La mayoría de los europeos está descontenta con los servicios de autobuses y trenes de su ciudad, y un alto porcentaje se queja de los bancos y las compañías eléctricas. Pero, siempre según este sondeo, tampoco los servicios postales y los de telefonía fija suscitan mayor entusiasmo.
La insatisfacción se concentra en tres sectores (energía, banca y transporte urbano), según el 2º Informe anual sobre el Cuadro de Indicadores de los Mercados de Consumo de la UE.
La Comisaria Europea de Protección de los Consumidores, Meglena Kuneva, preocupada ante las malas notas de tres servicios tan importantes para la vida diaria de los ciudadanos, ha anunciado que investigará la situación con los proveedores de energía, dada la elevada cuota que representa la electricidad dentro del presupuesto de las familias.
La Comisión ha estudiado cientos de productos y servicios, desde la alimentación hasta Internet, atendiendo a cinco indicadores clave: precio, quejas, satisfacción, seguridad y facilidad para cambiar de proveedor. En general, hay más satisfacción con los bienes que con los servicios.
La mayor parte de las quejas se refiere a los transportes tanto urbanos como extraurbanos. Menos de la mitad de los encuestados se muestra satisfecha con los servicios de autobuses, trenes y tranvías, y uno de cada cuatro ha llegado a presentar queja.
Los precios no ayudan a mejorar la puntuación de los proveedores de electricidad y gas. Menos de dos tercios de los consumidores están contentos con su proveedor. En torno al 60% dice que los precios han aumentado, y sólo un 3-4% que han disminuido.
Pero el sector de la energía es además donde menos probabilidad hay de que los consumidores cambien de proveedor, aspecto sin embargo fundamental para mantener competitivo el mercado.
Pese al mercado común, el informe pone de manifiesto grandes disparidades en cuanto a comisiones bancarias y tipos de interés entre los países miembros. Resulta difícil para los consumidores comparar productos bancarios, y son pocos los que cambian de entidad.
El informe también revela un estancamiento del comercio minorista a través de las fronteras. La proporción del comercio transfronterizo no ha aumentado desde 2006.
La UE creó este sondeo para detectar deficiencias del mercado común. Este año el cuadro de indicadores es más amplio; el anterior tan sólo abarcaba tres sectores.