Desde el punto de vista penal, la Prevención de Riesgos Laborales se caracteriza, entre otros aspectos, por una tendencia a la imputación coral de empresario, directivos, mandos intermedios, encargados, subcontratistas y técnicos, en procedimientos de larga duración en los que se solicitan penas elevadas.

Por ello, el primer envite al que se enfrentan los técnicos de prevención en el Juzgado de Instrucción es el de responder a la pregunta: ¿Es Ud. el Responsable de la PRL en la empresa? Pregunta con respuesta muy matizable, pues, de acuerdo con la LPRL, el responsable de la Prevención en la empresa es el empresario y, por delegación, su línea jerárquica.

Los técnicos suelen conocer los procesos productivos habituales y las máquinas funcionando ordinariamente, pero no siempre disponen de información (que por supuesto deben solicitar insistentemente) de qué ocurre el día que se atasca el papel, o se cae agua, o se cambian los filtros, o se estropea el empujador, o se mancha el rollo …

Para ayudarnos a conocer la problemática a la que los técnicos de prevención se enfrentan diariamente en los Juzgados, este artículo de Capital Humano estudia algunos ejemplos reales de imputación y condena de los mismo.

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