Los conservadores alcanzaron el domingo victorias importantes en las principales economías europeas ante el castigo de los electores a los partidos izquierdistas en las votaciones para el Parlamento Europeo realizadas en Francia, Alemania y otras naciones.

Se espera que los partidos de centro-derecha ganen la mayoría de los escaños, es decir 267 de los 736 del parlamento. Los partidos de centro-izquierda se aproximaban a los 159 escaños y el resto sería para los grupos más pequeños.

Los gobiernos con tendencia derechista tenían la ventaja ante la oposición en Alemania, Francia, Italia y Bélgica mientras que la oposición conservadora llevaba la delantera en Gran Bretaña y España.

Grecia era una excepción importante, pues los conservadores en el gobierno se encaminaban a una derrota tras los escándalos de corrupción y las dificultades económicas que han rodeado su mandato.

Los alemanes dieron una victoria poco sustancial a los conservadores de la canciller Angela Merkel, y una derrota histórica a los rivales de centro izquierda, en la votación del Parlamento Europeo, que se realiza a meses de su elección nacional. Los Social Demócratas obtuvieron una caída inesperada del 20,8%, el peor resultado del partido desde la Segunda Guerra Mundial en una elección nacional.

La Unión Cristiano Demócrata de Merkel y un partido regional aliado obtuvieron el 37,8% de los votos, inferior al 44,5% que consiguieron hace cinco años. Pero el resultado fue suficiente para alentar las esperanzas de Merkel sobre acabar con la "gran coalición" entre derecha e izquierda que ha dirigido con tensión al país más poblado de la Unión Europea desde el 2005, para reemplazarla por un gobierno de centro-derecha.

"Esta noche es muy difícil para los socialistas en muchos países de Europa", dijo Martin Schulz, líder de esa facción en el Parlamento Europeo. "Continuaremos la lucha por la democracia social en Europa".

Los grupos de extrema derecha y otras minorías lograron avances en una elección marcada por su baja una participación, aproximadamente 43,5% de los 375 millones de votantes, una cifra sin precedentes, que refleja el desencanto generalizado sobre la legislatura continental.

Por su parte Gran Bretaña eligió a su primer representante de extrema derecha para el Parlamento Europeo. El Partido Nacional Británico que alcanzó un escaño en los distritos de Yorkshire y Humber del norte de Inglaterra.

Se esperaba que el partido de extrema derecha, que no acepta integrantes que no sean de raza blanca, gane otros escaños con la actualización de los resultados.

En España el Partido Popular conservador ganó dos puestos más que los Socialistas en el poder, es decir 23 contra 21 escaños.