Charo Alises lleva 29 años ejerciendo la abogacía. Ya desde la universidad se interesó por el derecho penal, en especial en la rama de los delitos de odio. Desde 2018, es directora jurídica de Abogacía Iguales, un despacho especializado en cuestiones de discriminación. Además, Charo es presidenta de la Asociación LGTBI+ Ojala de Málaga y responsable de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Málaga.
¿Cree que la abogacía es inclusiva con el colectivo LGTBI?
Bueno sobre esto lo primero que hay que tener en cuenta es que el colectivo LGTBI es muy diverso en su diversidad. Las personas LGTBI tenemos profesiones diversas igual que las personas heterosexuales y dentro de esas profesiones está la abogacía. No es que la abogacía sea inclusiva con las personas LGTBI, es que las personas LGTBI también nos dedicamos a ejercer la abogacía, por tanto estamos incluidas en la profesión.
Los avances son indudables, pero se deja sentir una ola reaccionaria contra todo lo relacionado con lo LGTBI+. ¿Cree que los derechos conseguidos pueden estar en peligro?
Por la experiencia que la Historia nos da, sabemos que es muy difícil conseguir derechos y muy fácil perderlos. No obstante, tenemos que ser optimistas y pensar que hay cierto consenso social sobre los derechos humanos de las personas LGTBI. No obstante, no se puede bajar la guardia, hay que trabajar todos los días para consolidar y no perder los derechos humanos que se han conseguido para las personas LGTBI.
Es la responsable de la Comisión de Derechos Humanos de la Abogacía de Málaga. ¿Qué casos soléis estudiar en este grupo de trabajo? ¿Cuál es su labor?
Nuestra labor es dar visibilidad a situaciones de vulnerabilidad de las personas que se encuentran en situaciones difíciles o que tienen mermados sus derechos humanos, concienciar a nuestra profesión y a la sociedad en general sobre esas situaciones de vulnerabilidad y ayudar en la medida de nuestras posibilidades a personas que, por diversas circunstancias, ven limitados sus derechos.
¿Qué acciones va a llevar a cabo el colegio de Málaga por la semana del Orgullo?
Realizaremos un acto que consistirá en la lectura, por las personas asistentes, de breves reseñas sobre personas LGTBI relevantes en la Historia. Además proyectaremos un corto de temática LGTBI y se izará la bandera del arcoiris en uno de los mástiles de la fachada del Colegio.
Usted, además, regenta un despacho especializado en cuestiones de discriminación. ¿Qué casos lleváis?
Bueno, en relación a las personas LGTBI, lo que más llega son temas de insultos, vejaciones y discriminación hacia personas LGTBI, también algunos casos de agresiones físicas por orientación sexual e identidad de género.
¿Por qué este tipo de asesoramiento legal es importante?
Porque las víctimas de discriminación en muchas ocasiones desconocen sus derechos y como ejercerlos. Están muy perdidas y necesitan orientación para saber lo que pueden hacer ante este tipo de situaciones.
Cada vez más empresas se suman a planes de inclusión y no discriminación LGTBI, pero la tasa alta de paro en el colectivo trans es altísima. ¿Qué soluciones podríamos plantear para solucionar este problema?
La recién aprobada Ley Trans y LGTBI plantea una serie de medidas en el ámbito laboral para evitar la difícil situación de las personas trans en su acceso a un empleo y conseguir su igualdad real de derechos en el trabajo.
Relacionado con lo anterior, vemos cómo la mayoría de grandes despachos han utilizado la bandera arcoíris para pintar sus logos en redes sociales. ¿Hay peligro de caer en pinkwashing?
Bueno, lo importante es que sean coherentes y no utilicen los símbolos asociados a las personas LGTBI simplemente para captar clientes. Es necesaria una implicación real y constante en la defensa de los derechos humanos de las personas LGTBI. Colgar la bandera una vez al año o publicitarse como un despacho respetuoso con la diversidad sin que eso se refleje en la práctica, solo es una táctica de marketing y un ejercicio de postureo.
¿Es posible que veamos a un hombre abiertamente gay o una mujer lesbiana liderar un despacho del top 20 de facturación en los próximos diez años?
No veo por qué no. Como decía al principio, las personas LGTBI llevamos ejerciendo la abogacía desde hace el mismo tiempo que las personas heterosexuales. Si se ejerce la abogacía con responsabilidad, profesionalidad y respeto, la orientación sexual o la identidad de género no tiene que ser para nada un factor que influya en el éxito y el reconocimiento profesional.
¿Y una persona trans?
A la respuesta anterior me remito. Creo que cuando alguien viene con un problema lo que busca es una persona que se lo resuelva con humanidad, seriedad, eficiencia y solvencia jurídica y esas son cualidades en las que no influye para nada cuál es tu orientación sexual o tu identidad de género.
¿Cree que hay gente que olvida que la lucha LGTBI+ es una cuestión de Derechos Humanos?
Sí, creo que aún existen personas que piensan que ser LGTBI es un capricho o una moda (incluso todavía hay quienes consideran que somos personas enfermas) y no son conscientes de las discriminaciones que todavía están presentes en nuestra sociedad por el hecho de tener una orientación sexual o una identidad de género no normativa (ojo, no hablo de normalidad, sino de normatividad). Las personas LGTBI hemos existido siempre y lo único que reclamamos es la igualdad real de derechos.
