Foto: Rafa Martín. ESADE

La reputación de un abogado es un elemento esencial de su éxito. Sin reputación no se pueden cometer errores ni crear vínculos efectivos con sus clientes. Así comenzó José María de Areilza, profesor de ESADE Law School la presentación de la Mesa “La importancia de la marca personal en la carrera profesional del abogado: ¿cómo se hace?, ¿sirve realmente?”, organizada conjuntamente con la Fundación Wolters Kluwer y moderada por 

Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing Jurídico de ESADE Law School

Los clientes siguen al abogado en el que confían

En la misma presentación José M.ª Michavila, presidente del Consejo Asesor de Wolters Kluwer España, destacó que la marca personal de un abogado tiene una utilidad real, ya que de la abogacía interesa el abogado, no el despacho en el que este trabaja, igual que de un hospital importa el médico que nos atiende, más que el centro en sí.

Por eso los clientes de un abogado con buena marca personal le siguen allí donde vaya, porque los clientes van allí donde ven que pueden depositar su confianza.

Todos tenemos una marca personal, pero hay que saber gestionarla

Como señaló a continuación Paula Fernández-Ochoa, socia Fundadora de la consultora +MoreThanLaw, todos tenemos una marca personal, que es la etiqueta que nos acompaña en todo momento, por eso es importante saber gestionarla.

Una buena marca personal debe ayudar a que el abogado se diferencie en el mercado, a que este le perciba como un experto o referente que hace que merezca la pena conocerle.

Para lograrlo puso como ejemplo el método de las “cuatro D”, que se basa en un Diagnóstico eficaz del talento y de la pasión que nos caracteriza (porque solo tienen una marca personal potente aquellos profesionales que sienten pasión por lo que hacen, son felices haciéndolo y transmiten esa pasión); el Diseño de una estrategia eficaz para construir esa marca (para lo que siempre resulta recomendable acudir a un profesional en la materia, que ayude a pasar de la intención a la acción); el Desarrollo de esa marca personal a través de un trabajo diario, constante y paciente y el Dominio o análisis constante de los resultados obtenidos.

Cuando no nos conocen, nuestra marca personal habla por nosotros

Para Andrés Pérez Ortega, consultor de Estrategia y Branding Personal, la marca personal sirve para diferenciarse en un sector. Cuando no nos conocen, nuestra marca habla por nosotros.

Este proceso de creación de una marca pasa por varias fases: 1) identificar dónde queremos estar, en qué ámbito queremos ser un referente; 2) desarrollar una actividad orientada a ese objetivo; 3) combinando para ello todas las diferentes piezas de las que se dispone; 4) lanzar la marca, haciendo ver lo que gana un cliente contigo; 5) conseguir prestigio haciendo que te quieran y que te crean y 6) difundir tu marca por medio de una buena red de contactos (networking), participando e interviniendo en todos los actos que te sea posible y haciendo un adecuado uso de internet, porque hoy los títulos de más prestigio te los da Google con su posicionamiento.

Fundamenta tu marca en criterios sólidos

Francisco Pérez Bes, secretario general en INCIBE, destacó la importancia de fundamentar la marca personal en unos criterios sólidos, ya que los clientes hoy se informan cada vez más antes de contratar a un abogado.

Por ello destacó los aspectos que considera más relevantes para disponer de una marca sólida en las redes: no hacer aquello que no te gustaría que te hicieran a ti; en caso de duda, no publicarlo; compartir siempre contenidos interesantes, aquello que haría que yo me siguiera a mí mismo; no hablar de lo que sabes y, muy importante, no estar todo el día en las redes sociales, porque eso da la impresión de que, en realidad, no te dedicas a otra cosa.

Además, es importante cuidar el posicionamiento sobre las propias ideas, ya que la abogacía es un sector muy delicado, pues maneja hechos y datos muy sensibles de los clientes.

Alinea tu marca con la de tu despacho

Finalmente Alejandro Touriño, Managing Partner de ECIJA,  destacó la importancia de alinear la marca de un abogado con la de su despacho, de forma que ambas se refuercen mutuamente.

Para ello la actividad en las redes sociales es muy importante, pero es importante diferenciar el perfil del abogado de la del despacho (la famosa referencia a que se trata de opiniones personales no tiene mucho sentido), e incluso el perfil personal del profesional del abogado. Se debe cuidar el perfil para no privar a la marca del abogado del claro carácter jurídico que debe tener.

Y un importante consejo final, además de escribir, escucha a los demás, porque el cliente te tiene que querer y para eso es esencial que se sienta escuchado.