Los bancos y cajas españoles cargaban, hasta ahora, el coste de este tipo de operaciones sólo al emisor del envío de dinero. Pero desde el pasado mes de octubre se puede elegir entre seguir utilizando este sistema o implantar el conocido como share. En este último el coste se reparte entre la persona que realiza la transferencia y quien recibe los fondos.
De momento, un total de 45 entidades han incorporado esta nueva tarifa a los folletos oficiales que publica el Banco de España.
El Banco de España impuso en su día una serie de restricciones a las entidades financieras sobre la puesta en marcha de esta nueva comisión con el propósito de que el consumidor no saliera perjudicado en exceso. Uno de los requisitos es que este cargo no podrá aplicarse, por ejemplo, en el pago de nóminas o pensiones, así como en la devolución de impuestos y desembolsos similares.