El vicepresidente primero del Consejo General de la Abogacía Española, Antonio Hernández-Gil no ocultó su pesimismo respecto a la evolución del Reglamento de la Ley de Acceso a la Abogacía que determinará la formación de los futuros abogados. "Nos encontramos en la misma situación que hace un año", dijo Hernández-Gil. En su opinión, contar con un texto antes del verano sería "la mejor hipótesis posible", "aunque una situación desastrosa en cualquier caso", calificó.
Así lo expresó el vicepresidente del CGAE durante la celebración del segundo día de las XXIX Jornadas de Escuelas de Práctica Jurídica, organizadas por el Colegio de Abogados de Jaén, que tuvo lugar en la Universidad Internacional de Andalucía, "Antonio Machado", en la localidad jienense de Baeza.
No obstante, Antonio Hernández-Gil subrayó el compromiso de la Abogacía para "plantear alternativas y avanzar con el mayor consenso posible en este proceso", y destacó la importancia del papel del Abogacía institucional, que debe mostrarse "como un interlocutor real y colaborador que busca el diálogo con todos los agentes implicados en la formación de los futuros abogados".
El principal problema, en opinión de Hernández-Gil, se encuentra en el rechazo frontal por parte de las universidades, que cada vez está siendo más radical. En este sentido, el presidente de la Comisión de Formación del CGAE insistió en que desde el CGAE "estamos abiertos a establecer mesas conjuntas de diálogo con la Universidad y el resto de implicados, si bien tendrán que ser ellas -las universidades- los que digan cuáles son sus problemas para entre todos llegar a soluciones que beneficien a todos". Para Hernández-Gil, "hay una sensación de disconformidad genérica, el problema no está en el borrador en sí, no está en la redacción de este texto, sino en una insatisfacción de la Universidad". Hernández-Gil señaló también la dificultad de diálogo y coordinación entre los ministerios implicados en el desarrollo del borrador del Reglamento de la Ley de Acceso, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Justicia, y en su "falta de disposición para encauzar las discrepancias y ofrecer propuestas y soluciones". "Las Universidades tienen la percepción de que Justicia no les entiende, máxime después de Bolonia" comentó, "y es lógico que haya puntos de divergencia, pero desde el Ministerio deberían poner orden para poder avanzar", dijo.
Avances
Pese al pesimismo reinante respecto a la evolución del Reglamento de la Ley de Acceso, el vicepresidente primero del CGAE destacó algunos de los avances logrados gracias a los informes presentados por la Comisión de Formación del Consejo General de la Abogacía Española. En este sentido, apuntó que este último borrador del Reglamento de la Ley de Acceso, "aporta una mayor flexibilidad en las fórmulas de organización y diseño de los cursos de formación, incluidas las prácticas externas".
"La filosofía de este texto es la de una mayor libertad, que desde luego fue uno de los puntos que desde la Comisión de Formación insistimos en el informe entregado al Ministerio de Justicia", apuntó Hernández-Gil. Entre los avances, se encuentran la reaparición de los cursos de formación impartidos por las Escuelas de Práctica Jurídica y las Universidades, o la inclusión, "aunque parcamente", de las especialidades.
Sin embargo, señaló, "aunque se nos ha dado mucha más relevancia y se nos ha tenido en cuenta, nunca estaremos satisfechos con el resultado conseguido", afirmó. Por último Hernández-Gil criticó el trabajo de la Administración en la elaboración del borrador, ya que durante meses "no pudimos ni informar más ni trabajar más porque la Administración no progresó más en la génesis del reglamento".
Formación especializada y continuada
Marta Isern directora de la Escuela de Práctica Jurídica de Barcelona, coordinó la primera mesa redonda de las XXIX Jornadas de Escuelas de Práctica Jurídica de España, dedicada a la especialización y la formación continuada. En ella los participantes disertaron acerca de la necesidad, o no, de lograr una especialización del abogado en una materia específica. Durante el debate se expusieron los métodos de trabajo y algunas de las claves en el funcionamiento de determinadas Escuelas de Práctica Jurídica, así como posibles soluciones a algunos de los problemas que afronta el profesional de la Abogacía.
En esta mesa redonda también intervino el decano del Colegio de Abogados de Málaga, Manuel Camas, quien defendió la especialización del abogado. "Desde los Colegios de Abogados debemos crear estructuras para facilitar la especialización y certificar los méritos de un abogado en una especialidad ante el consumidor, si bien es muy discutible que podamos regularlas y debemos ser prudentes en este aspecto", afirmó. Además, numerosos jornadistas participaron en un intenso coloquio sobre el concepto del abogado especialista, y la gran dificultad para conocer "cuáles son esas especialidades".