En líneas generales, el teletrabajo es una opción beneficiosa para el trabajador, puesto que a priori, evita muchas situaciones de estrés a las que se enfrentan los trabajadores que desempeñan su labor en un centro de trabajo: cumplimiento de unos horarios, desplazamientos, comer fuera de casa, etc.

Sin embargo, esta modalidad laboral no está exenta de riesgos como la sensación de fatiga, cefaleas, trastornos del sueño, trastornos digestivos, tensiones musculares, problemas respiratorios, vértigos, tecnoestrés, etc. que hacen que, las variables a priori positivas de esta forma de trabajo puedan convertirse en un auténtico peligro para la salud del trabajador.

Por ello, tal como explica este artículo de Capital Humano, los teletrabajadores deben ser incluidos dentro de los planes y servicios de Prevención de Riesgos Laborales de la empresa, a fin de formarlos, asesorarlos y ayudarles a evitar los posibles riesgos de esta forma de trabajar.

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