Las noticias divulgadas en los últimos días acerca de hipotética designación como Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, me obligan a hacer las siguientes precisiones:
1.- Jamás he concebido el ejercicio de la función jurisdiccional como un instrumento al servicio de una u otra opción política para controlar el desenlace de un proceso penal.
2.- Mi trayectoria como Magistrado ha estado presidida por la independencia como presupuesto de legitimidad de cualquier decisión jurisdiccional.
3.- El examen de las resoluciones que durante estos años he dictado como Magistrado del Tribunal Supremo -de forma especial, como Presidente de la sala de Admisión de las causas contra aforados- es la mejor muestra de que jamás he actuado condicionando la aplicación del derecho a la opción política del querellado o denunciado.
4.- Por todo ello, anticipo públicamente mi decidida voluntad de no ser incluido, para el caso en que así fuera considerado, entre los candidatos al puesto del Presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial.
Madrid, 19 de noviembre de 2018
Manuel Marchena Gómez