El Pleno del Senado ha dado luz verde a la reforma de la Ley Hipotecaria y del Catastro, que el Congreso había aprobado a finales del pasado mes de marzo.
La Cámara Alta ha dado el visto a la norma tras la introducción de tres enmiendas transaccionales de CiU y PSOE, y la remite así al Congreso de los Diputados para su aprobación definitiva.
La nueva norma persigue una mejor defensa de sus bienes de los ciudadanos al suponer una mayor coordinación entre el Catastro y el Registro de la Propiedad.
Esta mayor colaboración debería revertir en un más fluido intercambio seguro de datos entre ambas instancias y en un aumento de la interoperabilidad entre ellas. Además, la Ley está llamada a incrementar la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario y a simplificar la tramitación administrativa. La reforma incluye también la prohibición de que las inmatriculaciones de bienes a las que podía acogerse la Iglesia.
La Comisión de Justicia del Congreso dio vía libre a la reforma el pasado mes de marzo con los votos de PP, UPyD, PNV y UPN, tras modificar el texto original con las 43 enmiendas parciales de los 'populares' y tres cambios pactados con la formación magenta y Unión del Pueblo Navarro.
Por su parte, el PSOE presentó enmienda de totalidad al proyecto de ley y la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) votó en contra del proyecto de ley, al criticar entre otros asuntos que no se revisasen las inmatriculaciones realizadas por la Iglesia Católica en las últimas décadas, y a las que ahora se pone fin.