará en el banquillo a los 29 procesados por su presunta vinculación a la preparación y ejecución de los atentados.

El tribunal, dirigido por el presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, Javier Gómez Bermúdez, considera innecesario para esclarecer el atentado terrorista la comparecencia del ex presidente José María Aznar, del entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, y del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa. Sin embargo, autoriza la declaración de la práctica totalidad de la cúpula policial española en el momento del atentado, que fue la que dirigió las investigaciones.

La resolución dictada filtra las pruebas y comparecencias reclamadas por las cincuenta acusaciones y defensas. Los magistrados no estiman pertinente la presencia como testigos del máximo responsable de la Ertzaintza, del magistrado Baltasar Garzón y del jefe del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), porque su testimonio no aportaría nada a la causa.

Los varios centenares de testigos agrupan a personas de diversas procedencias que tienen en común que han percibido por sus sentidos algún hecho relacionado con la causa.

Los magistrados aceptan la comparecencia como testigos, a petición del abogado defensor de un presunto autor material, de tres etarras. Con eso no se trata de dar cabida en el juicio a la "teoría de la conspiración", la tesis promovida por el PP y algunos medios de comunicación, que achaca los atentados a una alianza entre islamistas y etarras. Tan sólo, aclaran, se autoriza la petición de un defensor que en caso contrario podría alegar indefensión y provocar la nulidad del proceso.

Tras los testigos , los magistrados y las partes interrogarán durante los cinco meses de juicio a casi un centenar de peritos, en su mayoría especialistas de las fuerzas de Seguridad del Estado que han elaborado los informes técnicos que sostienen el esqueleto de las investigaciones y de la acusación.