Una baja médica es un documento clínico y también legal, que muchas veces no tiene su origen en una situación estrictamente médica, y sí en cuestiones laborales, referentes no solo a condiciones de trabajo, sino también a las relaciones humanas existentes en el entorno laboral, entre empleados y jefes, o entre los propios empleados.
Alejarse de un conflicto con una baja médica se plantea por los empleados en muchas ocasiones como una vía para arreglar una situación de tensión que pueda haber con la empresa, pero que en realidad, ni durante esa situación ni tras la misma, se solventa la raíz del asunto, llegando a verse por el contrario agravada.
En el otro lado de las bajas está la empresa donde se presta el servicio, a la que le puede suponer un verdadero quebradero de cabeza la sustitución del trabajador en baja, lo que implica cubrir las tareas dejadas de realizar por este periodo de suspensión del contrato, por los asuntos pendientes o inacabados, los programados, y puede que alterar la reorganización de la empresa, a raíz de esta situación por las tareas o turnos a cubrir, y por la búsqueda de un sustituto adecuado.
Es claro el coste directo económico que ocasiona las bajas médicas, no solo a la empresa, sino al propio sistema sanitario, y que por otro lado son cada vez más frecuentes y con unos periodos de baja más largos. También están los costes indirectos por la situación de incertidumbre.
Durante la situación temporal de baja médica, al margen del propio trabajador de baja y la empresa, intervienen en el proceso distintos operadores. En concreto, el medico que expide dicha baja, los posteriores especialistas de la patología ya sea física psíquica, las pertinentes pruebas y tratamientos rehabilitadores, los controles y seguimientos por la Mutuas, la inspección médica de las Comunidades autónomas, el Instituto nacional de la seguridad social, el médico de los servicios de prevención de la empresa, e incluso los propios compañeros de trabajo igualmente afectados por esta baja del compañero.
Con toda esta multitud de partes que intervienen tenemos en la practica un proceso farragoso, donde se plantean continuamente situaciones como qué debe o no hacer el trabajador durante la baja, si debe reportar alguna cuestión urgente que sólo el conozca, si está obligado a seguir conectado de alguna manera o contestar a la empresa, si se puede o no salir y realizar viajes, si puede realizar ejercicio físico, o salir a bares y restaurantes, dado que la línea en estas situaciones, es delgada si se produce una transgresión de la buena fe contractual por una actuación imprudente durante la situación de baja médica. Ni que decir tiene cuando se produce algún tipo de represalia empresarial de despido tras la baja médica o al finalizar la misma, con algún nexo de causalidad, que puede considerarse una actuación nula por discriminatoria y con indemnización adicional por los daños morales causados al trabajador (actualmente asuntos estrella de los Juzgados de lo Social).
Con todo este escenario, y con el gran número de recursos e intervinientes antes citados, y que de alguna manera forman parte de esta situación de suspensión del contrato laboral, sería conveniente implementar una proceso más simple, que suponga un modo de protocolo de comunicación claro y directo entre el empleador y el empleado, se haga un seguimiento transparente, mejorando los procesos de gestión, como podría ser designar un único responsable o equipo encargado de seguimiento de las bajas, y así mantener un control eficiente y de ágil del proceso, y más fácil de entender tanto para la empresa, como para el propio trabajador.
Sería conveniente que las Administraciones Publicas le dieran una pensada, para simplificar estas situaciones generadas durante las bajas médicas, ya que tras la baja y tras los variados tramites con todos los intervinientes y con largos plazos, la realidad es que a la vuelta de la baja, debe perdurar la relación entre las dos partes, empresario y trabajador, que se necesitan la una de la otra.
Mientras llega esta simplificación y mejora del proceso medico/burocrático, es recomendable que entre empresario y trabajadores exista una buena comunicación conjunta para la búsqueda del origen del problema de tales bajas, que en muchas ocasiones no es estrictamente médico y la búsqueda mutua para la superación de la situación. Es importante que las empresas se centren en la motivación de los empleados, en crear un buen ambiente de trabajo, evitar una rotación excesiva, y en planes preventivos de determinadas situaciones, y en definitiva medidas de actuación preventivas de bajas médicas, y por lo tanto reducir el absentismo laboral, donde todos salgan ganando.