Rafael Lara, presidente del Colegio Nacional de Letrados de la Administración de Justicia (CNLAJ) desde 2006, ha presentado este miércoles en la Junta Nacional del Colegio celebrada ayer su dimisión irrevocable “por motivos personales”.
El hasta ayer máximo responsable del CNLAJ realizó balance de la situación actual de las negociaciones con el Ministerio de Justicia destacando lo logrado por el Colegio hasta ahora. Lara destacaba la mejora retributiva en materia de grupos de población y factor multiplicador del otro grupo A1, forenses que supondrá importantes mejoras salariales en una horquilla entre 257€ y 850€ al mes para todos y cada uno de los Letrados de Justicia.
En esta línea, Rafael Lara anunciaba que en días se convocará mesa sectorial para la aprobación, este mes de mayo, de los planes de actuación para el pago inmediato de las sustituciones, 80% complementos, y el pago de 100€ por entradas simultáneas y aquellas actuaciones de guardia que deban realizarse obligadamente sin estar de guardia.
Ernesto Casado nuevo Presidente del CNLAJ
La junta nacional, sin que a priori admitiera la dimisión de Lara, mostró un apoyo firme y de respeto a la decisión del presidente saliente del CNLAJ decidiendo por unanimidad que la persona idónea que debía, en estas circunstancias, tomar el timón de la organización, por conocimiento, experiencia y respeto de todos y la continuidad del proyecto de dirección que representa, era Ernesto Casado, actual director de la comisión de estudios.
Ernesto Casado, Letrado Judicial destinado en Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 1 de Salamanca, miembro de la Junta Ejecutiva del CNLAJ, de sobrada experiencia y reputación asume la presidencia del CNLAJ. Luis Fernando Toribio, LAJ con destino en Sevilla, miembro, igualmente, de la Junta Ejecutiva del CNLAJ y, hasta ahora, Defensor del Colegiado, asume la vicepresidencia y Jaume Herraiz Letrado de la Administración de Justicia y Vocal del Comité Técnico Estatal de la Administración Judicial Electrónica la dirección de la Comisión de Estudios del CNLAJ.
Las palabras de Lara
En su intervención Lara recordaba otros logros como la desaparición de “la infame cuarta categoría’‘, las soluciones para el pago de registro civil, las libranzas por sustituciones no retribuidas, y la reforma del reglamento orgánico para potenciar la condición directiva de los Letrados de la Administración de Justicia.
En otro orden de cosas, el ya presidente saliente del CNLAJ presentaba los resultados de la primera fase del plan de modernización del Colegio destacando el fortalecimiento territorial con renovación de delegaciones, presentes en todas la provincias, la implantación territorial del Colegio y cercanía al colegiado, la presencia del Colegio en todas las redes sociales con un fuerte predominio y liderazgo, la App (iOs y Android) nativa “Letrados de Justicia” como medio de prestación de servicios e información a los colegiados, los diferentes canales de participación de los colegiados, la digitalización de la organización, la escuela de formación, ESCOLAJ, entre otros, con el objetivo claro de posicionar al CNLAJ como una corporación moderna y eficaz.
El plan continúa en las siguientes fases programadas, y Lara, planteó nuevos retos a la Junta. Un camino de renovación y rejuvenecimiento, en sintonía con el rejuvenecimiento del colectivo, y sus nuevas necesidades, y una senda de marca, que dote al CNLAJ de una autoridad en el mundo judicial fuerte, innovadora y al servicio del colegiado y de todos los Letrados de justicia. Para ello, Rafael Lara expuso a la Junta que su dimisión se veía motivada por cuestiones personales y porque se requieren nuevos perfiles y el impulso de ideas innovadoras de cara a los retos que se avecinan como Cuerpo Superior y como asociación plenamente mayoritaria.
Por unanimidad la Junta Nacional manifestó que no compartía ni esperaba esa decisión, aunque hubo de respetar las motivaciones personales que le llevaban a ello, solicitando que permaneciera como vocal de la junta, y sentidamente aprobó una declaración de reconocimiento al presidente saliente, “cuya responsabilidad, dedicación y eficacia en la dirección de nuestra organización ha sido extraordinaria y excelente” terminando con un emotivo aplauso personal y profesional.
