El Instituto Nacional del Consumo recibió oficialmente el 15 de agosto, la notificación de alerta de la Unión Europea una vez que fue emitida por la empresa Mattel en Inglaterra, de acuerdo con los procedimientos establecidos por la UE.
Al tratarse de una notificación voluntaria por parte de los productores, la empresa, haciendo uso de su responsabilidad y de acuerdo con las normas europeas, está recogiendo los productos afectados de los puntos de venta, el proceso cuenta con la supervisión de las autoridades de consumo, encargadas de la labor de inspección de estos establecimientos.
Para garantizar la seguridad y tranquilidad de la población, las autoridades nacionales y autonómicas de Consumo ponen especial atención en estos productos, ya que van destinados a un público muy sensible, como son los niños y niñas. En este sentido, las campañas nacionales de inspección de juguetes, que desarrollan los inspectores de consumo de las CCAA, han aumentado desde 295 actuaciones en 2005 hasta 937 en el 2007.
Concretamente, el Centro de Investigación y Control de Calidad (CICC), dependiente del Instituto Nacional del Consumo, ha analizado el contenido en plomo de los juguetes inspeccionados y en ningún caso se ha encontrado este elemento.
Entre los análisis efectuados se han incluido juguetes de las marcas Mattel y Fisher Price, de los cuales el 79% cumplía todos los requisitos del etiquetado, estructura y composición, el 21% restante tenía problemas de etiquetado o de estructura, pero ninguno contenía plomo.
A lo largo de lo que va de año, han sido notificados en la red alerta RAPEX 1.314 productos inseguros, de los cuales un 37,06% eran juguetes y artículos infantiles, procedentes de países asiáticos (56,24%). Consecuencia de ello ha sido la retirada del mercado de un total de 200.193 productos, de los que 58.304 eran juguetes. Esto demuestra la eficacia del procedimiento establecido y que la ciudadanía puede estar segura de que el sistema funciona correctamente.
La Red de Alerta es un sistema de intercambio rápido de información entre las autoridades encargadas del control del mercado ante la presencia de un producto que pueda crear un riesgo, para evitar que pueda llegar al consumidor.
Cuando se detecta en el mercado un producto que puede suponer un riesgo para los consumidores (como consecuencia de una inspección, una reclamación, un accidente...) las autoridades competentes en el control de mercado deben adoptar las medidas adecuadas para garantizar la seguridad de dichos consumidores e informarán de ello a través del sistema de Red de Alerta establecido tanto en la Directiva 2001/95/CE como en el Real Decreto 2003.
