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23/11/2016 12:32:43 PATRICIA ESTEBAN JÓVENES ABOGADOS 10 minutos

¿Cómo son los abogados del futuro?

La nueva 'generación Z', que se incorporará progresivamente a la profesión, demanda mayor sensibilidad y entendimiento de los bufetes. Sí, son una generación diferente, pero no todos los clichés son ciertos. No les falta motivación ni ganas, y se esfuerzan al máximo por conseguir todos sus objetivos, eso sí, respetando las prioridades que equilibran su vida. A los jóvenes estudiantes va dirigida esta cronica de una mesa redonda del Legal Management Forum, organizado por Wolters Kluwer e Inkietos, en el que se abordaron interesantes temas: ¿cómo se aproximan estos jóvenes abogados a las firmas profesionales? ¿como éstas atraen y gestionan el talento que reclutan?.

'Post- millennials ', 'homies' o 'generación Z'.., son solo alguno de los nombres con los que se conoce a la generación de jóvenes menores de 22 años nacidos después del auge digital de los años 90. Son 'nativos digitales', lo que les hace ser personas que se adaptan inmediatamente a las nuevas tecnologías; un hecho generacional que también determina una serie de rasgos y valores que comparten: se dicen críticos, inquietos, tolerantes, impacientes, innovadores; pero a la vez se les acusa de inconstantes, hedonistas, de interactuar más "virtual" que personalmente, o de ser menos idealistas que sus predecesores y de tener una visión cortoplacista.

Según estudios realizados por prestigiosas Universidades como la Deusto Bussines Scholl, su llegada al mundo laboral supondrá una revolución aún mayor que la protagonizada por los 'millennials '. Los jóvenes juristas, que serán en el año 2.020 la fuerza laboral más numerosa en los despachos de abogados, son los profesionales del futuro y reclaman su sitio en el mundo, pero ¿están los despachos de abogados preparados para su incorporación?.

Cómo se aproximan estos jóvenes abogados a las firmas profesionales y como éstas atraen y gestionan el talento que reclutan, fueron los principales temas tratados en una mesa redonda del Legal Management Forum, organizado por Wolters Kluwer e Inkietos, bajo el slogan ‘Generación Z:cómo son los abogados del futuro’. En esta mesa, moderada por Carlos Rueda, socio director de GA&P, los protagonistas fueron tres jóvenes abogados: Ignacio Corroto, exalumno de la Universidad Autónoma de Madrid, Álvaro Fernández, exalumno de la Universidad de Navarra y María Zelich exalumna de ESADE Law School, que respondieron a todas las cuestiones que se plantearon, trasladando al auditorio un deseo común: que los despachos sean por fin conscientes de sus sensibilidades.

Con la mesa de debate sobre la 'generación Z' llegó un soplo de aire fresco al Legal Management Forum; una mesa a la que, por primera vez desde su primera edición, se incorporaron mediante conexión en streaming los alumnos de las Universidades Complutense, Nebrija, Alfonso X El Sabio, Cardenal Cisneros, y del Centro Universitario Villanueva, Centro de estudios Garrigues y ESADE Law School, gracias al programa para estudiantes universitarios y post graduados Wolters Kluwer Contigo.

No todos los tópicos asociados a su generación son ciertos

¿Se identifican estos jóvenes abogados con el modelo de valores asociados a su generación y que, por otra parte, han sido descritos por los más mayores?, Carlos Rueda abría el debate de la mesa con esta cuestión, animando a los jóvenes ponentes a que definieran ellos mismos su realidad.

Según señaló Álvaro Fernández, como recién licenciado que comienza su andadura profesional como abogado junior, sí se identificaba con una serie de rasgos arquetípicos de esta nueva generación, pero advirtió: no todos los tópicos en los que les encasillan son ciertos, ni todos los que sí lo son, son del todo positivos.

Ente los tópicos que desechó rotundamente: la falta de esfuerzo o de motivación, el hedonismo asociado con la búsqueda del placer y el bienestar inmediato, la inconstancia..; y entre los que "desmitificó", la criticada visión “cortoplacista” de los jóvenes.

Los tres ponentes estuvieron de acuerdo en la existencia de una visión “cortoplacista” en su generación, y en que esta influye en su elección de opciones profesionales. En este punto, Ignacio Corroto, aclaró que, más que un defecto de su generación, es una consecuencia de la necesaria adaptación a una realidad que está en continuo cambio, "no hay nada que garantice algo a largo a plazo", apostilló.

 

Una de las cuestiones centrales que se planteó en la mesa y que fue transversal en el desarrollo del debate, fue la del futuro profesional de los jóvenes licenciados, las opciones con las que cuentan, especialmente en su búsqueda de empleo en despachos o firmas legales.

A este respecto, Carlos Rueda planteó una primera cuestión ¿Los jóvenes, podéis elegir el despacho en el que trabajaréis o son ellos los que os eligen a vosotros?.

¿Cómo son los abogados del futuro?

María Zelich, reconoció que, a pesar de que su generación está mejor preparada e informada que las anteriores para poder decantarse por una opción profesional u otra, actualmente son los despachos los que siguen teniendo la "sartén por el mango". En su opinión, y a diferencia de los que sucede en Estados Unidos, en nuestro continente todavía no ha llegado el momento en el que los jóvenes puedan elegir el despacho en el que trabajarán cuando terminen sus estudios, "en Europa no hay oportunidades, se piden muchos requisitos", lamentó María, que concluyó: "nosotros no podemos elegir a los despachos".

Los despachos deberían conocer cómo los jóvenes seleccionan las firmas donde desean trabajar

Aunque aún no se den las circunstancias y oportunidades idóneas para ello, lo cierto es que los despachos si deberían conocer de qué manera los jóvenes seleccionan las firmas en las que quieren trabajar, para no dejar pasar la oportunidad de "atrapar" un talento que puede dinamizar y hacer crecer su negocio.

En cuanto a los criterios que guían a estos jóvenes abogados a la hora de "elegir" el despacho en el que les gustaría trabajar, todos coincidieron en que lo más importante para ellos no es el dinero, tampoco el tamaño (si se trata de una firma de gran tamaño o un despacho más modesto), lo verdaderamente importante para ellos es que el tipo de trabajo que desarrollen los bufetes, sus clientes, sus objetivos.. coincidan con los propios y más personales, con su proyecto vital.

A nivel más práctico, Álvaro Fernández, indicó que a los jóvenes les cuesta seleccionar aquellos despachos que cumplen con sus exigencias. Se quejó de que las páginas web de los despachos no muestran una identidad propia y singular, "todos dicen que buscan la excelencia..", pero esto no es decir mucho, así que "al final te guías por el feeling en el proceso, por el 'boca a boca'..".

María Zelich, añadió a esta lista de criterios que les guían en la búsqueda de empleo la importancia del trato personal. Apuntó que éste se convierte en un "factor diferencial", que hace que la balanza se decante a favor de aquellos despachos que cuentan con un departamento de Recursos Humanos que responden adecuadamente las solicitudes, "por favor, contesten desde los despachos a los que mandamos cv , con un 'no gracias' vale". Al fin y al cabo, como indicó Ignacio Corroto, el trato humano es fundamental en esta "fusión de intereses".

La 'generación Z' quiere trabajar en despachos que permitan conciliar y sean sensibles a su proyecto personal

En cuanto a sí los jóvenes prefieren trabajar en un despacho grande o en un bufete pequeño, los ponentes manifestaron de nuevo su deseo de trabajar en un sitio en el que se sientan realizados, que esté en sintonía con sus propios objetivos. Así, Ignacio Corroto apuntó que los jóvenes abogados buscan conciliación, un difícil equilibrio entre la satisfacción profesional y una vida laboral que no suponga un “sacrificio absoluto” de su vida personal. A su juicio, los despachos deberían ser "más transparentes" respecto del modelo de trabajo que implantan. Por su parte, Álvaro Fernández se decantó por los despachos pequeños, pues, en su opinión, gozan de una ventaja respecto de las grandes firmas: trabajando en pequeños despachos se tiene una visión más global de la profesión, se puede sentir la pasión por la profesión.

En este momento, Carlos Rueda introdujo en la mesa el tema de la ambición, de las aspiraciones en su desarrollo profesional, haciéndoles la siguiente pregunta: ¿Queréis llegar a ser socios? Los jóvenes abogados coincidieron en que, quizá debido a su visión más global y cortoplacista de la vida, no están dispuestos a pagar cualquier precio por la carrera profesional.

María Zelich, que en este punto asumía la lucha de la mujer en un mundo gobernado por hombres, aseguró “Quiero llegar a socia de un despacho, pero no que ese proceso me impida alcanzar otros objetivos”. Álvaro Fernández apuntó que los jóvenes abogados no hacen planes a tan largo plazo, si le preguntaran ahora si quiere ser socio la respuesta sería “no lo sé”.

Y ¿qué sucede con sus aspiraciones retributivas? ¿es el dinero el que mueve su vida laboral?

La respuesta común, aunque con matices, fue situar el dinero por detrás de otros requisitos, eso sí, siempre que la remuneración cubra el valor de su trabajo. María Zelich verbalizó una reivindicación de los más jóvenes, que se sienten maltratados económicamente en los primeros años, y afirmó: “Es importante superar la fase de prácticas a 500 € al mes sin desanimarse”.

 

Se dice que la nueva generación está mucho mejor adaptada al cambio, que no se plantea mantenerse en el mismo trabajo por mucho tiempo. ¿La estabilidad es clave entonces para elegir trabajo?, preguntó Carlos Rueda.

Álvaro Fernández explicó que la estabilidad en el trabajo es un valor muy importante, pero que los jóvenes están más dispuestos a arriesgar. Tienen claro que el primer trabajo “no va a ser el lugar donde te jubiles”. María Zelich añadió que los jóvenes “somos proactivos al cambio”; su generación es contraria a la idea de “una vida un trabajo”, y, además, no tienen miedo a la incertidumbre. Por su parte, Ignacio Corroto aclaró que esto no significa ser desleal o infiel con la empresa, sino que es consecuencia de su experiencia vital.

La Tecnología es su aliado para conciliar

A continuación se introdujo en la mesa un interesante debate acerca de cómo afrontan los jóvenes profesionales su compromiso con el despacho o firma en la que trabajan.

Los tres ponentes desecharon la idea de falta de compromiso o esfuerzo de los jóvenes, y se centraron en exponer los cambios que, a su juicio, son necesarios introducir en la forma de trabajar en las empresas. Según Álvaro Fernández, los jóvenes están más familiarizados con las nuevas tecnologías y será necesario que los despachos evolucionen en este sentido porque “los clientes siempre piden más”. Ignacio Corroto añadió que: “no se trata de más horas de trabajo, sino de ser más eficiente”.

María Zelich dijo al respecto que precisamente la tecnología “es nuestro aliado para conciliar”, planteándose la siguiente cuestión “¿por qué no el teletrabajo en los despachos de abogados?”. Para Álvaro Fernández el “homeworking” podría ser una ventaja, pero con “doble filo”, pues en nuestra actual cultura la sola presencia en el despacho “justifica” el trabajo, pudiendo incluso convertirse en un elemento de presión para el 'homie’. Criticó la cultura del “presentismo”, porque, aunque es cierto que esta profesión requiere de un contacto personal más fluido que en otras profesiones (con los colegas, clientes,…), es necesario introducir nuevas prácticas que permitan flexibilizar la forma de trabajar, y que se pueda medir el “teletrabajo”.

Quizá aún los despachos no sean conscientes del impacto positivo que pueden tener estas prácticas de trabajo más flexibles en la productividad, fidelización y retención del talento de estos jóvenes abogados.

Despachos: ¿cómo captar al mejor talento?

La nueva generación viene pisando fuerte: está mejor preparada (se les ha exigido más que a sus colegas veteranos), no escatima esfuerzos (son conscientes de que solo podrán alcanzar la excelencia a base de más estudio, de trabajo, de prácticas, de añadir más aptitudes y conocimientos a su currículum..), además tienen claros sus objetivos. Es mucho lo que pueden aportar, dinamizando un mundo profesional cada vez más globalizado, por ello no dudan en expresar claramente sus deseos:

 

Álvaro Fernández: “Que por fin los despachos sean conscientes de nuestras sensibilidades”.

María Zelich: “Que por fin nuestra mesa sirva para acercar las posiciones de jóvenes juristas y despachos de abogados”.

Ignacio Corroto: "Que tu proyecto personal coincida con el proyecto del despacho donde trabajas".

Los profesionales más dinámicos e innovadores del sector tomaron buena nota de las necesidades y demandas de los más jóvenes.

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