Las familias demandantes solicitaban a que se le obligara a la Administración educativa autonómica a que la educación de su hijo le fuera impartida, junto con el resto de los escolares, también en castellano, o sea, mediante un sistema normal de conjunción lingüística o de bilingüismo integral; así como, que las comunicaciones del centro y de la administración educativa le fueran dirigidas también en castellano sin que esté obligado a solicitarlo expresamente.


El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha estimado parcialmente la petición de estas familias.

Existe una doctrina del TS y del TC, que entre otras cosas determina que: “Que ambas lenguas, catalán y castellano, en tanto que oficiales, son lenguas vehiculares de la enseñanza en Cataluña y que la enseñanza de las  dos ha de tener una presencia adecuada en los planes de estudio, de manera que todos los alumnos, sea cual sea su lengua habitual, han de poder emplear normal y correctamente ambas al término de la educación obligatoria. Compete al Gobierno de la Generalidad determinar la proporción en la que han de serempleadas ambas lenguas oficiales en relación con las áreas de conocimiento en los diferentes niveles educativos”.

En esta Sentencia se declara el derecho de los recurrentes, siempre de manera individualizada, al uso del castellanos como lengua vehicular en la proporción que establezca la Generalidad de Cataluña, en atención a los establecido en el art. 14.2.d) de la Ley de Educación.

El TSJC también estima la petición de las familias de recibir las comunicaciones y circulares así como cualquier otra documentación, en castellano.