La transformación digital es una prioridad estratégica para cualquier firma legal. Sin embargo, como aclara Alberto Estrelles socio director de KPMG Abogados en su tribuna publicada este martes en el diario Cinco Días - a la que puede acceder en este enlace- es importante tener en cuenta tres aspectos clave antes de abordarla.
En primer lugar, Estrelles advierte que innovar va mucho más allá de aprovechar los avances tecnológicos y digitales. En su opinión, la transformación digital de un despacho debe conjugarse con la gestión de riesgos, la atracción y retención del talento o la cultura empresarial.
Su segundo consejo es que cualquier avance en digitalización no tiene por qué calificarse como bueno o positivo. De manera que, la implementación de avances tecnológicos no debe acarrear la pérdida de la esencia de un despacho, aquello por lo que los clientes lo reconocen, y por encima de todo, no hay que olvidar que las firmas de abogados se dedican fundamentalmente a prestar servicios jurídicos.
Su tercera reflexión es que no todas las firmas de abogados necesitan una revolución digital total para poder subsistir frente a sus competidores. Así, explica Estrelles, los procesos de digitalización han de ser vistos como una oportunidad, y no como un tsunami que arrasará sin remedio a quien no se adapte totalmente.
Por todo ello, concluye, que la aplicación de las nuevas tecnologías digitales a los despachos debe concebirse como “una enorme ventana que se nos abre y nos permite mejorar” y que tiene distintos objetivos a corto, medio y largo plazo. A corto plazo su finalidad será hacer mejor lo que se hacía antes de otra forma. A medio plazo permitirá la prestación de nuevos servicios a los clientes. Y a largo plazo, la cuestión está en vislumbrar cómo será la mejor firma de abogados de los años 30 del siglo XXI y plantear las políticas para llegar a este modelo.
Acceda al texto completo aquí.